130 Aspectos teosóficos del teatro de Agustina González López y Ramón Mª del Valle-Inclán F a literatura Introducción ferrol ana lisis 25.indd 130 En el contexto literario, el modernismo se considera como una época, y en él se deberían incluir no sólo los elementos más característicos, sino también aquellos que de alguna manera participaron de sus supuestos éticos y estéticos1. Algunos escritores modernistas, entre los que se cuenta Ramón Mª del Valle-Inclán, en obras tales como Luces de Bohemia o La lámpara maravillosa, incluyeron elementos teosóficos propios de esta corriente, convirtiéndolos en piezas clave para comprender dicha tendencia. Comenzaremos por decir que, etimológicamente, teosofía significa el conocimiento profundo (sophia) de la divinidad (theos). Siendo un término utilizado desde antiguo, fue en el siglo XIX cuando a la palabra teosofía se le dotó de un significado novedoso, tras la fundación, en 1875, de la Theosophical Society en la ciudad de Nueva York, bajo el impulso, entre otros, de Helena Petrovna Blavatsky y el coronel H. S. Olcott. Tras la lectura de la inmensa y erudita obra de madame Blavatsky, se obtiene una visión sincrética de mitos, teorías, creencias religiosas, realidades científicas, magia, ocultismo, etc., algunas basadas en el misticismo oriental 2. La doctrina secreta3, quizá la obra más emblemática, alcanzó un gran éxito de lectores entre capas cultas y artísticas de la época, ya desde el momento mismo de su publicación en 1888. Fue traducida a casi todos los idiomas occidentales. Según recoge Annie Besant, continuadora de sus enseñanzas, existen dos tipos de conocimiento: el inferior, que abarca todo lo que un hombre puede enseñar a otro, y el superior o Teosofía, que es el conocimiento del Ser4. En España, a finales del siglo XIX, comienzan a dibujarse dos figuras interesantes en el terreno teosófico: Rafael Urbano y Mario Rosso 9/11/10 16:57:26 Enriqueta Barranco Castillo y Fernando Girón Irueste de Luna. Este último, ya en el siglo XX, editó la revista Hesperia y la Biblioteca de las Maravillas. La literatura teosófica original no es muy abundante, quedando casi reducida a traducciones de obras extranjeras. Sin embargo, en Granada se produjo un hecho destacable, la presencia casi en solitario de una mujer que se adentró en dicho campo, dejándonos varios escritos: Agustina González López (Granada, 1891-Granada, 1936). En 1911 se funda en Sevilla la rama Fraternidad y en 1918 la rama Zanoni; al año siguiente se instauró en la calle Sierpes un Centro de estudios teosóficos con carácter propagandístico5. En noviembre de 1916 había tenido lugar en esta capital andaluza una exposición de José Villegas, teósofo convencido, cuya colección de doce cuadros, titulada El Decálogo, iba acompañada de un folleto en el que se divulgaba su contenido. Un epílogo, tomado de La Doctrina Secreta de H. P. Blatvasky resumía la actitud del Iniciado ante la muerte: Para Mario Méndez Bejarano, la Teosofía, de complexión panteística, va despojando a los seres de su corteza individual, arrastrándolos por grados al eterno foco, de suerte que, cuando llegaran a reingresar en su luz, dejarían de ser; y al no ser nada, lo serían todo6, palabras que de algún modo tratan de reflejar lo significado por la ya ferrol ana lisis 25.indd 131 mencionada Annie Besant: Dios es el centro del círculo y desde cualquier punto de la circunferencia se puede llegar a él7. A lo largo de este trabajo trataremos de desvelar el contenido teosófico inserto en la obra de Agustina González, figura casi desconocida en las antologías literarias españolas. También analizaremos, a través del drama titulado Los prisioneros del espacio8, los vínculos que le unen con uno de los cultivadores F a La muerte no existe. Las más lozanas flores crecen al lado de las tumbas. Cada cuerpo que se disgrega es una fuente de energía y de vida nueva; y allí donde los ojos humanos ya nada ven, allí donde la ciencia impotente abre su signo de interrogación; allí donde la duda exclama «¡quién sabe!», la Fe contempla a la celeste mariposa del alma, que inicia su vuelo inmortal. 