El camino hacia el nirvana de la sonoridad

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 El camino hacia el nirvana de la Sonoridad Nivelación de audio con EBU R 128
Florian Camerer - ORF
Artículo original de Florian Camerer (ORF)
Traducción elaborada por:
Grupo de Trabajo de Audio del Foro Técnico de la Televisión Digital
Coordinado por
RTVE y la
Sección española del AES (Audio Engineering Society)
1 / 10 NOTA:
Este documento es la traducción del documento “On the way to Loudness nirvana” escrito por
Florian Camerer (coordinador del grupo PLOUD de la UER) y al que se puede acceder en
http://tech.ebu.ch/docs/techreview/trev_2010-Q3_loudness_Camerer.pdf.
2 / 10 El camino hacia el nirvana de la
sonoridad
Nivelación de audio con EBU R 128
Florian Camerer
ORF
Este artículo describe uno de los cambios más
importantes en la historia del audio en el contexto
¡La normalización de sonoridad
de la radiodifusión: el cambio de paradigma de
es una verdadera revolución en
nivelación de normalización de picos a normalización
la nivelación de audio!
de sonoridad. Este cambio es vital debido a un
problema que origina multitud de molestias y
irritación a gran parte de los oyentes de radio y televisión. Se trata de los saltos de niveles de audio
durante las pausas publicitarias, entre programas y entre diferentes canales. La normalización de
sonoridad es la solución para contrarrestar este problema.
La Recomendación EBU R 128 [1] establece un método definido y predecible para medir el nivel de
sonoridad 1 en programas de noticias, deportes, anuncios, series dramáticas, música, espacios
promocionales, películas, etc. a lo largo de toda la cadena de radiodifusión y por lo tanto ayuda a los
profesionales a crear una especificación robusta para la adquisición, producción, transmisión y distribución a
una gran variedad de plataformas. La UER ha creado cuatro documentos para ayudar a los profesionales a
cumplir la Recomendación R 128. Dicha recomendación está
basada en su totalidad en estándares abiertos y pretende
armonizar la manera en la que producimos y medimos el
audio internacionalmente. Junto a la medida de Sonoridad
de Programa, la R 128 introduce dos descriptores más: el
margen de sonoridad y el pico máximo verdadero. Estos
tres descriptores se han diseñado para trabajar en conjunto,
formando un concepto único que caracteriza la señal de
audio.
La medición de sonoridad y la normalización de
sonoridad representan una verdadera revolución en el
mundo de la nivelación de audio (ver figura 1). Además, este
nuevo paradigma de nivelación de sonoridad afecta a todas
las etapas de una señal de radiodifusión de audio, desde la
Figura 1
Normalización de picos vs. normalización de
adquisición hasta la distribución y transmisión. Por lo tanto, el
sonoridad de una secuencia de programas
objetivo final no es solo armonizar los niveles de sonoridad
en una misma emisora, sino también entre emisoras diferentes y así alcanzar un nivel de sonoridad único
y universal para el beneficio de los oyentes. Pero que quede claro: el nivel de sonoridad puede (¡y debe!)
variar de acuerdo con criterios artísticos y técnicos a lo largo de un programa. Sin embargo, el método de la
normalización de sonoridad utiliza el promedio de sonoridad de un programa entero, garantizando que los
niveles entre programas y canales sea consistente.
La experiencia de varios miembros de la UER ha puesto de manifiesto que trabajar con el paradigma de
sonoridad resulta liberador y satisfactorio. La lucha por "quien suena mas fuerte" desaparece, las mezclas
pueden ser mas dinámicas, hay menos efectos audibles de compresión ("pumping") y en consecuencia
1
La sonoridad se refiere a la intensidad sonora percibida de un fragmento de audio (música, voz, efectos sonoros,
etc.) La sonoridad depende entre otros factores, del nivel, frecuencia, contenido y duración de la señal de audio
3 / 10 ¡Una mejora general de la calidad de audio!. Los productores de contenidos que en el pasado preferían
mezclas mas dinámicas quedan liberados de restricciones y compromisos ya que su programa no suena
mas flojo que programas más comprimidos. Con la normalización de la sonoridad, este compromiso
desaparece. ¡El nirvana está mas cerca que nunca!
