la terminologia médica espanola y el griego.

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LA TERMINOLOGIA MÉDICA
Y EL GRIEGO.
ESPANOLA
ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LOS SUFIJOS Y SU APLICACIÓN
A LA TERMINOLOGIA MÉDICA ESPANOLA
5 1. No es mi intención hacer un estudio completo de los sufijos griegos y sü aplicación a la Medicina española: me contentaré, eso sí, con hacer un bosquejo general y sintetizar al máximo aquellos aspectos más importantes de sufijos que han aportado un caudal no pequeño de términos
a la lexicografía médica, como pueden ser los en -ia, -la, -ma (-ma, -ema,
-oma), -smo, -itis, -sis (-sis, -osis), -icol-tic0 y -0ide.s.
Antes de entrar en materia propiamente dicha, creo conveniente hacer mención de algunos de los principales médicos españoles sobre cuyas
obras se ha llevado a cabo el estudio. De entre ellos destacaremos los
nombres de Caulíacol, López de Villalobos, Chirino, Laredo, Lobera,
Montaña de Monserrate, Laguna, Monardes, Valverde de Hamusco, Fragoso y Daza Chacón, autores todos ellos de textos médicos castellanos de
los siglos XV y XVI. Y dejando de lado los autores médicos del s. XVII,
citaremos como médicos más representativos del s. XVIII a Martín Martínez, Vidal, Bonells y Lacaba entre los que han escrito obras sobre te-mas
de medicina, para acabar nuestras citas con los nombres de Boscasa, Argumosa, Criado, Giné y Partagás, Ramón y Caja1 y Rubio Galí para el
s. XIX. Como puede verse por esta breve exposición de nombres, está
representada una variopinta gama de especialidades médicas como anatomía, cirugía, farmacología, fisiología, dermatología, epidemiología, obstetricia, e t ~ . ~ .
§ 2. Y sin más preámbulos, comienzo con el tema del subtítulo del
trabajo: origen y significado de los antedichos sufijos y su aplicación a la
terminología médica española. Debo hacer constar que aquí no sigo la división de los especialistas lingüísticos de sufijos primarios y secundarios3,
'
Es la forma castellanizada del gran cirujano francés del s. XIV Guy de Chauliac, cuya obra fue traducida al castellano por Juan Lorenzo Carnicer y Juan Calvo
y tuvo enorme influencia entre los cirujanos españoles de los siglos XV y XVI.
Los demás nombres citados son médicos españoles de gran renombre e influencia y todos ellos escriben su obra en castellano.
La forPueden consultarse entre otras las siguientes obras: P. CHANTRAINE,
mation des noms en grec ancien, París, 1968; E . BENVENISTE,
Origines de la formation
des noms en indo-européen, París, 1962 y Noms d'agent et noms d'action en indo-européen, París, 1975; A. MEILLET,
Introduction a i'étude comparative des langues indo-
402
JOSB
M . ~MARCOS PÉREZ
sino una división más a tono con el punto de vista de la formación española y su entronque en el griego4. Ni que decir tiene que la importancia
de los sufijos es inmensa y la razón de ello estriba en que, normalmente,
una lengua se considera más rica o más pobre en razón de la abundancia
o carencia de sufijos en ella; o, como dice García de Diego, «la derivación es el procedimiento más fecundo de enriquecimiento de la lengua»5,
y, como corrobora Menéndez Pidal, «el sufijo es el recurso más abundante de formación de palabras nuevaw6.
Otro aspecto que conviene resaltar es que aquí estudiamos solamente
los términos de la Medicina española que aparecen en griego y no las
formaciones modo graeco que hay en las obras médicas españolas y no se
encuentran en la Medicina griega que ha llegado hasta nosotros. En efecto, el bagaje de términos médicos formados al estilo griego es enorme y
prueba de ello la tenemos en el hecho de que cualquier texto de una asignatura cualquiera de la carrera de Medicina nos suministra material más
que abundante para emborronar un buen número de páginas; o también
cualquier revista científica de la materia, o incluso el habla de cualquier
especialista en Medicina.
3 3. El sufijo -ia. Das son los tipos de este sufijo del que podemos
traer ejemplos en abundancia. Los dos son de origen indoeuropeo y con
significaciones muy diversas entre sí: los en -ia (-ía) y los en -ena (del
griego -alva). El primer tipo está representado en griego copiosamente
y su significación primigenia es la de «abstractos cualitativo^»^, o nombres
de «acción» especialmente8. Con el tiempo aparecen también términos
significando «concretos de cualidad* y en época tardía se encuentran ya
términos con significación concreta de «nombres de enfermedades».
européennes, Alabama, 1969; E . SCHWYZER,
Griechische Grammatik, Munich, 1959;
L. R. PALMER,The Greek Language, Londres, 1980; E . FRAENKEL,
Griechische Denominativa, Gotinga, 1906 y Geschichte der griechischen Nomina agentis, Estrasburgo, 1912. Otras obras y autores menos generales serán citados en su momento.
NO todo sufijo en la lengua originaria se considera como tal en otra lengua que
de aquélla lo ha tomado, por perderse en ésta el carácter del sufijo hasta el punto de
que se han entendido como sufijos terminaciones que no lo eran en la lengua primiO.C.
tiva. Para una explicación más amplia y ejemplificada pueden verse CHANTRAINE,
p. XIV y MENGNDEZ
PIDAL,Manual de Gramática Histórica Española, Madrid, 1968,
pp. 225-7.
Gramática Histórica Española, Madrid, 1951, p. 223.
O.C.,p. 225.
J. GAGNEPAIN,
Les noms grecs en -oc et en -a, París, 1959, pp. 28 SS.; CHANO . C . , pp. 251 SS.; MEILLET,
O . C . , pp. 282 SS.;
TRAINE, O . C . , pp. 78 SS.; L. R. PALMER,
SCHMZER,o.c., pp. 468 SS.
R. L. PALMER,
o.c., p. 253.
