Infecciones Localizadas INTRODUCCIÓN: Infección es la penetración de microorganismos patógenos en el interior del cuerpo humano, en cambio, enfermedad infecciosa es la expresión del estado patológico consecutivo al desarrollo de los microbios penetrados durante la infección; por eso infección no es lo mismo que enfermedad infecciosa sino que la antesala de la misma. El germen patógeno lesiona el organismo indefenso mediante sus toxinas, que pueden ser de dos tipos exógenas o endogenas. Las toxinas ejercen su acción por la afinidad que tienen por las células del organismo indefenso; se fijan tenazmente al protoplasma celular viviente entorpeciendo su función; las toxinas de algunos gérmenes tienen una predilección única por las células de un determinado tejido, otros gérmenes fijan sus toxinas indiferentemente en las células de todos los tejidos. Algunas veces el germen permanece en la puerta de entrada del organismo invadido, enviando únicamente sus venenos exotóxicos a la circulación sanguínea (TOXEMIA) otras veces el germen pasa desde la puerta de entrada a la circulación sanguínea provocando un estado infeccioso generalizado(SEPTICEMIA). Así pues en la toxemia existen toxinas en la sangre y faltan los microbios y en la septicemia están presente en la sangre toxinas y microbios. BACTEREMIA: presencia de microorganismos patógenos (bacterias) en la sangre. El segundo factor a tener en cuenta en el concepto de enfermedad infecciosa es la de reacción orgánica defensiva. El mérito de que después de una invasión microbiana (infección) no se presente constantemente la enfermedad se debe a las defensas orgánicas. En el campo de reacción defensiva orgánica hay que distinguir la barrera protectora y la resistencia orgánica o fuerza de defensa. La barrera protectora es el obstáculo mecánico que opone el organismo a la penetración de microorganismo patógeno; son los tegumentos(piel, mucosa). Si a pesar de todo el germen logra penetrar en el organismo, entran en acción la resistencia orgánica, formada por células fijas de los tejidos y células móviles de la sangre y las diversas sustancias humorales contenidas en la sangre y la linfa. La mayoría de las veces sobre todo cuando el organismo esta sano y puede afrontar con medios defensivos potentes el ataque bacteriano, la invasión microbiana no produce el estado de enfermedad. Cuando la agresión es masiva y con microbios muy virulentos, la barrera y la defensa orgánica se muestran inútiles y se instaura la enfermedad infecciosa. Esta puede ser AGUDA o CRONICA, según se desarrolle en forma violenta y breve o en forma benigna y larga. En este trabajo nos referiremos en forma detallada a los ABSCESOS que son procesos infecciosos de tipo agudo. Muchos de los procesos inflamatorios agudos que se manifiestan en la cavidad bucal evidencian la existencia de una infección aguda por microorganismos. Sin embargo los estados inflamatorios de la mucosa bucal también se encuentran entre los síntomas cardinales de las enfermedades dermatológicas y otras alteraciones sistémicas que están más allá del propósito de una consideración de las infecciones agudas de la cavidad bucal. Importante es darse cuenta que tanto en la mucosa oral, como en las mucosas del organismo, pueden haber signos visibles de enfermedades que no son infecciones primarias de los tejidos bucales. Cualquier estado sistémico primario capaz de afectar adversamente la mucosa bucal puede desempeñar un papel importante en la etiología de una infección bucal. Los mecanismos de enfermedades autoinmunes que afectan a los tejidos bucales han sido implicados en la producción de alteraciones de las superficies mucosas. Se ha visto que las enfermedades nutricionales pueden dar lugar a ulceraciones y otros cambios de la mucosa bucal. Las enfermedades que alteran los mecanismos de defensa del organismo frecuentemente traen como resultado infecciones bucales secundarias. La supresión del sistema inmune ya sea por enfermedad del tejido hematopoyetico o por fármacos, pueden ser responsables en definitiva del desarrollo de infecciones bucales y otras alteraciones de la mucosa bucal. Importante es la evaluación de las lesiones bucales originadas a partir de procesos malignos o por iatrogenia. Las enfermedades locales pueden desempeñar un papel importante en la producción de infecciones agudas de los aparatos bucales y maxilofaciales, los tumores y quistes del mismo origen pueden escapar de la detección hasta que se superpone a ellos una lesión inflamatoria aguda. La infección aguda puede ser una lesión primaria en el maxilar superior o inferior, pero también puede producirse una invasión de los tejidos blandos adyacentes. I. GENERALIDADES: Un absceso es una colección mas o menos amplia, de pus situada en el interior de una cavidad que se ha excavado el mismo pus en el interior de un tejido, o bien separado un tejido de otro. Los abscesos se clasifican según varios criterios: Por su situación -Abscesos superficiales, subcutáneos o supraponeuróticos cuando están por encima de las aponeurosis que revisten las masas musculares -Abscesos profundos o subaponeuróticos cuando están por debajo de las aponeurosis -Abscesos de los órganos internos -Abscesos del tejido celular adiposo, situado alrededor de los órganos internos Por la naturaleza del pus -Abscesos calientes (producidos por el estreptococo y el estafilococo principalmente) -Abscesos fríos (de naturaleza tuberculosa) -Asépticos -Químicos (absceso de fijación) -Amebianos etc. 1. Absceso caliente: Es una colección de pus situada en una cavidad excavada por el mismo pus (cavidad Abscesal), que se forma como término de una infección circunscrita de los diversos tejidos conectivos de nuestro organismo, por obra de los microbios llamados piógenos , es decir productores de pus. En este absceso a diferencia del frío se presenta una sensación de calor local, además de los otros signos de la inflamación (rubor, tumor, dolor e impotencia funcional) que falta siempre en el absceso tuberculoso (frío). Cuando estos microbios se implantan y desarrollan en un tejido conectivo (ya sea superficial o subcutáneo, profundo o subaponeurótico) éste se inflama en el lugar atacado por los microbios. Esta infección circunscrita del tejido conectivo puede evolucionar de tres formas: 1. Resolución de la inflamación, o sea, la regresión antes de haber provocado destrucciones de naturaleza supurativa, con lo que el tejido vuelve a las condiciones de absoluta integridad anatómica y funcional, como las que tenía antes de la inflamación. 