9/11/10 16:57:27 AS P E C T OS T EOSÓ F I C OS DEL T EA T RO DE AG U S T INA GONZ Á LEZ … 132 de la Teosofía en España, Ramón Mª del Valle-Inclán. El personaje y su entorno F a literatura Agustina González fue una mujer dotada de un carácter inconformista, calificada por sus coetáneos granadinos como “loca y desequilibrada”. En su día la apodaron La Zapatera, puesto que vivía de la venta de zapatos en un comercio de su propiedad. Por no ajustarse a los modelos genéricos arraigados en la sociedad no compartió con Lorca sus éxitos artísticos, aunque sí el mismo destino, el de morir en Víznar (Granada) ante un pelotón de fusilamiento. Su cuerpo no fue reclamado pues sus padres ya habían fallecido y el único de sus tres hermanos de cuyos descendientes hemos podido obtener alguna información parece ser que no se encontraba en Granada. Su muerte aún permanece sin registrar en los archivos y, como hemos podido comprobar, ni siquiera se reseña en las listas de víctimas confeccionadas por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica9. ferrol ana lisis 25.indd 132 Consideramos que perteneció a la generación de Federico García Lorca y otros personajes del momento, estéticamente englobados bajo el término de Generación del 27. Con Federico compartió algunos momentos de vital importancia, pues muy posiblemente fue su amante en la primera juventud. Es casi seguro que éste se inspiró en su persona al dotar de un fuerte carácter a la protagonista de La zapatera prodigiosa, o a la Amelia de La Casa de Bernarda Alba. Y es que Agustina se hizo llamar Amelia, a pesar de que su nombre completo era el de Agustina Mercedes10. Por si fuera poco, y como una muestra más de su decidido empeño por destacar en la vida granadina, durante la II República creó el partido Entero Humanista, en cuyos ideales había una mezcla de contenido esotérico (Entero) y de confianza en el ser humano (Humanismo). Con él se presentó a las elecciones a Cortes de 1933, avalada por dos prestigiosos miembros del Partido Socialista: Alejandro Otero Fernández y Rafael García Duarte Salcedo. Hace unos años, en el transcurso del trabajo que realizamos sobre el primero de ellos, apareció la interesante figura de esta mujer11. La formación de la dramaturga Siguiendo a Patricia O’Connor12, en España, como en otros países, ni la aculturación de la mujer, ni su educación formal, les prepararon para escribir algo tan exigente como el teatro. Según indica, este género literario, aun más que otros, exige una gran energía física y una sofisticación verbal, social, retórica y estilística que nunca se había fomentado en la mujer. El tipo de educación de las clases media y alta, prácticamente donde surgen las escritoras, tradicionalmente acentuaba la importancia de la religión y la moral, mucho más que la literatura, la filosofía y los métodos críticos. Efectivamente, muy pocas españolas han logrado éxitos comerciales y una relativa aceptación en la comunidad teatral utilizando sus propios nombres. Como Virginia Wolf señalara en Una habitación propia, otro de los obstáculos fundamentales para la creación femenina era, y lo seguiría siendo durante mucho tiempo, la falta de independencia económica y un espacio privado donde reflexionar13. Estas circunstancias se cumplieron en Agustina, quien durante sus primeros años de formación estuvo en un internado religioso y después, al decir de sus convecinos, escribía en los lugares públicos que frecuentaba14. De espíritu libre e independiente, como ella misma nos relata en Justificación, opúsculo cuya portada presentamos por incluir la fotografía de la autora, se inició en la lectura durante la niñez y tuvo dificultades para ello: […] Aquella noche me quedé leyendo como muchas otras. Ya había yo obtenido el permiso de mi mamá y de mis dos hermanos mayores, para leer y estudiar hasta la hora que quisiera […] Hubo un tiempo en que más que prohibirme que leyera, me perseguían tanto mi mamá como mis hermanos, para que no leyera; en ocasiones me formaban una discusión hasta por coger un papel en mis manos para envolver algún objeto, ellos creían que era para leerlo y me lo arrebataban, celosos sin duda de que fueran lecturas deshonestas e inconvenientes. Lo único que me dejaban leer eran los cuentos, creo que no me quedaba cuento que a los trece