LA ESCUELA FRENTE ALOS CAMBIOS DEL CONTEXTO FAMILIAR Y SOCIAL Autor Beatriz Nachman Educadora y Psicoanalista. Posgrado en Familia y Pareja en Psiconálisis. Consultora de Instituciones Educativas. Cointegrante del Equipo de Investigación sobre “Agresión y Violencia en la Escuela”, Una articulación posible entre Psicoanalistas y Educadores, Premio Bleger de la APA. Directora del Programa de Formación de Recursos Humanos para el Trabajo con Familias en la Escuela (1995-96). Directora del Programa de atención a las escuelas durante la crisis 2002-04. Artículo presentado en… Encuentro Escuelas por el Cambio 2004. Fundación Compromiso 7 y 8 de Noviembre de 2004. UADE, Buenos Aires. En síntesis: Es necesario reflexionar sobre los efectos en las escuelas en cuanto organizaciones que deben cumplir dos funciones interrelacionadas: enseñar y proveer sostén afectivo a sus educandos. Dicho sostén es requerido para que los alumnos puedan aprender y desarrollarse integralmente como personas con capacidad de amar y trabajar. En este trabajo voy a exponer algunas de las transformaciones que han ocurrido en las escuelas, no sólo en la Argentina, como consecuencia de los cambios que se produjeron tanto en lo social como en la familia. Esto hace necesario reflexionar sobre los efectos en las escuelas en cuanto organizaciones que deben cumplir dos funciones interrelacionadas: enseñar y proveer sostén afectivo a sus educandos. Dicho sostén es requerido para que los alumnos puedan aprender y desarrollarse integralmente como personas con capacidad de amar y trabajar. Amar se refiere aquí a la posibilidad de formar familia, convivir y trabajar cooperativamente, cuidar el mundo natural y social, respetar a otros seres humanos en sus diferencias, y colaborar con el enriquecimiento cultural de su país y de la humanidad. En segundo lugar me propongo compartir la experiencia hecha con 15 escuelas de la red escolar judía, al trabajar sobre los impactos que tuvieron estos cambios en el contexto social y familiar, sobre directores, docentes y alumnos, como consecuencia de la crisis que vivió la Argentina a partir del año 2000. Asisten a estas escuelas niños de diferente extracción socio-económica, tanto de clase media como de clase popular. Las familias de muchos de ellos fueron severamente afectadas por la crisis, quedando algunas en estado de indigencia. www.compromiso.org Cabe señalar que la escuela constituye un espejo de lo que ocurre en el contexto social y familiar, y por ello describiremos sus efectos y las problemáticas que tuvimos que abordar. Las escuelas veían a la familia nuclear como base, reflejando sus sentimientos y valores y negando todo aquello que no coincidiera con esta visión. Esperaban de ésta los comportamientos acordes. Se suponía que la familia nuclear proveyera al niño de todo lo que necesita, amor, sustento y cuidado, y por lo tanto los niños estarían en buenas condiciones físicas y psicológicas para adaptarse a las exigencias del marco escolar. David Elkind sostiene que los ideales que influyeron fuertemente la modernidad fueron el Racionalismo, el Humanismo, la Democracia, la Individualidad y el Romanticismo. La fe estaba puesta en el pensamiento y en la capacidad racional del sujeto. Inclusive las organizaciones eran vistas como “creaciones racionales”. Tres supuestos básicos fundamentaban la percepción moderna y la comprensión del mundo: a) la sociedad y los individuos se mueven hacia el progreso en forma gradual. b) el progreso se origina en el avance de la ciencia y la investigación que necesariamente serán beneficiosos. c) el pensamiento racional y creativo superará los límites sociales, naturales e históricos. Se creía en la regularidad y en la predictibilidad. Las grandes teorías de Darwin, Freud, Einstein y Marx se consideraban como revelaciones de leyes universales y regulares que gobernaban el mundo social y natural. Por otra parte, la familia de la modernidad era la familia nuclear. Se creía en la ingenuidad de los niños y en la necesidad de protegerlos y mantener las diferencias generacionales. La concepción de los