El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha Capítulo VIII MIGUEL DE CERVANTES Antes de leer sobresalto—susto. voto—promesa; rezo. yacer—estar tendido o enterrado. El 23 de abril de 1616, don Miguel de Cervantes murió en Madrid, luego de una prolongada dolencia que bien pudo ser hidropesía o arterioesclerosis. Había nacido en Alcalá de Henares, allá por el año de 1547; siendo su padre don Rodrigo de Cervantes, hijo díscolo de un caballero noble que había sido corregidor de Osuna. En sus 69 años de vida lo vivió prácticamente todo: la gloria y el fracaso, la libertad y el cautiverio, la paz y la guerra. Toda esa riqueza acumulada en tan accidentada existencia, sin duda dio intensidad al material narrativo que se iba gestando en su imaginación por años. El capítulo octavo del Quijote narra el famoso episodio de los molinos de viento. Ya Sancho ha entrado en escena, convertido en escudero del hidalgo. Su sentido común, sin embargo, no puede evitar las dolorosas y a la vez risibles consecuencias a que da lugar el delirio de don Quijote. Al leer Consúltese la Guía de estudio como herramienta para comprender mejor esta obra. Después de leer En este capítulo ya Sancho está presente. Mucho se ha dicho con respecto a este personaje. Siempre, sin embargo, se le ha contrastado con don Quijote, tanto física como moralmente. La idea que tenemos de Sancho es la de un hombrecito de baja estatura, un poco gordo y muy sencillo en el vestir y el talante; la que tenemos del hidalgo es la de un caballero desgarbado, alto y flaco, cubierto por una armadura anacrónica y extravagante. A estas diferencias de índole física, corresponden diferencias de tipo espiritual. Sancho representaría el realismo y don Quijote el idealismo; se observaría de esta manera la confrontación simbólica entre espíritu y materia. La verdad, sin embargo, es más compleja. Cierto es que Sancho es el típico hombre de pueblo que percibe la vida con suficiente claridad como para librarse de sus accidentados avatares, como lo demuestra el famoso episodio de los molinos de viento, donde le advierte a don Quijote que no son gigantes; pero entonces cómo se explica el hecho de que se preste como escudero de un hombre al que el común de la gente ve como loco. Don Quijote, a su vez, es uno de los personajes más complejos de la literatura universal. Su locura puede ser sólo aparente; el estado de su espíritu, lejos de representar un reto para la psiquiatría, bien puede ser un estado de gracia, comprensible sólo para aquellos que son sensibles a lo sublime. Vivir en la «locura», Vocabulario aspa—brazo de un molino de viento. aventurar—arriesgar. borrico—asno; jumento. carnal—relativo a la carne; dado a los placeres de la carne; mundano; pero también, pariente. contienda—pelea; batalla. deparar—presentar; aparecer delante. desgajar—arrancar. embestir—arremeter. estorbar—impedir; poner obstáculos. fiero—feroz; encarnizado. hábito—ropa que llevan los frailes. ignorar—no saber. machacar—machucar; hacer pedazos. poderío—fuerza; capacidad. simiente (f.)—semilla; estirpe. simplicidad—ingenuidad; simpleza. soberbia—arrogancia. Abriendo puertas: Recursos en línea 1 © Houghton Mifflin Harcourt Publishing Company que aparecen los dos colosos manchegos el mundo se reconoce a sí mismo y queda absorto en muda contemplación: ellos eran su efigie, que hasta entonces no habían visto realizada en espíritu». después de todo, es vivir al margen de los cánones establecidos, en total oposición a las convenciones que regulan la vida de los otros; es minar la sensatez que limita al espíritu, que no lo deja volar, que lo aprisiona en las celdas del sentido común. Y he allí la máxima lección que don Quijote le da a Sancho: el valor inestimable de los sueños, de los ideales que elevan la realidad de lo pedestre a lo sublime. Con respecto a todo esto, el crítico Antonio Maldonado Ruiz ha señalado: «Fuera del campo de las aventuras, vistos en estado psíquico, don Quijote y Sancho son inseparables, como si el desequilibrio y la simpleza tuviesen el mismo contenido; y no queremos decir locura o necedad, ya que ni el hidalgo es loco ni el criado necio: esas dos figuras vivieron siempre unidas en la historia y en la conciencia hispánicas. Su revelación estaba reservada a un gran pensador, conocedor del corazón del hombre. En el instante en Abriendo puertas: Recursos en línea Bibliografía Casalduero, Joaquín. Sentido y forma del Quijote. (1966) Castro, Américo. El pensamiento de Cervantes. (1972) Gaos, Vicente. Cervantes: Novelista, dramaturgo, poeta. (1979) de Madariaga, Salvador. Guía del lector del Quijote. (1926) Maldonado Ruiz, Antonio. Cervantes, su vida y sus obras. (1947) 2 © Houghton Mifflin Harcourt Publishing Company