EL ECO OLOTENSE. dos en nombre de esa agrupación, y lo que

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EL ECO OLOTENSE.
dos en nombre de esa agrupación,
y lo que aún es peor todavia, combatiendo cuantas manifestaciones
católicas se llevaban á cabo por
los fíeles, sacerdotes y Prelados
que no adoptaban su criterio político. Como el Papa habia dicho
en su Encíclica, que solo á los
Prelados competía su interpretación, reuniéronse los Prelados de
la provincia eclesiástica de Cataluña, y de nuevo afirmaron que
el deseo y el madanto del Vicario
de Jesucristo era el que se dejara
de combatir á los católicos que,
no militando en partido algún político, atendían solo en sus]actos
públicos al bien de la religión.
Esta declaración fué también del
todo inútil; los neo-católicos continuaron combatiendo con saña á
los que, sin pertenecer á la comunión integrista, se prsentaban
como fieles hijos de la Iglesia, y,
atentos á la voz del Papa y de
los Prelados, sostenían la necesidad de no confundir sus creencias con sus aficciones políticas.
(Se continuará.)
Eí efit94<> ^ fd humanidad terrestre éido6aá<|^<
grado de superioridad hubieran
recibido esos mundos relativamente al nuestro, cuanto mas elevados sobre los hijos de la Tierra
fueran los seres que los habitaran.
Gracias á la organización de
nuestro aparato pulmonar, nuestra sangre se renueva incesantamente y sin apercibirlo; no tenemos necesidad de hacer pastos de
oxigeno para mantener la identidad de la composición química
de nuestra sangre, que una circulación perpetua vuelve á conducir
desde las estremidades al corazón;
laadmósfera es por lo tanto aquí
mismo un elemento de nuestra
subsistencia, una parte del nutrimiento de nuestro sistema real.
¿No pudiera ser que en mundos
inferiores la respiración, difiera
de la nuestra y precise una especie de alimentación periódica?
Reciprocamente, ¿no pudiera ser
que en mundos superior«s, esta
respiración, modificada y completa, sea suficiente para alimentar
el aparato humano todo entero?
«La ley de muerte, decia Epicteto, «js la ley d^ I9, Naturaleza
material y secundaria; po sucede
lo mismo en ,19,, ní^wralessjpi pri' ihóráí^-y-vjetéáék»''X. - -'V;;' '•'•^'-"•
Muy amargos deben de parecer
(al monstruo los terribles chispazos que los Rdos. Obispos, gefes natos de dichas masas, le sacuden de
un modo tan directo, comparándole, casi diríamos—agradecido8,-^n
pectore, con Nabucodonosor en su
época de mayor desgracia; impugnando la constitución vigente; negando sea producto de la voluntad
del pueblo; comparando el periodo
revolucionario á la servidumbre
de Israel y equiparando la rtótauracion á la cautividad de Babilonia.
Este es el agradecimiento que
el Sr. Cánovas viene recibiendo de
las célebres é intransigentes m^ysas
honradas.
Esos son frutos del árbol déla
intolerancia, qué es preciso combatir.
NOTICIAS.
Como resultado de diferentas «[ttejas
insertamos en el número anteriof üft
suelto, suplicando á los panaderos qne
no defrauden en el peso, y sugetett el
precio del pan al coste de lo9 a^retüés.
Mantfestándese esto» Sf». «grabUtáoCk
«e h»ú j>reséa6i^ébV& jltis)t|r Ji»|i«9»<iw^
, íí>*''^
Por un lado, ¿fuera un fenómeno
tan extraordinario que ciertos
cuerpos estuviesen constituidos de
tai modo que su organismo intimo llevase en sí las condiciones
de una larga existencia?
Por otro, ¿seria una suposición
tan estraña el imaginar atmósferas
sustanciosas compuestas de elementos nutritivos que se asimilaran á cuerpos organizados de un
modo en correlación con el estado
de estas mismas atmósferas?
Cuando uno se representa el estado de la huinanidad sobre un
mundo semejante, en donde el
hombre estuviese dispensado de todas esas necesidades groseras que
son inherentes á nuestra organización acá abajo, y que oponen
tantos obstáculos; á los trabajos
de nuestras inteligencias, cuando
uno se trasporta á esos mundos
afortunados en los cuales el hombre llevaría una vida mas noble
y mas esquisita, donde las inteligencias obrarían en todo su poder
de acción, en toda su libertad, y
cuando se deja caer después sobre
la Tierra, en la que se dan los
eombates de la vida xjontra la
muertej se comprende cuan alto
Diputació de Girona — Servei de Biblioteques
OdB^^foñ ' híitbia «ido e^res&dci
por el poeta déla Iliada. Celebrándola vijiiante ternura de Venus
hacia su hijo Eneas, Homero habia
hablado en estos términos:» Un
vapor etéreo corre por el seno de
los dioses afortunados; no se nutren de los frutos de la Tierra, y
no beben vino para saciar su sed»
Semejantes ideas han sido con
frecuencia espresadas después,
aplicándolas á los seros que las
religiones y las mítologias imaginaron en las moradas paradisiacas; esas ideas no^ representan solamente las creaciones ilusorias
de la Fávulíi, sino un estado de
.cosas existente en las esferas superiores, estado en armonía con
el alto destino de'ios seres que
nosotros contemplamos desde el
fondo de nuestro'crepúsculo, y en
el cual creemos encontrar el tipo
ideal de nuestra perfectibilidad.
(Se Continuará.)
~».<aas>-i——Las honrada» masas.
• ' f r i j i "W" ic;> a
Creyendo Cánovas eternizarse en
el poder, trató de atraérselas exaltando al ínclito Pidal, al olimpo
ministeriaL .
• bljo de.viirias qaeja,s que 'si son fiio-'
dftiías cltaiman por el inmediato corree»
tivo; y si no lo son, ofireeomos nueetniscolumjias para la justa rectiñcacion.
Nada absolutanente signifíca la vota*
cion contra el Modm vioendi, pues h»
sido pura comedia.
El Gobierno necesitaba un número de votos contra su asegurada mayoría, y ha tenido 33, fpara ¡ daP mae
fuerza, al fatal tratado cuyas triste»
consecuencias van á sentirse.
A los Srs. Diputados que, en este asunto, han obrado de acuerdo con el tribunal de su conciencia que Dios se lo
premie; á los que nó, Dios se lo demande.
Nuestros apreciados colegas El Bajo
Árñpurdán y La Lucha han venido lia"
mando la atención de quien corresponda,
sobre varios casos de hidrofobia.
Esta villa tan abundante en la especie
canina, reclama que sus autoridades
tomen las medidas convenientes para
evitar las fatales consecuencias de aquella terrible enfermedad.
Copiamos de El Ampurdanét
tlM de las arrepeniidas. Coniinua detenida en el convento de ese nombre una
niña de quince años, educanda, contra
la voluntad de su madre, viuda.
Y vá para seis semanas que dura esta
detención.
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