F.J. PUCHALT; J.D. VILLALAÍN Artrosis traumática de los pies Resumen Se estudian los restos esqueléticos de dos pies, procedentes de la excavación arqueológica: Sant Pére 92, de la ciudad de Xátiva, encatrados en la tumba C. Se describen las lesiones y alteraciones encontradas, detectándose una artmsis bilateral poliarticular, de origen traumático, con fractura de falange y osteocondritis disecante. Se expone un posible mecanismo de producción de estas lesiones y de su bilateralidad. La artrosis es la consecuencia de la destrucción del cartílago articular. Este cartílago, que recubre las superficies de las articulaciones, es un tejido avascular por lo que su nutrición se realiza a partir de los líquidos y tejidos circundantes, siendo favorecida por los movimientos articulares fisiológicos. El deterioro articular es debido al paso de los años, por microtraumatismos repetidos a lo largo de múltiples movimientos y presiones ocasionados a lo largo de la vida, o por traumatismos debidos a fuerzas y presiones no fisiológicas o más grandes de lo normal. No hay pieza ósea móvil que no pueda padecer esta clase de sufrimiento degenerativo. La aparición de fenómenos artrósicos pluriarticulares sirve incluso como indicador de edad avanzada, en términos más bien generales, a la hora de efectuar un examen de restos esqueléticos humanos. Este proceso es más frecuente y llamativo en aquellas articulaciones que más se usan y más peso soportan, como las de las extremidades inferiores. Las consecuencias osteopatológicas de la artrosis son: La formación de rebordes óseos neoformados en los bordes articulares por metaplasia de las células cartilaginosas degeneradas, y la pérdida de lisura de la superficie ósea articular, con eburneación de la misma y formación de quites subcondrales. Sus consecuencias para el individuo que la padezca se traducen en importancia funcional articular, impidiendo el correcto juego articular que se hace doloroso y difícil, pudiendo, no obstante, pasar desapercibida bien por el escaso movimiento articular solicitado, bien por la lentitud de su establecimiento y compensación por otras articulaciones. En las artrosis de origen traumático, el dolor y la importancia funcional son la regla fija. 289 F.J. PUCHALT; J.D. VILLALAÍN MATERIAL Y PROCEDENCIA DE LAS PIEZAS ESTUDIADAS El material óseo, objeto de este estudio, procede de las excavaciones realizadas en la ciudad de Xátiva por su equipo de arqueólogos municipales, bajo el nombre de Sant Pére 92. Son originarias del cementerio situado alrededor de la iglesia de San Pedro, aflorado en las excavaciones antes citadas. Dada la situación del mismo, y a la espera de más datos, este cementerio parece ser de origen cristiano, y podemos situarlo en el tiempo con posterioridad a la conquista cristiana en la Edad Media y anterior, en líneas generales, al siglo XIX. Las piezas óseas estudiadas forman parte del esqueleto incompleto de dos pies, faltando casi todas las falanges. Se hallaron en la tumba C, ocupada por un esqueleto entero. En el extremo Este de la tumba se encontró el esqueleto correspondiente a estos dos pies que, por su ubicación y posición, es lo único que queda de otra inhumación. DESCRIPCIÓN DE LAS PIEZAS Y DE SUS ALTERACIONES Lo primero que llama la atención en el estudio de estas piezas es el astrálago derecho. Esta pieza posee en su polo posterior, y arrancando del borde articular con el calcáneo, un osteofito de grandes proporciones, siendo su longitud de 18 mm, y su anchura máxima de 23 mm. Su trayectoria es horizontal y hacia atrás. (Fig.l). El calcáneo derecho presenta en su parte posterior y superior, una pseudocarilla articular que encaja con el Fig.1. 290 Fig. 2. osteofito gigante posterior del astrálago. Las carillas articulares del calcáneo con el astrálago presentan una superficie granulosa, poco lisa y alterada en su morfología, (Fig. 2). En ambos calcáneos la superficie articular con el cuboides tiene un claro reborde osteofítico, bastante más acusado en el calcáneo derecho. Tanto el escafoides derecho como el izquierdo presentan un fino reborde óseo, osteofítico, en su cara articular con el astrálago, presente en todo su contorno, pero de forma muy discreta. Los dos huesos cuboideos tampoco se escapan a los signos típicos artrósicos, presentando una superficie articular afacetada y de aspecto pulimentado en las zonas correspondientes a la articulación con el cuarto y quinto metatarsiano, cada una con faceta superior e inferior, apreciándose más este proceso en la pieza correspondiente al lado derecho. Las bases de los metatarsianos cuarto y quinto de ambos lados, presentan una superficie articular muy pulida y brillante, con pequeños orificios y con reborde osteofítico visible. La superficie articular está afacetada, con una carilla inferior y otra superior, correspondientes a las facetas observadas en los cuboides. La superficie anterior de la pieza ósea correspondiente a la tercera cuña del pie derecho presenta en su capa