Qué será? veamos. ~ Una palabra nI as, psperemos •r -----..- . -- · . --- Con fecha ~ de IlH\l'ZO diÚ a publici. da(1 ell ('~ta du(l;ul el ~R. J)x. F. MELCOKER, \lila hoja titnlaua A MIS COMPATRIOTAS LOS VENEZOLANOS RESIDENTES E M COLOMBIA, eOIl IllotivlI tle las (lrdensiones del IIII(le río A Illerir-a110 I'(JhrelIIi Patria natal, segÍln ~e dice, contra las ('nalcs protel'ta cnél'¡~kamcnte y llama. a la H'Z, a. la llniÚn bajo el pahdlÚn tri(~ol(ll', a tlulllS los cOlllpatriotas. A bOl'a hien; 11e~Hle muy tierna edad he venic10 oyendo a IIlIWIIO~ de mis eompatriot.as, tanto de allende COIll() de aqupnde, la lila I vallora fraile mi a pa rien(~¡a, de q no o.ia- la venga pronto sobre nosotros 11n })rÚtcctora.(]o. Valga la verdad. J>t-HIsando detenidalnente en lo~ deseos de estos eompat,.¡otas, no se revela en éllo¡;¡ otra eosa, que un e¡;¡pírit.n de concordia y de aJlIor al trahajo y a la mis,na Pat.ria, y nnnca de mala fé, puest.o que éllos 110 de~eall sino que reine el orden y la t,'anc¡nili,lad, o sea la dulce cOIllpaiiel'¡i de las vil't.udc!,l: I,A PAZ, Sí; todo dt~belllos saerifi(':ulo plll' c1lll, pero en este caRO no es as;, E~a :íg-nila ancla •••. , pregun· to, si e:lller:l sohre 1l0~ot('O~, poul'Ía traer la pa7., la felicidad y la gloria a el'ltas naniones~ Nnnna. ~i a:,í lo prtendierc, todo ~m'ía fidieio .r nada má~, )' ~i nÚ vdlllloslo: Ella recorre 'l hoy con su llJirada insaciable nasi t4ldo el orbe, sacrifieando estados y naciones; mira nuestra IJey escrita con sang-re inlllamlladll, como nada; que corre tras la ola que lleva el viento COlllO para recoger los despojos de su holpe fatal; quo e8tá eonlO león emboscado para sorprender a su )lI'08a en el prinlfw des <mido; que (~OIllO coronado de ~raIldoza y de poder, sa(~ude sus alas de gigante atl'Ope Jlando todo lo que es a 1110 1', justicia y gloria, COIIIOsi Ilna mirada pen(~trante y poderosa no .observara. 8 11 S profundos pen",aIlJientos y sus negras intencioneíl, o COIIIO ~i, la piedad y la justieia. el alllor y las pl'OIlJeSliS ofrecidas a sus naciones fieles, huhiesen desaparecido de su cmplrco Cielo. NIl, nó, lIIil vecell lJIí, .Jalll:1s dehemos aceptar semejante tir:L nía. li~so l'lería tanto (~OIllO rechazar los dolo rosos y grandes sacrificios de nuestros padres del pasado, COIIIO libertar, del antm fiero, las fuertes cadenas de la elilclavitud .Y servidumhre y gl'aharnos en la f,'ente el ger men del desprecio y de la ruina, COlllO de· soir la jnsta y snplicante voz de nuestra amada Sur-A mél'ica, COllJO si por su fé eu ]a Uruz y por su arrojo, no le cspc3ra.liIcn nue vos días de g-raildeza y de gloria. "Atrás! atrás! la esclavitud y IOIil tiranOíl, le dice nuestro Sur al ol'gnllo8o 1m perio amel'ic~lIlo. Dejadllle quieto, y coa lo mío tranquilo; no ahuséis de mi humildad y -3mi pohreza ~I no ql1eréiR qne mañana ¡ay! mis hijos, empuñen otra H'Z la e~pada ven· ~ad()ra, que resuene el clarín en la batalla, el tOllante cañ(lIl y ~I ruido atronador dA la metralla, y !oli no qneréis tamhién, qu~ vne~ t.ro~ IlIi8mo~ eleIlHmfo!