'
LA TERMINOLOGfA MÉDICAESPAROLA Y EL GRIEGO
403
Tengamos presente que ya e n griego clásico este tipo de sustantivos expresan acciones individuales frente y en oposición al masculino que refleja una semántica más d e carácter general, como explica Gagnepain (pp.
71 SS.) con abundantes ejemplos aunque éstos se refieran primordialmente a la oposición semántica -OS / -a9.Pero es que además el sufijo ha sido
empleado muy libremente en griego (Chantraine, o.c., p. 81).
Naturalmente, el sentido d e «nombres de enfermedades» se da con
gran profusión en el Corpus Hippocraticum y más cuantiosamente en la
medicina posterior: Dioscórides, Galeno, Aecio, Oribasio, etc. E n cierto
modo se puede decir que la antigua significación cualitativa ha mantenido
su significado primitivo y ha servido de lazo de unión y común denominador a la transformación semántica del léxico que integra este grupo.
Grupo que, si dejamos aparte el elenco de nombres de plantas medicinales, es realmente exiguo en los tratados médicos españoles: alopecia, mirmecia, flegmasialO, elefancía, oftalmía, pneumoníalpulmonía son algunos
vocablos que integran este tipo:
Alopecia: «Alopecia... acerca de los griegos es caymiento de los
cabellos.. .» (Caulíaco, G. de, 1493)".
«Alopicia es caymiento de los cabellos» (Gordonio, B., 1495).
«La tercera especie [de lepra] es de sangre muchas veces infecida
por la malenconia y es llamada raposina o alopecia...» (Burgos, V.
de, 1529).
«Alopecia es una peladura de cabeca.. .» (Vigo, J. de, 1537).
«[el aceyte de pez] mezclado con harina de cevada y untado haze
a , de,
renacer los~cabelloscaydos a causa del alopecia.. .» ( ~ a ~ u nA.
1555y2.
Elefan~ía'~:
«Si la lepra fuere de sangre, llamarse ha alopicia.. . Si de
melanconía elefancía» (Gordonio, 1495).
«Berengenas... engendran melanconía y morfea y cancer y elefancía» (Aviñón, J . de, 1545).
o.c., p. 253.
GAGNEPAIN,
Recuérdese que muchos de estos sustantivos han venido a suplir nombres en
-01s. Cf. CHANTRAINE,
o.c., p. 85 y PALMER,
o.c., p. 253. Es de notar también el
acento en hiato de algunos de estos términos.
" Me abstengo de dar títulos de obras de médicos por no ser demasiado importante para el artículo que nos ocupa. Me limito a dejar constancia del año de la edición revisada y a poner sólo algunos ejemplos que crea representativos de algunas de
las palabras en algunos apartados.
l2 Nótese la forma masculina del artículo, muy corriente en la obra de este médico, ante a- de la palabra siguiente sea tónica o no.
l3
Los médicos griegos utilizan Eherpav-cíaa~qcomo nombre de la enfermedad.
Cf.Cels. 111 25. Diosc. 11 70, 3.
lo
~ o s ÉM." MARCOS PÉREZ
«Con esto le pusieron [a las Bubas] varios y diversos nombres:
llamandolos unos lepra.. . otros menthagra.. . otros elephancia.. .»
(Monardes, N . , 1574).
«De la elefancia...Aecio nota que se llama elefantasis o elephantía ...» (Fragoso, J., 1581).
«Elephantia o elephantiasis, suerte de lepra.. .» (Ruyces, A.,
1606).
Flegmasía: Sóio recogido por médicos españoles del s. XIX: Argumosa, 1856; Giné, 1880, etc., cuando en otras lenguas aparece ya
atestiguado en el s. XIV (francés) o a comienzos del s. XVIII
(inglés, 1706).
Mirmecia: «mucho más yerra [Guido] en hacer diferencia entre el
herpes y formica de Avicena, confundiendo la formica con las berrugas (que los griegos llaman myrmecias y acrochordonas.. .).
Tagaulcio declara por papulas, lo que Hipócrates llama ecthymata, y Galeno exanthemata~(Fragoso, 1581).
Oftalmía: «Porque en la obtalmia ay apostema en la conjuntiva»
(Caulíaco, 1493).
«Obtalmia es apostema encima del blanco de los ojos» (Anónimo,
14%).
«De las enfermedades de los ojos y de la ophthalmia* (Lobera,
L., 1542).
«Ophthalmia es apostema sanguíneo de la túnica blanca de los
ojos» (Laguna, 1555).
«Lo mismo se puede decir de la optalmia» (Calvo, J., 1580).
«La color de este polvo ofende con la vista al enfermo de oftalmia» (Fragoso, 1581) 14.
«Son comunes a todas las especies de optalmia» (Daza, D.,
1595)15.
«Ay médicos especiales que curan esta enfermedad, a los quales
llama el griego ophtálmicos.. . y esta enfermedad ophtalmia* (Covarrubias, S. de, 1611).
«...y colocarlos para las nieblas de los ojos, y las ophtalmias ...»
(Hidalgo, B., 1624).
En todos los ejemplos citados puede verse que los términos empleados
tienen el sentido expresado más arriba: todos obedecen a nombres de enfermedades de síntomas externos, algunas de ellas de carácter descriptivo.
E n otras ocasiones se trata de nombres de plantas con propiedades
medicinales: artemisia, brionia, peonia. Basten los ejemplos siguientes:
l4
l5
En páginas siguientes encontramos grafías como optalmia y opthalmia.
Tres folios después escribe opthalmia.
LA TERMINOLOG~AMÉDICAESPANOLA Y EL GRIEGO
405
Artemisia: «Tomen salvia, cantuesso, artemisa, mejorana, romero.. .»
(Lobera, 1542)16.
«Llámase aquesta planta Artemisia.. .porque como aquella Diosa
socorría a las mugeres de parto ...» (Laguna, 1555).
«De la artemisia ay mayor y menor» (Fragoso, 1581)
«R.[eceta]. Canela, ...flor y semilla de eneldo y artemisia» (Hidalgo, 1624).
