Una liebre austrohúngara Instantes o tres

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3 de diciembre de 2015 HERALDO DE ARAGÓN Artes & Letras 3
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LA GRAN LITERATURA / JULIA MILLÁN
LOS CÓMPLICES / FERNANDO SANMARTÍN
Una liebre austrohúngara
Instantes o tres secuencias
E
l apellido Esterhazy
berger e Irene Dische) van
proviene de una de
deslizando sobre el ser y el
las familias más poestar de los habitantes del
derosas e influyentes de
Berlín dividido, ofrece una
Austria y Hungría. Allá por
sátira que los adultos apreel Bungerland, todavía se
ciarán, llena de guiños irópuede visitar el magnífico
nicos sobre ese incierto mocastillo que perteneció dumento de la historia recienrante más de 300 años a este de Europa.
ta principesca familia y que
¿Cómo no admirar a este
tuvo al mismísimo Josep
lebratito, que sobrevive coHaydn como músico partimo liebre de trabajo tempocular. Una dinastía que llega
ral, en pos de encontrar una
hasta el escritor contempo- Detalle interior del libro vida más sana en un lugar
ráneo Peter Esterhazy, el au- ‘Esterhazy’. ARC. PIMENTEL
que no le es nada amable y
tor de la controvertida ‘Pedonde la propia etimología
queña Pornografía húngara’.
de su apellido lo hacen ser liebre de pasEn la fabulosa historia que hoy comen- cua o una liebre del este? Gracias a un
tamos, otra familia Esterhazy (pronun- trabajador italiano y a su encantadora esciado Esster-Haaasy, tal como nos lo in- posa, Esterhazy es conducido hasta el
dican al comienzo del libro, ‘Esterhazy’), muro y por fin puede reencontrarse con
está formada por una estirpe de aristo- su amada y alta Mimi. La caída del muro
cráticas liebres que han ido decreciendo les obliga a marcharse al campo y tiemen tamaño -no en inteligencia- dado que po después informan por carta al abuese alimentan casi en exclusiva de bombo- lo, el Príncipe Esterhazy, de las buena
nes, tartas y pasteles, en vez de hacerlo nuevas. Leánlo y se enterarán de toda la
de hortalizas.
historia.
La sangre nueva no llega para mezclarLa publicación de este maravilloso lise sin ir a buscarla, así que los nietos le- brito-lebrato ha sido merced a otra gran
bratos del príncipe son enviados a bus- dinastía de editores, Fulgencio Pimentel
car esposas sanas y altas que ayuden a e hijos, que ha realizado una impecable
mejorar la raza. Nuestro protagonista, edición, con notas aclaratorias finales y
Miguel Pablo Antón María Infante Es- reproducción fiel de las cautivadoras e
terhazy, marcha en tren hasta Berlín, bus- inquietantes ilustraciones de Michael
cando un muro donde debe estar el pa- Sowa: «recordado sobre todo por sus
raíso de las liebres. Le siguen aventuras portadas para el seminario ‘The New
de todo tipo, puesto que este libro es una Yorker’ y sus lienzos para aquella sobrefábula, pero también, la visión mordaz dosis de almíbar fílmico que se llamó
que los autores (Hans Magnus Enzens- Amélie», en palabras del editor.
L
a memoria es un termo. Yo guar- poco agraciada de la ciudad. Y Jorge Gay,
do en él muchas imágenes. Para cuando hace uso de la palabra, tiene asque no se enfríen. Las guardo pa- pecto de granjero tímido. Pero la timira verlas, de nuevo, dentro de algún tiem- dez, qué curioso, suele envolver al especpo. Quizá porque envejecer será, como tador más que si alguien agitara unas madijo Henning Mankell en su último libro, racas.
‘Arenas movedizas’ (Tusquets. Brcelona,
Jorge Gay ha hecho un trabajo que en2015), mirar atrás. Mankell, en ese texto, seguida, sin dificultad, reconocemos coque conmueve porque hace confesiones mo suyo. Se trata de seis serigrafías, seis
que nunca había hecho antes, confesio- estufas donde calentarnos cuando se dunes que nacen al saber que está enfermo, da de lo contemporáneo, seis relatos con
también afirma que leer es un linimen- varios mensajes que es fácil descifrar. La
to. Me gusta esa definición.
luna, los rostros, las manos abiertas, el
Pero hablaba de imágenes y en los úl- alma, la intemperie, la mirada interior, lo
timos días he guardado vasutil y sus licores, están ahí,
rias. La primera es del poeen esas etiquetas. José Marta Fernando Ferreró en el estínez Ruiz ‘Azorín’ y Miguel
cenario del teatro Principal
de Unamuno bebían agua
de Zaragoza. Va trajeado,
para quitarse la sed. Carlos
elegante, dandi. Y está allí
Barral y Jaime Gil de Biedpara recoger un premio que
ma (del que acaban de rescale ha concedido la Fundatar un nuevo volumen de dición José Antonio Laborderios) bebían agua para aplata. Me dijo, unos días antes,
car sus resacas, que solían
que tenía miedo de tropezar.
ser frecuentes. Y nosotros
Y en el escenario escucho a
beberemos agua sin sed y
un poeta con pedigrí, un
sin resaca, como excusa, copoeta que perteneció al Grumo gesto cómplice, como
po del Niké, un poeta que
camino corto para acercarhabla sin tropiezos y conoce Jorge Gay. HERALDO
nos a la pintura de este artislas leyes giratorias de la vita. Jorge Gay.
da.