El origen del problema - La "guerra de sonoridad"
Hoy en día, la medición de audio en el entorno de la radiodifusión se basa principalmente en cuasipicómetros (QPPM- Quasi-Peak Programme Meters), también conocidos simplemente como PPMs. La
denominación "cuasi" se refiere a que su tiempo de
reacción es finito, normalmente de 10 ms (5 ms en
0
algunos casos). En la práctica, eso significa que los
Level [dBFS] Dev [kHz]
headroom
picos de señal cuya duración sea inferior a este
0
-4.6
loss
tiempo de reacción no son medidos correctamente o
incluso pasan desapercibidos, por ejemplo, los
-9
50
50
-4.6
loud ness
transitorios producidos al agitar unas llaves. Con tal
gain
de proporcionar un margen de guarda para estos
-9
30
30
transitorios, que no se muestran en el picómetro,
pero que contribuyen positivamente a la calidad de
-20
audio, se estableció un nivel máximo permitido
para radiodifusión (NMP) de -9 dBFS.
-20
-30
-30
Figura 2
Relación entre Nivel Máximo Permitido (con QPPM) y
desviación FM junto al abuso de ella: aumento de
sonoridad, pero pérdida de headroom.
Este valor estaba basado en el conocido,,y en
muchos lugares todavía vigente,,sistema de difusión
de sonido a los hogares mediante una portadora de
FM. La desviación de frecuencia máxima para TV se
estandarizó en muchos países a 50 kHz y el NMP a
30 kHz, (que equivale a -9 dBFS), y por lo tanto
proporciona un margen de guarda (headroom) de 20
kHz (que equivale a 4,4 dB)
Sin embargo, han prevalecido las presiones de los
anunciantes y la manera de destacar frente a la
competencia consiste en sonar mas alto que ellos. El
uso de medidores de pico mas modernos y sofisticadas herramientas para el procesado dinámico
(compresores y limitadores) ha permitido a las empresas conseguir igualar el NMP a la desviación máxima
(50 kHz) de la portadora FM. (ver figura 2). Todos los transitorios deben de ser recortados en el NMP para
evitar la distorsión, pero se consideró como un compromiso aceptable por aquellos que lo implementaron.
Cuando alguien desde su hogar cambia de un canal así a un canal que no se ha sumado a la "guerra de
sonoridad", o si salta la publicidad durante un programa con un margen dinámico mas elevado, hay un salto
de nivel y el oyente tiene que usar el mando a distancia para adecuar el volumen a un nivel confortable. En
el caso de anuncios muy altos, el volumen se tendrá que ajustar de nuevo cuando vuelva el programa
principal. No es de extrañar pues que las emisoras reciban tantas quejas al respecto. Otras personas
solucionan el problema silenciando el audio por completo durante las pausas publicitarias, de manera que
su mensaje queda gravemente mermado.
Emerge un estándar - La UER lo desarrolla
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) reconoció el problema y sus trabajos supusieron la
creación de la recomendación ITU-R BS.1770 [2]. El objetivo de este estándar fue el de establecer un
algoritmo consensuado para la medida de sonoridad y de picos verdaderos en programas.
4 / 10 Es un estándar robusto que tiene
la
ventaja
de
tener
una
implementación
simple.
Resumidamente, define una curva
de ponderación K ("K-weighting")
que no es mas que un filtro pasoalto modificado, y que forma la
base para la equivalencia entre
una sensación inherentemente
subjetiva (sonoridad) y una
medida objetiva.
Esta ponderación se aplica a
todos los canales (mono, estéreo
o surround, exceptuando el canal
de efectos de baja frecuencia
LFE, que se descarta para la
medida), se calcula la energía
media cuadrática (con diferentes
factores de ganancia para los
canales delanteros y surround,
ver figura 3) y el resultado se
muestra como LKFS (Sonoridad
(L), ponderada en K, referenciada
al fondo de escala digital (FS)).
