DISFASIAS SECUNDARIAS Aspectos neurofisiológicos de las disfasias J.R. Valdizán ASPECTOS NEUROFISIOLÓGICOS DE LAS DISFASIAS Resumen. Introducción y desarrollo. La disfasia es un trastorno congénito caracterizado por un inicio tardío en el comienzo y/o producción del lenguaje, tanto en su forma expresiva como comprensiva, que no puede ser explicado por retraso mental, trastornos neurológicos, psiquiátricos o auditivos. De causa desconocida, sus efectos afectan no sólo al lenguaje, también a sus relaciones sociales, capacidad de atención y comportamiento. Debe diferenciarse, fundamentalmente, del trastorno del espectro autista y de las afasias adquiridas como el síndrome de Landau-Kleffner. Las exploraciones neurofisiológicas más utilizadas son el electroencefalograma analógico y cuantificado, la polisomnografía, el potencial evocado troncular y los potenciales cognitivos P300 y N400. Estos estudios muestran la existencia de alteraciones en subgrupos de disfasias como paroxismos, ritmo theta asimétrico y alteraciones de los potenciales cognitivos. Conclusiones. Las actividades bioeléctricas anormales plantean la posibilidad de una inmadurez con diversas manifestaciones, a confirmar en nuevos trabajos. [REV NEUROL 2005; 41 (Supl 1): S105-7] Palabras clave. Disfasia. Electroencefalograma cuantificado. Paroxismos. Polisomnografía. INTRODUCCIÓN La disfasia es un trastorno congénito caracterizado por un inicio tardío en el comienzo y/o producción del lenguaje, tanto en su forma expresiva como comprensiva, que no puede explicarse por retraso mental, trastornos neurológicos, psiquiátricos o auditivos. La etiología desconocida –posiblemente las causas son diversas– afecta directa o indirectamente y de forma selectiva a las estructuras implicadas en el lenguaje. El niño con disfasia no puede ordenar de forma regular los fonemas que configuran una palabra, originándose una disfunción sonora, al ser producto de su dificultad para percibir [1]. Sus efectos afectan no sólo al lenguaje, también a sus relaciones sociales, capacidad de atención y comportamiento: – Dificultad para la relación con compañeros, aislándose y aislándolo. – Disminución de su capacidad de juego, centrándose en los más inmediatos o los que únicamente generen su interés. – Encierro en sí mismo. – Disminución de la atención de trabajo. – Cambios bruscos del carácter pudiendo llegar a la agresividad incontrolada. – Repetitivo en sus hábitos – Dificultad para la adquisición de conocimientos. – Dificultad para la compresión temporoespacial. Dentro del mismo cuadro de disfasias de sus diversas formas de presentación, el trastorno expresivo-receptivo del lenguaje manifiesta mayores complicaciones cognitivas. Tipos – Forma motriz o expresiva: con buen nivel de compresión, pero marcada dificultad para imitar fonemas y palabras, y escaso lenguaje espontáneo. – Forma sensorial o receptiva, o ‘sordera verbal’: caracterizada Aceptado: 13.06.05. Servicio de Neurofisiología Clínica. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España. Correspondencia: Dr. José Ramón Valdizán. Servicio de Neurofisiología Clínica. Hospital Universitario Miguel Servet. Paseo Isabel la Católica, 1-3. E-50009 Zaragoza. E-mail: [email protected] © 2005, REVISTA DE NEUROLOGÍA REV NEUROL 2005; 41 (Supl 1): S105-S107 por dificultad en las asociaciones verbales, en la interpretación del lenguaje ambiental y en la evocación verbal de objetos. – Forma mixta: con síntomas motores y sensoriales. Diagnóstico diferencial Fundamentalmente con: – Trastorno del espectro autista: a veces se confunden en primeras edades de la vida. La discapacidad para la relación social en este grupo debería ser el síntoma más significativo que sirve en la discriminación entre ambos grupos. – Afasias adquiridas como el síndrome de Landau-Kleffner (SLK): la existencia de un periodo inicial del lenguaje sin evidentes alteraciones será la diferencia con la disfasia [2]. EXPLORACIONES NEUROFISIOLÓGICAS Una ventaja de los estudios neurofisiológicos es su carácter funcional, no ser invasivos y su bajo costo. Se realizan en cualquier edad y situación cognitiva. Este carácter funcional facilita el seguimiento de las disfasias en distintas edades de los niños, tanto ante la presencia de signos patológicos paroxísticos o generalizados como de alteraciones madurativas. Las exploraciones neurofisiológicos en disfasias se relacionan con la actividad cerebral espontánea o evocada. En el registro de la actividad espontánea se valora el ritmo cortical basal y la posible presencia de signos paroxísticos epileptiformes, generalizados o focales. Sus técnicas son: el electroencefalograma analógico (EEG) y cuantificado (EEGc)/cartografía cerebral, el polisomnograma (PSG) nocturno y el magnetoencefalograma (MEG). El potencial evocado troncular para descartar alteraciones auditivas. La actividad evocada es la respuesta a estímulos sensoriales o cognitivos. Dentro de estos últimos, los más utilizados son las ondas P300 (procesamiento de la atención) y N400 (contextualización semántica). El potencial evocado troncular con estímulo acústico permite descartar hipoacusias, sobre todo neurosensoriales (Tabla). ALTERACIONES NEUROFISIOLÓGICAS En un estudio [3] de 32 pacientes con disfasia congénita, 19 sin crisis epilépticas, nueve con crisis ocasionales y cuatro epilépti- S105 J.R. VALDIZÁN cos, 10 mostraban en el EEG descargas epilépticas interictales, y al ampliar la exploración al polisomnograma nocturno, la cifra se incrementaba a 30 niños con paroxismos. En otro trabajo [4], de 24 niños con disfasia expresiva del