INTERNET Amenorrea secundaria. Síndrome de Asherman Marta Vega Sánchez, Jesús C. Presa Lorite, Jesús J. Hijona Elósegui, Antonio L. Carballo García, Elvira F. Medina Vico, Eduardo García-Triviño Arboleda, Juan M. Torres Martí. FEA Ginecología y Obstetricia.. UGC Obstetricia y Ginecología. Complejo Hospitalario de Jaén. RESUMEN El síndrome de Asherman es una anomalía uterina adquirida caracterizada por la existencia de adherencias intrauterinas. Etiológicamente, se asocia a trauma durante la cirugía intrauteina; especialmente aquella relacionada con la gestación: legrado por aborto espontáneo, legrado puerperal o retención de restos placentarios tras el alumbramiento. La clínica característica consiste en alteraciones del sangrado menstrual (hipomenorrea o amenorrea), infertilidad, dolor pélvico cíclico y abortos de repetición; aunque pueden encontrarse asintomáticas. Una vez realizado el diagnóstico, generalmente mediante histeroscopia o histerosonografía, el tratamiento solo está indicado en aquellas pacientes que deseen una futura gestación y en las que presenten síntomas. Consiste en adhesiolisis que se parctica bajo visión directa mediante histeroscopia. Presentamos el caso de una paciente de 36 años a la que se le realizó un legrado puerperal de urgencia tras una cesárea que precisó posterior transfusión sanguínea. Consultó porque seis meses después de suspender la lactancia continuaba en amenorrea, sin otra sintomatología asociada. Tras las diferentes exploraciones, se diagnosticó la presencia de un cuadro adherencial intrauterino severo. Palabras Clave: Síndrome de Asherman, Adherencia intrauterina, Histeroscopia INTRODUCCIÓN El síndrome de Asherman es en una anomalía adquirida, caracterizada por la existencia de adherencias intrauterinas 1. El grado de severidad de las adherencias es muy variable: desde p. 30 · octubre 2014 · nº 4 ABSTRACT Asherman syndrome is an acquired uterine anomaly, which consists in the existence of intra-uterine adhesions. Etiologically, it is associated to a trauma during the uterine surgery. The typical clinical can be described as alterations in the menstrual flow (amenorrhea or hypomenorrhea), infertility, clinical pelvic pain and recurrent miscarriage; although we can also find some asymptomatic cases. Once we have performed the diagnosis by means of hysteroscopy or hysterosonography generally, the treatment consists in adhesiolysis under direct view in a hysteroscopy. We study the case of a 36 year old patient, who was performed a puerperal curettage in emergency after a caesarean which needed a blood transfusion later. The patient went to hospital because her lack of menstruation during 6 months from giving up breast– feeding. The most interesting discovery from the different examinations was the presence of serious intra-uterine adhesions. Key words: Asherman syndrome, Intrauterine adhesion, Hysteroscopy pacientes asintomáticas con adherencias finas entre ambas caras endometriales hasta adherencias severas que provocan la obliteración de la cavidad endometrial, con amenorrea secundaria, infertilidad y dolor pélvico. Amenorrea secundaria. Síndrome de Asherman La prevalencia real de esta patología es difícil de establecer, debido a que se trata de una patología poco frecuente y que cursa de forma asintomática en muchas ocasiones. No obstante, las series hablan de una prevalencia que oscila desde un 1.5% de las pacientes asintomáticas que se someten a una histerosonografía por otro motivo hasta un 21.5% de las mujeres con antecedente de legrado puerperal. Etiológicamente, se asocia a un trauma durante la cirugía uterina. La mayor parte de los casos se debe a una cirugía por complicaciones de la gestación: legrado por aborto espontáneo, legrado puerperal o retención de restos placentarios 2. Desde el punto de vista clínico; aunque algunas pacientes permanezcan asintomáticas; la clínica característica consiste en sangrado menstrual anormal (hipomenorrea y en casos graves amenorrea), infertilidad, dolor pélvico de carácter cíclico y abortos de repetición. La amenorrea secundaria es definida como ausencia de menstruación durante seis meses o durante el tiempo equivalente a tres ciclos normales en una paciente que anteriormente menstruaba. En el diagnóstico diferencial debemos incluir como primera posibilidad diagnóstica la existencia de una gestación. Una vez descartado el embarazo, debemos distinguir entre amenorrea hipergonadotrópica (fallo ovárico precoz), amenorrea hipogonadotrópica ( trastorno de alimentación, estrés, hipotiroidismo, síndrome de Sheehan, tumor hipofisario, etc.) y eugonadotrópicas (síndrome de ovario poliquístico, tumor ovárico, hiperprolactinemia, síndrome de Cushing, alteración tiroidea o síndrome de Asherman) 3 Debemos sospechar un síndrome de Asherman en aquellas pacientes que consulten por hipomenorrea o amenorrea, abortos de repetición y tengan antecedente de legrado uterino. En las pacientes en las que encontremos sangrado menstrual escaso y presenten como antecedente obstétrico abortos de repetición, sería recomendable descartar un síndrome de Asherman. El diagnóstico de las adherencias uterinas se realiza mediante visualización directa de las mismas en una histeroscopia. También puede diagnosticarse, aunque con menor sensibilidad, mediante histerosalpingografía o histerosonografía. El tratamiento del síndrome de Asherman estaría indicado en casos sintomáticos y en aquellas mujeres que, aún asintomáticas, deseen