lazos en la pareja es romántica y el amor y la capacidad de criar a los hijos nos es puesta en duda así como la habilidad de dar a los hijos lo que necesitan puede ser suplementada por información pero es guiada por la intuición. A partir de lo expuesto, la escuela fue construida con la noción de universalidad y regularidad. La concepción de Dewey ofrecía una teoría y una filosofía de la educación progresiva. Incluía la preocupación del aporte de la escuela para la salud y la calidad de la vida familiar y comunitaria. Promovía la aplicación de la investigación en ciencias sociales y psicología a la tarea de enseñanza. Creía firmemente en la democratización de la cultura. La población escolar se consideraba heterogénea. Las escuelas veían a la familia nuclear como base, reflejando sus sentimientos y valores y negando todo aquello que no coincidiera con esta visión. Esperaban de ésta los comportamientos acordes. Se suponía que la familia nuclear proveyera al niño de todo lo que necesita, amor, sustento y cuidado, y por lo tanto los niños www.compromiso.org estarían en buenas condiciones físicas y psicológicas para adaptarse a las exigencias del marco escolar. La escuela debía sostener las visiones de la modernidad. La familia postmoderna es permeable y asume diferentes formas: monoparental, transformada, con progenitores del mismo sexo. Los roles dentro de la misma son compartidos. Se enfatiza la autonomía de sus miembros que está volcada hacia el mundo externo. La base de la misma no es el amor romántico sino el amor consensuado. No hay límites claros entre el hogar y el trabajo, la vida pública y la privada. Las diferencias generacionales se han borrado. La revolución sexual no asocia necesariamente amor y sexualidad. Por su lado, la escuela postmoderna refleja las percepciones de la estructura de parentesco diferentes a las de la familia nuclear. Se tiene que hacer cargo de problemas derivados de la revolución sexual, como las alumnas embarazadas, de la prevención del sida, y problemas de otro tipo, como lo es la drogadicción. En la postmodernidad nos encontramos con que se le da más importancia al lenguaje en comparación con el pensamiento. El lenguaje refleja lo diferente porque esta enraizado en lo cultural, social y particular. Los temas son la diferencia y la irregularidad. Lo valorado es la peculiaridad. La familia postmoderna es permeable y asume diferentes formas: monoparental, transformada, con progenitores del mismo sexo. Los roles dentro de la misma son compartidos. Se enfatiza la autonomía de sus miembros que está volcada hacia el mundo externo. La base de la misma no es el amor romántico sino el amor consensuado. No hay límites claros entre el hogar y el trabajo, la vida pública y la privada. Las diferencias generacionales se han borrado. La revolución sexual no asocia necesariamente amor y sexualidad. La parentalidad es vista como un conjunto de técnicas adecuadas a aplicar en la crianza. Los niños deben ser competentes para entender y afrontar asuntos complejos tales como el divorcio, la familia transformada, etc. La niñez se considera una etapa desaparecida ya que los niños, a través de la televisión y la Internet, tienen acceso a la misma información que los adultos. Por su lado, la escuela postmoderna refleja las percepciones de la estructura de parentesco diferentes a las de la familia nuclear. Se tiene que hacer cargo de problemas derivados de la revolución sexual, como las alumnas embarazadas, de la prevención del sida, y problemas de otro tipo, como lo es la drogadicción. También debe responder al ideal de formar alumnos competentes y desarrollar la capacidad de competir, la cual depende, entre otras cosas, de desarrollar en ellos la autoestima. Todos estos cambios y transformaciones enunciadas más arriba se encuentran con una estructura escolar que se mantiene igual a la escuela de la modernidad, y por lo tanto se producen efectos psíquicos y cotidianos que afectan y obstaculizan la tarea de enseñar y aprender. Esto aparece claramente en la desorientación de los docentes, y en el sufrimiento que estos