Entrevista a Ignacio ALvarez. Presidente de la SECAL

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Ignacio
Álvarez:
PRESIDENTE DE LA
SOCIEDAD ESPAÑOLA PARA
LAS CIENCIAS DEL ANIMAL
DE LABORATORIO
“En nuestro sector hay un campo de
expansión para la profesión veterinaria”
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Su integración profesional en la experimentación ANIMAL ¿tuvo un origen vocacional o fue
casual?
Inicialmente casual, al incorporarme a un grupo
de investigación en trasplantes. Lógicamente, dicha
experiencia me permitió familiarizarme con el
manejo de animales empleados con fines experimentales. Además, pude comprobar que muchos
grupos de investigación no tenían una formación
adecuada en el manejo de animales de forma que
los veterinarios pueden aportar su formación y a su
vez incorporarse al mundo de la investigación.
¿Como puede adquirirse la formación necesaria para poder desarrollar las actividades profesionales en este campo?
No existe una formación de pregrado en ciencias del animal de laboratorio, circunstancia que no
es única en nuestro país. Por tanto, la formación disponible es de postgrado y existe en la actualidad un
déficit formativo que ha sido agravado por la importancia que está adquiriendo el empleo de animales
modificados genéticamente en biomedicina. No
quiero decir que se empleen más animales, sino que
estos son seleccionados, son más valiosos y se proporcionan unos cuidados cada vez mayores. Curiosamente este déficit formativo se está produciendo
también en países tan desarrollados como Estados
Unidos. En España existen algunos programas de
postgrado en Universidades Españolas, destacando
el programa de Master en Ciencia y Bienestar del
Animal de Laboratorio de la Universidad Autónoma de Barcelona que incluye los contenidos establecidos para la Categoría D por la Federación Europea de Sociedades de Ciencias del Animal de
Laboratorio (FELASA). Con los cambios propuestos
en el Espacio Europeo de Educación Superior, se
prevé la aparición de programas dirigidos a las ciencias del animal de laboratorio en muchas universidades españolas, especialmente aquellas que dispongan de una Facultad de Veterinaria.
Por otro lado, la Sociedad Española para las Ciencias del Animal de Laboratorio promueve la realización de un Congreso Nacional de carácter bianual así como la realización o participación en
jornadas o cursos de formación. La Sociedad Europea de Veterinarios del Animal de Laboratorio
(ESLAV) persigue unos fines similares en un ámbito
europeo pero restringido al ámbito veterinario
(www.eslav.org). Finalmente, el máximo grado de
especialización, el Diploma Europeo del Colegio
Europeo de Veterinarios de animales de laboratorio
se obtiene a través de los programas aprobados por
el citado Colegio Europeo (ECLAM,
www.eclam.org). En España, existe un programa
aprobado en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Un aspecto preocupante aunque, creo, transitorio, es que el RD ya impone la necesidad de estar
acreditado para el manejo de animales de experimentación pero aún no ha clarificado como se rea-
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el sector (me remito a la pregunta anterior), el MAPA,
el MEC o las Comunidades Autónomas como autoridad competente, deben agilizar los trámites para
regularizar esta situación.
El papel del veterinario en el ámbito de los animales de experimentación dentro de la sanidad, es
desconocido para la mayoría de nosotros, ¿puede
detallarnos cuáles son las actividades principales
de estos compañeros? ¿Debería de incluirse como
una formación específica dentro de la sanidad
pública tipo MIR, FIR, BIR, etc.?
Realmente la incorporación de los veterinarios
a estas tareas es relativamente reciente y ha ido parejo con un incremento en la demanda de animales
de laboratorio en condiciones óptimas de bienestar que permitan obtener unos resultados de investigación de calidad. El papel del veterinario está
relacionado, además de con el bienestar de los animales, con la salud de los mismos, siendo el único
profesional capacitado para esto último. Ello no
implica que en el mantenimiento del bienestar de
los animales de laboratorio existan otros factores
que puedan ser gestionados por
otros profesionales. La incorporación de los veterinarios a un posible sistema VIR (veterinario interno residente) constituye de hecho
una demanda elevada al Consejo
de Colegios Veterinarios de España, pero la posibilidad de que se
materialice no está cercana. Realmente, el número de veterinarios
que ocupan responsabilidades en
el animalario de un centro de
investigación sanitario son pocos,
y la demanda de estos profesionales es limitada. Un problema asociado es que la labor realizada no
Con los cambios
propuestos en el
Espacio Europeo de
Educación Superior, se
prevé la aparición de
programas dirigidos a
las ciencias del
animal de laboratorio
en muchas
universidades
españolas
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lizará la acreditación de la formación y actualmente solo han sido acreditadas aquellas personas con
una experiencia mínima requerida. Esto significa
que actualmente se ha producido un cuello de botella, aunque soy consciente de que la administración central está trabajando en ello. Es previsible
que aquellos programas formativos que dispongan
de un mínimo de calidad permitan obtener dicha
acreditación y para ello el Comité Nacional ICLAS,
dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia, está elaborando una guía formativa sobre la que
apoyarse.