2. Paso a la inflamación difusa, generalizada, del tejido conectivo inflamado en un solo punto. Se pasa de una inflamación circunscrita a una difusa; esta evolución es la expresión de la gran virulencia de los microbios agresores y de la caída de las fuerzas orgánicas defensivas o de ambas cosas a la vez. 3. Formación del absceso, o sea, la circunscripción rigurosa de la infección a unos límites bien definidos. Demuestra la existencia de unas fuerzas orgánicas defensivas que forman, alrededor de la zona primitivamente inflamada una barrera defensiva que impide la ulterior difusión del proceso infectivo-inflamatorio. De estas tres evoluciones posibles de la inflamación circunscrita de un tejido conectivo (inflamación circunscrita), la 1ª (resolución) representa la victoria plena y rápida de nuestro organismo sobre los microbios invasores; la 2ª (paso a infección difusa ) representa la grave derrota del organismo frente a los microbios, por no haber sabido poner una barrera defensiva periférica capaz de detener el proceso invasivo ulterior; la 3ª evolución (formación de un absceso) representa una victoria retardada de nuestro organismo, por que este ha sido capaz de oponerse a la difusión del proceso mediante la formación de una barrera periférica defensiva, pero en cambio ha tenido que sacrificar a los microbios agresores la zona bien delimitada del tejido situado en el interior de la cavidad del absceso. No obstante, los microbios están limitados, asediados y combatidos en el interior de esta barrera defensiva orgánica y son finalmente vencidos y liquidados. El pus precisamente representa, en parte, los restos de los microbios que han perdido la batalla ofensiva contra nuestro organismo; también en el pus se encuentran los restos del tejido destruido y de los glóbulos blancos que acudieron a combatir a los microbios. El absceso se forma en las diversas localizaciones del tejido conectivo: - subcutáneo subperiósico profundo periviceral Para llegar a estas localizaciones, los microbios pueden seguir distintas vías: 1. Directamente del exterior, a través de una punción u otra forma de heridas infectadas (tal es el caso de los abscesos superficiales o subcutáneos) 2. De un foco séptico vecino, como un furúnculo etc. 3. Por vía anacorética, vale decir, desde un proceso infeccioso localizado lejos de la pieza dentaria, los microorganismos podrían pasar a la sangre y migrar, para finalmente asentarse en el ápice de una pieza dentaria, para posteriormente formar un absceso. 4. Las heridas operatorias, también pueden representar una puerta de entrada a la infección cuando la intervención no se efectúa en condiciones de rigurosa asepsia. a. Sintomatología y diagnóstico: Como el absceso no es mas que una de las tres posibilidades evolutivas de la inflamación circunscrita que ya hemos descrito, se presentan los síntomas clásicos de la inflamación: el enrojecimiento, la hinchazón y el calor, que están producidos por vasodilatación que va a producir una congestión sanguínea local; el dolor, que está producido por la compresión de los ramilletes nerviosos locales, y la impotencia funcional que se manifiesta por la incapacidad de utilizar la región inflamada en su función habitual; probablemente la impotencia funcional también se deba a la congestión. Igualmente pueden presentarse síntomas generales consecutivos a la infección local, tales como fiebre, dolor de cabeza, sensación de malestar general, etc. Cuando se perfila la victoria de nuestro organismo, que coincide con la iniciación de la maduración del absceso, la fiebre desaparece o desciende y la hinchazón local se hace blanda y fluctuante a la palpación. Esta Fluctuación es un síntoma seguro de que el pus se ha formado ya; si existe duda, se puede hacer una punción exploradora para ver si sale pus a través de la aguja introducida en la cavidad del presunto absceso. II: ABCESO DENTOALVEOLAR AGUDO (ADAA): 1. Definición: Es una entidad patológica que se caracteriza por la presencia de una colección purulenta iniciada a nivel de los tejidos periapicales de un diente. 2. Etiología: Aun cuando los agentes etiológicos físicos, químicos y bacterianos pueden determinar la formación de un ADAA, son dominantes los factores de etiología microbiana. Por lo general surge como resultado de la infección que sigue a la caries que afecta al diente y a la infección pulpar, pero se presenta también después de alguna lesión traumática de los dientes, dando como resultado la necrosis de la pulpa y en los casos de irritación de los tejidos periapicales, ya sea mediante la manipulación mecánica o la aplicación de sustancias químicas en los procedimientos endodónticos. La evolución aguda de una periodontitis apical aguda, y la agudización de una periodontitis apical crónica, también pueden originar un ADAA. Tipos: Primario: Se origina sin lesión ósea rx. Secundario: Con lesión ósea rx, es decir, corresponde a una reagudización de una periodontitis dentoalveolar crónica. El resultado de la agresión y la defensa se caracteriza por una intensa reacción localizada, que determina una exudación excesiva donde el edema periapical llega a comprometer estructuras adyacentes a la membrana periodontal. 