Brionia: «...cueze en el agua la rayz del cogombro salvaje, o de la
brionia.. .» (Caulíaco, 1493).
«Brionia.. . tiene virtud de mundificar.. .» (Vigo, 1537).
«La nueza (que tambien se dize bryonia, o vid blanca) ...» (Fragoso, 1581).
«y p m o de pentaphilon media onca, p m o de.. . brionia y de llanten.. .» (Hidalgo, 1624).
«También se celebra el cocimiento de la raíz de brionia en
vino.. .» (Martínez, M., 1722).
«...se procurará ayudar con los cocimientos de raíz de malvabisco, hojas de brionia, etc.» (Vidal, D., 1785).
Peonia: <<Tomasimiente de peonia, cominos rústicos.. .» (Lobera,
1542).
«La Peonia.. .cozida con vino, y bevida, restnñe el vientre.. .»
(Laguna, 1555).
«...y beua el agua cozida con peonia.. .» (Hidalgo, 1624).
El segundo tipo es el de las formaciones en -ena, derivados del griego
- a ~ v a " . E n su origen la significación de este sufijo sirve para formar
vocablos que designan animales de mala catadura, en general, como la
hiena y otros de los que no existen transcripciones en español. D e este
concepto pasó pronto a significar nombres de enfermedades repugnantes:
gangrena, flictena, fagedena, ozena. Pero conservamos un término que se
aparta de los significados reseñados: aritena, cuya significación es «cuchara», y que, como término médico, lo refiere Valverde de Hamusco a «La
tercera ternilla del garguero». Es, sin duda, el cartílago aritenoides, empleado ya con dicho nombre por Hipócrates. Cabe destacar también que
el utilizado molibdena es un mineral de plomo al que se da la grafía de
molibdeno en el diccionario de la Real Academia (edición de 1970).
Aritena: «Aritena es la tercera ternilla del garguero* (Valverde, J.
de, 1556)18.
l6
En otro lugar leemos artemiza.
C ' PALMER,
o.c., p. 249; CHANTRAINE,
o.c., pp. 107 SS.
l8 Es el único ejemplo que hemos encontrado. La forma ya aparece con el sentido indicado más amba en Theophr., Char. 9, 8.
l7
JOSÉ M? MARCOS PÉREZ
Fagedena: «quando el humor va consumiendo y gastando del
miembro haze la llaga corrosiva, que llaman los ~ r i e ~ Phageos
dena» (Fragoso, 1581).
~Phagedena,llaga que roe las partes circunvecinas» (Ruyces,
1606).
«haze llaga corrosiva que llaman por otro nombre Phagedenm
(Hidalgo, 1624).
Flictena: «Aquí entran las ampollas o Phlictenae de los Griegos ...»
(Fragoso, 1581).
«Las flictenas no son tan dificiles de contener como las pustulas»
(Vidal, 1785).
«Ni las flictenas ni las escaras grangenosas del balano contraindican jamás reduccion.. .»(Argumosa, D., 1856).
Gangrena: «Quando la inflamación y adustion es tan maligna que
sufoca el calor natural de las partes, haze gangrena» (Caulíaco,
1493).
«...formiga miliar, formiga andante, cancrena, fístula, e cAncer»
(Gordonio, 1495)19.
«Grangrem es carne no totalmente muerta.. .» (Vigo, 1537).
«Maxcadas las nuezes viejas y puestas, sanan súbito las gangrenas» (Laguna, 1555).
«Gangrena se dizo de greno o escio, que en Griego quiere dezir
comer» (Fragoso, 1581).
«Gangrena, viene facilmente en grandes contusiones» (Daza,
15%).
«La Gangrena.. . es una principiada corrupción de la parte» (Martínez, 1722).
«Las uñas se separan de la piel ... por la acción del fuego ... la putrefacción, y la gangrena» (Bonells, J. y Lacaba, I., 1796).
«La expresión gangrena se reserva para calificar las necrosis con
putrefacción» (Ramón y Cajal, S., 1890).
Molibdena: «La perfectissima Molibdena se parece mucho a la
Almartaga» (Laguna, 1555).
Ozena: «y siendo su asiento más frecuente el peñasco y el etmóides,
que se da a conocer al principio por una otitis ú ozenas (Criado,
F., 1883).
l9
La grafía es un tanto chocante; pero si tenemos en cuenta que en francés aparece cancr6ne a finales del s. XV, la forma no nos resultará tan sorprendente. Por otra
parte, el habla popular utiliza expresiones como cangreaa y otras similares.
LA TERMINOLOG~AMÉDICAESPANOLA Y EL GRIEGO
407
§ 4. El sufijo -ico, -ticz0.Incluimos en el mismo apartado estos sufijos
por el parentesco formal y sernántico que hay entre ellos, dejando al margen la cuestión de si son sufijos primarios o secundarios en su origen, porque en español ambos tienen unas aplicaciones muy semejantes cuando
no iguales. En su origen connotan una idea de «relación pertinentiva»,
pasando a indicar simultáneamente «cualidad» y referidos casi siempre a
~Éxvqen el ámbito del léxico científico y técnico. En la Primera Sofística,
s. V a.c., se amplía su campo de acción al sentido de «aptitud personal
o general». En Medicina se identifica, a veces, su sentido con el de
-óSqq En otras ocasiones parten del sentido del nombre o verbo del que
se derivan y por ello los encontramos significando también «estado». Pertenencia, aptitud, origen, relación y estado son, en consecuencia, los
distintos contenidos semánticos de estas palabras, casi siempre adjetivos.
Algunas de ellas pasan a la categoría de sustantivos por la exclusión del
vocablo zÉxvq, citado anteriormente.
Ante esta rica gama semántica los términos médicos no han tenido
más remedio que apropiarse de algunas de ellas, añadiendo en algunos
casos un sentido efactitivo-causativo», como ocurre con péptico, eméticoZ1,urético, etc. Veánse los siguientes a modo de ejemplos:
Artética: «Artética... es especie de gota» (Anónimo, 1495).
~Arteticaque es dolor en las junturas» (Chirino, A., 1505).