En resumen, según la legislación vigente, un
veterinario que quiera ejercer su labor profesional
como ‘especialista en salud animal’ deberá estar en
posesión de la acreditación de la Categoría D mientras que un Diplomado Europeo necesitará un
esfuerzo formativo superior.
Me ha comentado la formación necesaria de un
veterinario dentro de las ciencias del animal de
laboratorio, pero tengo entendido que también
existe una demanda de formación de los veterinarios y de otros colectivos en su faceta de investigadores con animales.
¿En qué situación nos encontramos?
La situación es la misma que para
otros profesionales que se dedican a
la investigación y ha cambiado sustancialmente a raíz de la promulgación del reciente Real Decreto
1201/2005. En este sentido cualquier
investigador que requiera el uso de
animales debe disponer de una formación de postgrado adecuada o
acreditación de la Categoría C. Aquí
quiero recordar que existe una elevada demanda, urgente y puntual, de
cursos para esta Categoría y que tanto
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Convenio ETS 123 propone un
incremento de los espacios donde
deben ser alojados los animales y
un enriquecimiento ambiental que
les permitan unas condiciones
óptimas durante la investigación.
¿En que plazo piensa que debería aprobarse la normativa autonómica en Madrid?
El Real Decreto 1201/2005 fue
aprobado en otoño pasado pero
algunos de los aspectos en él recogidos, deben incorporarse a la
legislación autonómica, al estar
transferida las competencias a la
Comunidad de Madrid. En cualquier caso, una vez se haya desarrollado el Real Decreto, las diferentes Comunidades Autónomas
deberán trasladar sus competencias lo antes posible pero de
forma armonizada, evitando
que lo que es preceptivo en una
Comunidad Autónoma no lo
sea en otra. Uno de los aspectos regulados es el Comité
Autonómico de Ética en Experimentación Animal. Es posible
que la normativa autonómica
pueda estar lista en menos de
un año, pero esta decisión
depende exclusivamente de la
Comunidad de Madrid.
Los veterinarios además de
su labor como especialistas en
salud animal deben actuar
como especialistas en bienestar. ¿En que ámbitos cree que
se deben realizar más esfuerzos: la mejora de las
instalaciones, el enriquecimiento ambiental, la preparación y concienciación de cuidadores e investigadores, el refinamiento de los procedimientos y
la estrategias para la prevención del dolor y el distres …?
Como antes he indicado, en el Real Decreto está
recogida la figura de especialista en salud animal
que solo puede ostentar un veterinario sobre la base
de su formación específica. Otros aspectos donde
el veterinario dispone de conocimientos específicos
son los de cirugía, anestesia o analgesia. Existe otra
figura que es la de especialista en bienestar animal
que puede ser responsabilidad no solo de un veterinario, sino también de otros profesionales con
conocimientos de fisiología, anatomía, zoología,
etc. Realmente el veterinario puede actuar en su
doble faceta de especialista en bienestar y en salud
animal si dispone de la formación de postgrado adecuada, pero ello no implica que otros profesionales no puedan responsabilizarse de otros aspectos
como los ambientales, la gestión de las instalaciones y personal del animalario, u otro tipo de actividades.
El papel del
veterinario está
relacionado, además
de con el bienestar de
los animales, con la
salud de los mismos,
siendo el único
profesional capacitado
para esto último
está directamente ligada a la labor asistencial de los hospitales. Otro factor a
considerar es que la actividad, y por tanto
la formación que se adquiriría, no coincide necesariamente con la labor que
podría realizarse en un centro de investigación o una universidad. En cualquier
caso, es una demanda legítima y podría
ser una de las vías formativas
¿Conoce, igualmente, las actividades
de los veterinarios que desarrollan también su trabajo con animales de experimentación en otros campos: industria, medio
ambiente, etc…?
En la industria farmacéutica existen muchos veterinarios como responsables de animalarios y algunas de estas empresas disponen de Departamentos
de Ciencias del animal de laboratorio. Realmente
estas empresas llevan muchos años desarrollando
esta labor y al mismo nivel que en otros países de
Europa.
¿Cómo afectan las Directivas de la UE sobre Protección y Bienestar Animal? ¿Como afectará la
reciente aprobación del Convenio ETS 123 del Consejo de Europa? ¿Cree que el periodo transitorio va
a ser suficiente? ¿Están los centros de investigación
en nuestro país concienciados y preparados para la
adaptación?
La reciente aprobación del Convenio ETS 123
supone un incremento del grado de protección de
los animales de laboratorio. Ello implica que se quiere proporcionar un mayor grado de bienestar a los
mismos y obedece a la creciente presión social en
este sentido. Esta perspectiva está proporcionando
un campo de trabajo en expansión para la profesión veterinaria. Por poner un ejemplo, el Anexo del
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pia sociedad sino también de los animales, así como hemos visto un incremento del grado de concienciación
sobre los problemas medioambientales. Por lo tanto, la sociedad opta por
un equilibrio entre el progreso, especialmente en el área biomédica y su
repercusión en la salud humana, y el
posible sufrimiento que ello conlleve
para los animales empleados para
alcanzar dicho progreso. Nuestro
papel como responsables del bienestar animal es minimizar o evitar el
sufrimiento animal pero al mismo
tiempo facilitar al investigador unos
resultados óptimos. No tengo dudas
de que dicha actividad es reconocida por parte de la sociedad pero también es necesario difundir dicha labor. Muchas veces, creo, la
sociedad desconoce que existe una figura como la
nuestra y lo que significa, confundiéndonos, con los
propios investigadores.
