Roj: SAP MA 1690/1998 - ECLI:ES:APMA:1998:1690 Id Cendoj: 29067370021998100336 Órgano: Audiencia Provincial Sede: Málaga Sección: 2 Nº de Recurso: 446/1998 Nº de Resolución: 125/1998 Procedimiento: PENAL - APELACION DE JUICIO DE FALTAS Ponente: CARLOS PRIETO MACIAS Tipo de Resolución: Sentencia AUDIENCIA PROVINCIAL DE MÁLAGA SECCIÓN SEGUNDA JUZGADO DE INSTRUCCIÓN NÚMERO SIETE DE MÁLAGA. AUTOS DE JUICIO DE FALTAS NÚMERO 479/97. ROLLO DE APELACIÓN NÚMERO 446/98. SENTENCIA NÚM. 125 En la Ciudad de Málaga, a veintidós de abril de mil novecientos noventa y ocho. Vistos, en grado de apelación, por la Sección 2ª de esta Audiencia Provincial, constituida por un solo Magistrado, el Iltmo. Sr. D. Carlos Prieto Macías, los Autos de Juicio Verbal de Faltas número 479/97, del Juzgado de Instrucción número Siete de Málaga, seguidos para el enjuiciamiento de faltas de Lesiones. Figuran en el rollo, como apelantes, los condenados, Clemente y Carlos Alberto , defendidos por el Letrado, D.Salvador F. Morales Navarro; y, como apelada, Guadalupe , representada por el Procurador de los Tribunales, D.Rafael Rosa Cañadas. Ha sido parte el Ministerio Fiscal en la representación que por la Ley le está conferida. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- Que, con fecha a 26 de Diciembre de 1.997, el Juzgado de Instrucción número Siete de Málaga dictó sentencia en las presentes actuaciones, estableciendo el siguiente relato de hechos probados: "Sobre las 23'30 horas del día 7 de Junio de 1.997 Clemente y Carlos Alberto se dirigieron en compañía de sus hermanos y padres, al Pub "Saida" sito en la C/Maestro Pablo Luna, local 17 de Málaga, con la finalidad de que la madre llamada Guadalupe , y hermana, llamada Antonieta , de su antiguo socio del Pub llamado Miguel Ángel , que se encontraba en la cárcel por un asunto relacionado con el tráfico ilegal de drogas, le hicieran comprender a este último la conveniencia de que no les implicara en dicho asunto, llegando a discutir con las mismas por dicho tema y a agredir a Guadalupe , quien sufrió unas lesiones para cuya sanidad precisó de asistencia facultativa, tardando en curar de las mismas 37 días, 20 de los cuales estuvo impedida para sus ocupaciones habituales. ", al que correspondió el fallo que a continuación transcribo: "Absuelvo a Guadalupe y Antonieta de la falta de LESIONES por la que venían siendo acusadas, y, condeno a Clemente y Carlos Alberto como responsable criminal en concepto de autor de una falta de LESIONES a la pena de 1 (UNO) MES de MULTA, con una CUOTA DIARIA de 1.000 (MIL) pesetas, a cada uno de ellos, y una responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias no satisfechas, condenándole al pago de las costas procesales. Por vía de responsabilidad civil indemnizarán conjunta y solidariamente a Guadalupe en la cantidad de 60.000 ptas por sus lesiones, a razón de 3.000 ptas por cada uno de los 20 días que estuvo impedida para sus ocupaciones habituales. Dicha multa deberá abonarse por el condenado, una vez firme la presente resolución judicial, en el plazo de los 5 (CINCO) días siguientes al del requerimiento de pago que se le efectúe.". SEGUNDO.- Que la resolución citada fue recurrida en apelación por la representación procesal de los condenados, Clemente y Carlos Alberto , basándose sustancialmente en error en la valoración de la prueba, 1 por lo que interesaba se absolviera a sus patrocinados y se condenara a Guadalupe y Antonieta , en la forma interesada en la instancia. TERCERO.- Admitido a trámite el recurso de apelación referido, dentro del término de diez días concedido a las partes, se presentó escrito titulado de adhesión y de impugnación al recurso suscrito por la representación procesal de la denunciante-denunciada absuelta, Guadalupe , en el que interesaba la confirmación de la absolución propia y el incremento de la condena de los recurrentes principales y de las indemnizaciones fijadas en la sentencia en los términos ya interesados en la instancia. El escrito quedó unido a las actuaciones, que se elevaron a esta Sala, que quedó constituida exclusivamente con el Magistrado a quien por turno correspondió la resolución del recurso, en cuyo poder quedaron las actuaciones, para el dictado de la presente sentencia, ya que, previamente, había acordado prescindir de la celebración de vista, al estimarla innecesaria para la correcta formación de una convicción fundada. CUARTO.- En la sustanciación del recurso se han observado las prescripciones legales. Se acepta el relato de hechos probados de la sentencia de instancia. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- La aceptación de la narración histórica de la sentencia de instancia acabada de explicitar anticipa el rechazo de las pretensiones de los apelantes principales, pues a diario viene repitiendo esta Sala, haciéndose eco de la doctrina jurisprudencial, que el hecho de que un sentenciador dé más credibilidad a un testimonio que a otro u otros que se expresen en dirección contraria no vulnera el principio de igualdad, constitucionalmente reconocido, sino que es consustancial al principio de libre apreciación de la prueba por el juzgador, que, para este concreto procedimiento, tiene su expresión en el artículo 973 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal . Cierto es que, a diferencia de la casación, en la que -- sentencia de 29 de enero de 1.990 (referencia Aranzadi 526)-- el juicio probatorio sólo sera contrastable por vía de recurso en lo concerniente a las inducciones y deducciones por el Tribunal <<a quo>>, de acuerdo con los reglas de la lógica, los principios de la experiencia y de los conocimientos