«Los hermodatiles... es medicina contra artetica y podagra* (Laredo, 1522).
«La artetica passion.. . es una insensibilidad estraña de junturas.. .» (Vigo, 1537).
«...guarece la gota artética y ciatica y driragra y podagra» (Aviñón, 1545).
«De Gota artetica* (Farfán, 1579)22.
Cólico: Son muchos los ejemplos en que se emplea como sustantivo:
en Fragoso (1581), Martínez (1716 y 1722), Argumosa (1856),
Criado (1883), etc.
Y como adjetivo, principalmente en Bonells-Lacaba (1796-1800)
acompañando a arteria y vena.
Cf.CHANTRAINE,
Formation..., pp. 384 SS.;SCHWYZER,
GrsGr., pp. 497 SS.
MEILLET,Zntroduction..., p. 270; PALMER,
The Greek Lang., p. 256, con significado
vacilante entre «pasivo-intransitivoy activo-causativo».
21 Usado por A. de Laguna, y desde el s. XVIII, con el sentido de «vomitivo».
En griego no es un término exclusivamente médico y de ello da idea el hecho de que
el primer autor en utilizarlo es Aristóteles. Véase la referencia que se hace en el
Greek-English Lexicon de Liddell-Scott, Oxford, 1966.
22 Este vocablo no vuelve a aparecer en las obras médicas porque desde el s.
XVII ha sido sustituido por artritis.
20
~ o s É
M." MARCOS PÉREZ
Ffsico: Como adjetivo son innumerables los ejemplos que aparecen
en los tratados médicos; como sustantivo y en el sentido de «médico» se puede encontrar en Caulíaco (1493), Anónimo (1495),
Burgos (1529)23, Hidalgo (1624) y pocos más.
Hécticolhético: En el sentido de enfermo de tisis:
«y aprovechan los caracoles a los éticos y flacos...» (Lobera,
1542)z4.
«Los compañeros del galio nuevo. .. conviene mucho a los hecticos» (Laguna, 1555).
«porque vemos que el vino humedesce a los hecticos» (Porcell, J.
T., 1565).
«un gentil hombre ... se vino a hazer Ethico» (Monardes, 1574).
«eran tan seca y traspasada como los hécnicos ...» (Ruyces, 1606).
Como adjetivo acompaña a fiebre (pocas veces se encuentra
solo). Desde Gordonio hasta Criado (1495-1883) los ejemplos se suceden casi sin interrupción y con las grafías más diversas: éticaz5
(Gordonio, Burgos, Hidalgo), hética (Chirino), ethica (Anónimo),
hécticaZ6(Martínez, Criado), etc.
Hidrópico: Quien padece hidropesía. Es también un término muy
utilizado y con las siguientes grafías:
ydropico (Carbón, D., 1541), hydropico (Laguna, Monardes,
Fragoso, Hidalgo, Martínez), hidropico (Fragoso, Bonells-Lacaba),
tropico (Aviñón, en vanas ocasiones), hidrópico (es la grafía normal
en el s. XIX).
Tísico: El que está enfermo de tisis. Es, como los anteriores, un
vocablo muy en boga en el léxico de los patólogos; por eso en lugar de dar ejemplos vamos a recoger grafías, algunas de las cuales
son bastante curiosas:
tísico (Caulíaco, Chirino, Herrena-1513, Aviñón, Ruyces, y en
general todos los médicos desde el s. XVIII); tísigo (Laguna); ptísico
(Monardes); pthisico (Monardes, Martínez); phthisico (Martínez).
No se pierda de vista que la forma griega de donde viene es cp6io~~.
u La obra de este autor es la traducción del famosísimo libro de Bartolomé
Angiico, De propietutibus rerum.
24
En otros lugares la grafía que se encuentra es éthico.
En francés la forma étique está documentada ya en el s. XV. Desde el año 1500
aproximadamente empieza a documentarse la forma hectique. Además el término está
recogido por primera vez en el Lilio de medicina del médico francés B. Gordonio y
traducido al español por autor desconocido.
26 Ponemos entre paréntesis el año de la edición de la obra vaciada que incluye
por pimera vez en castellano dicho término.
LA TERMINOLOGfA MÉDICA ESPANOLA Y EL GRIEGO
409
I
Ni que decir tiene que el número de vocablos que aparecen en este
apartado es numerosísimo y no vamos a citar más que algunos en los que
el sentido «pertinentivo y cualitativo» es bien notorio: cefálico, entérico,
esplénico, hemático, hepático, psórico, ótico, tópico, torácico, traumático,
espermático, dietético, crítico, cáustico, etc., etc. Sólo quiero llamar la
atención sobre unos términos que han pasado a la categoría de sustantivos: artética, como «dolor articular>>(1495), dietética (1556), semiótica
(1871), terapéutica (1555), cólica, como «dolor de ijada» (1522), clínica,
como «parte práctica de la enseñanza de la medicinan (1856), física
(1498), óptica (1716), que, como he dicho anteriormente, han perdido el
sustantivo zÉxq con quien iban concertando y al perderse éste han mantenido la forma femenina, y otros que se utilizan como adjetivos o sustantivos, según vayan o no acompañando a sustantivos: cólico (casi siempre
utilizado como sustantivo al perderse dolor), tóxico (escrito tóssigo en el
s. XVI por la mayor parte de los médicos), hidrópico, artrítico, asmático,
tísico, etc. Cuando se utilizan como adjetivos tienen un significado genérico de «propio de», «relativo a», «perteneciente a»; cuando se emplean
como sustantivos siempre se refieren a la persona que está afectada por
tal clase de enfermedad.
9 5. El sufijo -sisZ7.Este sufijo en su triple vertiente -sis, -osis, -íasis
nos ofrece un plantel abundoso y variado de términos en nuestro estudio.