3. Semiología y diagnóstico: Por la presencia de un intenso proceso inflamatorio acompañado o no de infección, con supuración a nivel de los tejidos periapicales, las fibras del periodonto estarán comprimidas y hasta separadas, con la producción de una discreta destrucción ósea. Este cuadro determina la aparición de signos y síntomas que comprenden: dolor espontáneo y localizado extrusión dental dolor a la percusión movilidad dentaria congestión de la mucosa a nivel del ápice radicular sensibilidad a la palpación a nivel del ápice radicular ausencia de vitalidad pulpar compromiso ganglionar. Puede haber compromiso del estado general. Rx: aumento del espacio apical, pues no se dan las condiciones para que se evidencien áreas de reabsorción ósea. La anamnesis es fundamental como elemento para el diagnóstico, ya que el paciente puede relatarnos que el diente en cuestión, poco tiempo atrás, se presentaba ligeramente sensible al tacto y en las últimas 24 o 48 hrs esta sensibilidad aumentó de modo considerable, hasta hacerse insoportable. Por medio de la inspección podemos comprobar la presencia de una caries profunda responsable del cuadro actual; con las pruebas de palpación a nivel del ápice encontraremos un área sensible y prosiguiendo con el examen comprobaremos el dolor a la percusión y la presencia de movilidad. Las pruebas eléctricas y térmicas muestran ausencia de vitalidad pulpar. La ausencia de edema en la zona comprometida es uno de los principales elementos para identificar esa fase inicial de los abscesos agudos. 4. Tratamiento: Se debe establecer el drenaje. Esto se puede hacer de dos formas: abriendo la cámara pulpar o extrayendo el diente. También se puede dar una terapia antibiótica. Si se obtiene drenaje vía radicular y no hay compromiso del estado general, podemos no dar tratamiento antibiótico. 5. Complicaciones del ADAA: El absceso dentoalveolar agudo puede ser el punto de origen de una serie de otras patologías de mayor complicación. Sobretodo si la respuesta defensiva del huésped está disminuidas y la agresividad de las bacterias es muy grande. a. Osteomielitis aguda - crónica: Diseminarse el proceso infeccioso a través de los espacios medulares y comprometer un área de gran envergadura, y esta osteomielitis aguda incluso puede hacerse crónica con el tiempo. b. Celulitis: Difusión del material purulento a través del espacio celular subcutáneo. Puede diseminar y provocar un flegmón, o colectarse y provocar un absceso subcutáneo. c. Flegmón: Proceso infeccioso purulento difuso, de esas mismas áreas d. Sinusitis: Compromiso de la mucosa sinusal sobretodo cuando la cortical sinusal es muy delgada y hay procesos infecciosos entre molares y pre-molares superiores. e. Absceso región cigomática, submandibular, compartimiento sublingual de cualquier compartimiento que este comunicada con el área afectada. Cabe decir que este tipo de absceso no responde frente al tratamiento con AINES Estos cuadros se producen cuando las defensas de los pacientes están disminuidas por ejemplo en pacientes diabéticos, en pacientes que están siendo tratados con quimioterapia, o en pacientes con tratamientos prolongados con corticoides, pero ojo porque si la respuesta del organismo es adecuada frente a estas bacterias de gran agresividad el absceso dentoalveolar agudo va a tender a drenar a hacia un área y va a tender a comprometer el periostio. La colección purulenta de ese pequeño foco en la región periapical del diente, que constituye el ADAA puede tomar otro camino y diseminarse ahora no por bajo de las inserciones musculares para llegar a la mucosa, como hemos descrito anteriormente, sino por sobre las inserciones y entonces el contenido se vacía al tejido celular subcutáneo constituyéndose una CELULITIS, es decir, la inflamación piógena del tejido celular. Está celulitis a su vez puede presentarse de dos formas localizada constituyendo el absceso subcutáneo o difusa dando origen al flegmón que por provenir desde el tejido óseo lo designaremos como osteoflegmón. Celulitis es un término que origina confusión según lo entienden en USA y en Chile, ya que en USA corresponde a cualquier aumento de volumen difuso de origen inflamatorio, en Chile se entiende asociado con un proceso agudo supurado difuso y se prefiere el término de flegmón. ADAA ----------------------------------------| | Bajo las inserciones Sobre las inserciones musculares musculares | ------------------| | | ASP Localizado Difuso (celulitis) | | | ASM Abs. Subcutáneo Osteoflegmón | | Fístula mucosa Fístula cutánea Hombre de 48 años, con dolor en el lado derecho de la cara. Tumoración con leve borramiento del surco naso labial, y en párpado inferior derecho. III. ABSCESOS SUBPERIOSTICO, SUBMUCOSO Y SUBCUTÁNEO: Estas complicaciones se deben a cambios en la flora, en la infección misma, por trauma u otros factores que actúen en un proceso localizado y permitan que se disemine, o también por disminución de la capacidad de resistencia del individuo por alguna otra enfermedad concomitante. La diseminación del proceso ocurre por la falta del organismo para circunscribir el pus, que va a diseminarse por vías poco comunes desde el hueso hacia otras ubicaciones que dependen del sitio mismo de donde se inicia el proceso, la anatomía local, los planos musculares y de las fascias. En las infecciones de origen odontogénico aproximadamente el 75 % de los gérmenes aislados son anaerobios, la mayoría peptoestreptococos, fusobacterias y bacteroides, el otro 25% son aerobios. Debe tenerse en cuenta que los gérmenes pueden variar durante la evolución y gravedad de un proceso infeccioso. En la primera fase de una infección odontogénica es frecuente aislar sólo germen estreptococo facultativo, cuando se encuentra ya en absceso puede cultivarse flora polimicrobiana, con tres a seis microorganismos obtenidos de una misma muestra, tendiendo a ser más anaerobia, lo que parece indicar que la flora aerobia y facultativa proporcionan un ambiente favorable para el crecimiento de bacterias anaerobias, probablemente por el aporte de nutrientes como vitamina k, y un ph favorable. La gravedad de la infección como se ha señalado puede ser por el germen y se ha observado una asociación significativa con fusobacterium nucleatum en infecciones más agresivas comprometiendo distintos espacios faciales o con intensa inflamación, dolor y trismus. Como en cualquier infección es necesario establecer el germen o gérmenes causantes de estos cuadros y conviene tener presente para la realización de cultivo: 1. Evitar la flora normal de la cavidad oral, para que el cultivo tenga un verdadero valor clínico. 