científicos, pero no en lo relativo a la credibilidad de los testimonios o declaraciones oídas por el juzgador, aquí, en el recurso de apelación, no existen tales limitaciones y esta alzada asume la plena jurisdicción sobre el caso, en idéntica situación que el juez <<a quo>> no sólo por lo que respecta a la subsunción de los hechos en la norma, sino también para la determinación de tales hechos a través de la valoración de la prueba. No obstante, es criterio de quien ahora resuelve el de respetar siempre las ventajas que supone la inmediación, en orden a una más acertada valoración, a menos que se acredite la existencia de un error en la valoración, lo que aquí no ha ocurrido. En esta exposición puede encontrarse respuesta a la desestimación del recurso articulado. Es al juzgador, pues, a quien la Ley - artículo 973 citado - confía la valoración de la prueba, sin que se adviertan razones para variar su apreciación, en el caso enjuiciado, máxime si tenemos en consideración que el Ministerio Fiscal, observador imparcial también de la actividad probatoria del plenario, llegó a la misma conclusión, lo que determina la desestimación del recurso articulado. En cuanto a la adhesión al recurso que formula la representación procesal de Guadalupe , se hace necesaria la siguiente puntualización: Las partes, según el artículo 976 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal , tienen el plazo de cinco días siguientes al de la notificación de la sentencia para recurrir en apelación, que habrá de contarse, como nos dice el artículo 212 de la misma norma, a partir del siguiente a aquél en que se practique la última notificación. Transcurrido tal término es el momento de pronunciarse sobre los recursos de apelación interpuestos, abriéndose entonces la fase siguiente, es decir la de impugnaciones o adhesiones, que ya no alteran el <<thema decidendi >>. El momento de efectuar nuevas peticiones ha precluido y los alegatos de las partes, en esta segunda fase, han de referirse forzosamente a las pretensiones oportunamente formuladas por los apelantes principales, bien adhiriéndose a ellas y defendiéndolas desde otras ópticas, bien impugnándolas con los mismos u otros argumentos. La adhesión a la apelación, según reiteradas sentencias del Tribunal Supremo -Sentencia de 11 de mayo de 1988 y Autos de 11 de noviembre de 1976, 3 de febrero de 1978 y 10 de julio de 1989 - tiene una significación diversa en el proceso civil que en el penal, pues en el ámbito de este último debe existir entre recurso y adhesión la más completa homogeneidad, no siendo acogible que, al socaire de una impugnación anterior, el que dice adherirse a ella agregue nuevos motivos de discrepancia con la resolución recurrida, ensanchando indebidamente así el << thema decidendi >>. En el mismo sentido enunciado se han pronunciado los informes fiscales reflejados en sentencias del Tribunal Constitucional 15/87, 53/1987, de 7 de mayo, 91/1987, de 3 de junio , dejando constancia de que la adhesión, en la apelación penal, debe tender exclusivamente a apoyar lo ya postulado por el recurrente, aunque sea por razones diferentes, pero dentro de la misma pretensión esgrimida, porque el apelante principal es quien fija el techo de la impugnación a efectos del principio acusatorio. Otro ejemplo de la misma doctrina lo constituye la 2 sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, de 9 de diciembre de 1992 , en ponencia del Excmo. Sr. Moner Muñoz, al decir, en el segundo de sus fundamentos de derecho: " La adhesión al recurso por quien no lo interpuso aunque se aleguen nuevos motivos se halla subordinada como lo exige su condiciòn de accesorio a la suerte de aquél, de manera que no le autoriza para aprovechar este momento procesal a fin de interponer un recurso completamente nuevo que no fue preparado con anterioridad, y sí simplemente apoyar lo postulado en le recurso principal al que se adhirió con nuevos argumentos. Es palmario, a la luz de la doctrina expuesta, que del contenido del escrito de adhesión formulado en el presente recurso sólo ha de analizarse la parte que se refiere a rebatir los argumentos del apelante principal, es decir, lo que es propiamente impugnación de la apelación, pero no aquéllo que debería haber sido formulado en tiempo oportuno, como recurso principal, es decir, la pretensión de que se incremente la condena dictada. SEGUNDO.- Que, pese a ser desestimatoria la resolución de los recursos, no se advierte temeridad en su interposición, por lo que procede declarar de oficio las costas causadas en su tramitación, tal como posibilita el número 1º del artículo 240 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal . Vistos los preceptos citados; los artículos 142, 145, 146, 147, 149, 741, 795, 796 y 797 de la L.E.Criminal, y 82, 248 y 253 de la L.O.P.J ., y demás normas de pertinente y general aplicación. FALLAMOS: Que desestimando el recurso de apelación interpuesto por Clemente y Carlos Alberto y la adhesión a la apelación formulada por el Procurador de los Tribunales, D. Rafael Rosa Cañadas, en nombre y representación de Guadalupe , contra la sentencia dictada por el Juzgado de Instrucción número Siete de Málaga, anteriormente especificada, debo confirmar y confirmo íntegramente la meritada resolución, con declaración de oficio de las costas de esta alzada. Notifíquese esta resolución a todas las partes, haciéndoles saber que contra ella no cabe otro recurso que el extraordinario de revisión. Dedúzcase testimonio y líbrese, junto con el procedimiento principal, al Juzgado de su procedencia. Así por esta nuestra sentencia, definitivamente juzgando, la pronuncio, mando y firmo. 3