1 Santo Domingo, D.N. República Dominicana Jueves 21 de febrero 2013 A L.:G.:D.:G.:A.:D.:U.: Logia en Instancia Caballeros de la Patria Rito Escocés Antiguo y Aceptado Regularmente constituida al Oriente de República Dominicana bajo dispensa y auspicios de la Muy Respetable Gran Logia de la República Dominicana, Inc. LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD SALUD, FUERZA, UNIÓN “AÑO MASÓNICO DEL BICENTENARIO DEL NACIMIENTO DE JUAN PABLO DUARTE” Trazado de Arquitectura: Participación de la Masonería en la Independencia de la República. Tenida Solemne Patriótica para celebrar el Centésimo Sexagésimo Noveno Aniversario de la Independencia Nacional y en Homenaje a la Bandera 2 Celebramos este mes de la Patria, entre otros el Día de la Bandera Dominicana que, al igual que la República misma, concebida por el insigne Pater Patriae General y Doctor Juan Pablo Duarte, Gran Maestro Post Mortem de la Masonería Simbólica y Soberano Gran Comendador Post Mortem de la Masonería Filosófica, se izó por primera vez el 27 de febrero de 1844. Damos, por ello, inicio a nuestro trazado con los bellos versos de 1895 del ilustre poeta Gastón Fernando Deligne: “Arriba el Pabellón”, que rezan: ¡Tercien armas!... ¡Como quiera! El acostumbrado estruendo Ello es que el sol va saliendo Y hay que enhestar la bandera. Enfilando pelotón De la guardia somnolienta Al pie del asta presenta Arbitraria formación. Y hechas a las dos auroras En que cielo y Patria están Pasan de largo a su afán Las gentes madrugadoras Ni ven el sol de la raza Cuyos colores lozanos Tremulan entre las manos Del ayudante de la plaza. Ni del lienzo nacional Fijo ya en delgada driza Recuerda que simboliza 3 Toda una historia inmortal. Pues cada matiz encierra Lo que hicieron los mayores Por el bien y los honores Y el rescate de la tierra. El rojo de su gloriosa Decisión dice al oído, Soy – dice – el laurel teñido Con su sangre generosa. Es el azul de su anhelo Progresista clara enseña Color con que el alma sueña Cuando sueña con el cielo. El blanco póstumo amor A sus entrañas se aferra Dar por corona a la guerra El olivo redentor. ¡Presenten armas!… ya ondea El Pabellón y se encumbra Bajo el sol que deslumbra Y el clarín que clamorea; Ladra un can del estridente Sonido sobresaltado Arde en aromas el prado Rompe en trinos el ambiente. ¡Qué linda en el tope estás Dominicana bandera! ¡Quién te viera, quién te viera Más arriba, mucho más! 4 La creación de una nación es el resultado de la voluntad de hombres que entienden juntos ser una entidad social, étnica, política, histórica, afectiva, jurídica, económica con personalidad colectiva propia. Esta convicción entraña una determinación tal, que puede lanzarles a la lucha sin dudar, aun poniendo en riesgo la vida. Los actores de tal culminación se comprenden a sí mismos iguales entre ellos, a la vez que distintos a otras naciones. La Historia de la Nación Dominicana, un pueblo que fue comprendiendo su naturaleza e identidad a consecuencia de las exigencias y el abandono en que la tenía sumergida el Imperio Español, empieza a gestarse en el siglo XVIII y desemboca en la proclamación de la Independencia Efímera por el masón José Núñez de Cáceres el 1ro. De diciembre de 1821. Núñez de Cáceres fue grado 18 de la Logia Filantropía. Todo según nos relata el también insigne masón Haim López-Penha en su “Historia de la Masonería en Santo Domingo”, publicado en 1956. Masones habían proclamado las independencias de virtualmente todos los países de América, y la llama que ardía en los espíritus de nuestros conciudadanos todavía nominalmente españoles, se encontraba a la altura de la de aquellos próceres de allende el mar, entre los cuales George Washington, Benito Juárez, Francisco de Miranda, Simón Bolívar, José de San Martín, Bernardo O’Higgins. Todos Francmasones. Pero quisieron las circunstancias que nuestra condición de media ínsula nos diera un vecino oponente ya entonces mejor preparado para las lides militares, que no vaciló en asaltarnos. Ya Toussaint L´Overture (en 1801) y el “Emperador” Jean Jacques Dessalines (en 1805), lo habían intentado con resultados fallidos. Mas, el aciago 1822, debido a que no teníamos preparación con qué oponernos a ello, entre otras cosas a consecuencia de la negativa internacional de apoyarnos, 5 especialmente denegación a ello por la Gran Colombia, nos invade el ejército haitiano de Jean Pierre Boyer y se materializa la cruel ocupación de 22 años. Y, como éste nos da prácticamente toda la relación entre nuestra historia y