`Santiago Calatrava. Esculturas, dibujos y cerámicas`

‘Santiago Calatrava.
Esculturas,
dibujos
y cerámicas’
El arquitecto de las mil formas
La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, el Aeropuerto de Bilbao, la Torre Turning
Torso en Malmo, las Bodegas Ysios en Laguardia y decenas de puentes repartidos a lo
largo y ancho del planeta comparten –con otras muchas construcciones– la autoría y la
personalidad arrolladora de una de las figuras más reputadas de la arquitectura mundial.
Pero el valenciano Santiago Calatrava no es “sólo” ingeniero y arquitecto. Es un creador
polifacético. Un artista integral que trabaja la cerámica, la escultura y el dibujo con la
misma calidad y originalidad que sus obras internacionales a gran escala. Es Baluard
Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma de Mallorca presenta ahora sus piezas
menos conocidas en una gran exposición que pretende mostrar a Calatrava como un
“creador de formas” que trasciende disciplinas.
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Las esculturas, los dibujos, las cerámicas
y no la arquitectura configuran la exposición retrospectiva que el Museo de Arte
Moderno y Contemporáneo de Palma
de Mallorca Es Baluard dedica al versátil creador valenciano Santiago Calatrava. En total, 110 obras de arte –muchas
presentadas por primera vez en España– descubren la faceta menos conocida
de una de las estrellas más rutilantes del
universo arquitectónico y flamante nuevo
Premio Nacional de Arquitectura
La muestra ‘Santiago Calatrava. Esculturas, dibujos y cerámicas’ fue inaugurada el pasado 3 de febrero en un acto
oficial que contó con la presencia de su
polifacético protagonista. Esta cita artística ha convertido a Mallorca, junto a la
esperada y celebrada apertura del retablo de Miquel Barceló en la vecina catedral gótica, en un punto caliente de la actualidad expositiva nacional.
El arranque de esta ambiciosa exposición retrospectiva coincidió también
con la instalación de una pieza de gran
tamaño creada especialmente por el arquitecto de la Ciudad de las Artes y las
Ciencias para el museo mallorquín. ‘Bou’,
como ha titulado Calatrava a su escultura, permanecerá en una terraza frente a
la fachada marítima de Es Baluard después de que las salas interiores cambien
su contenido, el próximo 15 de abril, y la
muestra actual viaje hacia el Museo Scuderie del Quirinale de Roma y al veneciano Museo Correr.
En cuatro capítulos
Es Baluard ha organizado la exhibición en
colaboración con la Fundación Bancaja.
Su objetivo consiste en ampliar la mirada
sobre la obra de Santiago Calatrava presentándole no como escultor, dibujante o
arquitecto, sino como un todo, como un
“creador de formas” cuya personalidad
y saber hacer trasciende la individualidad
de cada disciplina.
Así, los comisarios Boye Llorens y
Tomàs Llorens, historiador de arte y ex
conservador jefe de la Colección Thyssen-Bornemizsa respectivamente, han
dividido la apuesta más importante de la
programación del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma para este
2007 en cuatro capítulos teóricos. El primero habla visualmente sobre ‘El proceso creativo’, otro reflexiona sobre ‘Forma
y movimiento’, el tercero muestra ‘Hitos
urbanos’ y el último apartado observa
‘La luz y el espacio arquitectónico’.
En cuanto a disciplinas, la muestra de
Es Baluard se divide en tres grandes bloques. La escultura conforma el primero.
Las salas del centro cultural mallorquín
presentan veinte tallas procedentes del
taller que el prestigioso arquitecto posee
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participa en la gran escultura ‘Bou’
Entre los productos empleados en la fundición y la fijación de la gran escultura creada por el reputado arquitecto Santiago Calatrava para Es Baluard Museo de Arte
Moderno y Contemporáneo de Palma, destaca el uso de
Fluicem, uno de los productos subrayados del catálogo
de norquimia, s.a.
Fluicem, un mortero sin retracción de elevadas características mecánicas y excelente fluidez, está especialmente
indicado para anclajes y rellenos en zonas de difícil acceso donde se requiere un alto grado de flexibilidad o una
pronta puesta en servicio. En el caso de esta espectacular
escultura de quince metros de alto por doce de ancho, se
utilizaron un total de 4.250 kilogramos de este producto
fabricado y comercializado por norquimia, s.a.
en el cantón suizo de Zúrich. La escultura
ha sido siempre la otra gran faceta artística de la prolífica trayectoria de Calatrava
y también la segunda más conocida. Por
supuesto, detrás de sus obras de arquitectura e ingeniería.