La tercera imagen que
La segunda imagen corresponde al ar- guardo es la de Christina Rosenvinge en
tista Jorge Gay. Es en el acto de presen- un concierto en las Armas. Su voz, cuantación de un trabajo suyo convertido en do empieza el concierto, es una señal paetiquetas de una marca de agua mineral ra respirar. Noto desde hace tiempo que
embotellada. El acto se celebra en la ter- algunas canciones me empujan, como un
cera planta de CaixaForum, un hermoso matón de discoteca, hacia la verdad, que
edificio situado en una zona áspera, fea, es ya la única salida.
ARTE Y MEMORIA / NÓRDICA PUBLICA UNA AMPLIA SELECCIÓN DE LOS ESCRITOS LITERARIOS DEL AUTOR DEL ‘EL GRITO’ EN UN LIBRO ILUSTRADO
Edvard Munch habla: una travesía pictórico-textual
Q
uizá la mejor manera de
comprender la magnitud
y la extensión de una viEl friso de la vida
da dedicada al arte sea la visión
Edvard Munch. Traducción
de un atormentado carácter, y su
inequívoca manifestación en un
de Cristina Gómez-Baggethun y Kirsti Baggethun. Nór- lienzo como ‘El grito’ (1893), dondica. Madrid, 2015; 192 pp.
de una figura andrógina, en un
primer plano, simboliza a un
hombre moderno en actitud de
profunda angustia y desesperación existencial. El
paisaje de fondo es
Oslo, y el cuadro, parte del movimiento expresionista, es hoy
una imagen iconocultural. De luz semioscura, pese a sus
abundantes colores
cálidos de fondo, la figura principal muestra a alguien gritando;
fuera de escena, dos
figuras con sombrero
no se distinguen con
claridad; el cielo parece fluido y arremolinado, igual que el
resto.
Edvard Munch
(Løten, 1863-Ekely,
Oslo 1944) desarrolló
Autorretrto del artista, que además era poeuna amplia y variota, creador de aforismos, teórico. EDVARD MUNCH pinta obra calificada
PINTURA Y POESÍA
existencia. El volumen ‘El friso de la
vida’ reúne una selección de sus textos, y queda ilustrado por su propia
obra, una selección
que realiza Victoria
Parra.
La editorial Nórdica ha contado con
Hilde Bøe, una de
Pura creación
las máximas respon‘El friso de la vida’ es
sables del Munchla gran empresa de Portada de la obra.
museet, para escriMunch, y su obra
bir el prólogo:
magna, una serie de
expresivas pinturas y estudios «Munch escribió toda su vida».
gráficos centrados en tres temas: «Escribió —y guardó— redaccioamor, angustia y muerte en las nes y cuadernos del colegio, anoque volcó, de forma muy perso- taciones en diarios, poemas en
nal, inquietudes y angustias exis- prosa, esbozos literarios y dramátenciales; y propenden a la mani- ticos, cartas de viajes, contribufestación de los sentimientos más ciones en periódicos, contratos,
solicitudes, prosaicas listas de taviolentos en su pintura.
Edvard Munch se preocupó reas y, obviamente, cartas. (...)
por dar realce al sentido simbóli- Los demás textos consisten en esco-narrativo de los cuadros en un critos de un amplio espectro de
momento en el que, por lo gene- géneros literarios».
Este libro dibuja un recorrido
ral, se empezaba a desdeñar ese
aspecto «literario» de la pintura. por su prolífica obra, literaria y
En este sentido, cobra particular artística, y concreta su mítico
importancia conocer sus escritos concepto pictórico, «En general/
sobre lo que pintó y, en general, el arte surge/ de la necesidad de
sobre el arte, aunque su frenesí un ser humano/ de comunicarse/
vital agostara prematuramente su con otro», esboza Edvard Munch,
entre un realismo a
ultranza y un posimpresionismo; su técnica e intelecto, proclives a la experimentación, le llevaron a sufrir continuas
crisis nerviosas y aislarse en un sanatorio
de Copenhague.
en uno de los aforismos. Su desbordante ingenio le llevó a plasmar pensamientos y emociones
más allá de lienzos y grabados;
descarnados textos cargados de
lirismo, reflejan apreciaciones
sobre el arte en general o su obra
en particular, ambientes y figuras
que dejaron huella en su excepcional sensibilidad.
Variedad de géneros
En lo literario juega y experimenta con los géneros, lírica y aforismo, poemas en prosa y relatos
(‘El gato blanco’); de nuevo, el
amor, recuerdo de Millie Thaulow; la angustia, elemento característico del mundo nórdico; y la
muerte, en un ambivalente significado: despedida y/o ausencia.
Sumergirnos en el mundo de
Munch es una estimulante travesía pictórico-textual, que nos
mantiene despiertos, percibimos
que un vasto territorio se abre ante nosotros.
Si hay algo que define al artista, constatado en este volumen,
es su capacidad para crear tanto
imágenes como esos relatos que
nos cuentan historias, nos hablan
de anhelos, o dibujan carencias
humanas universales.
PEDRO M. DOMENE
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