MSJ teatro Medusa: La dimensión trágica de la delación Javier Ibacache V. Crítico de teatro A partir de la convivencia forzada de tres informantes que prestaron colaboración en la DINA, Ximena Carrera elabora un texto pulcro y de gran contundencia que equipara la criatura del mito griego con el sino de Luz Arce, Marcia Merino (la Flaca Alejandra) y María Alicia Uribe. La puesta en escena —que incomoda a quienes buscan un teatro complaciente— es uno de los estrenos más relevantes del primer semestre, gracias a la dirección despojada de efectismos de Sebastián Vila que se apoya en la alta calidad actoral del elenco. 50 178 L a mitología griega atribuía a la Medusa la capacidad de petrificar y dar muerte a sus víctimas con solo mirarlas. En ella se enconaba el resentimiento de un destino no elegido. Alguna vez había sido una bella mujer, pero tras ser seducida por Poseidón y yacer con él en el templo de Atenea, padecía el castigo de los mortales que osaban transgredir su naturaleza. Se arrastraba por el mundo subterráneo, exhibiendo la forma aterrorizadora que le daba una cabellera de serpientes y con sus ojos penetrantes fulminaba a los hombres que se le acercaban. En la nueva obra que ha montado junto a la compañía La Trompeta, la dramaturga y actriz Ximena Carrera (Jemmy Button, Naturaleza muerta, Por encargo del olvido) emplea esta figura como alegoría del rol que cumplieran tres colaboradoras de los servicios de seguridad del régimen de Pinochet durante los ’70: Luz Arce, Marcia Merino (la Flaca Alejandra) y María Alicia Uribe, comisionadas para reconocer e identificar a los militantes que luego habrían de ser detenidos y violentados. MAYO 2010 Una década junto a La Trompeta Ximena Carrera tiene 38 años. Estudió actuación teatral en la Universidad Católica y desde 1994 se ha desarrollado como actriz, docente y dramaturga. En 1997 formó la compañía La Trompeta junto a Sebastián Vila. Con el grupo ha montado El auriga Tristán Cardenilla, de Alfonso Alcalde; Antes de la lluvia, de Sergi Belbel; Por encargo del olvido, creación colectiva; Café (obra ganadora del Primer Premio del Concurso Literario Gabriela Mistral 2000); DFL2 (seleccionada en la 2ª Muestra Off Dramaturgia Nacional) y Naturaleza muerta, las tres últimas de su autoría. En 2004 participó como actriz en la obra Grita, escrita y dirigida por Marcelo Leonart. A partir de 2006 realizó estudios de profundización de dramaturgia y actuación en Buenos Aires, donde fue alumna de Mauricio Kartun, Ricardo Monti, Juan Carlos Gené y Verónica Oddó. En 2007 ganó una beca Iberescena para la escritura de Medusa. Investigaciones periodísticas y testimonios recogidos en algunas publicaciones (como Mi verdad, de M. Merino, y El infierno, de Luz Arce) le han servido a la autora de punto de arranque para escribir un texto pulcro y de gran contundencia, con la capacidad de incomodar (si no de petrificar) a quienes asisten al teatro esperando complacencia. La obra recrea un hecho verídico. Las informantes —detenidas y torturadas por la DINA antes de transformarse en colaboradoras— han sido trasladadas a un departamento de Santiago que comparten en un clima de permanente crispación. Las culpas individuales se mezclan en el lugar con la desconfianza mutua y la paranoia de la delación. De acuerdo a reportes de entonces, la convivencia tuvo lugar en las Torres San Borja, dato que en la obra se relativiza junto con los nombres de los personajes para examinar el tormentoso y ambivalente psiquismo del trío y elucubrar con las motivaciones que les condujeron a traicionar y entregar a sus compañeros de militancia. Mientras Carmen (Nona Fernández) se muestra preocupada de la protección de su hijo y Nina (Ximena Carrera) de la suerte que correrán sus padres, Mariana (Carmina Riego) intenta frustradamente revestir el suplicio interno con una omnipotencia que no la aparta del delirio. La situación avanza entre las instrucciones que reciben para cumplir nuevas misiones, las tácticas para no ser reconocidas cuando salen a la calle y la posibilidad de dejarlo todo y huir. DIÁLOGOS PUNZANTES Y FINAL ABIERTO El texto desviste los pliegues en conflicto mediante diálogos punzantes en la mejor tradición del realismo psicológico —que permiten bucear en las sospechas y en la precaria estabilidad de las tres mujeres— y sigue una progresión dramática de final abierto, con algunos elementos del thriller. MAYO 2010 La dirección de Sebastián Vila (Pedro de Valdivia, la gesta inconclusa, Naturaleza muerta) le otorga un tratamiento cuidadoso al material y lo potencia con una puesta libre de efectismos. Una lámpara, un sofá, un teléfono, una alfombra, una puerta y tres sillas le sirven para generar la atmósfera de opacidad y reclusión que se enfatiza con la luz cruda de una ampolleta que pende sobre la escena. A cambio, se apoya en las actuaciones del trío de intérpretes que añaden a su oficio una escrupulosa definición de roles que no descuida detalles. Carmina Riego se enfoca en la tensión interna y trabaja el delirio de su personaje a partir de cierta extrañeza emotiva; Nona Fernández se conduce por una delicada curva de contención de la crisis, siempre en el límite de la enajenación, y Ximena Carrera dibuja con meticulosa precisión física y un apropiado registro vocal las contradicciones que están a punto de encabritarse. El alto nivel actoral y la calidad de los diálogos —que transitan sagazmente de las argumentaciones a las culpas— permiten aproximarse desde otro lugar a quienes fueron informantes y cómplices de las prácticas de detención y tortura durante el régimen militar. Esta arista contraviene los lugares comunes y los muestra como personajes desolados, a la deriva de la historia, sin sustento ético, arrasados por la traición a sí mismos que les condena a una supervivencia precaria. Tal dimensión trágica equipara a Medusa con Grita, de Marcelo Leonart, La mirada oscura, de Jorge Díaz, y Provincia señalada, de Rodrigo Pérez, en el interés por revisitar la historia y desenmarañar el espacio de los victimarios. De paso, ubica a Ximena Carrera en la primera línea de las autoras que otorgan aplomo a la dramaturgia esta temporada. MSJ Medusa./ Sala Lastarria 90 / De jueves a sábado a las 21.30 horas. $3.000 y $2.000. Hasta el 1° de mayo / Sala Sidarte (E. Pinto Lagarrigue 131) / Jueves a sábado a las 21.00 horas. $5.000 y $3.000. Desde el 6 de mayo hasta el 5 de julio. 179 51