CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS EN INSTALACIONES

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1.
INTRODUCCIÓN
El uso de la energía eléctrica en nuestra vida cotidiana no deja de crecer de
manera importante para satisfacer la demanda de confort que exige la
sociedad. Los equipos utilizados en los hogares y centros de trabajo han
ganado en fiabilidad y en muchas ocasiones se les hace funcionar las 24 horas
del día. Como resultado, la red de energía eléctrica se ha extendido mucho y
centrales eléctricas, líneas eléctricas aéreas y subterráneas, subestaciones
transformadoras, etc. forman parte cada vez más habitual de nuestro entorno.
Por tanto, y desde comienzos del siglo XX, los campos eléctricos y magnéticos
creados por la humanidad, se superponen a los campos electromagnéticos que
naturalmente existen desde hace millones de años sobre la Tierra.
2.
LA OPINIÓN DE LA COMUNIDAD CIENTÍFICA
La opinión social acerca de los efectos de estos campos electromagnéticos
sobre la salud está inmersa en un confusionismo que conviene esclarecer.
Mucha gente piensa que la Comunidad Científica se encuentra dividida
respecto a una polémica seria sobre la posible existencia de pruebas de
nocividad de los campos. Este aserto es falso. La Comunidad Científica piensa
hoy, que los campos magnéticos ambientales de 50 hertzios, originados por la
corriente eléctrica de suministro de energía, cuando son inferiores a 100
microteslas, no suponen ningún efecto nocivo conocido sobre la salud.
Conviene recordar que la ciencia tiene unas reglas de calificación rotundas y
bien delimitadas. Los científicos se clasifican por su índice de impacto, que es
un parámetro que mide la influencia que su trabajo de investigación ha tenido
en los demás investigadores de su especialidad, y se obtiene por el número de
citas en las revistas de prestigio. Las revistas, igualmente se clasifican por su
índice de impacto y su clasificación se recoge en el Journal Citation Reports,
publicado por el Institute for Scientific Information. En general, los científicos
más reconocidos según estos criterios forman los Comités Internacionales,
Academias Internacionales, Institutos de Investigación y Comités de Expertos.
Y todo este entramado forma globalmente lo que se conoce por Comunidad
Científica.
Se podría hablar de polémica si las conclusiones sobre un tema de
investigación de la Academia de Ciencias de Estados Unidos y las de la revista
médica The Lancet fueran distintas, por citar un ejemplo. Pero si todas estas
instituciones están globalmente de acuerdo, no existe polémica
independientemente de que un conjunto reducido de científicos estuviera en
desacuerdo. En este caso, tan frecuente a lo largo de la Historia, existen dos
soluciones posibles que actúan como leyes inexorables de la dinámica interna
del conocimiento científico y que son:
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a) los discrepantes presentan pruebas experimentales de su postulado, y
consecuentemente, cambian el estado de conocimiento que es
entonces masivamente admitido por la Comunidad o
b) no presentan dichas pruebas, y se excluyen de la Comunidad
Sirva todo el discurso anterior para poner en evidencia que en el caso concreto
de los campos electromagnéticos, la conclusión de la Comunidad,
representada por las instituciones de prestigio en la materia, es que las débiles
pruebas que parecían indicar la existencia de algunos efectos nocivos por la
acción de campos electromagnéticos de 50 Hz. inferiores a 100 microteslas, no
son tales pruebas.
Y es en base a los efectos probados por la Ciencia y al derecho a la protección
de la salud, como se establece la legislación existente en esta materia.
3.
NORMATIVA EXISTENTE
En primer lugar, cabe citar el documento del Consejo de la unión Europea, que
fechado el 12 de Julio de 1999 se titula “Recomendaciones relativas a la
exposición a campos electromagnéticos”. Este documento, realizado a partir de
las conclusiones de la Comunidad Científica, y en base al derecho a la
protección de la salud, establece una serie de restricciones básicas y niveles
de referencia basados en la certeza de evitar los efectos nocivos comprobados,
introduciendo enormes márgenes de seguridad. Las restricciones indicadas por
el Consejo están basadas en la Guía de la Comisión Internacional de
Protección contra Radiaciones No Ionizantes, organismo vinculado a la
Organización mundial de la Salud y avaladas por el Comité Científico Director
de la Comisión.
Para la frecuencia de 50 Hz., que es la frecuencia de suministro eléctrico, y por
tanto la frecuencia de los campos eléctricos y magnéticos asociados a dicho
suministro, estos valores son:
-
campo magnético: límite de 100 microteslas
campo eléctrico: límite de 5000 V/m
Con estos límites, la Comisión establece unos márgenes de seguridad de 50
veces, con relación a los efectos probados por la ciencia, que en el caso de
campos de 50 Hz. son daños en el sistema cardiovascular y en el sistema
nervioso central como consecuencia de las corrientes inducidas en el cuerpo
humano por la acción de estos campos.