Para medidas relativas, se usa la
unidad
de
sonoridad
(LU,
Loudness
Unit),
donde
un
incremento
de
1
LU
es
equivalente a 1 dB.
El estudio detallado de este
algoritmo se puede consultar en Figura 3
ITU-R BS.1770 [1], así como en Procesamiento de canal y suma en la ITU-R BS.1770
EBU Tech Doc. 3343 - "Practical Guidelines" [3].
BS.1770 también define y recomienda el uso de un picómetro verdadero para la medida de picos. Un
picómetro de este tipo funciona a un múltiplo de la frecuencia de muestreo (habitualmente sobremuestreo
4x) para cazar los picos inter-muestra que de otra manera podrían sobrepasar los 0 dBFS y por lo tanto
causar distorsión en fases posteriores de la cadena.
ITU-R BS.1770 supone la base para la recomendación EBU 128, la cual extiende dicho estándar definiendo
un nivel destino específico (ver abajo)
la normalización de sonoridad, así
La R 128 y la ITU-R BS.1770 son la base. para
como un método de umbral de puerta
Cuatro documentos adicionales
que mejora la equivalencia de sonoridad
en programas que contengan largos
proporcionan los detalles.
periodos de silencio.
La recomendación EBU fue desarrollada para satisfacer las necesidades de los creadores de contenidos,
con el particular objetivo de disponer de herramientas para medir mezclas completas (en vez de un solo
componente, por ejemplo, diálogos) y el margen de sonoridad de un programa. Para ello, la UER especifica
tres nuevos parámetros:
‐
‐
‐
Sonoridad de programa (Programme Loudness)
Margen de sonoridad (Loudness Range)
Nivel de pico verdadero (True Peak Level)
Sonoridad de programa
La Sonoridad de Programa describe la sonoridad integrada a largo plazo a lo largo de todo un programa. En
la R 128, la definición de la palabra "programa" se usa también para referirse a anuncios, cabeceras de
5 / 10 programa y otros distintivos de emisora. Este parámetro consiste en un número (expresado en LUFS 2 ), con
un dígito después del punto decimal, que indica "cuan alto suena el programa en promedio". Este
parámetro se mide con un medidor que cumpla la ITU-R BS.1770 con la inclusión de la función gating. El
umbral de puerta sirve para pausar la medida de sonoridad cuando la señal baje de un cierto umbral. Sin
esta función gating, los programas con largos periodos de silencio, sonido ambiente o ruido de fondo de
bajo nivel, mostrarían un valor de sonoridad muy bajo en promedio, aunque los momentos en los que no
hay silencio tengan un nivel adecuado. En consecuencia, estos programas sonarían demasiado fuertes en
emisión.
Tras una serie de pruebas, se acordó un umbral de puerta situado a -8 dB en relación a la medida LUFS
"no-puerteada", con una longitud de bloque de 400 ms. Junto a otras conclusiones, estas pruebas también
confirmaron la elección de un nivel de sonoridad destino al cual todas las señales de audio deberán
normalizarse. Se trata de:
-23 LUFS (-8 rel gate)
Se acepta una desviación de ±1 LU para
programas en los que no sea posible en la
-23 LUFS es el nuevo centro del
práctica una normalización exacta a -23
universo para la nivelación de audio.
LUFS (tales como programas en vivo o cuya
preparación para emisión sea demasiado
urgente). En los casos en que los niveles de las señales individuales de un programa sean en gran medida
impredecibles o en los que la señal consista únicamente de elementos de fondo (por ejemplo, el fondo
musical de un informe metereológico), esta tolerancia puede no ser suficiente. Se sugiere que para estos
casos, el nivel integrado de sonoridad pueda caer fuera del margen de tolerancia especificado por la R 128.