2. Tener presente que en la mayoría se encuentran gérmenes anaerobios, que requiere de un transporte y cultivo especial, y debiera consultarse previamente con el laboratorio de microbiología. 3. El mejor método de obtener la muestra es mediante abordaje con aguja y jeringa, previa limpieza y desinfección de la zona donde se realizará la punción. 4. Inicialmente puede realizarse una tinción, inmediata, de gram, ya que los anaerobios necesitan hasta 48 hrs, y en ella podría encontrar características propias de algunos microorganismos tales como bacteroides, clostridium, actinomyces, además que ya podría indicar si la infección es polimicrobiana. 1. ABSCESO SUBPERIOSTICO (ASP): La colección purulenta del absceso dentoalveolar agudo (ADAA) se labra un trayecto a través de los espacios medulares del hueso maxilar, por oclusal en relación con las inserciones musculares (bajo las inserciones musculares),acumulándose bajo el periostio y constituyendo el absceso subperióstico (ASP). a. Clínica En este trayecto los espacios medulares del hueso no se comprometen en el proceso, haciendo las veces de un simple pasadizo para la colección purulenta. A su vez como este paso es muy rápido puede durar sólo algunas horas. El periostio es un tejido inextensible y ricamente inervado por lo que la sintomatología clínica es muy alarmante, presentándose mayor dolor que en el ADAA, en forma espontánea, y a su vez se exacerba con la palpación vestibular y/o lingual o palatina. La pieza causal también está con periodontitis exacerbada, móvil y extruída. Hay edema facial por estimulación de las terminaciones parasimpáticas del periostio; lo que es fácilmente evidenciable constatándose asimetría facial, pero la piel que recubre el proceso se ve de aspecto normal. El vestíbulo bucal está ocupado en el fondo por un aumento de volumen, que se ubica frente al ápice de la pieza haciendo cuerpo con el hueso, lo que no es posible detectar a la inspección sino a la palpación , maniobra que exacerba el dolor espontáneo que ya tiene el paciente. La consistencia del ASP es renitente por la resistencia que ofrece el periostio a ser comprimido o presionado. Pero como la colección purulenta aún no alcanza la mucosa, por lo que se presenta de color y aspecto normal. El paciente puede acusar síndrome febril y siempre hay adenopatías inflamatorias detectables en las cadenas cervicales. Puede producir una flucción de cara o edema reflejo a partes blandas, por compromiso del sistema nervioso autónomo. Lo más importante es que no fluctúa, se produce un aumento de volumen renitente, y por lo tanto el drenaje es por vía dentaria, sin incisión. b. Radiografía: Por lo rápido del proceso no hay evidencia radiográfica característica, por lo que se asemeja a la de un ADAA. c. Tratamiento: - Endodoncia - Exodoncia - Antibiótico en caso de compromiso del estado general - Anestesia: Troncular 2. ABSCESOS SUBMUCOSOS: Es la continuación del proceso patológico anterior y que queda circunscrito en la mucosa oral o alveolar , en la clínica se puede observar menos dolor, menos edema, el trismus es menos intenso y el compromiso del estado general es menos evidente o desaparece. La diseminación puede producirse por vía lingual, palatino o vestibular dependiendo del grosor de las tablas y de las inserciones musculares. Otra característica es que la mucosa se ve afectada y toma un color rojo intenso propio de la inflamación aunque también puede verse amarillenta por la transparencia del material purulento. Hay disminución del dolor a la percusión. En la Palpación la consistencia es fluctuante, presentándose dolor aunque menos intenso que en el absceso subperióstico. En la Rx Podemos observar un proceso similar al de un absceso dentoalveolar agudo. Debemos hacer el diagnóstico diferencial, con absceso gingival y periodontal, en los cuales la pieza afectada se encuentra vital, y con el absceso migratorio de Chomprett. a. Tratamiento: La anestesia infiltrativa está contraindicada ya que al haber inflamación el ph bajo impedirá la acción del anestésico local, así como también puede acontecer la diseminación del proceso infeccioso, por esto, la anestesia troncular es de primera elección. Luego del proceso anestésico se procede a desinfección de la mucosa comprometida y se realiza una incisión en la zona más baja t fluctuante del absceso hasta tocar hueso, esto facilitará el drenaje. Luego del paso anterior se realiza presión digital para facilitar el vaciamiento, posteriormente se irriga con clorhexidina o solución fisiológica y se puede dejar una vía de drenaje como un Perr Rose. El Uso de AINE está siempre indicado, no así el de antibióticos, en donde el profesional debe evaluar el estado general. AINES: Tenoxicam 20 mg cada 24 hrs Meloxicam 15 mg cada 12 hrs. Ceoxx 25 mg cada 24 hrs. Ibuprofeno 400 mg cada 8 hrs. Se administran por 3 a 5 dias. Antibióticos: Primera opcion es penicilina 2.000.000 UI cada6 hrs por 7 diás. Amoxicilina 500 mg cada 8 hrs por 7 diás. Puede como alternativa elegirse macrólidos. Aumento de volumén intraoral, a nivel del fondo del vestíbulo, fluctuante, frente a premolares. Presenta extensa caries. 