Vowles" recoge nada menos que 5.073 nombres en -01,sen griego, de los
cuales 630, al menos, se encuentran en las obras de Medicina. Sus significados son varios y bien diferenciados en su origen29:«abstractos verbales», «nombres de sentido concreto» y «nombres de resultado de la acc i ó n ~Pero
~ ~ .a medida que avanza el tiempo su semántica se va haciendo
más amplia y abarca campos que, en su origen, son territorio propio de
los nombres en -ia o -ma. En una palabra, su sentido se va concretizando
para representar nombres concreto^^^. También puede verse cómo el
sufijo -osis va adquiriendo predominio formal sobre los nombres en -sis
y -esis, aunque aquéllos no procedan de verbos en -óo.
27 Cfi J . HOLT,
Les noms d'action en -a$, ( - t i c ) , Aarhus, 1940, E . BENVENISTE,
Noms d'agent..., pp. 75 SS.;PALMER,
The Greek Lang., pp. 252-3; FRAENKEL,
Gr.
Introduction..., pp. 373-4; SCHWYZER,
Gr. Gr., pp.
Denom., pp. 232 SS.;MEILLET,
504 SS.;CHANTRAINE,
Formation..., pp. 275 SS.
28 CPh 23. 1928.
29 ~s~ecialmente
«la noción abstracta del proceso concebido como realización
o.c., p. 80. También CARSTEN,
Acta linguistica 11, pp. 196 SS.)
objetiva» (BENVENISTE,
30 C ' BENVENISTE,
O.C. especialmente p. 112, desde el plano teórico. En cuanto
a «parole», realizaciones, véase lo que dice el citado autor en las pp. 83-4.
31 Cf. CHANTRAINE,
Formation..., p. 288.
410
JOSÉ M . MARCOS
~
PÉREZ
Unos, la mayor parte, son deverbativos: dosis, crisis, taraxis, ancilosis
o anquilosis, esclerosis, cirrosis, etc., y en general todos los en -osis, por
más que algunos de ellos tengan una derivación mediata de adjetivos temáticos; otros tienen una derivación clara de adjetivos: cianosis, cnidosis,
fimosis, milfosis, etc. Encontramos «nombres de acción» entre sustantivos como crisis, quilosis, sarcosis, dosis, gonfosis, esclerosis, necrosis, etc.
Otros conviene interpretarlos como «nombres con sentido resultativo»,
como tisis, taraxis, quemosis, y quizá peliosis. De todas formas cabe
también darles una significación de «nombres de acción en desarrollo
resultativon, como ocurre con condilosis muy cercano en sentido médico
a condiloma, o con sarcosis y sarcoma, usados indistintamente por los
médicos. A partir del Corpus Hippocraticum el sentido primigenio del sufijo se va difuminando viéndose su terreno invadido por los sustantivos en
-sia. Para corroborar lo dicho veamos los siguientes ejemplos:
Artrosis: «Es lo que constituye la articulación de los huesos llamada
arthon o arthrosis en griego» (Bonells-Lacaba, 1796).
Cirrosis: «La ascitis... se presenta en enfermedades diversas, tales
son: la cirrosis ... la nefritis, etc.» (Criado, 1883).
Crisis: «Crisis es fuerte e presuroso movimiento del morbo.. .»
(Caulíaco, 1493).
Dosis: «Pues es el dosis la cantidad que se deve dar de alguna medicina» (Laredo, 1522).
«Señale tambien las dosis y cantidades» (Fragoso, 1581).
«Veamos... en qué dosis... se han de mezclar» (Bonells-Lacaba,
1796).
Escoliosis: «Estas desviaciones son determinadas por un escoliosis...»
(Criado, 1883).
«El tronco se deforma, determinándose, unas veces, encorvamientos del espinazo hacia los lados (scoliosis),otras hacia atras (kyfosis), y otras hacia adelante (lordosis)» (Ramón y Cajal, 1890).
Flogosis: «La primera [manera del flegmon] por flogosis se haze.. .»
(Hidalgo, 1624).
«A este encendimiento llaman los Griegos phlogosis, para distinguirle.. . del phlegmon» (Piquer, A., 1750).
«En el principio de ella, ó en el estado de phlogose la nombraron
taraxis» (Vidal, 1785).
Glaucosis: «El glaucoma, glaucedo ó glaucosis es. .. una alteración
del cristalino» (Vidal, 1785).
Gonfosis: «Gomphosis es quando ... se mete un huesso por otro»
(Fragoso, 1581).
«Y la tercer Gomphosis [es] quando un huesso está como clavado
en otro» (Martínez, 1716).
LA TERMINOLOG~AMÉDICAESPANOLA Y EL GRIEGO
411
Tilosis: «Tylosis, enfermedad de las partes internas de las pilpebras
de los ojos» (Ruyces, 1606).
El tipo, aquí subtipo, de los nombres en -iasis nos muestran «nombres
de estado resultante» o «nombres de proceso generativo», y como tales
referidos a «enfermedades»: psoriasis, ofiasis, ptiriasis, etc. En algunas
ocasiones la concomitancia con vocablos en -oma, -ia,los hace similares
a éstos: escleríasis (1606) es definido como escleroderma; elefantiasis,
como elefancía; leontíasis, como «especie de lepra que comunica a la fisionomía un aspecto feroz»32. Otras palabras en -iasis se mantienen, en
cambio, con su primitivo valor de «acción»33.
Debo añadir como apéndice a este apartado que a lo largo de la historia de la terminología médica espaiiola se ven casos en que se duda sobre el género femenino de dichos términos, incluso en médicos del siglo
XTX: así ocurre con tilosis, sicosis, peliosis, narcosis, fimosis, dosis (cf.
más arriba en un ejemplo), anquilosis, cnidosis, escoliosis. Esta misma
dualidad genérica aparece en algunos nombres en -ma.
O 6. El sufijo -ma34. Este sufijo, de origen indoeuropeo como los
anteriores, suministra al griego un elevado número de términos de muy
diverso sentido. Porque, al lado de «nombres de partes del cuerpo y de
objetos de protección humana», se designan con él en su origen «manifestaciones externas de la fuerza» y «nociones religiosas y mágicas». Algunos de estos significados han quedado en el contexto de la Medicina
como sustantivos simples o en composición: estomalestomat-, reuma,
coma, somat-, hem-lhemat-. Pero el sentido más frecuente hay que buscarlo en los «nombres de resultado» y, como tales, opuestos al sentido
que tiene el sufijo 4,ya estudiado, a pesar de que quedan algunos sustantivos de nombres de «objetos de protección», e~pecialmente~~.