Las piezas están esculpidas en mármol, bronce y acero y se relacionan estrechamente con las construcciones proyectadas por el autor. A menudo se inspiran
en problemas estructurales y suponen
una exploración en el campo de la forma
pura que permite emparentarlas con la
tradición constructivista del siglo XX.
‘Santiago Calatrava. Esculturas, dibujos y cerámicas’ se suma al amplio currículo expositivo del valenciano, en el que
la escultura ocupa un lugar muy destacado. En este sentido, instituciones como el
Museo de Arte Moderno de Nueva York
(MoMA) o el Royal Institute of British Architects de Londres, entre otras, han programado diferentes exhibiciones sobre
este campo particular de la creación artística de Calatrava.
partes hasta la isla, fue montada en su
emplazamiento actual pieza por pieza.
La presentación de ‘Bou’ coincidió con el acto inaugural de la exposición retrospectiva sobre el arquitecto y,
con ella, culminó un proyecto artístico
de gran envergadura que surgió incluso
antes de que el singular edificio mallorquín fuese abierto al público. Y es que la
idea de modelar una escultura específicamente para Es Baluard contó siempre
con “el entusiasmo incondicional de Santiago Calatrava”, según reconoce el propio museo.
El recién proclamado Premio Nacional
de Arquitectua en virtud de su proyección intenacional y de su completa y prolija trayectoria ha elaborado esta obra de
arte de forma desinteresada, cediendo al
centro todos los derechos de imagen sobre la pieza. Es Baluard, por su parte, se
hizo cargo de la fabricación de ‘Bou’, llevada a cabo en los talleres madrileños de
la fundición Magisa.
Dadas las características técnicas y volumétricas de ‘Bou’,
el equipo dirigido por Calatrava necesitó un mortero de
altas resistencias, sin retracción y cuya puesta en obra
fuese muy sencilla. Así, las propiedades de Fluicem le
convirtieron en el producto óptimo para un uso de vital
importancia. La considerable cantidad de este producto
adquirida por el taller del valenciano fue empleada para
anclar la peana que soporta el peso de toda la escultura.
De este modo, casi media tonelada de Fluicem fue bombeada mecánicamente con una maquinaria especial para
este tipo de anclajes.
Hoy, tras el cuidadoso proceso de fabricación y montaje, el pedestal de doce metros de largo, tres de ancho y
un metro de alto sujetado con el mortero de norquimia,
s.a, sirve de base a los cinco cubos de bronce diseñados por el autor del Palacio de las Artes Reina Sofía. Con
esta intervención, la compañía norquimia, s.a. –líder en
el desarrollo y la comercialización de productos de última
generación para los sectores de la construcción y el mantenimiento industrial– continúa aportando soluciones de
vanguardia y participando en obras contemporáneas de
referencia.
Compleja ingeniería
‘Bou’
Dentro de este apartado, merece una
mención especial la gran escultura que
Calatrava ha realizado para el Museo de
Arte Moderno y Contemporáneo de Palma coincidiendo con su tercer aniversario. Se trata de una colosal obra de quince metros de alto que, transportada por
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Su título, ‘Bou’, hace referencia a un tipo
de pesca en el que dos barcas tiran de
los extremos de una red que las separa.
La escultura consta de cinco cubos de 1,8
metros de lado. Cada una de estas piezas
se eleva apoyándose en la anterior. Y así
sucesivamente hasta alcanzar los quince
metros de altura sobre el nivel de suelo.
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La pieza es el resultado final de un
complejo trabajo de ingeniería que juega
con el equilibrio y las formas. Esta escultura de gran formato se integra completamente en el proceso creativo de Calatrava y, como las obras de arte de menor
tamaño que forman parte de la actual
exposición, deja patente la sólida formación del autor tanto en bellas artes, como
en arquitectura e ingeniería.
‘Bou’ está elaborada únicamente en
bronce. Material, forma y entorno se alían
para modelar una estructura elegante y
carismática. Esta gran obra de Calatrava,
parte ya de la Colección de Es Baluard,
se ha convertido, en su corta vida, en un
elemento característico del museo y de
su portada apostada frente al paseo marítimo de la capital de las Baleares.