En España, el Real Decreto 1066/2001, dictado por los Ministerios de Sanidad
y Consumo, y Ciencia y Tecnología, refrenda y aplica directamente la anterior
Recomendación, asumiendo sus criterios de protección sanitaria y
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estableciendo los mismos límites de exposición y restricciones básicas, y
ratificándose el límite de 100 microteslas, antes reseñado, lo que debería evitar
cualquier alarma social en materia de electromagnetismo.
Por último, cabe citar el reciente informe de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), de fecha 18 de junio de 2007, “Campos electromagnéticos y
salud pública: exposición a campos de frecuencia extremadamente baja”. Esta
reciente edición concluye que no cabe señalar ninguna cuestión sanitaria
sustantiva relacionada con los campos eléctricos de frecuencia
extremadamente baja y niega una relación de causalidad entre la exposición a
campos magnéticos de frecuencia extremadamente baja y posibles efectos
cancerígenos sobre la salud.
Asimismo, basado en la evidencia científica, mantiene que no es necesario
reducir los límites de exposición internacionales vigentes y que no existen
garantías de que la reducción de los actuales niveles de exposición con lleven
una mejora de la salud de la población.
4.
LAS INSTALACIONES ELÉCTRICAS EN ENTORNOS URBANOS
El suministro de energía eléctrica (que recordemos es de baja frecuencia) es
imprescindible en la Sociedad actual. Dada la intensidad de consumo en las
grandes ciudades, se hace necesario que las instalaciones de transformación
desde la red de alta tensión a las redes de distribución en media tensión se
ubiquen en el interior de las mismas para asegurar el suministro, conseguir
mayor calidad y mejor eficiencia energética, evitando pérdidas eléctricas
inútiles.
Las modernas tecnologías permiten hoy día, mediante cables subterráneos y
subestaciones compactas, disponer de estas instalaciones imprescindibles,
muy próximas a los centros de consumo, sin generar alteración en el
medioambiente urbano.
En el caso de las subestaciones compactas, todos los equipos se ubican dentro
de edificios. En concreto:
-
-
Todos los equipos de nivel de muy alta y alta tensión (220 kV, 132
kV, 66 kV y 45 kV) conforman un sistema de hexafluoruro de azufre
(SF6) con carcasa metálica que anula el campo eléctrico y disminuye
el campo magnético.
Las posiciones del sistema de media tensión se sitúan en el interior
del edificio, concentradas en celdas blindadas. Todas ellas poseen
carcasa metálica que anula el campo eléctrico y disminuye el campo
magnético.
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-
-
Los transformadores también se sitúan en el interior del edificio y no
suponen, en contra de la creencia popular, una fuente significativa
por si misma de campo eléctrico o magnético.
Los cables de alta y media tensión poseen una pantalla metálica que
anula el campo eléctrico y disminuye el magnético. Además, son
distribuidos en ternas, que es la configuración que genera menor
campo magnético, al estar las fases más próximas entre sí, y por
tanto compensarse el campo magnético generado por cada uno de
los cables.
Para todas las implantaciones de subestaciones que Iberdrola proyecta, se
estudia la configuración óptima de los equipos de manera que el campo
magnético se minimice. De igual manera, se realizan simulaciones de campo
magnético bajo las hipótesis de grado de carga máximo para todos y cada uno
de los equipos, con lo que los valores de campo reales no superarán los
mostrados por la simulación.
Los resultados obtenidos se refieren al perímetro de la instalación y dependen
de cada instalación en concreto (número de líneas tanto en alta como en media
tensión, geometría de la instalación, existencia o no de galerías de salida de
cables, etc.). Lo que es común a todos los casos es el cumplimiento de los
valores máximos establecidos por la normativa vigente, valores que
recordemos poseen amplios márgenes de seguridad.
Por último reseñar que los niveles de campo magnético decrecen muy
rápidamente con la distancia (concretamente, en relación cuadrática).
5.
RESUMEN Y CONCLUSIONES
La Comunidad Científica, de forma unánime en todo el mundo, descarta que
los campos electromagnéticos asociados a instalaciones eléctricas tengan
efectos perjudiciales para la salud.
El máximo organismo internacional en la materia, la International Commission
On Non-Ionizing Radiation Protection (ICNIRP) o Comisión Internacional para
la Protección de las Radiaciones No Ionizantes, lleva más de 20 años
estudiando este tema y en sus investigaciones no ha encontrado ninguna
relación entre los campos electromagnéticos de las instalaciones eléctricas,
como es el caso de los transformadores, y las enfermedades de las personas
que viven en sus aledaños.
