May 30, 2014
QUIEN DICE QUE NO PUEDO MENTIR?
WHO SAYS I CANNOT TELL A LIE?
Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo;(1) porque somos
miembros los unos de los otros. Efesios 4:25
La revista Times sostiene que en la actualidad todo el mundo miente. Esta realidad causaría
el escándalo y decepción de nuestros antepasados.”
En una reciente encuesta se demuestra que la mitad de los encuestados admitieron
que son menos honestos hoy que hace diez años. Si bien es cierto que la mayoría de la
gente en la actualidad todavía cree que es importante mantener la honestidad entre los
miembros de la familia y con amigos cercanos, el porcentaje disminuye radicalmente cuando
se trata de aplicar este mismo estándar con el mundo que nos rodea.
Acaso la mentira se ha convertido en algo aceptable hoy en día? En primer lugar, a la
mentira ya no se le llama por su nombre. El término preferido es “mala información,” lo cual
suena más aceptable en la sociedad actual. La actitud que prevalece actualmente es: Si
puedes salirte con la tuya, hazlo de cualquier manera.
Esta actitud se aplica a casi cada aspecto de la vida. Aquellos que para conseguir un
trabajo manipulan sus hojas de vida de modo que aparezcan más atractivas y así dar la
impresión que se encuentran mejor calificados de lo que realmente son. Los estudiantes no
sienten ningún remordimiento al copiar en los exámenes. Los esposos no dicen a sus esposas
lo que hacen mientras están en un viaje de negocios. Los maestros de la mentira son sus
propios padres, políticos, personalidades de la televisión y deportes, nuestros héroes o
heroínas, aun nuestros sacerdotes y pastores.
Existe un “creciente cinismo y refinamiento en nuestra sociedad en cuanto a la mentira,
un sentido de que todas las cosas son relativas y que nada es del todo correcto o incorrecto,”
dice Jody Powell, una observadora que ha estudiado los cambios de la vida actual.
Es hora de volvernos a los absolutos que han mantenido a nuestra sociedad unida y
aprender a decir la verdad sin importar cuán dolorosa sea. No importa lo que la sociedad
acepta y practica, lo que Dios demanda no ha cambiado: Decir la verdad!
Lectura basada: Salmos 52: 1-15
The preceding material was written and produced by Dr. Harold J. Sala. All rights reserved. Reproduction for sale or
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