-1, .v por mi fó en la por 111 a 1\1) poderoíolll le~ ~irnm de arma 11ICIlfo para arrlljaros de mi tierra g-Ioriosll. Os pido paz y Jlo goerl'a; dadlllo lo qUA es IllÍO. si quer(\is vivir en vuestra tierra, HelIello de paz y de hidal~nÍll." CI'UZ, A~í le hahla al elllJlinado tl'O ~ltr, IllIperio, ennwHo en el IIIÍKterio, eOll repol'ado accllto, de cilta manera pondt': nne~ y aquél :\lolÍ J'e~- "¡Oh! tÚ. pequelia. por tu puehlo y aha· t.ida por tUR hijos en ~ontínua!-1 luchas. ~réeK a('a~o dominar mi Oetro? !.r alll:il'. jamá!! con¡;¡cgnirás tu empeño! Sí; bien conozco tu hdllantA historia, que en tiempos ya )ejanoR, te llenó d~ g-)f)"¡a~; y hoy, hermanoR tan to propios conw p,xtrañm~. aunque vivan en tus pJlehlm:, estac10R y naeiones •• iendo roto el de tus glorias, ílÚlo gU:ll'darán sn me· Y a~í, ~in amparo y sin remedio, ve rÁl'l a lllili! le~iones también mandar en t.u atrevido Imperio", ('arl'O moria. "Yll ~e acerca el anhelac10 dia, en que llli!olleyes cantnr:ín vietorias, en qlJe mi foer te hrazo, mifl podero¡;¡o~ elementos y la Iilan gre fle mis hijos dm-r:llllada, admirará )a HilO toria, Natla me dirc!' con tu fé en la Onu;, -4- que ya pam la bUlllanidad, el tiempo J' los espaeios, su resplandor no existe; sólo tÚ con tu fingirla fé, pretendes dominar la ciencia, el pode/' y la riquAza al mundo. Bftsta! Jll no Illás! Al tiempo dt>jo que (11 rest.o de la verdad te diga, si no llIe qllie/'es como aUlI 1{O ". La Patria sintiendo en su co/'az,ín funda tristexa, así exdama: pro- "jOielo d~ los cielos! Trono excel~o del amo/' pel'feMo! a vuestros pies hUlltildmncnte Ítllplol'O la proteoci61l dehida; ¡no UlP.ahan donéis! (lue el fiero caos, (:OJl su poder in menso, quie/'e 3rt'ojar su furia entera sohre mi euerpo he/'Ído. 8(ílo en vos y en vue~tro poder COJlflO. Oonvoca a mis hijos a la unión qUArida, decidies qne mis lágrillla;;¡ los lI11llla, que por Vlle~tro alllor eterno, vuelvan pedazos la opresora espada; y así, herrllauo8 con hermanos y allligo~ cuantos ve la ticrra, y entre mi amor y la fé, que el pecho encje rra, todos, bajo la som bra hermosa de la Onu/; del Glílgota, seremos g/'andes y también her manos. "!.1esús del Cielo ,. Reden tor del mun. do! oid mi voz que con pesar profundo, pongo a lot'l pies de vuestro Padre augusto; quc vuest.ro g-ran ejemplo y vuestra sangre viva, sean la luz qne regenel'e sllllundo". dre y vos ¡MadrA Gloriosa! decidle al Paal Hijo r al (le luz hermosa, qne efl -5- élJa confiamos nuestro triunfo airoso", La Patria calla; t.ran~ida de dolor, ('one como lona por todas paJ't.clil, y TlO encontran· do donde refugiH!óle, con 3udl'lcia se remonta. al Oielo, surCH. 8a~ claridades, y débil p.