3. ABSCESOS SUBCUTÁNEOS: Esta es una manifestación poco frecuente en donde el pus sobrepasó la mucosa para caer bajo el tejido cutáneo, o también puede producirse cuando las piezas afectadas poseen raíces muy largas por lo que alcanzan estos tejidos, generalmente piezas inferiores. Es importante señalar la importancia de las inserciones musculares en la evolución de este absceso, ya que si en el maxilar superior la pus cae sobre las inserciones musculares se va a producir un absceso subcutáneo. Lo contrario ocurre en la mandíbula, por lo que este absceso se producirá cuando cae bajo las inserciones. Si lo contrario acontece, encontraremos un absceso submucoso. Este absceso puede perdurar en el tiempo, por que el paciente no consulta oportunamente por presentar poco dolor, así como compromiso del estado general. Aquí el organismo ha podido circunscribir el proceso infeccioso en un espacio delimitado, evidenciándose una zona inflamada en la piel con aumento de volumen y la presencia o no de una fístula. También hay una disminución del dolor a la percusión con fluctuación. El tratamiento de los 3 abscesos vistos anteriormente debe hacerse en dos fases, una ayudando a eliminar el factor causal y otra, el drenaje de pus vía cutánea previa desinfección, esto será mejor que la aparición de una fístula, lo cual dejará una cicatriz muy poco estética. Se debe utilizar anestesia troncular y en la zona de la piel afectada. El uso de antibióticos también se deja a criterio del clínico, es decir, debemos fijarnos si el estado general esta comprometido o si una enfermedad sistémica puede agravar estas patologías. IV. ABSCESO DENTOALVEOLAR CRONICO: Proceso infeccioso, de poca intensidad y de larga duración, localizado a nivel de los tejidos periapicales del diente y caracterizado por la presencia de una pequeña acumulación purulenta. 1. Etiología: - Como resultado de un tratamiento endodóntico mal realizado. - Los abscesos dentoalveolares agudos, después de su drenaje espontáneo, cuando no son tratados, pueden evolucionar hacia la cronicidad. - Traumatismo. 2. Semiología: Por lo general son asintomáticos, sin embargo su diagnostico no es difícil y se basa principalmente en exámenes clínicos, Rx y en las pruebas de vitalidad pulpar, dentro de los signos que podemos observar están: - Fístula, que puede o no estar activa por lo general se localiza en el ápice del diente afectado y puede a veces, manifestarse a distancia pues el trayecto sigue siempre el sentido de menor resistencia del tejido óseo. La fístula puede drenar y este drenaje puede ser intermitente o continuo. - Corona oscurecida(puede o no presentarse) - Radiográficamente se ve una lesión radiolúcida difusa alrededor del ápice del diente en cuestión, y puede variar desde una lesión menor hasta una perdida masiva del hueso. 3. Tratamiento: - Extracción de la pieza. Si el diente es posible de salvarse es factible conservarlo mediante un tratamiento endodóntico. Si la lesión crónica se reagudizó se tratara como una lesión aguda. Absceso Dentoalveolar Crónico. Nótese la fístula en relación al incisivo inferior. Absceso Dentoalveolar Crónico. Rx periapical del caso anterior. Zona radiolúcida en relación al incisivo inferior, de límites difusos. V. ABSCESO PERIODONTAL: Los abscesos periodontales agudos son generalmente la culminación de un largo periodo de periodontitis crónica. Este tipo de infección generalmente se inicia en el surco gingival y se extiende hacia abajo a lo largo de una o más superficies radiculares, frecuentemente hasta llegar a la región apical. Los episodios agudos generalmente tienen una aparición repentina con extremo dolor, y se asocian con tumefacción de los tejidos blandos que recubren la superficie de la raíz comprometida. Por alguna razón desconocida los tejidos se cierran en el ámbito de la superficie gingival, impidiendo el drenaje de los abscesos y provocando la distensión y las molestias que presenta el paciente. Un absceso periodontal puede aparecer asociado con dientes no vitales o traumatismos, externos u oclusales. Sin embargo, puede ser inducido por la influencia traumática de una prótesis parcial. Además es importante mencionar que este tipo de abscesos tiene una estrecha relación con los defectos óseos serpentiginosos en la enfermedad periodontal. Absceso periodontal El absceso periodontal puede ser agudo o crónico, los abscesos agudos son elevaciones ovoides, dolorosas, edematosas, rojizas y brillantes de la encía marginal o insertada o ambas. Una vez que su contenido purulento se ha vaciado en forma parcial, se vuelven crónicos. Los crónicos pueden producir dolor sordo y es factible que se puedan reagudizar. El objetivo del tratamiento del absceso periodontal agudo es aliviar el dolor, controlar la extensión de la infección y establecer un drenaje. El drenaje se establece a través del saco periodontal o por medio de una incisión de la superficie externa; la primera forma es preferible. Si no hay compromiso del estado general se recomiendan solamente medidas locales ( como enjuagatorios y/o antisépticos) , si hay compromiso del estado general además se indica un tratamiento antibiótico con penicilina como primera opción. Una vez que los síntomas agudos han cesado el tratamiento es el mismo que el empleado sí el paciente desde el inicio tenia un absceso crónico. La zona sé aísla y se desinfecta, luego se hace una incisión externa lo que deja expuesto al tejido de granulación, cálculos y una zona de destrucción ósea. El tejido de granulación y los cálculos se eliminan y las raíces se alisan; el hueso no se toca. La zona se limpia y se cubre con gasa hasta que la hemorragia se detiene y después se aplica un apósito periodontal, control a la semana. VI. ABSCESOS EN MAXILAR SUPERIOR: 1. Absceso vestibular: Corresponde a la forma de propagación