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Además de este organismo, hay más de 2.000 estudios e informes sobre el
tema, realizados con una metodología y criterios científicos rigurosos. Todos
coinciden en que la exposición a campos electromagnéticos de baja frecuencia
no ocasiona efectos adversos sobre la salud.
Han ratificado esta conclusión, entre otros, la Organización Mundial de la
Salud, la Unión Europea, el Ministerio de Sanidad y Consumo, la Real
Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas.
Dentro de las oficinas y viviendas aledañas de cualquier empresa energética en
todo el mundo, incluidas las españolas, es común la ubicación de instalaciones
eléctricas tales como centros de transformación e incluso subestaciones, sin
que nunca haya existido ningún riesgo para la salud de las personas.
Todas las instalaciones eléctricas en el mundo funcionan a baja frecuencia (50
Hz. en el caso de Europa), situándose la emisión de campos electromagnéticos
dentro de los límites establecidos en la Recomendación del Consejo de la
Unión Europea (199/519/CE).
Esta recomendación, asumida por los Estados miembros (en España a través
del real decreto 1066/2001) establece para 50 Hz. el límite de 100 microteslas
de exposición al público (la microtesla es la unidad de medida de campo
magnético), siendo las emisiones de un transformador (en función de su
tamaño y potencia) unas 50 veces inferiores a este máximo recomendado.
Además, este límite recomendado de 100 microteslas es una referencia que
cuenta con un amplio margen de seguridad de hasta 50 veces esta cifra, es
decir, 5000 microteslas.
En definitiva, recalcamos que TODAS LAS INFRAESTRUCTURAS
ELÉCTRICAS PROPIEDAD DE IBERDROLA CUMPLEN SOBRADAMENTE
DICHO LIMITE, POR LO QUE LA PROTECCIÓN A LA SALUD SE
ENCUENTRA GARANTIZADA.
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6.
DIRECCIONES DE INTERÉS:
•
International Commission on Non Ionizing Radiation Protection
(ICNIRP).
Organismo internacional independiente, reconocido formalmente por la
Organización Mundial de la Salud, que evalúa los resultados científicos
de todo el mundo relativos a la investigación sobre radiaciones no
ionizantes. En base a las evidencias científicas disponibles, la ICNIRP
publicó en 1998 una guía de recomendaciones para limitar la exposición
a campos electromagnéticos en el rango de frecuencias de 0 Hz a 300
GHz. Además, la ICNIRP revisa anualmente los nuevos resultados en
investigación científica, por si fuese necesario modificar los límites de
exposición recomendados. Hay que señalar que hasta la fecha no ha
sido así. En esta guía se ha basado además la Unión Europea para
emitir sus recomendaciones.
www.icnirp.de
•
Organización Mundial de la Salud (OMS).
Como parte de su mandato de proteger la salud pública, y en respuesta
a la preocupación pública por los efectos sobre la salud de la exposición
a campos electromagnéticos (CEM), la Organización Mundial de la
Salud creó en 1996 el Proyecto Internacional CEM para evaluar las
pruebas científicas de los posibles efectos sobre la salud de los CEM en
el intervalo de frecuencia de 0 a 300 GHz. En su página web incluye
noticias, informes, notas de prensa, anuncios de congresos e
información sobre el desarrollo del proyecto.
www.who.int/peh-emf/es/index.html (información en español)
Asimismo, en la página web de la OMS se tiene acceso a un completo
resumen del monográfico de Junio de 2007 sobre campos
electromagnéticos mencionado anteriormente:
www.who.int/peh-emf/publications/Chapter%201%20spanish.pdf
•
Health Protection Agency (HPA), Reino Unido.
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Agencia para la protección de la salud, organismo asesor del Ministerio
de Salud inglés. En su web incluye un apartado relativo a los campos
electromagnéticos de diversas frecuencias y las recomendaciones sobre
los límites máximos de exposición (recomendaciones que coinciden con
las señaladas por la ICNIRP).
www.hpa.org.uk/radiation/understand/radiation_topics/emf/index.htm
•
Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC)
Organismo internacional dependiente de la Organización Mundial de la
Salud que se encarga de coordinar y dirigir las investigaciones sobre las
causas del cáncer, los mecanismos de carcinogénesis y de desarrollar
estrategias para el control de dicha enfermedad.
www.iarc.fr
•
Ministerio de Sanidad y Consumo, España.
En el año 2001 se adaptaron a la legislación española las
recomendaciones de la Unión Europea, después de las conclusiones
elaboradas por el comité de expertos independientes creado a tal efecto.
www.msc.es
•
Colegio Oficial de Físicos de España
Dentro de la web del Colegio Oficial de Físicos de España se incluye
una sección de campos electromagnéticos de frecuencia industrial. Esta
página web incluye una interesante recopilación de direcciones de
referencia en el tema.
www.fys.es
www.fisicaysociedad.es/view/default.asp?cat=4