RAMÓN SIJÉ (SEMBLANZA) Julio Calvet Botella Título: Ramón Sijé (Semblanza) © Julio Calvet Botella Fotografía de portada: Gaspar Poveda Grau Fotografía de contraportada: Antonio Colomina Dibujos: Ruperto Gutierrez, a excepción de la ilustración de Ramón Sijé, original de Almela Costa. ISBN: 978-84-8454-836-0 Depósito legal: A–592–2009 Edita: Editorial Club Universitario. Telf.: 96 567 61 33 C/. Cottolengo, 25 – San Vicente (Alicante) www.ecu.fm Printed in Spain Imprime: Imprenta Gamma. Telf.: 965 67 19 87 C/. Cottolengo, 25 – San Vicente (Alicante) www.gamma.fm [email protected] Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información o sistema de reproducción, sin permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. A mis nietas Pilar e Inés “La virtud está en ser tranquilo y fuerte; con el fuego interior todo se abrasa; se triunfa del rencor y de la muerte, y hacia Belén... ¡la caravana pasa!”. Rubén Darío JULIO CALVET BOTELLA RAMÓN SIJÉ (SEMBLANZA) 2009 PRÓLOGO Hace algún tiempo, un estudioso de la vida y la obra del inmortal poeta oriolano, dijo que la mejor obra de Ramón Sijé es el Miguel Hernández anterior a 1936. Esta aseveración, tal vez, pudiera verse en tono ensalzador hacia el malogrado Sijé, pero nunca en detrimento del, también, injustamente malogrado poeta. Uno, Sijé, en una incipiente juventud y madurez intelectual. El otro, tras el sufrimiento doloroso de amores truncados de mujer e hijo, en cárcel definitiva de fratricida contienda. Pero, ambos, en el sólido crisol de la amistad en unos primeros momentos. Probablemente, el nombre de Sijé habría permanecido en el olvido de los tiempos a no ser por la dedicatoria introductora en la elegía, rabiosa, resentida y dolida, que le dedica Miguel, “en Orihuela, su pueblo y el mío”. No caemos en el error 9 Julio Calvet Botella si decimos que, de no ser por esta circunstancia, el nombre de Ramón Sijé probablemente no habría traspasado el umbral de lo local y lo provincial. Sin embargo, creo también, no errar si decimos que muy difícilmente se puede estudiar a Miguel Hernández sin conocer la influencia humana, literaria y teológica de Ramón Sijé en esos momentos, en que Miguel “barro moldeable” como alguien ha dicho, estaba en fase formativa, no solo poética, sino también humana. Luego, vendrán las actitudes, las influencias y los cambios, los arrepentimientos, el deslumbramiento, las luces y las sombras. Pero, cada uno en su lugar y los dos unidos para siempre en el verso elegiaco a la espera de “hablar de muchas cosas. Compañero del alma compañero”. Cada uno en su lugar: Ramón Sijé (José Marín Gutiérrez), por sus altas cualidades y calidades merece brillar con luz propia, no solo al amparo del poeta. Lo merece, dentro de su fugaz existencia como un consolidado intelectual ante personalidades de la época, y como eje y timón del 10 Ramón Sijé (Semblanza) grupo de “El Gallo Crisis” al que inspiró y alentó, brillando su sabiduría, oscurecida al verse segada su vida como un suspiro. Ramón Sijé debe ser, por tanto, conocido y considerado por sí mismo. Para ello, mi buen amigo Julio Calvet Botella, para el que la figura del joven ensayista ha sido siempre un referente, y ha tenido una reiterada estima, por lo que como intelectual representa; en este magistral trabajo nos lo presenta como una entidad y con luz propia, propiciando que las sombras que lo envuelven y lo oscurecen al amparo del amigo, se transforme en refulgentes brillos que emanan desde su capacidad intelectual, sin menoscabo del poeta. La figura de Ramón Sijé, en este trabajo de Julio Calvet Botella, queda en su sitio, sin necesidad de ayudas, ni de apoyos, pues él solo era capaz de morir resucitando. Antonio Luis Galiano Pérez Doctor en Historia 11 ORIHUELA. PUERTA DE CREVILLENTE INTROITO Ramón Sijé, combinación de letras del nombre y primer apellido de José Marín Gutiérrez, es el destinatario de la famosa elegía que escribiera el gran poeta Miguel Hernández con ocasión de su muerte. Hombre de gran formación y de profundas inquietudes intelectuales, dejó un hermoso recuerdo entre quienes le conocieron y fueron sus amigos. Su prematura desaparición, guardará para siempre la incertidumbre de los posibles derroteros intelectuales de un apasionado saber. Yo, de lo que estoy seguro es que fue un hombre bueno, lleno de ilusiones y de grandes proyectos muy pronto frustrados, cuya temprana ausencia, hizo realidad las palabras de Plauto, en Bacchides, “Aquel a quien los dioses quieren, muere joven”, Quem di diligunt, adulescens moritur. Este libro, que fue conferencia, solo quiere ser homenaje y recuerdo del pensador e intelectual oriolano José Marín Gutiérrez, y reflejar su semblanza a través de lo que dijeron quienes le 15 Julio Calvet Botella conocieron y trataron. Homenaje y recuerdo de Ramón Sijé, cuyo nombre ha quedado ya para siempre imperecedero a través de la elegía de su amigo Miguel Hernández; y cuya alma, que sin duda continúa pajareando “por los altos andamios de las flores”, acaso en algún momento intemporal, cumpla el deseo de Miguel, de volver “a mi huerto y a mi higuera”. Julio Calvet Botella 16