años no hubiera leído. ¡Que ironía! Con la prohibición de la lectura, sólo consiguieron interesarme por ella. Como en las luchas siempre vence el más fuerte y sobre todo el que sabe esperar, llegó el día que me concedieron de grado el permiso para leer lo que quisiera (después de varios consejos familiares), mi mamá formaba concilio con mis dos hermanos y ellos solían consultar con los hermanos de mi difunto padre. Aquella noche, vísperas de Nochebuena, diez y ocho de Diciembre de mil novecientos cinco. Aquella imborrable noche, me quedé a leer Anatomía Descriptiva […] Me agradaba solo la lectura de las ciencias, ya fueran estas ciencias oscuras o ciencias exactas, y el teatro antiguo y moderno […] Quería leer, más ningún tema anatómico me interesaba de momento […] Cambié de libro. 9/11/10 16:57:28 Enriqueta Barranco Castillo y Fernando Girón Irueste Mercedes Ballesteros (1913-1995) escribió una tragedia que tituló Tienda de nieve (1932)18, en la que muestra un dominio del lenguaje y de la escena aparentemente notables, pero inferiores en todo caso a los de la granadina. 133 Un marco de referencia modernista: Luces de Bohemia (1920) El Prometheo Encadenado, tampoco me distraía. Cambié otra vez de libro. Esta vez elegí el Poema Colón [...]15 En este párrafo nos refleja una mujer que a los trece años frecuenta la cualquier tipo de lectura, con el ánimo de satisfacer sus deseos de conocimiento. Las dificultades no serían óbice para adquirir una cierta formación, para escribir, al menos, dos obras dramáticas: la primera fue una comedia en tres actos ferrol ana lisis 25.indd 133 titulada Cuando la vida calla, que fue estrenada y, según parece, mal acogida por la crítica16. Esto resultaba ser algo habitual para aquellos que, según Patricia O’Connor17 trataban de medir las obras escritas por mujeres siguiendo los estrictos patrones masculinos. La segunda es el drama en tres actos Los prisioneros del espacio, que no sabemos si llegó a representarse. Finalmente, refiriéndonos al teatro escrito por mujeres, la madrileña En concreto, en sus Luces de Bohemia, refleja literalmente dicho mensaje, ya presente en su La lámpara maravillosa20, ambas inspiradas en dos obras de madame Blatvasky: La Doctrina Secreta e Isis sin velo. En la primera de las obras de ValleInclán mencionadas, encontramos referencias explícitas a la Teosofía, con alusiones a la propia Blatvasky, y el uso de términos tales como camarrupa (Kâma Rûpa) y Karma, por citar solo algunos21. El autor los pone en boca de dos de sus personajes, Don Filiberto (trasunto de Mario Rosso de Luna) y Rubén Darío, autor que basó parte de su obra en supuestos teosóficos. Consideramos aún más importante, visto bajo esta perspectiva, la esencia misma de la obra. F a literatura Con independencia de otros posibles contactos, conocemos que Ramón del Valle-Inclán, en sus visitas al Ateneo de Madrid, hacia los años veinte del pasado siglo, tuvo la oportunidad de conocer a uno de los introductores de la Teosofía en España, Mario Rosso de Luna. Como es sabido, Valle-Inclán incluso vivió en dicha institución hacia los años treinta, de forma que llegó a ser Socio de Mérito de la misma19. Con respecto a su obra escrita, la tendencia actual de la crítica literaria tiende a interpretarla bajo el común denominador del modernismo. Usando ese prisma, veremos que también la influencia teosófica es una constante en ella. 9/11/10 16:57:29 AS P E C T OS T EOSÓ F I C OS DEL T EA T RO DE AG U S T INA GONZ Á LEZ … 134 El protagonista, Max Estrella, parece ser la reencarnación del poeta Alejandro Sawa (Sevilla 1862, Madrid, 1909) quien, según Ricardo Gullón22, no se lavaba la frente porque Víctor Hugo le había besado en ella. Desde nuestro punto de vista —que va más allá de lo que se ha dicho hasta el momento en relación con Luces de Bohemia— en esta obra se “escenifica” la reencarnación, punto crucial de las doctrinas teosóficas23 del autor de Los miserables. No en vano la mujer y la hija del protagonista se llaman Madama Collet y Claudinita, ambas francesas, y esto es una muestra de ello: MAX.- Latino, me parece que recobro la vista. ¿Pero cómo hemos venido a este entierro? ¡Esa apoteosis es de París! ¡Estamos en el entierro de Víctor Hugo! ¿Oye, Latino, pero cómo vamos nosotros presidiendo? [...] DON LATINO.