En español el grupo más numeroso lo integran los nombres en -oma,
cuya significación obedece a «nombres de estado», que indican tumor,
32
R. BARCIA,
Primer diccionario etimológico de la lengua española, 5 vols., Ma-
drid, 1880-3.
33 B. Gordonio define la satiriasis como «continuoarrechamiento de la verga con
deseo e apetito para el coytun (Lilio de la medicina, Sevilla, 1495, p. 164).
CHANTRAINE,
Formation..., pp. 173 SS.;PALMER,
The Greek Lang, p. 252;
Gr. Denom., p. 125; SCHWYZER,
Gr. G r . , pp. 522 SS.,MEILLET;ZniroducFRAENKEL,
tion.. ., pp. 275-6; STRAITON,History of greek Noun-Formation. l. Stems with y , Chicago, 1899.
35 PORZIG
ha hecho un estudio exhaustivo e interesante del significado de estos
temas en IF 42, 1924. En algunas ocasiones, empero, ciertos aspectos pueden ser explicados como realizaciones.
JOSÉ
M.=MARCOS PÉREZ
afección o tumefacción: ateroma, eritema, finaa, terioma, coma, esclerema, trauma, zigoma, leucoma, esteatoma, glaucoma, fisema, melasma,
asma, etc., etc. Como puede verse por los ejemplos citados, al lado de
nombres con sufijo -oma tenemos nombres con sufijo -ema, -sma y -ma,
a secas, sin que por ello varíen mínimamente los sentidos aducidos un
poco más arriba. Quizá puedan sospecharse para flema y reuma sentidos
«factitivos» en cierto modo, por conservar su antigua significación, así
como para el más moderno miasma. Sirvan de modelo de lo expuesto los
ejemplos siguientes:
Asma: «del asma e dela dificultad del resuello» (Caulíaco, 1493).
«El asma es mal peligroso. ..» (Farfán, Fr. A. de, 1579).
«Asma, dificultad de alentar, que los griegos llaman dispnea ...»
(Soriano, J., 1600).
Coma: «Coma, sueño estúpido, pesado» (Ruyces, 1606).
«y 2 esta especie de sueño llamaron los Griegos coma» (Piquer,
1750).
Edema: «Apostema acuoso en qué difiere del edema* (Fragoso,
1581).
«La misma limpha.. . causa el tumor que se llama edema» (Martínez, 1722).
Esperma: «Quando la esperma sale mucho.. .» (Chirino, 1505).
«La esperma.. . es la sangre mas digesta y sotil» ( C a r F n , 1541).
«...abracando al rededor toda la esperma» (Vaiverde, J. de,
Como masculino pueden encontrarse ejemplos en Gordonio
(1495), Anónimo (1495) y algún otro médico del s. XVI; pero se hace
normal y hasta obligatorio desde el s. XVIII.
Fima: «Tres diferencias de tumores hallamos... que son fima, phygetlon y thermitos* (Fragoso, 1581).
Flema: «es húmido el flema ...» (Caulíaco, 1493; Villalobos, F.L.,
1498).
«Medicinas que purgan la flema gruessa» (Laredo, 1522).
«acaecio de morir por afogamiento de agua o de flema» (Aviñón,
1545).
«La flema natural es un humor frío.. .N (Fragoso, 1581).
Reuma: «La reuma o catarro es un fluxo de humor ...» (Villalobos,
1498).
«Es assi mesmo causa de la tos la reuma» (Lobera, 1542).
«Es también útil el vino.. . a las reumas...» (Laguna, 1555).
«El reuma y la gota.. . dan lugar.. . 3 la litiasis y parálisis» (Olavide, J. E., 1871).
LA TERMINOLOG~AMÉDICA ESPANOLA Y EL GRIEGO
413
Ya se ha aludido anteriormente a la dualidad genérica de algunos de
estos términos, dualidad que se conserva en el lenguaje popular en buena
medida y que ha hecho que un vocablo como flema haya mantenida su
género femenino, incluso en la lengua culta. Estos hechos son perfectamente explicables si tenemos en cuenta 'que la tendencia del español es
hacer masculinos los nombres terminados en -o y femeninos los terminados en -a36.
5 7. El sufijo -smo3'. No ha tenido este sufijo en griego la misma vitalidad y, sobre todo, extensión que tuvieron sus compañeros anteriores
en este estudio, al menos en una primera etapa. Pero la influencia del lenguaje filosófico ha hecho que el sufijo proliferara cuantiosamente en las
lenguas modernas. Dos son los sentidos principales que vemos en él: el
de crear «nombres de acción, de actividad bajo el ángulo de la cualidad»38, con una significación muy cercana a la de los sustantivos en -sis,
y el de «nombres de resultados» colindantes en semántica con los sustantivos en - m ~ ' ~Entre
.
los primeros cabe citar espasmo (los médicos del s.
XVI prefieren la forma pasmo), estrabismo, gargarismo, priapismo, traumatismo, ptialismo, etc. y entre los segundos tenesmo, tal vez reumatismo,
cuando es sinónimo de reuma (enfermedad), marasmo, si entendemos por
él, con C. Dubler, «el enflaquecimiento y extenuación del cuerpo humano>>,pero como agotamiento, y sinapismo, cuando se trata del emplasto de
mostaza y no de la aplicación y fuerza curativa del mismo.
He aquí unos cuantos ejemplos sacados al azar de entre los usados por
los médicos españoles:
Espasmo-pasmo: «Pasmo es enfermedad de los nervios...» (Gordonio, 1495).
«Espasmo es enfermedad de los nervios.. .» (Gordonio, 14%).
«Suele venir a los niños spasmo.. .» (Carbón, 1541).