Margen de Sonoridad
Otra consideración importante fue la de valorar el margen o rango de sonoridad necesario para acomodar
todos los programas (teniendo en cuenta de no superar el margen de sonoridad tolerable para uso
doméstico). El descriptor "margen de sonoridad" (LRA, Loudness Range) cuantifica (en LU) la variación en
la medida de la sonoridad a lo largo
de un programa. Está basado en la
El margen de sonoridad es un descriptor
distribución
estadística
de
la
genérico que ayuda a decidir si se
sonoridad durante un programa,
necesita compresión de dinámica.
excluyendo los extremos. Por lo tanto,
un único disparo no será capaz de
polarizar el resultado del cálculo de LRA. La recomendación R 128 no especifica un margen de sonoridad
máximo permitido, ya que depende de factores tales como la ventana de tolerancia a la emisora del oyente
medio, la distribución de géneros televisivos de la emisora, etc. Sin embargo, la R 128 anima a usar el LRA
para decidir si es necesario usar procesamiento dinámico en las señales de audio y para adecuar la señal a
los requerimientos de un determinado canal o plataforma. El documento EBU Tech Doc 3342 [4] describe
con mas detalle el LRA.
Nivel de pico verdadero
El verdadero valor de pico de una señal de audio indica el valor máximo (positivo o negativo) en el dominio
temporal continuo. Generalmente, este valor es superior al mostrado por un cuasi-picómetro o incluso un
picómetro digital basado en muestras. Ambos dispositivos fallan a la hora de detectar el pico que puede
potencialmente aparecer entre muestra y muestra. Un picómetro sobremuestreado, que cumpla la normativa
BS.1770 permite detectar estos picos. Sin embargo, incluso un picómetro sobremuestreado puede mostrar
un valor inferior al verdadero (dependiendo de la frecuencia de sobremuestreo) y por lo tanto, el valor de
pico verdadero máximo permitido para producción es de: −1 dBTP
2
LUFS indica el valor de la sonoridad ponderada K en referencia al fondo de escala digital. La UER recomienda esta
unidad para salvar una inconsistencia entre la ITU-R BS.1770 y la ITU-R BS.1771. Esta unidad cumple la ISO 80000-8.
6 / 10 Tenga en cuenta que algunos puntos de
la cadena, tales como retransmisores
analógicos y codificadores de bajo bitrate
requerirán un nivel de pico verdadero
inferior. La guía de distribución de PLOUD
(EBU Tech Doc 3344 [5]) contiene
información detallada al respecto.
Los medidores de pico
sobremuestreados aproximan bien el
nivel de pico verdadero de una señal de
audio. Los medidores de pico por
muestras, no.
Estrategias para la normalización de sonoridad
La figura 4 muestra dos filosofías, principalmente para producción. La primera es mas relevante durante la
primera etapa de transición y tal vez sea la mas adecuada para aquellos que trabajen con programas en
directo. Se seguirían usando los vu-metros, picómetros y limitadores existentes junto a los hábitos de
mezcla habituales. Como último paso en la cadena
(tras los picómetros principales de mezcla) se
1 2 aplicaría un simple desplazamiento de nivel hasta
alcanzar un valor destino de -23 LUFS. El medidor
de sonoridad se sitúa tras este ajuste de nivel y
permite al ingeniero entender el valor exacto de
Cambiar a
Mantener
desplazamiento (al principio habrá un poco de
normalización por
prueba y error).
sonoridad Hábitos
Realizar
desplazamiento No necesita
desplazamiento Figura 4
Las dos principales metodologías para conseguir
sonoridad uniforme en producción y post-producción
El uso del medidor de sonoridad en programas
pasados del mismo género da una idea bastante
buena de por donde se mueven los niveles. Las
primeras pruebas en la NDR, ORF y RTBE han
demostrado que en programas en directo
ciertamente es posible mantenerse dentro del
margen de tolerancia de ±1 LU permitido por la R
128. Aquellos profesionales que trabajen con
ficheros lo tienen mas fácil, ya que bastará aplicar
una ganancia/atenuación al programa que normalice
la sonoridad a -23 LUFS.
Aquellas organizaciones o departamentos que puedan implementar el cambio a medidores de sonoridad a
corto plazo, podrán aprovecharse de los beneficios inmediatamente. El mayor margen dinámico será un
plus muy beneficioso para en el ruido del público en programas deportivos, realzando el impacto de un
partido para los oyentes y teleespectadores.
