Notas sobre el patrimonio, traducción de JLV del texto original de Fernando Mascarenhas "Patrimonio: úsalo o piérdelo" Conferencia en la Asamblea Gral. EHHA, Lisboa, 3 octubre 2014 A) ¿La importancia del patrimonio? El ser humano vive en el tiempo y tiene una aguda conciencia de ese hecho. Todo lo que experimentamos, sentimos como vivencia o pensamos, está dentro de una secuencia temporal. Vivimos en un presente, que tiene un pasado y un futuro, nosotros somos las criaturas mortales y somos dolorosamente conscientes de ello. Para actuar en el futuro tenemos que tener los pies bien enraizados en el pasado, tenemos que ser conscientes del mundo que nos rodea y concentrarnos en el futuro. Siguiendo a R. G. Collingwood, creo que todo el pensamiento es, sin embargo, el replanteamiento crítico de un pasado. Por lo tanto, sin patrimonio no hay ninguna nueva producción de cultura: ninguna filosofía, ninguna ciencia, ningún arte, ninguna literatura, nada nuevo. ¿Esta manera de ver el patrimonio parece demasiado radical? ¿Bueno, se imaginan ustedes dibujando un gato sin haber visto nunca un dibujo? ¿Escribiendo una frase sin haber visto nunca una línea escrita? Todo el pensamiento proviene del replanteamiento de un pensamiento anterior y sólo es real y nuevo si es un nuevo pensamiento crítico. B) La complejidad de un objeto de patrimonio Cualquier pieza de patrimonio, en cualquiera de sus formas, siempre es compleja, y su grado de complejidad depende del número de pensamientos críticos que fueron necesarios para producirla. Cuando tenemos que preservar el patrimonio, debemos ser conscientes de que tenemos que entender el objeto del patrimonio en su totalidad o lo más cerca que podamos llegar a él. También debemos tomar en cuenta qué elementos de esa complejidad son los más importantes y, sobre todo, cuales son los más dignos de nuestros esfuerzos de ser preservados. Lo más antiguo no es necesariamente lo mejor. C) Un objeto de patrimonio es un objeto vivo Un objeto de patrimonio no es un objeto muerto; no es un mero monumento del pasado, es un monumento de todos los tiempos; es algo vivo que interactúa no sólo con los elementos físicos y químicos del presente, sino también con nuestras mentes, como están ahora y como estarán en un futuro que no conocemos. Es fundamental saber cómo ver y comprender el objeto del patrimonio, heredero de muchos pasados y preñado de múltiples futuros. D) Buen sentido y buen gusto Lo que yo llamaría la restauración equilibrada de un objeto de patrimonio es una actitud de reflexión constante y siendo tan flexible como sea posible. Una actitud que es plenamente consciente de sus opciones, diferentes en cada caso, no sólo delante de diferentes objetos, sino también frente a diferentes aspectos del mismo objeto. También debe ser una actitud que busca recuperar el objeto en su totalidad, y que no se niega a tomar decisiones y dejar trazas que pueden requerir el momento de la intervención. Estas trazas deben ser atemperadas con buen sentido (no sentido común), porque debe ser reversibles y deben ser iluminadas por el buen gusto. Casas patrimoniales y sus propietarios Básicamente existen dos formas de entrada en posesión de una casa de patrimonio: a través de herencia o adquisición. Heredar una casa histórica es un privilegio y una carga; un privilegio debido a su significado histórico y su belleza, una carga debido a su conservación que a menudo requiere medios substanciales. Si uno ha heredado la casa sin una cantidad adecuada de renta, tiene que esforzarse en dedicarla a un determinado uso que proporcione los ingresos necesarios para sostenerla. La opción de 'qué hacer' para obtener dichos ingresos depende, entre otras cosas, del diseño de la casa, de donde se encuentra y los gustos propios de sus dueños; pues éstos trabajarán mucho más y mucho mejor haciendo lo que les gusta que lo que desprecian. Si el propietario no tiene la fortaleza de estómago para realizar este trabajo, es mejor venderla a alguien que tenga los medios para preservar la casa. El nuevo uso de parte de toda la casa probablemente requerirá obras, y tanto si son grandes como pequeñas, es esencial que se cumplan estas cinco cosas: 1. Respetar la historia y la estética de la casa; 2. Intervenir lo menos posible; 3. La intervención debe ser reversible; 4. Asegúrese de que la casa sea vivida y de preferencia por su dueño; 5. Los nuevos propietarios de casas patrimonio deben tener acceso a cursos sobre la propiedad y la gestión de esas casas. Gracias Fernando Mascarenhas Lisboa, 2 de octubre de 2014