«Dizen que de comer codornizes se haze el spasmo y tétano» (Lobera, 1542).
«si este dolor sube al celebro causa pasmo universal» (Farfán,
1579).
36
Para una explicación más amplia, cf. MENÉNDEZ
PIDAL,Manual..., p. 214;
GARC~A
DE DIEGO,
Gramática..., p. 166.
37 MEILLET,
Zntroduction..., pp. 265-5; CHANTRAINE,
Formation..., pp. 132 SS.,
en especial pp. 138-147; SCHWYZER:,
Gr. Gr., p. 493.
38 GAGNEPAIN,
Noms..., pp. 38 y 84; CHANTRAINE,
o.c., p. 135.
39 Para contactos entre formas originarias sufijales en -mo y en -ma véase e1 denso estudio de F. BADER,Suffixes grecs en -m-:recherches comparatives sur I'hétéro-
clisie nominale, Geneve, 1974.
JOSÉ M.a MARCOS PÉREZ
«Desideratio, el espasmo en general» (Ruyces, 1606).
«De la conuulsion, o pasmo» (Hidalgo, 1624).
Gargarismo: «Conviene que se hagan tambien gargarismos».
«El cumo de las carcamoras.. . es util para gargarismos» (Laguna,
1555).
«Gargarismo. El ruido que se haze en el garguero ...» (Covarrubias, 1611).
Marasmo: «y la tercera [especie de héctica] se dice marasmo»
(Martínez, 1722).
«El animal enflaquece hasta el marasmo y suele desarrollarse.. . la
hidropesía ascitisn (Llorente, L., 1859).
«Y lo mismo cuando teminan por la hidrocmia ó leucocitemia,
que cuando acaban por la consunción y el marasmo» (Olavide, 1873).
Priapismo: «...de la qual se sigue erection de la verga, dicha priapismo...» (Vigo, 1537).
«...causa una enfermedad que se llama priapismo» (Farfán,
1579).
Sinapismo: «y le aplicaron por todo el cuerpo a vezes drogapismos
y sinapismos» (Laguna, 1555).
«Lo mismo sucece con las grandes denudaciones de los sinapismos» (Olavide, 1871).
O 8. E l sufijo -itism. E s éste un sufijo con plena vigencia desde los inicios documentales de la lengua griega. H a servido para formar originariamente adjetivos d e «agentes femeninos»41, correspondientes al masculino
- i z q ~jónico-ático, que suele dar e n español -ita: antracita, selenita, rnalaquita, calamita, etc. Pero pronto estos adjetivos pasaron a tener categoría
de sustantivos y como tales tienen plena vigencia en la Medicina griega.
E n gran parte atestiguan una antigua forma adjetiva unida a YÓOOS uen«medula», etc.; pero algunos, que no
fermedad», rpA.61) <<vena»,pv~uehó~
tienen el sentido de «inflamación» que se ha generalizado e n la terminología médica moderna, proceden de masculinos e n -itqs4*, con el yotacismo en la q43 y provocan significaciones muy diversas. Hay términos de
J. HOLT,Gloffa 27, 1939; G. REDARD,
Les noms grecs en - q s , -TLSet principalement en -itq~,-it~s.Étude philologique et linguiste, París, 1949.
4'
CHANTRAINE.
Formation..., p. 340; PALMER,
The Greek Lang., p. 249.
42 Para REDARD
es un sufijo «categonzante, clasificador... el sufijo de las especies del mismo género, las variedades de una misma clase*, como el nombre de enfermedades, etc. (p. 229 de la citada obra). En otro lugar, nos dice que este sufijo en
su origen tenía el significado de «próximo, aliado, amigo» (p. 7).
43 Cf. REDARD,
o.c., p. 50 et passim. «Es preciso también tener en cuenta las numerosas confusiones debidas al yotacismo» (p. 67).
LA TERMINOLOG~AMBDICA ESPANOLA Y EL GRIEGO
415
mineralogía, botánica, zoología, etc., los hay con sentido anfibológico
como amigdalitis, que puede ser tanto planta EUPHORBIA PEPLUS (Dsc.
4.164) como «inflamación de las amígdalas» y en este sentido recoge por
primera vez Llorente en 1859; calcitis, que es a la vez una especie de «crisantemo» (Dsc. IV 58), «mineral de cobre» (Gal. XIII 375) e incluso «una
especie de inflamación ocular», más corrientemente nombrada calquitis,
etc. Mas éstos son términos que han quedado bastante marginados en mi
tesis, por lo que prefiero no ahondar más en el problema.
Entre los ejemplos claros de yotacismo se pueden citar: asfalitis (última vértebra: Pol. 11 179), nefritis (primera vértebra del sacro: lbid., y
pleuritis (vértebra costal: Pol. 11 178), relacionados con orpóv6uAo~wértebra», masculino en griego. Tanto nefritis como pleuritis están empleadas
por los médicos en el sentido de «inflamación del tejido renal» y «pleuresía», respectivamente. Buena parte de estos términos aparecen ya en la
medicina de la época de Hipócrates: artritis, blefaritis, frenitis, hepatitis,
queratitis o ceratitis, etc., con el sentido de «inflamación» del miembro al
que hace referencia la parte radical del vocablo. He aquí algun-as muestras del presente sufijo:
Artritis: «El cocimiento [de la Bardana] se da a beber veinte o
treinta dias contínuos, por único remedio contra el artritis escorbútica» (Laguna, 1555).
«Arthritis es [gota] en todas las coyunturas» (Fragoso, 1581).
«Artritis. Inflamación de los tejidos que componen las articulaciones» (Llorente, 1859).
Frenitis: «Las inflamaciones... de las telas (quales son la phrenitis...)». «...quien defendió que el Phrenitis no era causado por inflamación» (Martínez, 1722).
«á esta suerte de delirio llamamos frenetico ..., que los Griegos
llamaron Phrenitis y en nuestro idioma frenesí» (Piquer, 1750).
Pleuritis: «Pleuritis, o pleurisis, inflamación de la tela que ciñe las
entrañas...a (Ruyces, 1606).
