Textos de la Misa - Sagradafamilia.org.ve

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Oración sobre las ofrendas
Oh Dios, fuente de la paz y del
amor sincero, concédenos glorificarte por estas ofrendas y unirnos fielmente a ti por la participación en esta eucaristía. Por
Jesucristo nuestro Señor.
del Dios vivo.
Oración después de la comunión
Con tu palabra, Señor, y con tu
pan del cielo, alimentas y vivificas a tus fieles; concédenos que
estos dones de tu Hijo nos aprovechen de tal modo que merezcamos participar siempre de su
vida divina. Por Jesucristo nuestro Señor.
Antífona de comunión (Sal 41, 2-3)
Como busca la cierva corrientes
de agua, así mi alma te busca a
ti, Dios mío; tiene sed de Dios,
PROPÓSITOS DE LA HOMILÍA
UNA GRAN MUCHEDUMBRE SEGUÍA A JESÚS
Y se detiene a explicarles la necesidad de poner esfuerzo para cambiar de vida y mantenerse en el bien. Preguntémonos a diario:
1. Con Dios: ¿Dediqué un rato a hablar con Él? ¿Evité las distracciones voluntarias? ¿Tengo la decisión firme de apartar toda ocasión de
ofender a Dios?
2. La familia: ¿Dedico tiempo y atención a cada uno? ¿Me empeño
en tener alegría, comprensión y paciencia, sin dejar de corregir oportunamente?
3. El trabajo: ¿Soy puntual? ¿Pongo intensidad y medios concretos
para ser eficiente? ¿Tengo un orden de prioridades? ¿Me sujeto a un
plan y a la vez tengo la flexibilidad necesaria? ¿Llevo al hogar trabajo
que debí resolver en su lugar? ¿Evito que un trabajo intenso y eficaz
vaya en detrimento de la dedicación a mi familia. Y viceversa?
PETICIONES PARA LA ORACIÓN UNIVERSAL DE LOS FIELES
Por las necesidades más urgentes de cada venezolano. Roguemos al
Señor.
Para que todos puedan tener un trabajo digno y una familia unida.
Roguemos al Señor
XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (ciclo C)
4 de Septiembre de 2016
QUÉ ES EL EXAMEN DE CONCIENCIA
D
ios quiere que luchemos por ser santos.
Para eso es preciso:
1. valorar las posibilidades,
conocer bien los medios que
poseemos y saber utilizarlos,
2. ser conscientes de lo que
nos falta para pedirlo confiadamente al Señor
3. arrancar y tirar lo que estorba.
Esta es la misión del examen de conciencia.
Los buenos comerciantes
hacen balance cada día del estado de sus negocios, examinan sus ganancias o sus pérdidas, saben dónde se puede
mejorar, detectan con prontitud la causa de una mala gestión y procuran poner remedio antes de que se originen
mayores males para la empresa.
Un examen bien hecho confronta nuestra vida con lo que
Dios espera de nosotros, y
con la respuesta diaria a su
llamada.
Es más fácil pedir perdón y
recomenzar de nuevo muchas
veces. «Impide que en nuestra
alma arraiguen los gérmenes
de la tibieza y nos facilita vivir
lejos de las ocasiones de pecar».
En cambio, «quien se contentara con una visión rutinaria,
superficial, acabaría deslizándose por el plano inclinado de
la negligencia y de la pereza
espiritual, hacia la tibieza, esa
miopía del alma que prefiere
no discernir entre el bien y el
mal, entre lo que procede de
Dios y lo que proviene de
nuestras propias pasiones» (San
Josemaría)
(Tomado de Hablar con Dios
Antífona de entrada (Sal 118)
Señor, tú eres justo, tus mandamientos son rectos. Trata con
misericordia a tu siervo.
Oración colecta
Señor, tú que te has dignado
redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de padre y haz
que cuantos creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia
eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
graron los hombres enderezar
sus caminos y conocer lo que te
agrada. Sólo con esa sabiduría
se salvaron, Señor, los que te
agradaron desde el principio.
(Palabra de Dios–Te alabamos Señor)
Salmo Responsorial (Salmo 89)
V/. Tú eres, Señor, nuestro refugio.
R/. Tú eres, Señor, nuestro...