El documento EBU Tech Doc 3343[3] proporciona una guía práctica para la nueva manera de trabajar con
los niveles de audio.
Desde el punto de vista del consumidor, también habría dos maneras básicas de conseguir normalización
de sonoridad. La primera es la normalización de la fuente, de manera que los programas son igual de
sonoros desde su origen. La otra manera es la de usar un metadato de sonoridad que describe cuan
sonoro es un programa. Para este último, los niveles de sonoridad promediados de diferentes programas
no tienen que estar normalizados y de hecho pueden variar mucho del uno al otro. Para aquellos
consumidores que tengan receptores actuales, la normalización puede llevarse a cabo en el hogar, leyendo
el metadato del programa en cuestión y ajustando la ganancia de reproducción hasta conseguir un mismo
valor para todos los canales y en todo momento para un mismo canal.
Abreviaciones
dBFS
dBTP
FM
LKFS
LRA
dBs relativos al fondo de escala digital
dBs relativos al fondo de escala digital,
medidor de picos verdaderos
Modulación de frecuencia
Sonoridad, ponderación K, referida al
fondo de escala
Margen de sonoridad
LU
LUFS
PML
PPM
Unidades de sonoridad
Unidades de sonoridad, ponderación K,
referidas al fondo de escala digital
Nivel máximo permitido
Picómetro de programa
QPPM
Cuasi-picómetro de programa
7 / 10 En producción se recomienda la
normalización de sonoridad de la
fuente, debido a la simplicidad y la
mejora potencial de calidad. ‐
‐
En el contexto del paradigma de nivelación EBU
R 128, se anima a usar la primera solución
debido a las siguientes ventajas:
simplicidad
mejora potencial de la calidad en origen.
La segunda solución no se prohíbe (ver también la guía de distribución EBU Tech Doc 3344 [5]), pero el
hecho de tener un único número (-23 LUFS) tiene mucha fuerza a la hora de difundir el concepto de
sonoridad normalizada, ya que es fácil de entender y actuar en consecuencia. Y la normalización activa en
origen "castiga" también el uso de hipercompresión y por lo tanto anima automáticamente a los productores
de contenidos a pensar en técnicas más dinámicas y creativas para provocar impacto. Dicho en otras
palabras, el cambio técnico en el nivel de origen a través de normalización activa a -23 LUFS tiene
consecuencias directas en el proceso artístico, ¡Y de un modo positivo!
Sin embargo hay que decir que ambos métodos pueden complementarse mutuamente: No hay que
considerarlos "oponentes" en un escenario blanco o negro. Ambas filosofías forman parte de la R 128, pero
debido a las ventajas antes expuestas, se recomienda la normalización en origen.
Trabajando con medidores de sonoridad
Hasta ahora, es habitual mezclar con QPPMs y normalizar los picos a un nivel máximo permitido de
referencia (típicamente -9 dBFS). Un limitador situado a este nivel proporciona un "techo de seguridad" que
se puede golpear con toda la dureza que se quiera, a cambio de un sonido menos atractivo, claro.
En cambio, el paradigma de nivelación por sonoridad se puede asemejar a "flotar en el espacio", como se
puede observar en el medidor de la figura 5. La figura 6 muestra un hipotético medidor por software con una
aguja especial.
La UER no especifica detalles sobre aspectos visuales de la interfaz gráfica de un medidor de sonoridad de
manera deliberada, pero en cambio si especifica mejoras del algoritmo BS.1770, así como dos escalas:
‐
‐
Escala EBU +9
Escala EBU +18
Que debería ser adecuada para la mayoría de programas
Que se debería usar en programas con mayor LRA
Ambas escalas pueden mostrar o bien valores relativos expresados en LU, o el valor absoluto, en LUFS.
Los fabricantes de medidores miembros del grupo PLOUD se han puesto de acuerdo para implementar el
Figura 5
Una representación esquemática de las dos
escalas de sonoridad (aquí en LU) tal como
describe el documento EBU Tech 3341
Figura 6
Una representación esquemática de un medidor de
sonoridad emulado con una "aguja flexible"
"modo EBU" para asegurar una calibración equivalente en todos ellos. Muchos otros fabricantes de
medidores también han adoptado el "modo EBU" o están en ello.