\fa ~olilteller!'c, cae a los pie~ da en del Altísillw bañ$!o J:ígTillHlS. ftl Altísimo IjlW nllJH'1l pu~de oir la hlllIIillle \'oz (le) que :ud le clama, sin ('HnIllO \'f·,n:e su tierno coraze'.ll y sin darle del divino flH'i(O que le inflama, lu/" \'alor, rf\~igIJílei(íll y call1la, ('011 l'lU \'01. potellte que a la Vt'Z 80 llora ~. mflJodiosa. dH este Hllldo la eonsucla volvién¡}oh~ a ~Il alma la fií, y la (~Sperallza: "Hija qucri(la! ('udll~ TlO llores m:ís; atento voz hUlIIil(l", pues es- los ruegos de ta amo!' sin('ew. la. KatU1al('~a y la lIlalrlad es nadl\. C:illllate! que tu fé r tn piedad es gl'an(le, pero I~SllIl1S grande todavía, mi Hijo qne en heJ'Jno~o día, haj{, a la tierrll a reformar la idea, y que eOIJ ~u cuerpo puro y so dÍ\riIJ3 l'langre, eleve'. a ~IlS alJwls a la reg-ie'.n febea. Y así. por IIIÍ podel' fecnndo, a los t\'e~ (1ía~ re!olllcitll cantando la verdad al mundo. ~ll gloria >:e extendi6, y en todo el lu firmamento, a la Cruz del que pn~ieron Oris· to, fué la qne reÍlI{); y ('aJendh los ídolos del viejo, fué rot.o el earro de la guerra; y reinos, cetros ;.' naeiolles }' todo ('Wtnto hahía en la tierra. al fin eedi(1 al dulce imperio del ama do Hijo. ¡A~)! tu queja. de dolor me llena, porqlle miro eon :llllarga pella, <)Ile all:t, en mi cl'caei()n perp{·t.ua, predomina otra YCZ, -Gla codicia, la maldad y el vicio, y el hmroro. RO y detestable orgullo, en unión con la injusticia, tienen en lucha a la mansión entera, Ya mi Hijo por do quier lo ultrajan; lo mi, ran enn desprecio, y tán to lo ahnrrecen, que en ese Paraísn, ~u Iglesia J su Cruz no res plandecen", Aqní la Patria se e~tl'etnece creyentlo que I?iot.o!,al recuerdo de su Hijn desp •.eeia do, al mundo va a acabar. Ella se di1'i~e a suplicarle qllA detenga Sil justa ira, y en aquel instante, le cede el Padre la palabra a su Di,'ino Hijn, r éste Mil Sil dulee y al'· llloniosa VOíf" así la detieue: ,. Hija! eonolilco tu dolor, y tu piedad .v amor; oye eCln fé, lo que 1're~ per:o<onas, en Una, la verdad te dicen: La lihertad y la cien~ia es lo q1le dá la gloria y la graJ)(h~za a I lIIundo, cuando hay jUl~ticia, amor y caridad en la conciencia, Pero al ver q ne S11 gloria, su poder y 811 riqueza es tánta, lile olvidan de su Dios Padre y de su Dios Hijo, que el primero con su palabra y voluntad, del polvo los sacó, y el segundo, con su cuerpo y su sangre, con su bondad y amor, los redimió, Mientras tanto, pasan la vida alega'emente e inventando todo cuanto así desean, y de esta suerte, conlolideran como Dios, In que a simple vista les rodea, :Mira; }'a que tu dolor y tu piedad, aquí te trlljo, contem pla ¡ay! los horrores y tormento~ de la hu· Jllanidad ing-rata: vé con cuánta furia, la es pada del pecado, atropella reinoR. estados y -á- naciones J con placer los mata; ve también, OÓl1l0 la cspllda de llIi fiel Gabl'iel, con la IlJuda de lUi brazo, auuque estén () nó en la pelea, 