cambios les provocan manifestándose en sensaciones de impotencia. www.compromiso.org La incidencia de la crisis del 2000 vivida por la argentina, hicieron más difícil, y al mismo tiempo más necesario, acompañar y sostener a las escuelas a través de un programa destinado a tal fin. La crisis generó situaciones de desamparo por la pérdida de trabajo, descomposición familiar, caída de las figuras parentales, incapacidad de contener a los hijos y situaciones de violencia que se trasladaban al marco escolar. Todas estas reacciones que se asemejan a estados mentales primitivos resultaban en pérdida de creatividad, disminución en la capacidad de colaborar, dificultad en la percepción de la realidad. Había disminución en la capacidad de aprender de la experiencia y era difícil unirse en las diferencias y estar conectad en forma realista con tareas complejas. La crisis generó situaciones de desamparo por la pérdida de trabajo, descomposición familiar, caída de las figuras parentales, incapacidad de contener a los hijos y situaciones de violencia que se trasladaban al marco escolar. La ansiedad producida por la vulnerabilidad que afectaba a todos los actores, y la sensación de precariedad que percibían hacía difícil cumplir un rol de sostén de los alumnos. Los efectos visibles de dicha ansiedad se manifestaban en niveles altos de fragmentación en las organizaciones escolares, acciones superpuestas y contradictorias entre sí, actuaciones impulsivas, inculpaciones, idealizaciones, sentimientos persecutorios, ideas salvadoras y desmentidas de la realidad. Todas estas reacciones que se asemejan a estados mentales primitivos resultaban en pérdida de creatividad, disminución en la capacidad de colaborar, dificultad en la percepción de la realidad. Había disminución en la capacidad de aprender de la experiencia y era difícil unirse en las diferencias y estar conectad en forma realista con tareas complejas. La escuela puede tener capacidad o no de contener estos procesos. En caso que la tenga, estas defensas primitivas pueden transformarse en defensas útiles. La naturaleza de la tarea de enseñanza ya en sí misma, es productora de intercambios emocionales intensos, ya sea de protección amorosa, agresión, rivalidad, ansias de ejercicio del poder, afrentas narcisistas. En situaciones de crisis, estas transacciones emocionales incrementan su intensidad. Cuando hay situaciones de crisis los sentimientos de impotencia u omnipotencia aumentan y la situación se torna muy exigente. Las respuestas habitualmente usadas no son útiles porque cambiaron las preguntas. Todo ello requiere espacios que sostenga el dolor psíquico y permita elaborar el duelo de la escuela que ya no hay, por las pérdidas causadas por la crisis argentina y por la caída de los ideales de la modernidad. Todo esto origina sentimientos de rabia y frustración. Si estos duelos no son elaborados queda afectada la capacidad de pensar. www.compromiso.org En las escuelas que fueron atendidas en el programa al que hice referencia, la crisis puso en primer plano la urgencia de necesidades básicas no satisfechas y las ansiedades concomitantes. El presente era más fuerte que la capacidad de proyectarse e investir un futuro. Los padres son más vulnerables como figuras de sostén psíquico y por su propia fragilidad demandan y esperan sostén de la escuela. El Programa se orientó hacia el apuntalamiento relacional a fin de evitar que pobreza sea sinónimo de marginación y exclusión. Se trabajó con las familias, se dio espacio de entrevistas individuales y actividades grupales. Rescatar a través de la contención la posibilidad de pensar. Generar espacios en los cuales la complejidad de los problemas junto a su carga emocional tengan lugar de elaboración y reflexión, posibilita su solución de parte de aquellos que los tienen que afrontar. Promover contextos interaccionales apreciando el producto colectivo de los intercambios requiere que las personas estén dispuestas a mostrar en público su vulnerabilidad al no tener respuesta para diferentes situaciones. Esto conduce a renunciar a la autoidealización y aceptar