,3 Bruselas, 15/3/2000 3XHVWRV GH WUDEDMR SDUD OD JHQHUDFLyQH /D&RPLVDULDGH(PSOHR$QQD'LDPDQWRSRXORXOHV LQYLWDDVXSULPHUDFKDUODLQWHUQHW /D HFRQRPtD GHO FRQRFLPLHQWR DTXt \ DKRUD SHUR ¢TXp VLJQLILFD UHDOPHQWH SDUD (XURSD" ¢4XH FRQVHFXHQFLDV WHQGUi SDUD HO HPSOHR" ¢4Xp FRPSHWHQFLDV VHUiQ QHFHVDULDV" ¢4Xp SXHGH KDFHU (XURSD SDUD DXPHQWDU ODVWDVDVGHDFFHVR\XWLOL]DFLyQGHLQWHUQHW"(OPDUWHVGHDEULOGHD KRUDV &(7 OD &RPLVDULD GH (PSOHR 6UD $QQD 'LDPDQWRSRXORX UHVSRQGHUiDVXVSUHJXQWDVVREUHHOHPSOHRHQHOPDUFRGHODHFRQRPtDGHO FRQRFLPLHQWR HQ OtQHD FRQ OD HVWUDWHJLD DQXQFLDGD SRU OD &RPLVLyQ HQ IHEUHUR 3HUVRQDV GH WRGR HO PXQGR WHQGUiQ XQD RSRUWXQLGDG ~QLFD GH LQWHUFDPELDUDWUDYpVGHLQWHUQHWVXVSUHJXQWDV\FRPHQWDULRV La promoción de las oportunidades de empleo en la economía del conocimiento constituye un aspecto fundamental del proceso de empleo en la UE y es determinante para el desarrollo futuro de Europa. En 2010, los puestos de trabajo en los sectores con fuerte dependencia de las tecnologías de la información y la comunicación representarán la mitad del empleo total, pero ¿de qué manera adquirirán los trabajadores las cualificaciones necesarias? La escasez de expertos en el ámbito de la tecnología de la información en Europa occidental podría alcanzar el equivalente a 1,6 millones de empleos en 2002, en un momento en el que la tasa media de desempleo en la UE roza todavía el 10 % y el índice de ocupación entre las mujeres sigue siendo muy inferior al de los hombres. Es evidente que Europa dispone de un elevado nivel de reserva de mano de obra sin utilizar, que deberá adaptarse a la era digital. Precisamente en eso consiste, en parte, la estrategia de la Comisión, que se refiere también a la necesidad de aprovechar plenamente las cualificaciones de los 81 millones de ciudadanos europeos que cursan estudios actualmente, la generación «net», que protagonizará la transformación de la mano de obra tal como la conocemos hoy en día. Sin embargo, queda aún mucho por hacer hasta alcanzar estos objetivos. Actualmente, apenas una minoría de europeos utiliza internet y los que lo hacen pasan menos de la cuarta parte del tiempo que los usuarios en los Estados Unidos. Además, el usuario medio europeo de internet suele ser un ciudadano del Norte de Europa, de sexo masculino y con ingresos elevados, lo que tiene graves consecuencias para superar las desigualdades entre los sexos y la exclusión social. Pregunte a la Comisaria qué expectativas ofrece la estrategia a aquellas personas con mayores dificultades de acceso a la economía del conocimiento y que, por consiguiente, corren un riesgo aún más pronunciado de exclusión debido a la «fractura digital». Nos interesa su opinión. ¿Comparte la voluntad de la Comisaria de que Europa se convierta en el modelo económico moderno que sirva de referencia a otras naciones? ¿Cuáles son sus temores o preocupaciones acerca de la evolución hacia la economía del conocimiento? Cualquier pregunta que desee plantear a la Sra. Anna Diamantopoulou puede enviarla por adelantado en cualquiera de las once lenguas oficiales de la UE a: [email protected]. Las preguntas que se reciban por adelantado podrán tener una respuesta durante el debate. Le rogamos que sean lo más breves posibles (256 caracteres como máximo). 2