gestación. Dicho tratamiento consiste en la resección de las adherencias existentes bajo visión directa por histeroscopia 4. Los resultados no son muy alentadores, aproximadamente, el 33% de las pacientes con síndrome de Asherman moderado sometidas a tratamiento presentan nuevas adherencias y, en casos graves, la tasa es de hasta el 66%5. Las pacientes con deseos genésicos deben acudir a una consulta pregestacional para ser informada de los numerosos riesgos que supone un embarazo: crecimiento intrauterino restringido, parto pretérmino, acretismo placentario, etc 6. CASO CLÍNICO Paciente de 36 años derivada de Atención Primaria por cuadro de amenorrea desde el parto, seis meses antes de la consulta, sin otra sintomatología asociada. La paciente había suspendido la lactancia materna a las tres semanas del parto por mala tolerancia. Durante la anamnesis la paciente manifiesta su deseo de futuras gestaciones. Entre sus antecedentes médicoobstétricos sólo destacan un aborto precoz y una cesárea por fracaso de inducción. Tras la cesárea, en el postparto inmediato, presentó un cuadro de metrorragia con repercusión hemodinámica que precisó legrado puerperal. Todo esto llevó a la paciente a un cuadro de anemia severa, siendo necesaria la transfusión de dos concentrados de hematíes. La exploración ginecológica muestra unos genitales externos normales, una vagina normotrófica y un cérvix normoepitelizado. Ecográficamente, se aprecian ovarios de características normales y un útero regular con endometrio lineal de aspecto atrófico, con discretas zonas econegativas en su espesor. El estudio hormonal que se solicita, resulta compatible con la normalidad: hormonas tiroideas normales, estradiol 44 pg/mL, FSH 8,6 UI/ L, LH 5,14 UI/L, prolactina 14,9 ng/mL. Tras di- nº 4 · octubre 2014 · p. 31 INTERNET cho resultado, se realiza test de progesterona: progesterona micronizada 200 mg diarios durante diez días. El resultado del test es negativo (no se consigue sangrado por deprivación). Posteriormente se inicia tratamiento con anticonceptivos orales combinados (30 mcg de etinilestradiol y 150 mcg de levonorgestrel de forma diaria durante 21 días, con posterior periodo de descanso de 7 días). Después de tres ciclos de tratamiento, tampoco se consigue sangrado por deprivación. Se realiza nuevo control ecográfico del grosor endometrial, sin apreciarse cambios significaitvos, con un endometrio de 3 mm difícil de definir. Dada la ausencia de sangrado tras la administración de progesterona y anticonceptivos orales combinados; el perfil hormonal normal y la ausencia de clínica asociada, se propone la realización de una histeroscopia para valorar posible patología endometrial. En la histeroscopia, que se realiza de forma ambulatoria, se aprecian sinequias al inicio del canal endocervical, aunque finalmente se consigue canalizar. En la cavidad endometrial se aprecian numerosas adherencias en más del 80% de su superficie, realizándose una adhesiolisis parcial con tijera. Una vez finalizada la prueba, se pauta nuevamente tratamiento con anticonceptivos orales combinados consiguiendo sangrado por deprivación, aunque ligeramente hipomenorreico, durante la semana de descanso. CONCLUSIÓN El síndrome de Asherman es una entidad poco frecuente pero es recomendable sospecharla en casos de hipomenorrea, amenorrea, abortos de repetición o infertilidad; especialmente en pacientes con antecedentes de legrado uterino puerperal 2. El diagnóstico debe establecerse mediante la visualización directa en una histeroscopia o por pruebas de imagen como la histerosalpingografía. El tratamiento consiste en la adhesiolisis por histeroscopia, aunque presenta una alta tasa de recurrencias y no está exento de complicaciones, entre las cuales cabe destacar la perforación uterina y la hemorragia. Es por ello que sólo debe indicarse en pacientes sintomáticas y en aquellas con deseos genésicos 7. La posibilidad de que se produzca un embarazo exitoso después del tratamiento guarda correlación con el tipo y la extensión de las adherencias. Después del tratamiento, las pacientes con adherencias leves a moderadas suelen presentar una recuperación de la función menstrual normal y tienen tasas de embarazos a término del 70 % al 80 % aproximadamente. Por otra parte, las pacientes con adherencias graves o destrucción extensa del endometrio pueden tener tasas de embarazos a término solo del 20 % al 40 % después del tratamiento. En el caso presentado, dado el grado de severidad de las adherencias y la recuperación parcial de la función menstrual, se informó a la paciente de la baja posibilidad de gestación espontánea con éxito, remarcando las potenciales complicaciones durante el embarazo. BIBLIOGRAFÍA 1. Deans R, Abbott J. Review of intrauterine adhesions. J Minim Invasive Gynecol. 2010;17(5):555-69. 2. Awood A, Al-Talib A, Tulandi T. Predisposing factors and treatment outcome of different stages of intrauterine adhesions. J Obstet Gynaecol Can. 2010;32(8):767-70. 3. Schorge JO, Halvorson LM, Bradshaw KD, Schaffer JI, Hoffman BL, Cunningham FG. Ginecología de Williams - 1ed. McGraw Hill Brasil; 1210 p. 4. Conforti A, Alviggi C, Mollo A, De Placido G, Magos A. The management of Asherman syndrome: a review of literature. Reprod Biol Endocrinol. 2013;11:118. 5. AAGL Advancing Minimally Invasive Gynecology Worldwide. AAGL practice report: practice guidelines for management of intrauterine synechiae. 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