- Max, si todo cuanto dices no fuese una broma, tendría una significación teosófica. […] En un entierro presidido por mí, yo debo ser el muerto. […] Pero con esas coronas, me inclino a pensar que el muerto eres tú. […] DON LATINO.- ¡Ha muerto el Genio! ¡No llores, hija mía! ¡Ha muerto y no ha muerto…! ¡El Genio es inmortal…! ¡Consuélate, Claudinita, porque eres la hija del primer poeta español! ¡Que te sirva de consuelo saber que eres la hija de Víctor Hugo! ¡Una huérfana ilustre! ¡Déjame que te abrace! 24 La Teosofía como fundamento de la obra dramática de Agustina González Como otras escritoras y escritores modernistas, Agustina se dejó persuadir por las ideas teosóficas, que le servirán de hilo conductor para escribir sus obras y tratar de hacerlas asequibles al gran público. F a literatura Según refiere, planeó escribir una gran colección de opúsculos —el término opúsculo aparece reiteradamente en la literatura teosófica consultada— compuesta por 60 volúmenes, de los cuales apenas consiguió realizar una mínima parte. Lo mismo sucede con su obra dramática, que se vio reducida a dos dramas, Cuando la vida calla, actualmente perdida, y Los prisioneros del espacio, en el que basaremos una parte de nuestro estudio. ferrol ana lisis 25.indd 134 Debemos adelantar que entre la intelectualidad granadina del momento, probablemente sólo había algunos iniciados en la Teosofía, como fue el caso de José Murciano, amigo de Federico García Lorca25, y el propio autor de Fuentevaqueros. Prensa Moderna (Madrid). Año 1; 15/3/1928 Núm.1 Agustina solo cosechó incomprensión y desprecio. Como ella misma confiesa, su iniciación en la Teosofía y el espiritismo resultó de crucial importancia en su vida; en su obra y, muy posiblemente, en su 9/11/10 16:57:32 Enriqueta Barranco Castillo y Fernando Girón Irueste La portada, es el espíritu que se transforma, y que por verlo en todas las seciones26 llegué yo a pensar que sería el espíritu guía de ella [la persona con la que hacía una sesión hipnótica], o tal vez el guía espiritual mío. […] Un día, vino a casa un teósofo, y enseguida conoció lo que significaban los dibujos… y me fue dando los nombres técnicos en lengua sánscrita, de cada una de las visiones que representaban los dibujos; esto me interesó y empecé desde aquel día a estudiar teosofía[...]27. Esta sesión, calificada por ella misma como de “ignotismo”, aunque debería decir hipnotismo, realmente es una reunión espiritista en la que la mujer-amiga-médium, le da a Agustina la oportunidad de dibujar sus “sueños”. Y es que Agustina, además de escribir, dibujaba, pintaba y hacía fotograbados con los que ilustraba sus libros28. Discurría el año 1921 cuando comenzó sus inmersiones en la Teosofía, aunque desconocemos, por el momento, si fue una autodidacta, que se nutrió únicamente de la literatura al respecto, o tuvo contacto con las sociedades teosóficas ya existentes en Madrid, Sevilla, Almería o Málaga. No tendría nada de extraño que así fuera ya que sabemos que tras obtener permiso para leer, también lo logró para poder viajar sola. Los prisioneros del espacio Este drama lo escribió en el año 1929, a los 38 años de edad. A imagen de Valle-Inclán, cuando compuso La lámpara maravillosa, siguió las recomendaciones de madame ferrol ana lisis 25.indd 135 Blatvasky. Primero trató de plasmar su “comprensión interna” en el opúsculo Las leyes secretas, y dos años después, en Los prisioneros del espacio escenificó los supuestos teosóficos, sin duda para intentar conseguir una mayor difusión, haciendo actuar a sus personajes en la dirección adecuada. Estas eran las palabras de su “maestra”: […] Quien desee adquirir el Sagrado Conocimiento ha de “preparar de antemano la lámpara de la comprensión interna”; y después, alumbrado por tan clara luz, servirse de sus buenas acciones como un paño para limpiar de toda impureza su místico espejo […]29. Veamos, en primer lugar, la profundidad de sus “saberes adquiridos”, volviendo sobre el papel de las reencarnaciones, tema sumamente relevante en el campo teosófico: […] Los pasos del espíritu son pasos lentos que nunca vuelven a