desarrollo, nueve presentaban descargas durante el sueño, de frecuencia variable y distinta a la del SLK. En 52 niños con disfasia [5], el 50% mostraban actividad paroxística, frente a dos en el grupo control; los autores indican que dicha actividad puede relacionarse con displasia estructural y trastorno de la migración neuronal, frecuente en la disfasia receptiva. Cuando su presencia es superior al 8% del tiempo total de sueño, sugieren el empleo de medicación antiepiléptica. Comparando [6] dos grupos –mediante el EEG–, de vigilia y sueño, de 24 horas, 52 niños con disfasia del desarrollo y 20 niños normales, con edades entre 4 y 11 años, sin signos neurológicos ni convulsivos y resonancia magnética cerebral normal, se encuentra que si bien la arquitectura del sueño está conservada, resulta significativa la presencia de despertares en el primer grupo con reducción del tiempo total de sueño. De los niños con disfasia, 24 presentaban paroxismos generalizados o focales en región frontotemporal, con una aparición más frecuente en fases más superficiales del sueño y casi insistentes en sueño REM. Su morfología era de punta y punta-onda, abarcando entre un 8,7 y 47% del sueño total. En nuestro caso (no publicado) hemos observado en pacientes disfásicos descargas de punta y punta-onda, pero no polipunta, particularmente durante el sueño en sus fases primera, segunda y REM, pero no en sueño lento. Con el MEG [7] se ha precisado el origen un patrón característico del trastorno específico del lenguaje criptogenético, formado por descargas de punta y polipunta-onda irregular en región bifrontal con dipolo predominando en área perisilviana izquierda. El EEGc [8] ha demostrado asimetrías interhemisféricas en la energía de la banda theta en niños con disfasia. El potencial evocado cognitivo P300 auditivo y visual [9] presenta un decremento de su amplitud, un incremento en la latencia del potencial, y asimetrías interhemisféricas, posiblemente por trastornos madurativos y un déficit en el procesamiento de la información. El empleo del potencial N400 [10] en familiares de niños con disfasia muestran que los padres tienen un menor efecto de facilitación, es decir, menor capacidad de diferenciación en la contextualización semántica, que las madres, quienes no presentan diferencias, posiblemente porque la onda N400 indica una deficiencia anterior del lenguaje en los padres. DISCUSIÓN Las exploraciones neurofisiológicas, que son escasas en un cuadro tan importante y grave como éste, demuestran diversas alte- Tabla. Exploraciones neurofisiológicas más utilizadas en disfasia. Actividad espontánea Electroencefalograma Electroencefalograma cuantificado Cartografía cerebral Polisomnograma Actividad evocada Potencial evocado troncular Actividad evocada cognitiva Potencial P300 Potencial N400 raciones funcionales en disfasias, de ellas la más conocida es la actividad paroxística. Su presencia en algunas disfasias que podemos denominar de la actividad paroxística, en la afasia adquirida y en la epilepsia con punta-onda continua durante el sueño lento, plantea la posible conexión entre ambos cuadros paroxísticos y los trastornos del lenguaje, con la posibilidad de que la disfasias de la actividad paroxística sea una forma menor de ambas. A ellos se puede asociar la epilepsia parcial benigna atípica, que también transcurre con descargas focales durante el sueño, como forma minor de las dos entidades epilépticas anteriores [11] y, por último, algunos casos de punta y punta-onda occipitales, en donde el proceso de adquisición del lenguaje puede alterarse [12]. Posiblemente el punto de unión neurofisiológico resida en las características metabólicas de los paroxismos con origen en zonas determinadas de corteza, como sucede en el SLK [13], que tienen un alto nivel de actividad metabólica, más elevado que en estructuras subcorticales como el núcleo talámico. Éste se mantiene simétrico frente a la asimetría del córtex, lo que constituye un rasgo característico de cerebros inmaduros. La asimetría del ritmo theta se sustituye en el EEGc, a partir de los 7 años, por el ritmo alfa; su dominante persistencia se considera un signo de disfunción cortical [14]. Otra posible reafirmación de la disfunción se encuentra en las respuestas de los potenciales cognitivos P300 y N400, que en este caso indican una atención y contextualización afectadas. Con todos estos datos se perfila la hipótesis de la inmadurez cerebral neurofisiológica en sus diversas manifestaciones: paroxismos, actividad basal-cortical más lenta y afectación de los potenciales cognitivos. Nuevos trabajos podrían confirmar y profundizarían en los mecanismos subyacentes de las disfasias. BIBLIOGRAFÍA 1. Aguado G. Trastorno especifico del lenguaje. Retraso del lenguaje y disfasia. Málaga: Aljibe; 1.999. 2. Gordon N. Cognitive functions and epileptic activity. Seizure 2000; 9: 184-8. 3. Echenne B, Cheminal R, Rivier F, Negre C, Touchon J, Billiard M. Epileptic electroencephalographic abnormalities and developmental dysphasias: a study of 32 patients. Dev Med Child Neurol 1993; 15: 319. 4. Duvelleroy-Hommet C, Billard C, Lucas B, Gillet P, Barthez MA, Santini JJ, et al. Sleep EEG and developmental dysphasia: lack of a consistent relationship with paroxysmal EEG activity during sleep. Neuropediatrics 1995; 26: 14-8. 5. Picard A, Cheliout F, Bouskraoui M, Lemoine M, Lacert P, Delattre J. S106 Sleep EEG and developmental dysphasia. Dev Med Child Neurol 1999; 41:142-3. 6. Cheliout-Heraut F, Picard A, Bouskraoui M, Lacert P. 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