vítrea una fisura horizontal que recorre toda su anchura, (Fig. 3). Otras dos lesiones hay que destacar en las piezas esqueléticas estudiadas, de índole patológica. Una de ellas corresponde a un orificio observado en la base del primer metatarsiano del pie izquierdo, de 4 mm. de alto y 8 mm. de ancho, en el que se observa hueso tra- ARTROSIS TRAUMÁTICA EN LOS PIES caneo, y después por las cabezas de los metatarsianos desde el quinto, en primer lugar, al primero. Toda esta serie de movimientos exige una clara integridad anatómica y funcional, ya que el mecanismo de la marcha y de la estática descarga las fuerzas originadas de una manera alternativa sobre los dos pies, en el caso de la marcha, o los reparte sobre ellos dos en el caso de la estática. Una alteración, del tipo que sea, de una articulación repercute en las articulaciones del mismo pie y en las del otro. Vistas las alteraciones observadas y la integridad del calcáneo y astrálago de ambos pies, podemos intentar una hipotética reconstrucción del traumatismo Fig. 3. sufrido. Una caída, luxación del tobillo o fractura de la porción inferior de tibia o peroné, del lado derecho, originaría una lesión del reborde becular en su interior, correspondiendo a una cartilaginoso de la carilla articular del astrálago con osteocondritis disecante (Fig. 4, porción superior). el calcáneo, en su porción más posterior. Esta lesión Corresponde a la fase de osteo-condro-necrosis en provocaría una metaplasia celular cartilaginosa que exposición, del Prof. Dastugue. dio lugar a la formación del osteofito posterior del La otra lesión es una fractura diafisaria de la astrálago derecho, que se labraría una carilla primera falange de uno de los dedos del pie pseudoarticular en el calcáneo inmediatamente derecho. El grado de deterioro y la falta de piezas inferior. restantes impide definir con exactitud el dedo a que pertenece. (Fig. 4, porción inferior). No se observan trazos de fractura, ni falta de integridad ósea ni en ambos calcáneos ni en los astrálagos. DIAGNOSTICO Artrosis poliarticular de ambos pies, de origen traumático, osteocondritis disecante de la base del primer metatarsiano del pie izquierdo, fractura de primera falange de uno de los dedos del pie derecho, y fisura de la cara anterior de la tercera cuña del pie derecho. DISCUSIÓN En carga el peso del cuerpo se trasmite por el astrálago y se distribuye en dos direcciones opuestas: Hacia atrás, hacia el calcáneo, y hacia adelante, hacia las columnas internas y externas del antepie. La estabilidad de la cadena articular está asegurada por ligamentos, músculos y aponeurosis plantar. Esto en lo referente a la carga en estática. En la marcha, en la carrera o el salto, las presiones son transmitidas al suelo desde el astrálago por el cal- 291 Fig. 4. La distribución de las fuerzas originarias del traumatismo originó la desestructuración de las caras articulares del calcáneo con el astrágalo derechos. Estas fuerzas serian también las responsables, por su trasmisión hacia delante, de la fisura observada en la tercera cuña del pie derecho, por sobrecarga ante una lesión en el conjunto articular de este pie, y de la fractura de la falange. El daño funcional repercutiría en las demás articulaciones del pie derecho, deteriorando los cartílagos articulares y produciendo un F.J. PUCHALT; J.D. VILLALAIN derrumbe del arco plantar externo, cosa que señalan bien la existencia de facetas articulares superiores e inferiores de los cuarto y quinto metatarsianos y del cuboides que articula con ellos. La existencia de una lesión de osteocondritis podría achacarse a un mecanismo de sobrecarga funcional. El Prof. J. Dastugue afirma su origen vascular, pudiendo afectar a articulaciones no caracterizadas por su carga funcional. Aquí, en esta lesión, puede darse ambas cosas: Lesión vascular por sobrecarga funcional. Esta sobrecarga funcional, tanto en la estática como en la marcha, vendría dada por la unión funcional entre ambos pies en la biomecánica de la bipedestación. Esta unión sería la responsable del daño artrósico bien observado en las piezas del pie izquierdo y de la osteocondritis observada en el mismo, y ya descrita anteriormente. 292 BIBLIOGRAFÍA BROTHWELL, D.; 1965: Digging up bones. London. British Museum (Natural History). CLAUSTRE, J. Y SIMÓN, L.: Arthrose du pied. Encycl. Med. Chir. Paris. Appareil locomoteur, 14114, A-10, 4. DASTUGUE, J. Y GERVAIS, V.; 1992: Paleopathologie du squelette humain. Ed. Boubee. Paris. GOLDSTEIN, M.S.; 1980: La paleopatología de los restos óseos humanos. En: Ciencia en Arqueología. Brothwell, D. et Higgs, E.; editores. Fondos de Cultura Económica, Barcelona. ORTNER, DJ. Y PUTSCHAR, W.; 1985: Identification of pathological conditions in human skeletal remains. Smithsonian Insti-tution Press. Washington. SUROS, J.; 1976: Semiología Médica y Técnica Exploratoria. Salvat. Barcelona. STEINBOCK, T.; 1976: Paleopathological diagnosis and interpretation. Ed. Ch. C. Thomas. Springfield. 111.