Las causas subyacentes son el incremento de la eficiencia energética, sobre todo en lo que respecta a automóviles, calefacciones y aislamiento de edificios, así como la mayor utilización de las energías renovables y el uso de biocarburantes. "En cambio, lo que sí es preocupante es el ascenso en la producción de energía eléctrica", señaló el Ministro Federal del Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear, Sigmar Gabriel, advirtiendo de una excesiva euforia. Los esfuerzos del Gobierno Federal en el ámbito de las energías renovables tienen que seguir intensificándose para igualar la creciente demanda de energía eléctrica. Los elevados precios del gas natural también tienen consecuencias negativas para el balance climático ya que llevan a un mayor consumo de carbón, cuya combustión libera más dióxido de carbono que el gas natural. Las cifras actuales son una prueba del éxito de la política climática alemana y permiten ser optimistas de que Alemania va a cumplir con lo estipulado en el Protocolo de Kyoto, ratificado en 1997. Según éste, las emisiones medias de gases con efecto invernadero deben situarse entre 2008 y 2012 un 21% por debajo de las de 1990. "Kyoto es solo un pequeño paso, para poder hacer frente de forma efectiva al cambio climático debemos continuar a pasos agigantados", declaró el ministro Gabriel refiriéndose a las tareas que todavía están por venir. En la reunión del 11 y 12 de diciembre de 2008, los Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros de la Unión Europea subrayaron la voluntad de la UE de conservar su papel motor en el ámbito de la protección internacional del clima. Aseguraron que el objetivo de la UE de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2020 podría elevarse del 20% previsto actualmente a un 30% si en la conferencia internacional sobre el clima que va a tener lugar en diciembre de 2009 en Copenhague se llega a un acuerdo internacional sobre la protección del clima con el que se comprometan, según sus capacidades, todos los Estados. A la larga se considera necesaria hasta el año 2050 una reducción a nivel mundial de las emisiones de gases de efecto invernadero de un 50% como mínimo. La disminución de las emisiones nocivas para el clima durante el año pasado en Alemania se debe sobre todo a las suaves temperaturas del invierno de 2007 y a los elevados precios del petróleo. Los expertos esperan este año un ligero aumento de las emisiones. Sin embargo, confían en que van a estabilizarse en valores situados un 21% por debajo del nivel de 1990.