«Denominase pleuresia ó pleuritis, á la inflamación de la pleura»
(Criado, 1883).
Sideritis: «Otros dizen, que es p m o de SyderitP, yerua muy pequeña.. .» (Monardes, 1574).
" MONARDESha hecho una transcripción por el nominativo griego cuando el uso
transcriptivo con nombres de plantas es el acusativo latino. En cambino, LAGUNA
da
la transcripción esperada en la siguiente cita: «La Sideritide... es una yerva que produce las hojas como las del Marrubio» (Pedacio Dioscórides Anazarbeo acerca de la
materia médica, y de los venenos mortqeros, Amberes, 1555, IV 35).
416
JOSÉ M." MARCOS PÉREZ
~ ~ . decirse de él que más que un sufijo es
3 9. El sufijo - o i d e ~ Puede
un auténtico lexema, y por eso autores como Chantraine, Hirt, Debrunner, etc., 1s excluyen de la categoría sufijal. El hecho de que lo incluyamos en este pequeño estudio entre los sufijos no quiere decir que tengamos una opinión diferente a la de los autores anteriormente citados, sino
más bien como reflejo de la opinión médica general de ver en los términos en -oides vocablos parecidos a los reseñados en los parágrafos anteriores. Además debemos dejar bien sentado que si se puede mantener en
VVXgriego el concepto de compuesto para expresiones como @EOEL&~S,
T O E L ~&
T ~VS@
, Q~~OE
~ ~
L X~ Q
I ~OSE, L X~ L~ A
S O
, E LXUXAOELG~S..
~~~S,
. etc., etc.,
que, por otro lado, sería una composición un tanto dudosa y no muy lejana conceptualmente de sufijos antes estudiados, en español se ha de
descartar para este tipo de términos la idea de composición, porque,
como dice Menéndez Pidal, para que haya auténtica composición es necesario que «dos o más palabras que conservan en la lengua su significado
aparte se unen formando una sola» (Manual.. ., p. 237). Y en español el
segundo elemento -oides no tiene vigencia por sí mismo.
Hecha, pues, esta salvedad aclaratoria y necesaria, paso a considerar
en bloque el abundante grupo de palabras con sufijo -oides. Todos estos
términos han tenido en su origen un sentido de «semejanza»46y se relacionan en la terminología médica estudiada con membranas (alantoides,
aracnoides, ceratoides, eritroides, hialoides, etc.); con huesos (cuboides,
escafoides, etmoides, hioides, trapezoides, etc.); con apófosis (coracoides,
estiloides, mastoides, odontoides, pterigoides, sigmoides, etc.); con cartílagos (xifoides, tiroides, también como glándula, aritenoides, cricoides,
etc.); con ligamentos: conoides, lambdoides; y con músculos como deltoides, romboides, etc.; hasta cavidades (anciroides, sigmatoides), humores
acuosos (hidatoides) y tumores (keloides, sic) tienen asiento en este amplio sufijo4'.
Como puede comprobarse, su sentido es esencialmente descriptivo,
puesto que en todos ellos se procura dar una cierta semejanza o parecido
entre el elemento anatómico descrito y un algo extraño y externo a é! con
lo que tiene esa antedicha semejanza. Y así podemos verificar que el estiloides es una apófosis «semejante a un punzón» por su forma; que el
45
CHANTRAINE,
Formation..., pp. 429 SS. ; HIRT,Handbuch der griechischen
Laut- urrd Formenlehre, 1912; A. DEBRUNNER,
Griechische Wortbildungslehre, 1917,
p. 195.
46
CHANTRAINE,
o.c., p. 430, y más tarde «cualidad».
47
LOSejemplos mostrados darán una idea suficiente, al menos. Por ese motivo
no abundo en citas de médicos españoles.
LA TERMINOLOG~AMÉDICAESPANOLA Y EL GRIEGO
417
etmoides es un hueso «parecido a una criba»; que el hioides nos dice su
semejanza con la «hípsilon»; que el pterigoides se parece al «ala del ave»;
que ellla tiroides tiene la apariencia de «escudo»; que el escafoides se ve
externamente como «una artesas, etc. Podríamos así seguir hasta concluir
una muy larga relación innecesaria. Sin embargo, creo conveniente descartar el nombre de eritroideslelitroides, confundidos para un solo concepto ya en Galeno (IV 280), en los que el primero se ha formado atendiendo a la apariencia de color, como ocurre con muchos nombres de
plantas.
Me resta, por último, citar ciertos términos que o son «hápax» o están
hoy en desuso en la terminología médica, pero que en la época gloriosa
de la Medicina española tuvieron plena y gran vigencia: crimnodes, crocodes, escolicoides, helcodes, ragoides, facoides y, tal vez, alguno más.
Tanto las formas en -odes como las en -oides son intercambiables entre sí
hasta el punto de que mientras Dioscórides utiliza indistintamente x ~ i xoei64g y XQLXÓG~S,
Teofrasto usa @ayó6qgdonde Galeno emplea @ayoe~64~
en; fin, Hipócrates escribe rpaxó6q~donde Aecio cpaxoe~64~.
Por cierto que la mayor parte de estas citas las hemos tomado de Ruyces
de Fontecha, en una especie de léxico médico de comienzos del s. XVII
que lleva por título: Diez privilegios para mugeres preñadas.. . con un diccionario Medico (Alcalá de Henares, Luys Martínez, 1606), libro, por
otra parte, en el que aparecen las erratas y las transcripciones más inverosímiles. Se conoce, volviendo al tema de los vocablos hoy en desuso,
que perdieron vigencia durante el s. XVII, tenebroso siglo para la Medicina española, y desaparecieron o por innecesarios, o porque al caer en
el olvido fueron reemplazados por otros más adecuados o porque se importaron términos de otras lenguas con más entidad médica que la española de entonces. Pero esto último pertenece a otro capítulo distinto del
que ahora nos ocupa.
José M.a MARCOS PÉREZ
Universidad de Valladolid
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