atrás; el espíritu encerrado en la materia, en fuerza de sufrir; cuando ya la materia está destrozada, (muerta), abandona su cuerpo, para ir al espacio, o a los planos etéreos. […] Hasta que agotados sus merecimientos tienen que volver a sufrir y a ganar por este medio otro tiempo de reposo etéreo. Y vuelven a la vida material, al planeta tierra […]30. Otro punto igualmente importante es la mística de los números. El número tres adquiere significación central, tanto en la obra de Valle-Inclán como en la de Agustina. Preside el Tiempo: Pasado, Presente y Futuro; preside también el mundo divino: Padre, Hijo y Paracleto; preside los ejes del ser humano: Carne, Mundo, Demonio; y dirige nuestro itinerario espiritual a través de las tres rosas: la “rosa erótica”, fruto del instinto genesíaco; la “rosa clásica”, vínculo de la unión entre los contrarios; y la “rosa mística”, intuición quietista, que busca el hombre en el secreto de su conciencia, en ella adquieren todas las esencias el estado de “quietud” y en ella se quiebra la ilusión del tiempo y del espacio31. 135 Consecuentemente, Los prisioneros del espacio consta de tres actos32 y siete cuadros33, escenificación plena de contenido simbólico. El primero hace referencia al pasado, el segundo es el presente y el tercero el futuro. En el acto primero, aparentemente muy convencional, la autora plantea las dificultades sociales con que se encuentra Elisa a la hora de contraer matrimonio con Fernando, el hombre al que ama, porque en esta existencia el alma no logra el amor, principio teosófico, ya que Clara, una madre autoritaria, se lo impide. En el cuadro primero, escenas quinta y sexta, se alcanza la máxima tensión en una escena de “escritura dirigida” por los espíritus: dos caballeros vestidos de gris le ponen a Clara sus manos cerca de la cabeza, en actitud hipnotizadora y, más tarde, el que está a su derecha, al parecer el espíritu de su fenecido marido, le obliga a que firme su conformidad con el enlace. En el cuadro primero del acto segundo, Agustina cita a Rubén Darío, gran vate modernista, bajo el nombre de Rubio Doria, haciendo que un par de autores en ciernes afirmen que escribe “con palabras poco frecuentes”. Ambos discuten sobre para quién se debe escribir y sobre el éxito de determinados temas, considerando inútil hacerlo sobre filosofía. En una de sus peroratas se incluyen expresiones que aluden a la luz, cuyo contenido simbólico ya sabemos que es notable34: F a literatura trágico final. En una de sus obras, Las Leyes Secretas, relata cómo haciendo de hipnotizadora consiguió dibujar el color de los espíritus y sus formas. Al explicar su portada nos dice: 9/11/10 16:57:32 AS P E C T OS T EOSÓ F I C OS DEL T EA T RO DE AG U S T INA GONZ Á LEZ … 136 Escr.1º […] ¡El sol de Sevilla es la lámpara maravillosa que ilumina al mundo! ¡Su luz, deslumbradora! […] Los que hemos visto Sevilla, sabemos que el sol es el que alumbra al mundo […]35. Al igual que en Valle-Inclán, la idea de la lámpara maravillosa está tomada de La Doctrina Secreta, de E. P. Blatvasky, que aquí se introduce a duras penas, ya que en otro contexto no tendría excesivo sentido hablar del sol de Sevilla. F a literatura En el cuadro segundo, el protagonista invoca la protección de San Fernando, su patrón y guía espiritual, aguardando angustiado que se resuelva el parto de su mujer. Mientras esto ocurre, reprocha a su suegra el no haberle permitido casarse con su hija durante algún tiempo. A continuación reproducimos textualmente lo que la autora expone, porque es fundamental para entender el trasfondo de la representación, el amor que la madre de Elisa sintió por su actual yerno y la forma en que el espíritu se sirvió de ella como médium para obligarla a firmar: ferrol ana lisis 25.indd 136 […] FERNANDO.- Luego hay algo; algo que tengo derecho a conocer, que soy el interesado. Yo le prometo guardar el secreto. CLARA.