de la infección odontógena mas común en los tejidos blandos, y corresponde a un absceso submucoso. Se produce cuando la infección erosiona a través de la cortical vestibular por encima de las inserciones musculares. Para entender por qué la mayoría de los abscesos en piezas del maxilar superior aparecen inicialmente como abscesos vestibulares tenemos que recordar la calidad del tejido óseo del maxilar. El proceso infeccioso cuando esta en el hueso comienza a destruir tejido óseo y a colectarse liquido el cual va a ejercer una presión ¿hacia donde va a salir? Evidentemente hacia el lado que ofrezca menor resistencia. La tabla vestibular del maxilar es delgada y porosa en cambio su tabla palatina es mas gruesa y con una mayor corticalización, por lo tanto es obvio que la tabla vestibular ejerce una menor resistencia ,en consecuencia representa un área donde los procesos infecciosos pueden avanzar y asentarse con mayor facilidad. a. Clínica: tumefacción en el vestíbulo de la cavidad oral que oblitera el pliegue mucobucal. La mucosa puede estar tensa y pálida por la presión del pus subyacente. 2. Absceso Palatino: Se trata de un absceso subperióstico que resulta de la infección de un incisivo lateral o de la raíz palatina del primer molar superior. Aproximadamente el 50% de los incisivos laterales superiores los ápices radiculares curvos están más cerca de la apófisis alveolar palatina que de la cortical vestibular, de forma que la perforación y la localización de la infección se produce en el paladar. La mucosa palatina densamente insertada limita mucho la propagación de la infección, al igual que el anterior corresponde a un absceso submucoso. a. Clínica: Tumefacción dura, muy dolorosa, en la mucosa del hemipaladar afecto en relación al diente causal. Absceso Palatino, prácticamente en la línea media, pero se originó a partir de necrosis séptica del incisivo lateral derecho. 3. Absceso de la fosa canina: a. Anatomía : El espacio canino es un espacio virtual entre los músculos canino y el elevador del labio superior. Este espacio es afectado por la infección del canino del maxilar superior, ya que esta pieza es la única con la raíz lo suficientemente larga para erosionar la cortical por encima de la inserción del músculo canino y por debajo de la inserción del elevador del labio superior. En el caso que la progresión de la infección comprometa el tejido celular subcutáneo también se vera comprometido el músculo elevador del ala de la nariz debido a que la progresión de la infección hacia la piel se produce a través de una brecha entre el elevador del labio superior y el ala nasal, cerca del canto interno del ojo. b. Clínica: La infección de la fosa canina se caracteriza por una tumefacción por fuera de la nariz , que oblitera el pliege nasolabial. Puede ocurrir el drenaje espontáneo de pus inferiormente hacia el canto interno del ojo. 4. Absceso del espacio bucal: a. Anatomía: El espacio bucal o geniano esta delimitado lateralmente por la piel de la mejilla y medialmente por el músculo buccinador. Este espacio puede afectarse por la extensión de infecciones desde piezas de los maxilares superior e inferior que perforan la cortical por encima de la inserción del músculo buccinador, aunque debido a la relación que tiene con las raíces vestibulares de piezas posterosuperiores, es mas frecuente la infección causado por piezas maxilares, aunque los premolares también pueden provocarla. Este corresponde a un absceso subcutáneo. b. Clínica: Se presenta un aumento de volumen por debajo del arco cigomático y por encima del borde inferior de la mandíbula, en la mejilla. El área periorbitaria no resulta afectada directamente, pero muchas veces el compromiso del drenaje venoso y linfático ocasiona un edema considerable en esta región. 5. Absceso del Espacio Infratemporal: El espacio infratemporal es un espacio posterior al maxilar superior, limitado medialmente por la lámina ptrerigoidea, la porción inferior del músculo pterigoideo externo y la pared lateral de la faringe, hacia arriba por la base del cráneo y lateralmente por el tendón del músculo temporal y la apófisis pterigoides. En este espacio se encuentran la arteria maxilar interna, el nervio mandibular y el plexo venoso pterigoideo. Este espacio se afecta con escasa frecuencia a partir de la infección de terceros molares superiores. a. Clínica: El absceso infratemporal puede producir tumefacción extrabucal sobre la región de la escotadura sigmoidea y tumefacción intrabucal en la región de la tuberosidad. El signo característico es el trismus. 6. Absceso de la Fosa cigomática: Este espacio esta limitado arriba y afuera por el arco cigomático, en su parte superior media por el pterigoideo externo. Su cara externa esta constituida por la rama mandibular y la interna por el pterigoideo interno. Los abscesos de la fosa cigomática se generan de los terceros molares superiores, o de inyecciones anestésicas para bloquear el nervio mandibular. También puede ser de propagación de infección de los molares inferiores que han pasado por encima del buccinador. Su clínica es variable según la extensión que tengan al momento de la consulta. De todas maneras son lesiones profundamente localizadas y con síntomas poco claros al comienzo. El dolor es muy intenso especialmente al mover la mandíbula. Por la inflamación de los pterigoideos y por la tensión del absceso, la mandíbula se desvía hacia el lado afectado al abrir la boca. En una etapa mas avanzada y por la misma razón se encuentra trismus. VII: ABSCESOS MANDIBULARES: 1. Absceso Del Espacio Submandibular: El espacio submaxilar se encuentra delimitado por el músculo milohioideo (arriba), borde inferior del cuerpo de la mandíbula (hacia los lados), por piel (abajo), y por una línea imaginaria que pasa por los ángulos mandibulares (atrás). En este espacio encontramos las glándulas