8 / 10 Un medidor con "modo EBU", tal como se define en EBU Tech Doc 3341 [6] ofrece tres escalas temporales
diferenciadas:
‐
‐
‐
Sonoridad momentánea (abreviación "M") - Ventana temporal: 400 ms
Sonoridad a corto plazo (abreviación "S") - Ventana temporal: 3 s
Sonoridad integrada (abreviación "I") - desde "start" hasta "stop"
Las ventanas temporales M y S 3 deberán usarse para la mezcla y nivelación de señales de audio en tiempo
real. El ajuste de nivel inicial se realizará observando la medida momentánea M, ajustando el nivel de los
elementos clave (voz, música o efectos sonoros) para situarlos alrededor del nivel destino de -23 LUFS. Se
recomienda cautela al ajustar los niveles inicialmente, ya que resulta mas fácil aumentar gradualmente la
sonoridad integrada durante una mezcla que reducirla. Normalmente, un moderado incremento a lo largo de
un programa resulta mas "natural" y una estrategia inicialmente "defensiva" proporciona al ingeniero de
mezclas mas margen de maniobra en el caso de señales o eventos imprevistos o impredecibles.
Una vez ajustados los niveles, el ingeniero de mezclas puede seguir mezclando "a oído" tranquilamente. Un
vistazo ocasional a la medida momentánea y al valor integrado de sonoridad deberían confirmar que la
mezcla está dentro del margen de tolerancia alrededor del Valor Destino. La visualización numérica del
valor I, con una precisión de un punto decimal, o una visualización gráfica de resolución similar nos permitirá
anticipar tendencias y tomar las contramedidas correspondientes.
En resumen… el hecho de sustituir los picómetros por medidores de sonoridad se acerca a la mejor de las
herramientas de medida: el oído humano.
La sonoridad en la cadena de distribución
El documento EBU Tech Doc 3344[5] especifica los ajustes y el procesamiento de audio tras abandonar el
centro de emisión, y lleva el paradigma de sonoridad hasta el equipo final del consumidor, ya sea un set-top
box o un receptor AV integrado. Este procesamiento permite incluso que emisiones no estandarizadas
puedan hacerse compatibles con la EBU R 128. Este completo documento trata emisiones tales como
transmisiones digitales, transmisiones analógicas, re-emisión de programas, anuncios insertados
localmente, nuevos servicios añadidos, etc.
Mas que medir la sonoridad de programas individuales, la empresa de distribución monitorea el servicio
durante 24 horas, teniendo especial cuidado cuando se trate de servicios conmutados o compartidos.
Asimismo, se monitorea cualquier metadato de sonoridad que pueda acarrear el servicio digital, lo que
permite comparar el valor declarado con el valor medido. (¡Ambos deberán ser -23 LUFS por supuesto!)
Una vez al día, se analizan los datos obtenidos, y cuando se observe una desviación de 0,9 LU respecto al
nivel destino, se aplicará un desplazamiento de nivel (el valor y el método exactos se están discutiendo
todavía) para corregir el promedio a largo plazo, que deberá coincidir con el nivel destino ± 1 LU.
Consecuencias empresariales
Dado que el paradigma de nivelación por sonoridad afecta a todas las etapas de una señal de radiodifusión,
desde la adquisición hasta la transmisión, y dado que el fin último es el de armonizar los niveles de
sonoridad en un canal y entre distintos canales a un único nivel de sonoridad universal que beneficie a los
oyentes, todos los profesionales y todos los equipos de medición de audio en todas las partes de la
cadena se verán afectados por este cambio.