8alva a lm~ hijos lJue con fé me ailo rano Feliz tÚ! qUA AIl tu~ hijos la verdad t'xiste, .Y aunque IIIlH:lw8, en mi pa~i<íll no (~,.cel). ~i a la Madre a sus pieN reza pt>rdÚIl les doy; ." así, haja tranquila; que a la SOIubl'R de la Cruz gloriosa, unida a tu inmortal handera, te adlllÍl'ará la t.ierra entera." Virgen, l'en, con :l1l101\a t()do~, lui ** * ¡Gh! pneblll grandA f}nC e~eueháis atento, Oí~tci8 de la Patria amada, la prnteMa y su reelamo jn8to, su allloroSIl y doloroso acento y la herlllo~a promesa ra, cs('uchau tam hifín de de V(}8otl'O~: del AltíRil1lo. Y allOla voz, del más h u III i1- I.Ja e~clavitnd y la tiranía ha invadido desde t.iempo atrás, las pllertlls dA nnestro Sur herÚíeo, y Al reclama hoy, con justísi. lila raí\Ún, su lihertad cOlupieta. HecordeIIIOS a B1lnvar, 8um'e, Santantler y A nzo:ít.A¡{uí, Snblette, Onel'r:L ~' j{ook, !Rícaurte y Girardot! y Bl resto de ~sa pléyade de hé roes, qne con AllIor de libertad benilita, In charon por (]ejarnos una Patl'ia libre, ¡;jin lllll"cilla. y grl\nde; ,val son de IólUScantos, el a, l'Íne~ y tamhore~, un nuevo Sol de lihertad -8- snrgió. ¡Ah! feliz nosot.ros, que por bondad de ~u lu", y su grande~ll, al mundo de ColfHl le di{); y ¡;erá posible, que en tánta Ill~ tánta ~raDdeza, la mano JUre· vida de un tirano sin t.em or', con b;tj~za y con engafio penetre en )Il~ entrañas del Sol .A rncricano? ¡Qué creerá! Que nI) heredalllos el valor hii<pano? Q'le en nue¡iltl'a~ vena~, nÚ vi\'e lIÍ1n la 8an~"e pura del patl'Í()ta hl\r1l1ano? Que voló de n\le~t.ra alma el santo a 11101' de la e~~o~ida Patria'? Que en nUl\stro lllllllilde eorllzbn, 116 se anida. la verdad del Cielo? ¡A vos me refiero lllllbieiosu Imperio! Hi así lo habéis pensado, ~'o os ase~ul'o, por nuestro alllor sH~l'ado, que Ve1'e1ll08 vuostro del Oetro Oielo, a 108 mucho pies de .Jesús Crucificad ••. y vos pnehlo hermano, que animado IIHl escueháis! Si queréitol que la verdad os dig-a; deeidllle: pronto estáis á (~reer eu lIli pala. hra ¡Qué!dudais de lo que os digo que nÚ me respondéis? mirad al Oiclo ¡qué pl'odigib! veo que una lu", ex t.rafia a vuestra ment.e llega, y al fin con m y precisi{lO completa, lile contestáis qlJe Nó' Pues bien; esa luz que a vuestra musa ilUllli· nó, es la ,,,islIla, que po)' don Divino, a mí también de lo alto me hajo. Por eso, 3par temos a un lado )a handera bicolor, trabaje- mos con verdadero de~interés político r en todo cuanto esté a nuestro alcance, por le vantar el espírit.u do )a unibn, el verdade )'0 patriotiEll1lo y amor a )a lihel'tad, que a. sí, unidos bajo el pend(lO g-Iorioso dA la Orllz -9Y de nnestro hermoso trieolor, marchara bien a luchar con fé c()n libertad y f1tnor, por esta Patria que l~()líV:H, el f:?:I'an· de, ron 811 genio libert{l. 1lI0Fl CÚcuta, Ahdl (i de 1918. l1vas. ERRATA'- Página 1" En la línea 25 hay una p~labra que dice callera: léase cayera