submaxilares, ganglios linfáticos, vasos faciales y linfáticos. Es el absceso más frecuente de la región mandibular, y que no solo se produce por infección odontogénica, sino que también se genera por adenitis de origen faringeo o por infecciones en otras áreas de la cabeza y cuello. a. Clínica: región submaxilar enrojecida. Tumefacción. Dolor Trismus en etapas más avanzadas (por diseminación al espacio pterigomandibular). b. Vías de Diseminación: Este absceso se puede diseminar producto de la prolongación supramilohioidea de la glándula submaxilar hacia la región sublingual y piso de la boca. Los vasos faciales y las vías linfáticas de la región, comunican el proceso infeccioso hacia la región lateral del cuello, atravesando la aponeurosis cervical media. Es muy común que el absceso se comunique a la región pterigomandibular y el espacio parafaringeo a través del borde posterior del músculo milohioideo. 2. Absceso Sublingual: El espacio sublingual se encuentra entre los músculos milohioideo y los genioglosos y genihioideos. Limitado por fuera por la cara interna del cuerpo mandibular. Este espacio se encuentra separado por el rafe medio de la lengua, el cual es una trama densa de tejido que impide la comunicación entre ambos lados. También podemos encontrar espacios de tejido laxo donde es muy común que se acumulen colecciones purulentas. En este espacio encontramos la glándula sublingual con el conducto de Wharton, y el paquete vasculonervioso sublingual. a. Origen: Se originan a partir de piezas dentarias anteriores mandibulares, o de fístulas óseas que drenen sobre el milohioideo. b. Vías de Diseminación: Como la zona es muy rica en capilares sanguíneos y linfáticos el pasaje de las toxinas hacia el torrente sanguíneo es precoz. Pese a l aumento de volumen de la región, no hay mayor tumefacción de la región submaxilar ni de la cara.Es muy común que desde este compartimiento la infección se disemine a zonas perifaringeas. c. Clínica: Elevación del piso de la boca. Desviación de la lengua hacia el lado contrario del absceso. Disfagia y disnea. Compromiso del estado general. Gran inflamación intraoral, pero no extraoral. 3. Absceso Submentoniano: Este espacio está situado entre el milohioideo, y sobre el cutáneo del cuello. Por detrás limita con los vientres anteriores del digástrico. Contiene los ganglios linfáticos submaxilares anteriores. a. Origen: Se origina de lesiones de piezas dentarias mandibulares anteriores, cuyas raíces son lo suficientemente largas para perforar la cortical vestibular por debajo de la inserción de los músculos mentonianos. En general es muy poco frecuente. b. Clínica: Tumefacción que llega hasta la punta del mentón, bajo el borde inferior de la mandíbula. 4. Absceso del Espacio Pterigomandibular: La fosa pterigomandibular es el espacio ubicado entre la cara externa del pterigoídeo interno y la cara interna de la rama mandibular. a. Origen: Este absceso se puede originar a partir de proyecciones de infecciones desde otras regiones, como la región retromaxilar, y región parafaringea. También es común que se origine por inyecciones para bloquear el nervio mandibular mediante la técnica de spix, a causa de agujas contaminadas. Otra causa de origen es por procesos infecciosos en terceros molares inferiores (pericoronaritis). b. Clínica: dolor intenso. Trismus. No hay inflamación intensa. Disfagia. c. Vías de Diseminación: Esta lesión por las relaciones anatómicas se disemina rápidamente hacia el espacio parafaringeo. 5. Absceso del Espacio Parafaringeo: Este espacio se encuentra con su cara externa en contacto con la vaina carotídea, por detrás y afuera con la prolongación faringea de la parótida y los músculos prevertebrales, por dentro con el espacio periamigdaliano y el constrictor de la faringe. a. Origen: En la mayoría de los casos por proyección de la infección desde los 3º molares, o propagación desde el espacio pterigomandibular. b. Clínica: compromiso del estado general. Dolor con movimientos cervicales. Odinofagia. Trismus. Otalgias. Halitosis. 6. Absceso Maseterino: El espacio maseterino está limitado por fuera por el músculo masetero y por dentro por la superficie lateral de la rama mandibular. Por arriba se extiende hasta el arco zigomático y se comunica con el espacio infratemporal. Anteriormente limita con la aponeurosis parotidomaseterina, y el límite posterior es la aponeurosis parotídea. a. Origen: La afectación de este espacio se produce con mayor frecuencia como resultado de la diseminación de una infección del espacio bucal o a partir de una infección pericoronaria en el tercer molar. b. Clínica: Tumefacción del ángulo y rama mandibular. Trismus intenso (por inflamación del masetero). Los abscesos que afectan los espacios maseterino, pterigomandibular y temporales superficial y profundo (espacio masticador), son conocidos como abscesos de espacios faciales secundarios, ya que se afectan a partir de la propagación de la infección desde los espacios faciales primarios. Cuando esto ocurre, la infección es generalmente más severa, presenta mayor número de complicaciones y entraña mayor dificultad de tratamiento. 