la masonería, todo cuanto citaremos a continuación fue investigado y expuesto por el excelso H.: López-Penha, cuyo retrato adorna la galería de pasados Soberanos Grandes Comendadores del Supremo Consejo del Grado 33: “En el año de 1838, emprendió la obra de crear la República Dominicana el Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, miembro de la Logia Constante Unión No. 8”. “Él reunió otros espíritus asociados a su ideal y formularon las bases de su magna empresa y con el nombre de Trinitarios pasaron con él al templo de la inmortalidad y de la fama, los hermanos Juan Nepomuceno Ravelo; Felipe B. Alfau; Joaquín Gómez Grateró y Nicolás Henríquez”. “En 1843 organiza Duarte una reunión de los diferentes grupos que laboraban por el ideal separatista; ésta tuvo lugar en la casa del masón grado 33, José Diez, tío de Duarte, con la ayuda y asistencia de los masones Pedro Valverde y Lara; Norberto Linares; José Ma. Leyba; José Ml. Machado y Gabriel José de Luna”. “La Trinitaria, asociación Patriótica, matriz de la libertad del Pueblo Dominicano, creada y presidida por Juan Pablo Duarte, era de naturaleza masónica”. “Organizada en grupos de tres individuos, se reconocían sus miembros entre sí por palabras, nombres, signos y tocamientos secretos”. “Juan Pablo Duarte fue masón por excelencia, porque el ideal supremo de su vida fue el de la Libertad”. 6 “Presentamos el glorioso ejemplo de tan insigne masón como justificación de la existencia de la Orden masónica en la República Dominicana”. “Veamos cual fue la espléndida cosecha que obtuvo su obra de siembra conjuntamente con sus compañeros Trinitarios”. “No hay un solo hecho heroico, histórico en relación con la Independencia y la Restauración de nuestra patria en el cual no figuren como autores principales los masones”. “El 16 de enero de 1844 lanzaron los patriotas dominicanos un manifiesto, exponiendo las causas del movimiento separatista”. “Este documento histórico fue redactado y firmado por el masón Tomás Bobadilla y Briones quien fue luego Soberano Gran comendador del Supremo Consejo del Grado 33 para la República Dominicana y primer Gran Maestro de la Gran Logia Nacional”. “También suscriben el manifiesto los masones Juan Nepomuceno Ravelo; Juan Alejandro Acosta; Epifanio Billini; Manuel Dolores Galván; Fernando J. Gómez Grateró; Nicolás Henríquez; Miguel Lavastida Fernández; José Ma. Leyba; Gabriel José de Luna; Benito Alejandro Pérez; José Ma. Pérez Contreras; Eusebio Puello; Domingo Rodríguez y Pedro Valverde y Lara”. “La bandera de la República Dominicana fue ideada, según unos historiadores por el ilustre masón, padre de la Patria Juan Pablo Duarte, y según otros por el masón Juan Nepomuceno Ravelo”. “Jacinto de Castro, quien después fue presidente de la República, Soberano Gran Comendador del Grado 33; fundador de la Logia Cuna de América No. 2, y su Venerable Maestro, prestó desde Baní, útiles servicios a la causa separatista”. “El 27 de febrero del 1844 se da el grito de independencia en la Puerta de El Conde”. “En ese hecho glorioso tomaron parte estos diez y 7 seis masones: Pedro Valverde y Lara, Benito Alejandro Pérez, Juan Alejandro Acosta, Epifanio Billini, Valentín Delgado, Manuel Dolores Galván, Pedro Tomás Garrido y Matos, Fernando Joaquín Gómez Grateró, Miguel Lavastida y Fernández, Joaquín Montolío, Martín Puche, José Puello, Marcos Rojas, Lalot Ss. Marc., Juan Ciriaco y Norberto Linares”. “El 28 de Febrero de 1844, se hace cargo de la Fortaleza y Parque de Artillería de Santo Domingo en su calidad de Capitán y Ayudante Mayor el masón Juan Nepomuceno Ravelo”. “Nos referimos ahora a las famosas batallas que se libraron durante la Guerra de Independencia con especialidad a las de Azua, Las Carreras y Estrelleta”. “Las dos primeras las libró, y triunfó en ellas, el General Pedro Santana, quien fue después fundador del Supremo Consejo del Grado 33 para la República Dominicana”. “El glorioso hecho de armas de Estrelleta fue obra de un caballero Kadosh grado 30, el general José J. Puello”. “Fueron, además combatientes sobresalientes en las victoriosas y épicas jornadas éstos masones: Juan Everts, comandante de la Marina en patrullaje de las costas haitianas; Francisco Javier Abreu, delegado de la Junta Provisional Gubernativa ante el Gobernador Desgrottes para negociar, el 28 de febrero de 1844, la capitulación de los haitianos; Juan Alejandro Acosta, la noche del 27 de febrero tomó la Marina y defendió las márgenes del Ozama”. “En 1845 fue Comandante del Puerto, Antonio Abad