Para muchos, una cuestión fundamental será si se deberán reemplazar todos los cuasi-picómetros
existentes y si todo el personal involucrado necesitará formación para adaptarse a la nueva manera de
trabajar. A largo plazo, la respuesta sin duda es "si", pero la transición no ha de llevarse a cabo de golpe
necesariamente. Sin embargo, como mínimo algunos medidores de sonoridad deberán ser puestos en
servicio cuanto antes, junto a los cuasi-picómetros existentes. La sustitución de medidores puede llevarse a
cabo aprovechando los ciclos de renovación de equipamiento habituales, durante la remodelación de
3
“M” y “S” se usan habitualmente en estereofonía para denominar las señales “Mid” y “Side”. Para distinguir los tiempos
de integración “momentáneo” y “corto plazo”, se pueden usar las versiones “MLK” y “SLK”, Así como “ILK”. “LK” significa
“Nivel, con ponderación K” y cumple con los requisitos del estándar internacional ISO 80000-8.
9 / 10 instalaciones o paso a paso como proyectos separados. El personal se podrá formar en el momento
adecuado. Aquellos responsables de la adquisición de equipos deberán tener en cuenta que los limitadores
de pico que previenen la sobremodulación deberán trabajar en modo pico verdadero y tendrán que ser
ajustados al nivel de pico verdadero máximo adecuado, tanto en producción como a la salida del control
maestro, en la cabecera de la distribución y en centro de emisión.
Conclusiones
La recomendación EBU R 128 y los cuatro documentos adjuntos proporcionan
una manera de acabar por fin con la "guerra de sonoridad". El uso de la
dinámica de audio vuelve a convertirse en una herramienta creativa. Todavía
quedan cosas por aprender y la gente tardará en acostumbrarse a la nueva
manera de trabajar, pero el esfuerzo valdrá la pena.
Más de 230 participantes se han unido al grupo UER PLOUD (Agosto 2010).
Los intercambios de e-mails muestran un índice de actividad nunca antes visto
y los fabricantes de medidores han presentado unidades en la IBC 2010 antes
incluso que la especificación fuera publicada.
¡Es el momento para que la R 128 entre en acción!
Agradecimientos El logotipo EBU R 128
El autor quiere agradecer especialmente a Ian Rudd, estratega de tecnología independiente y consultor de
medios por su sustancial contribución a la edición de este artículo, así como a Frans de Jong de la UER, y
Andrew Mason del departamento de I+D de la BBC por la valiosa información para este artículo.
Referencias
[1]
EBU Technical Recommendation R 128: Loudness normalisation and permitted maximum level of
audio signals
Florian Camerer trabaja como ingeniero senior en la ORF, la corporación de radiodifusión austríaca
con sede en Viena. Su labor comenzó en el área de producción sonora, ampliándose mas adelante a
edición y mezcla de audio. Su campo de especialización fueron los documentales, donde también
desarrolló especial interés por las técnicas de sonido surround. Mezcló su primer documental para la
ORF en sonido multicanal 5.1 en 1995 y ha estado activo en el área de sonido surround desde
entonces, ayudando a la ORF a convertirse en el primer radiodifusor europeo que transmitió una señal
surround 5.1 en directo (Concierto de Año Nuevo, 2003).
En 2008, Florian Camerer propuso a la UER la creación de un grupo de trabajo que estudiase los
problemas de sonoridad, lo que llevo a la creación del grupo PLOUD que preside. PLOUD es el grupo
de trabajo más grande y más activo de la UER, lo que se refleja en el abundante material publicado.
Florian Camerer practica la docencia a nivel internacional en temas de sonido surround y sonoridad.
[2]
ITU-R BS.1770: Algorithms to measure audio programme loudness and true-peak audio level
[3]
EBU Tech Doc 3343: Practical Guidelines for Production and Implementation in accord- ance
with EBU Technical Recommendation R 128 – publication awaited
[4]
EBU Tech Doc 3342: Loudness Range: A descriptor to supplement loudness normalisa- tion in
accordance with EBU R 128
[5]
EBU Tech Doc 3344: Practical Guidelines for Distribution of Programmes in accordance with
EBU R 128 – publication awaited.
[6]
EBU Tech Doc 3341: Loudness Metering: ‘EBU Mode’ metering to supplement loudness
normalisation in accordance with EBU R 128.
10 / 10 
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