7. Angina de Ludwig: La afectación bilateral de los espacios submental, submaxilar y sublingual es conocida con el nombre de Angina de Ludwig. Se trata de una celulitis que se propaga rápidamente hacia los espacios faciales secundarios y provoca con frecuencia obstrucción de la vía aérea. Este cuadro tiene como base una necrosis del tejido celular laxo y de haces musculares de la lengua, originado por intenso infiltrado purulento (gérmenes anaerobios, estreptococos y fusoespiroquetas). El cuadro comienza como un absceso submaxilar que rápidamente se extiende hacia los espacios intermusculares del piso de la boca. a. Clínica: intoxicación en cuadros bien desarrollados. Aumento de volumen lingual ( termina por no caber en la boca). Obstrucción de la respiración (por aumento de volumen lingual). Dificultad para hablar y alimentarse. Induración de la región submaxilar. Dolor en la lengua. b. Vías de Diseminación: No tratado oportunamente, la infección puede descender por los espacios de las celdas cervicales medias y el paquete vasculonervioso del cuello, hacia la región lateral del cuello, e incluso hasta el mediastino. TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE ABSCESOS EN GENERAL : El tratamiento óptimo de la lesión, consiste en el drenaje del absceso, junto con la administración de antibióticos. Los métodos de drenaje apropiados son el desbridamiento y drenaje quirúrgicos, la punción y aspiración del contenido del absceso. Se hace una maniobra quirúrgica cuando clínicamente existe lo que se conoce como fluctuación, lo que evidencia la existencia de pusEn Pacientes que por razones médicas no se puedan hacer un desbridamiento quirúrgico, se puede aplicar la aspiración transmucosa con aguja, en el punto más prominente del absceso. En el caso del desbridamiento, la cavidad residual puede ser curetada para desbridar los espacios ciegos que quedan y retirar tejido necrótico. Los abscesos submaxilares y del piso de la boca deben ser drenados por vía submaxilar. Las incisiones deben ubicarse a no menos de 2 cm del borde basilar, guardando una dirección paralela a éste, para no dañar la rama cervical del nervio facial. Los abscesos pterigomandibulares y parafaringeos pueden ser drenados intraoralmente, sobre el pliegue pterigomandibular, pero si están complicados por difusión a otros espacios se hará por vía submaxilar Lo anteriormente señalado, es válido también para tratar los abscesos que afectan espacios del maxilar superior. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO: La Penicilina por su espectro de acción contra las Cocáceas Gram (+) y sobre la gran mayoría de gérmenes anaerobios participantes en las infecciones BMF se justifica como antibiótico de primera elección en el tratamiento de dichas infecciones. 1. Esquemas usados en infecciones Bucomaxilofaciales: Infecciones discretas complementadas con tratamiento odontológico quirúrgico. (ADAA, Pericoronaritis): - Penicilina Oral (Fenoximetilpenicilina) Penicilina sódica Eritromicina. Lincomicina (alternativa se usa 500 mg cada 6 u 8 hrs dependiendo de la gravedad del proceso) Cefalosporina (Cefradina se usa 500 mg cada 6 hrs v.gr.) Amoxilina muy usada por: costo, se absorbe con los alimentos por lo que no hay problema en darlo con los alimento, se absorbe en un 80%. Ampicilina, la que tiene muchos inconvenientes, no se absorbe con los alimentos, sólo en un 40 %, hay muchos gérmenes resistentes a la ampicilina. 2. Infecciones sin cultivo y Antibiograma: -Penicilina: 4.000.000 c/6 hrs. E.V. -Cloxacilina: si es que se tiene antecedentes de Est. Dorado como una infección que se genere en la piel, una osteomielitis, parotiditis. 1 grs. c/6 hrs. E.V. -Gentamicina: actúa sobre gérmenes anaerobios (sólo se ocupa en infecciones SEVERAS) , incluyendo el Est. Dorado 80 mrgs. C/8 hrs (120 mrgs.) I.M. CONCLUSIÓN: Luego de haber realizado el presente trabajo se puede concluir que los procesos infecciosos son muy dinámicos y participan una serie de factores para que estos puedan progresar y perdurar. Dentro de estos factores podemos encontrar algunos que son propios de los microorganismos, dentro de los cuales se encuentran la especie microbiana, la virulencia que está presente y la capacidad de producir sustancias capaces de alterar al tejido del hospedero, además también se encuentra la capacidad del organismo microbiano de resistir las defensas del huésped. Además es posible identificar factores propios del organismo para detener y destruir este proceso infeccioso, factores como la piel y mucosas indemnes además de un sistema inmune competente. En el territorio maxilofacial no hay que considerar la cavidad bucal como una entidad aislada, debido a que los procesos inflamatorios o tumorales que en este territorio se asientan siguen un camino mas o menos definido el cual esta determinado por el tejido celular laxo, así como la calidad del tejido óseo. Cabe mencionar que, debido a lo anteriormente expuesto, es de suma importancia para la correcta interpretación de estas patologías tener conocimiento de la anatomía de la zona lo que nos permitirá posteriormente la aplicación de una terapia adecuada, ya sea esta médica o quirúrgica. La interrelación de todos estos factores (microorganismos, hospedero, tratamiento adecuado), va a permitir la resolución del proceso infeccioso lo que determina una victoria del organismo contra éste. Otra posibilidad es que este proceso se extienda y perdure en el tiempo, con las posibles complicaciones que tiene el para el organismo esta progresión, tal como septicemias por ejemplo. En este caso se trataría de una derrota frente a este proceso infeccioso, en otras ocasiones el organismo es capaz de detener la progresión de la infección y lo hace colectando el pus para evitar la progresión de la infección, caso en el cual se formará un absceso, tema del presente trabajo, el cual constituye una victoria retardada del cuerpo, en el cual los microbios están limitados, y hay una lucha constante con nuestras barreras defensivas para evitar la progresión o resolver este proceso infeccioso. BIBLIOGRAFÍA: Patología Quirúrgica de Cabeza y Cuello. Alfredo Hoffmann, Universidad de Concepción, 1993. Contemporary Oral And Maxilofacial Surgery. Ellis & Peterson. Endodoncia. Ingle,John Ide. Cuarta Edición. Tratamiento de los Conductos Radiculares. Leonardo – Leal. 2º edición. Editorial Médica Mediterránea. Diccionario Médico Teide. Apuntes Cirugía Oral. Universidad de Chile, 2001 http://pcs.adam.com/ency/article/ http://www.odontocat.com/altpatperia/ http://www.tuotromedico.com/odontologia/drenages-gingivales