Alfau, dos veces Vice-presidente de la República”. “Fueron combatientes en las siguientes batallas: Joaquín Alfau en Santomé; Coronel Juan Ciriaco Fafá, en Santomé, Cachimán, Estrelleta, El Número y las Carreras; José Ma. Pérez Contreras en Estrelleta y Santomé; Martín Puche, en Comendador, Estrelleta y 8 Santomé; Pedro Valverde y Lara en El Can; Eusebio Puello, en Santomé”. “El masón José Mateo Perdomo fue firmante de la primera constitución del Estado del 6 de noviembre de 1844”. “La Marina de Guerra Dominicana fue creada y comandada por el Almirante Juan Cambiaso, grado 33”. “Ingresó en la Armada y cooperó en ella otro masón grado 33: José Gabriel García, autor y padre de la Historia Nacional”. “En la Guerra de restauración fueron muchos los miembros de la orden Masónica que participaron en ella”. “Nos limitamos a marcar el nombre del principal líder militar de esa gloriosa y definitiva campaña, el General Gregorio Luperón, Grado 33 y Delegado del Supremo Consejo en el Distrito Masónico del Norte”. “Cuando y donde triunfa la libertad ella canta”. “En el caso del Pueblo Dominicano no podían ser otros, sino los masones, los inspirados compositores de su himno”. “La música del Himno Nacional la compuso el Caballero Kadosh, José Reyes, Venerable Maestro de la Logia Esperanza No. 9, en cuyo taller se tocó por primera vez ¡significativo hecho!” “La letra de nuestro bello canto fue obra del Maestro Masón Emilio Prud´homme, miembro de las Logias Cuna de América No. 2 y Restauración No. 11”. “En esta era sigue siendo la Masonería fiel a su actitud de ayer, enfoca su ideal y dedica su energía a servir a la Patria”. “Sus Cuerpos y Talleres Masónicos son escuelas de moral filosófica y de religiosidad, como manifestación del hambre de Dios, de su hija, el alma humana”. “He aquí un detalle, tan significativo, que ponemos de relieve para basar en el mismo las conclusiones de esta exposición: Cuando los 9 masones patriotas crean el escudo de la República, emplazan en su centro la Biblia”. “Ese escudo simboliza el Altar de la Patria”. “También es ley y uso en la Masonería que se coloquen las Santas Escrituras sobre sus altares”. “Os he presentado – nos dice López Penha – larga lista de hechos históricos, heroicos y trascendentales, piedras básicas sobre las cuales se fundamentó nuestra patria y se consolidó nuestra fe cristiana; así también he citado los nombres de los héroes y adalides que fueron sus autores, para llevar a vuestro convencimiento que esos hechos fueron los frutos de gloria de las semillas espirituales que sembró el masón Duarte al fundar la Trinitaria, matriz que dio a luz a la República Dominicana”. “Es evidente – finaliza el H. López-Penha-, por los datos anteriormente expuestos, que la Masonería Dominicana tiene en su favor el haber sido un factor decisivo en la creación de la Patria”. “La Masonería debe ser avara de ese patrimonio”. “Patria y Masonería deben ser una e inseparables en todos los tiempos, y para la consecución de ese fin, debe cultivarse el amor a la Patria en nuestros templos y deben enaltecerse las figura de nuestros próceres”. La Logia en Instancia Caballeros de la Patria, un día como hoy, no podía dejar de ofrecer a nuestros QQ.: HH.: este bello testimonio, fruto de la dedicación y el estudio del Hermano López-Penha, ya en Oriente Eterno, para que comprendamos lo ingente de la misión trans generacional que nos ha sido legada por los fundadores de la nacionalidad. Las Naciones tienen símbolos sacrosantos, por los cuales han dado sus vidas nobles dominicanos de menor y mayor capacidad, quienes, bien entendiendo la elevada filosofía que lo justifica, o bien sólo comprendiendo el valor de las ideas mediante su concreción en tales símbolos, siguieron a nuestros abanderados a las gloriosas arenas 10 donde, derramando su sangre, libraron las redentoras contiendes que expulsaron a todas y cada una de las Potencias Extranjeras que han tratado de ultrajar nuestro suelo Patrio. Hoy, día de la Bandera: ¡Adelante Masones de la República! Cumplamos nuestro deber ¡Veneremos nuestro tricolor cruzado lienzo! ¡Gloria a Juan Pablo Duarte! ¡Loor a Sánchez, Mella y Luperón! ¡Honor a todos los que lucharon por nuestra Soberanía Nacional y por la erradicación de las Tiranías que nos han avasallado sólo temporalmente! Pues como reza nuestra Oda a la Patria: … “Quisqueya será destruía; pero sierva de nuevo jamás…! ¡Viva nuestra enseña tricolor! ¡Viva la Patria! Es cuanto, Venerable Maestro. Recopilación: Augusto Manuel del Castillo Félix, P.:M.: Orador