La actividad en contra del empleo de animales
en investigación es legítima y solo recibe una respuesta virulenta por una minoría. Considero que la
mayoría de las asociaciones de defensa de los animales son críticas pero no necesariamente contrarias al empleo de animales en investigación. Eso sí,
exigen un trato exquisito hacia los animales y plantean la posibilidad de obtener los mismos resultados científicos sin su utilización. De hecho, este
planteamiento es el que actualmente impera en los
países desarrollados. Desgraciadamente existen
algunos grupos que optan por vías ‘no negociadas’
y pasan directamente a la acción. En España se ha
producido el año pasado un incremento espectacular en el número de actividades violentas, que van
desde el pinchazo de ruedas o pintadas a las amenazas personales o la ‘liberación’ de animales.
Pocas de estas protestas se realizan contra los veterinarios o responsables del animalario, pero resulta paradójico que esto suceda cuando estos profesionales no son los que experimentan con los
animales, sino los que se encargan de su bienestar
con son empleados con estos fines.
¿Qué cree que se debería hacer desde la Comunidad de Madrid para potenciar la investigación?
¿Le parece que la estructura de Parques Científicos
y animalarios centralizados que se ha implantado
en otros sitios tendría sentido aquí?
Madrid dispone de la mayor concentración de
recursos de investigación de España. Dado que
muchos de estos recursos llevan años funcionando,
existe una elevada atomización que impide que los
recursos puedan concentrarse en infraestructuras
potentes y competitivas. En los últimos años se ha
realizado un esfuerzo de mejora pero aún quedan
muchos aspectos no resueltos y no está claro, en lo
que al empleo de animales en investigación se refiere, que exista una política autonómica global observándose iniciativas interesantes pero no, posiblemente, suficientemente coordinadas.
Nuestro papel como
responsables del
bienestar animal es
minimizar o evitar el
sufrimiento animal
pero al mismo
tiempo facilitar al
investigador unos
resultados óptimos.
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En la situación actual, el principal objetivo no debería centrarse en las instalaciones, dado que
se ha realizado un tremendo
esfuerzo de actualización de las
mismas, sino en la formación y
supervisión del personal que
maneja los animales. Ello se debe
a que hasta ahora no se exigía una
formación previa al personal investigador en ciencias del animal de
laboratorio, y actualmente ello es
un requisito tras la publicación del
Real Decreto 1201/2005.
¿Como ha cambiado la actividad profesional del veterinario
con la llegada de la ingeniería
genética a los animales de laboratorio y la proliferación de animales modificados genéticamente
(Knock-out, Knock-in, etc.)
Drásticamente. La explosión en la generación de
animales transgénicos y el valor, no solo económico, que estos animales tienen, requieren no solo unas
instalaciones más adecuadas, sino también unos profesionales encargados de su cuidado más competentes. Ello supone también un reto dado que existe una
necesidad de formación específica por parte del veterinario que no está totalmente cubierta.
¿Qué cre que va a ocurrir en el futuro cercano?
¿Será necesaria una mayor especialización? ¿Corremos peligro de perder campo de actuación frente
a otros profesionales?
Como ya he indicado, se está produciendo ya
un incremento en la demanda de veterinarios especializados en ciencias del animal de laboratorio y
estos deberán estar adecuadamente formados. Las
vías formativas están, aparentemente, bien definidas a través de la acreditación de la Categoría D,
recogida en el Real Decreto, y el título de especialista europeo, mediante la obtención del Diploma
Europeo emitido por el ECLAM. Personalmente creo
que si existe competencia por parte de otros profesionales ello redundará en una mejora de nuestra
actividad profesional. En realidad, no solo no creo
que perdamos campo de actuación sino que este se
va a ampliar. En los últimos años la incorporación
de profesionales en el ámbito de los animales de
laboratorio ha sido mayoritariamente de veterinarios y, además, es este colectivo el que desarrolla,
a través de las Facultades de Veterinaria u otro tipo
de actividades, una labor formativa más intensa y
dirigida en muchos casos solo a veterinarios.
¿Que cree que piensa la sociedad de la investigación con animales? ¿Está reconocida socialmente la actividad profesional del veterinario? ¿Cuál es
la actitud de las asociaciones de defensa de los animales? ¿Son aquí tan beligerantes como en otros
países? ¿Se han producido incidentes en los últimos años?
Mayoritariamente está a favor del empleo de animales pero con matices. Una sociedad desarrollada
no solo está preocupada por el bienestar de la pro-
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