Temporada I - Boomerang TV

Sinopsis por temporadas · Temporada I
Temporada I
Pepa Balmes es una joven partera, decidida e independiente, y odia a los hombres desde el día en que
sirviendo a una adinerada familia, su patrón la dejó embarazada, prometiéndole amor eterno, para
después abandonarla y arrebatarle a su hijo.
De camino hacia la aldea de “Puente Viejo”, Pepa conoce a Francisca Montenegro, una poderosa mujer
que la contrata para hacerse cargo de las embarazadas de su mansión, incluida su enfermiza y paranoica nuera Angustias.
A punto de llegar a su destino, Pepa también conoce a Tristán, un atractivo militar que vuelve a Puente
Viejo tras luchar en la Guerra y queda completamente extasiado por la hermosa joven. Pepa hará gala
de todo su orgullo y resentimiento hacia los hombres para alejarse de él, pero la atracción que sienten
el uno por el otro es evidente.
Al llegar a casa de los Montenegro, Pepa hace muy buenas migas con Martín, el pequeño hijo de Angustias. Pronto descubrirá que el padre del niño es ni más ni menos que Tristán, que es hijo de Francisca Montenegro, y está casado, con un hijo y otro en camino. Pepa no quiere repetir sus errores del
pasado y enamorarse de su patrón, así que decide irse del pueblo. Pero cuando Pepa carga sus cosas
y sale del pueblo descubre al pequeño Martín bañándose en el río, y reconoce en la piel del niño la
misma marca de nacimiento del hijo que le arrebató su antiguo patrón.
Pepa ahora está convencida de que Martín es su hijo y ha de luchar para recuperarlo, así que se queda
en Puente Viejo.
Tristán cae enfermo, y Francisca pide a Pepa que le cuide. Las confesiones de amor de Tristán entre
delirios harán mella en Pepa, que se enamora perdidamente de Tristán. Este amor despertará un profundo odio y desprecio de Francisca, la madre de Tristán.
Pepa intenta alejarse de Tristán, pero la atracción es irresistible. Ambos se confiesan su amor, pero
cuando están a punto de acostarse juntos, Tristán cuenta a Pepa que tiene un hermanastro, que no es
otro que Carlos Castro, el antiguo patrón de Pepa, y padre de Martín.
Pepa está cansada de mentiras e intrigas, y va a contarle a Tristán la verdad sobre Martín, pero Tristán
está de caza y una bala roza el brazo de Pepa cuando intenta proteger a Martín de un tiro accidental.
Tristán se siente muy culpable, y confiesa a Pepa nuevamente su amor. También promete pedir la anulación de su matrimonio con Angustias.
Al pueblo llega también el doctor Alberto Guerra, quien rápidamente se enamora de Pepa.
Don Anselmo, el cura del pueblo reconoce a Pepa como la antigua sirvienta de Carlos Castro de la que
se dice que intentó robar a su hijo. Don Anselmo advierte a Pepa que no permitirá que se quede en el
pueblo. Pero las cosas cambian cuando Pepa le salva la vida y le cuenta la verdad sobre lo que pasó con
Carlos Castro y el robo de su bebé. El cura comprende la verdad y jura a Pepa lealtad eterna.
Pepa ayuda en el parto de Angustias e impresiona al Dr Guerra que, maravillado por su habilidad,
convence a Pepa para que estudie. Esta escena llena de celos a Tristán, quien ve al médico como un
fuerte rival por el amor de Pepa.
Poco después, Felisa, la mejor amiga de Angustias, asesina al hijo de Angustias y Tristán, y acusa a
Pepa de matar al bebé. Doña Francisca aprovecha esta acusación para encerrar a Pepa en el calabozo.
El odio de Doña Francisca por Pepa ya no viene sólo por conquistar el corazón de su hijo, sino también
por entrometerse en la vida de su otra hija, Soledad, que está enamorada de Juan, un simple campesino
a quien Francisca quiere ver lejos a toda costa.
Angustias, que sufre un gran desequilibrio emocional, visita a Pepa en prisión y Pepa le cuenta que
sabe que Martín no es su hijo. Finalmente el pequeño Martín cuenta a Tristán que vio a Felisa matar
a su hermano y Pepa sale de la cárcel.
Angustias no sale de la casona y en su demencia intenta matar a Pepa, a quien ve como causante de
todos sus problemas. Cuando Angustias va a clavar el puñal a Pepa, su mano cambia de dirección y se
suicida, apuñalándose el vientre.
Francisca acusa a Pepa de la muerte de su nuera, y promete hacérselo pagar. Pepa por fin cuenta a
Tristán que ella es la madre de Martín y que Carlos Castro se lo robó. Lo que no le dice a Tristán es que
estuvo enamorada de Carlos, y Martín es el fruto de su pasión prohibida.
El Doctor Alberto Guerra pide a Pepa en matrimonio. Pepa no le ama y le rechaza. Pepa vuelve a la
casona de los Montenegro buscando a Tristán y Martín, que han salido unos días del pueblo. Allí se
encuentra con Francisca y ambas tienen una fuerte discusión. Francisca le dice que Tristán y Martín
no volverán y se han ido para alejarse de ella.
Pero Tristán en realidad ha ido a buscar respuestas sobre el pasado de Pepa y las encuentra en las pala-
bras de una monja que fue testigo de la desgracia de Pepa. Tristán descubre que su hermano Carlos es
el padre de Martín. El doctor Alberto Guerra vuelve a pedir matrimonio a Pepa, y la convence de que
estando casados, Pepa podrá recuperar a su hijo. Emilia, amiga de Pepa, descubre la verdad sobre Pepa
y Martín y escribe una carta a Francisca Montenegro contándole toda la verdad sobre Pepa.
Cuando Tristán vuelve de su viaje se convierte en testigo casual de la conversación entre Pepa y Alberto en la que Pepa acepta casarse con el médico.
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