Tú haces volver al polvo a los
humanos, diciendo a los mortales que retornen. Mil años para
ti son como un día que ya pasó;
como una breve noche.
R/. Tú eres, Señor, nuestro…
¿Quién es el hombre que puede conocer los desig- Nuestra vida es tan breve como
nios de Dios?
Lectura del libro de la Sabiduría un sueño; semejante a la hierba,
que despunta y florece en la ma(9, 13-19)
¿Quién es el hombre que puede ñana y por la tarde se marchita
conocer los designios de Dios? y se seca.
¿Quién es el que puede saber lo R/. Tú eres, Señor, nuestro...
que el Señor tiene dispuesto? Enséñanos a ver lo que es la viLos pensamientos de los morta- da y seremos sensatos. ¿Hasta
les son inseguros y sus razona- cuándo, Señor, vas a tener
mientos pueden equivocarse, compasión de tus siervos?
porque un cuerpo corruptible ¿Hasta cuándo?
hace pesada el alma y el barro R/. Tú eres, Señor, nuestro...
de que estamos hechos entorpe- Llénanos de tu amor por la mace el entendimiento. Con difi- ñana y júbilo será la vida toda.
cultad conocemos lo que hay Haz, Señor, que tus siervos y
sobre la tierra y a duras penas sus hijos, puedan mirar tus
encontramos lo que está a nues- obras y tu gloria.
tro alcance. ¿Quién podrá des- R/. Tú eres, Señor, nuestro ...
cubrir lo que hay en el cielo? SEGUNDA LECTURA
¿Quién conocerá tus designios, Recíbelo, no como esclavo, sino como hermano
si tú no le das la sabiduría, en- amadísimo
viando tu santo espíritu desde lo Lectura de la carta del apóstol san
alto? Sólo con esa sabiduría lo- Pablo a Filemón (9-10. 12-17)
Querido hermano: Yo, Pablo,
ya anciano y ahora, además,
prisionero por la causa de
Cristo Jesús, quiero pedirte
algo en favor de Onésimo, mi
hijo, a quien he engendrado
para Cristo aquí, en la cárcel.
Te lo envío. Recíbelo como a
mí mismo. Yo hubiera querido retenerlo conmigo, para
que en tu lugar me atendiera,
mientras estoy preso por la
causa del Evangelio. Pero no
he querido hacer nada sin tu
consentimiento, para que el
favor que me haces no sea como por obligación, sino por tu
propia voluntad. Tal vez él fue
apartado de ti por un breve
tiempo, a fin de que lo recuperaras para siempre, pero ya no
como esclavo, sino como algo
mejor que un esclavo, como
hermano amadísimo. El ya lo
es para mí. ¡Cuánto más habrá
de serlo para ti, no sólo por su
calidad de hombre, sino de
hermano en Cristo! Por tanto,
si me consideras como compañero tuyo, recíbelo como a mí
mismo.
(Palabra de Dios–Te alabamos Señor)
ACLAMACIÓN ANTES
DEL EVANGELIO (Sal 118, 135)
Aleluya, aleluya. Señor, mira
benignamente a tus siervos y
enséñanos a cumplir tus mandamientos. Aleluya
EVANGELIO
El que no renuncie a todos sus bienes no puede
ser mi discípulo
Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (14, 25-33)
En aquel tiempo, caminaba
con Jesús una gran muchedumbre y él, volviéndose a sus
discípulos, les dijo: “Si alguno
quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre,
a su esposa y a sus hijos, a sus
hermanos y a sus hermanas,
más aún, a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que
no carga su cruz y me sigue,
no puede ser mi discípulo. Porque, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se
pone primero a calcular el costo, para ver si tiene con qué
terminarla? No sea que, después de haber echado los cimientos, no pueda acabarla y
todos los que se enteren comiencen a burlarse de él, diciendo: ‘Este hombre comenzó
a construir y no pudo terminar’. ¿O qué rey que va a combatir a otro rey, no se pone primero a considerar si será capaz
de salir con diez mil soldados
al encuentro del que viene contra él con veinte mil? Porque si
no, cuando el otro esté aún
lejos, le enviará una embajada
para proponerle las condiciones de paz. Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no
puede ser mi discípulo”.
(Palabra del Señor –Gloria a ti Señor Jesús)
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