Cuadernos de trabajo
Por otra parte, esa exploración de formas de la que nace su creación escultórica emerge, a su vez, de una febril pasión
por el dibujo. El proyectista de la futura
Terminal de Transportes del World Trade Center neoyorquino dibuja sin parar y
traslada sus ideas sobre la forma en una
serie continua de cuadernos de trabajo.
Entre toda su vasta obra gráfica, los
comisarios seleccionaron 63 cuadernos
creados durante los últimos quince años
de trabajo del artista (fechados entre
1995 y 2006). Los dibujos conforman el
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cuerpo de mayor tamaño de esta ambiciosa exposición retrospectiva y se plantean como una mirada representativa a
la actividad de Calatrava en este campo.
Entre todos, destaca una serie dedicada a
Fray Junípero Serra, misionero mallorquín
en California, donde el arquitecto trabajó en la preparación del concurso para la
nueva Catedral de Los Ángeles.
Los trabajos en arcilla componen el
tercer gran bloque de ‘Santiago Calatrava. Esculturas, dibujos y cerámicas’ y suponen, al mismo tiempo, la última aventura artística emprendida por el genial
arquitecto.
Viaje al pasado
Los comisarios Boye Llorens y Tomàs Llorens han seleccionado veinticuatro de estas delicadas piezas de cerámica. Al verlas, lo primero que sentirá el espectador
es la ruptura respecto a todo lo anterior.
Y es que si las arquitecturas y las esculturas proyectadas por el valenciano comparten un indudable aire futurista, estas
frágiles obras se caracterizan por todo lo
contrario.
En su taller de cerámica –donde trabaja casi en solitario–, el autor logra sumergirse en una tradición cultural y artesana que data de tiempos remotos. Ninguna de estas obras de arte ha sido nunca antes expuesta en España. Es Baluard
tiene la primicia y la aprovecha para ex-
plicar las “raíces atemporales de las que
se alimenta en su conjunto la obra” de
Santiago Calatrava.
Las veinticuatro cerámicas pueden visitarse en la hermosa sala abovedada del
Aljibe. Éste, construido hacia mediados
del siglo XVII, representa uno de los espacios más singulares del museo. Por su
parte, esculturas y dibujos comparten espacio en la galería de exposiciones temporales emplazada en la planta subterránea del centro cultural.
Es Baluard, el edificio
El Museo de Arte Moderno y Contemporáneo Es Baluard ocupa un lugar privilegiado sobre uno de los principales ejes
de la ciudad. Desde el antiguo bastión se
divisa la bahía de Palma de Mallorca, el
Mediterráneo, la catedral gótica y el Palacio de Bellver.
Rodeado por las murallas renacentistas que inspiran su nombre, el edificio de
Es Baluard se caracteriza principalmente
por la simpleza de sus formas puras. El
proyecto arquitectónico del museo mallorquín es, sobre todo, muy respetuoso
con el patrimonio que le precede y rodea. Es Baluard dispone de una superficie
útil total de 5.027 metros cuadrados. De
estos, 2.500 metros cuadrados son empleados como espacio expositivo.
Los hermanos Jaime y Luís García Ruiz
se encargaron del planeamiento arqui-
tectónico junto a Vicente Tomás y Ángel Sánchez-Cantalejo. El centro de arte
se subdivide en tres plantas interconectadas mediante rampas, claraboyas y balconadas interiores que estimulan un juego entre espacios y alturas que ligan las
plantas entre sí y con el exterior. De esta
manera, los arquitectos lograron crear
un volumen contemporáneo en perfecta
conjunción con el pasado, con la histórica muralla.
Es Baluard es, en definitiva, un gran
espacio en el que la ciudad, las personas,
el arte, el mar y la arquitectura se sienten
igual de cómodos. Hasta el próximo 15
de abril, también lo harán Calatrava y sus
polifacéticas obras. ‘Santiago Calatrava.
Esculturas, dibujos y cerámicas’ constituye una de las apuestas más fuertes del
Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma y, al tiempo, una oportunidad única para conocer el trabajo de
un arquitecto cuyo modelo creativo coincide, según explica el comisario Tomàs
Llorens, con el “espíritu de la Ilustración”.
Pues el valenciano –como aquellos literatos y filósofos del siglo XVIII– parece convencido de que el “cultivo de disciplinas
distintas permite un desarrollo completo
del hombre en toda su dimensión intelectual y espiritual”. Sus 110 estudios sobre la forma lo confirman.
Imágenes por cortesía de Es Baluard Museo de Arte
Moderno y Contemporáneo de Palma.
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