la propia ignorancia, sostener el no saber, mantener las preguntas abiertas y tolerar la incertidumbre. Lo importante de este punto de vista es la conciencia de la necesidad de apoyarse en el conocimiento e integrar experiencias emocionales que movilizan defensas sociales ante la ansiedad. Esto permite que la gente piense junta y busque tomar decisiones interdisciplinariamente con los aportes de distintos saberes y perspectivas, y por lo tanto se enriquece la calidad de las decisiones. Suele ocurrir que frente a la ansiedad que produce el contexto se genere una tendencia a ignorar su fuerza. En las escuelas que fueron atendidas en el programa al que hice referencia, la crisis puso en primer plano la urgencia de necesidades básicas no satisfechas y las ansiedades concomitantes. El presente era más fuerte que la capacidad de proyectarse e investir un futuro. Los padres son más vulnerables como figuras de sostén psíquico y por su propia fragilidad demandan y esperan sostén de la escuela. El Programa se orientó hacia el apuntalamiento relacional a fin de evitar que pobreza sea sinónimo de marginación y exclusión. Se trabajó con las familias, se dio espacio de entrevistas individuales y actividades grupales. Este apuntalamiento posibilitaba una mayor capacidad de sostén para sus hijos. En las entrevistas y las actividades con familia se buscaba compatibilizar valores y actitudes en relación a la crianza de los niños a fin de evitar contradicciones entre la escuela y la familia. En los casos que se detectaba riesgo psíquico, se ofertaba ayuda terapéutica. Con la dirección y los docentes se generaron espacios para modificar percepciones, revisar prácticas y actitudes, así como trabajar sobre la elaboración emocional, promover la reflexión que posibilitara la solución de los problemas con alumnos, entre alumnos, www.compromiso.org Cuando la escuela logra sostener la esperanza y los ideales y contener la desilusión favorece el desarrollo de sus integrantes, profesionales y alumnos. Para ello es necesario favorecer una cultura de participación de la familia y no de exclusión. Esto promueve el involucramiento, y por ende la responsabilidad compartida. Este vínculo es una construcción y no un hecho dado. Un “entre” escuela y familia. Espacio de reflexión: 1-¿Cuál era el concepto de familia y escuela en la modernidad? 2- ¿Cuál es el concepto de familia y escuela en la posmodernidad? 3- ¿Cuáles son las brechas conceptuales entre un período y otro? entre familias entre sí y de familias con la escuela. Se diseñaron actividades con los chicos sobre el imaginario “pobreza” a fin de trabajar sobre fricciones y prejuicios que se ocasionaban entre los alumnos. Se trabajó sobre el desarrollo de la resiliencia. Se creó un grupo de estudiantes universitarios voluntarios que tenía la función de acompañar a los niños y sus familias con el fin de ofrecer sostén psíquico, acompañarlos en los deberes escolares, y contenerlos. Frente a los conflictos que se producían con las familias por dificultades de conducta de algunos niños y la falta de cooperación de sus familias para resolverlos, implementamos un modelo de reunión conjunta de dirección-docente-familia y alumno para buscar la solución a la situación creada, trabajando sobre la calidad de las interacciones y sus efectos, y posibilitando sus modificaciones entre todos los participantes. Cuando la escuela logra sostener la esperanza y los ideales y contener la desilusión favorece el desarrollo de sus integrantes, profesionales y alumnos. Para ello es necesario favorecer una cultura de participación de la familia y no de exclusión. Esto promueve el involucramiento, y por ende la responsabilidad compartida. Este vínculo es una construcción y no un hecho dado. Un “entre” escuela y familia. Espacio de Intercambio: ¿Qué fenómenos se producen en su escuela como consecuencia del cambio de concepción de la familia? ¿ Qué cambios ha tenido que enfrentar su escuela y el personal directivo, docente y no para afrontar este desafío? @ Escribanos a [email protected] Estamos esperando su opinión www.compromiso.org