- ¡Yo te amaba! Yo te quería para mí. […] ¡Era viuda y podía casarme contigo! ¡Cuando dí el sí, no lo dí yo! ¡Cuando firmé, no firmé yo! […] ¡Me llevaron la mano! ¡Un poder irresistible! ¡Hasta la mano me dolía de resistir! ¡Mas no pude! ¡Que horror! ¡Miré a mi alrededor y no vi a nadie! ¡Una voz extraña pidió el tintero y la pluma! ¡Miedo me da recordarlo! ¡Algún ser invisible […] el padre de Elisa que era difunto […] yo no te sé decir! […] ¡Pero te juro que me llevaron la mano! ¡Y quedé sobrecogida de terror! ¿Quién firmó? ¡No lo sé! Si es verdad que los muertos vuelven a nosotros, sin duda ninguna fue el padre de Elisa36. Tras el alumbramiento de “un varoncito” en la escena cuarta el administrador de la Casa confiesa a su vez estar enamorado de Clara, vaivenes que la autora utiliza para dar una idea de la temporalidad de lo que allí sucede. En el acto tercero, Fernando, padece una grave enfermedad que le afecta al cerebro, quedando ciego y sordo37, y muere finalmente, en la escena cuarta. Entonces su suegra proclama como única esta reencarnación de su espíritu: DOCTOR.- ¡He perdido un buen amigo! CLARA.- (Llorando) ¡Y yo, el mejor de mis hijos! ¡Tan bueno como este yerno, no nacerá otro en el mundo! 38 Finalmente, en el cuadro tercero es donde se expresa más abiertamente la filosofía de toda la obra, al igual que sucedía en Luces de Bohemia con las escenas finales en el cementerio y en la casa de Max Estrella. Aquí, Agustina puso por escrito su concepto de la vida y de la muerte, haciendo que Fernando sea una reencarnación de San Fernando39. Tras la muerte y entierro, Fernando que vuelve a hablar, ver y oír, se encuentra con él y le pide que le lleve junto a Elisa, su mujer: SAN FERN.- ¿Si estabas mudo y ciego, no hablarías ni verías a tu Paloma40 ni a tus hijos? FERNANDO.- No les veía ni les podía hablar, pero les escuchaba. Si conoces a mi Paloma y a mis hijos […] ¡Yo te ruego que me lleves con ellos! SAN FERN.- Yo te llevaré. FERNANDO.- ¿Tú los conoces? ¿Me conoces a mí? SAN FERN.- Sí te conozco. ¿Y tú no me reconoces por el metal de la voz? FERNANDO.- Quiero recordar. Mas no puedo conciliar las ideas […]. Seguidamente se trasladan al cementerio, en donde el asombrado Fernando contempla su propia tumba, y es invitado por el santo a que lea la lápida, lo que le sirve para exponer un compendio de los puntos más importantes de las teorías teosóficas de su autora: FERNANDO. (Leyendo). Aquí descansan los restos de Fernando Salas Zorrilla, que bajó al sepulcro a los 38 años de edad. Su desconsolada esposa y sus hijos, levantaron este mausoleo en memoria suya. Año de… ¿Soy yo éste? ¿Descansan mis restos aquí? SAN FERN.- ¡Tú eres ese! ¡Aquí descansan los despojos de tu materia! FERNANDO.- Luego ellos no están locos. Yo los sentía llorar y creía que estaban locos. […] Más ahora os pregunto. ¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo estoy yo aquí y estoy muerto? SAN FERN.- ¿No has oído decir que el alma no muere? ¿No creías en la inmortalidad del alma? FERNANDO.- Sí; pero de una manera vaga. SAN FERN:- Desde hoy eres libre de la prisión de los cuerpos groseros. Y perteneces al mundo de los vivos, porque has muerto y te reconoces. ¡Los muertos son los que viven en la carne! ¡Ellos son los prisioneros del espacio! Tú estás ya libre de la cárcel de la materia! ¡Acompáñame! ¡Crucemos el espacio infinito! ¡Ya verás como vuelas sin alas! ¡Atravesemos ese manto de estrellas! ¡Vamos, pues, al reino de los justos! 9/11/10 16:57:33 Enriqueta Barranco Castillo y Fernando Girón Irueste 137 FERNANDO.- Yo me voy con mi Paloma. La amo con más vehemencia. Yo me voy con mis hijos. Ahora los quiero más. ¡Sólo me estorba el espacio que me separa de ellos! SAN FERN.- Deja a esos desgraciados, que moran en su cuerpo y que llevan su cruz; encadenados a las necesidades y pasiones de la carne; porque tienen el espíritu hundido en ella, como los árboles tienen sus raíces metidas en la tierra. Ellos son árboles que hablan, cantan, gimen, ríen y lloran. Pero tú ya no tienes carne ni huesos, estás libre de materia, y perteneces al mundo de los espíritus. Perteneces a la vida que es eterna, la del espíritu, la vida de la materia es efímera41. SAN FERN.- […] No hay espíritu que por sí solo se liberte, necesita de un espíritu amigo que le ayude. ¡Yo estoy obligado a ser tu libertador! Mas antes tienes que ser mi prisionero, pues tengo que educarte. ¡Yo te enseñaré a manejar la libertad, porque nada hay más difícil de manejar, ni en el cielo ni en la tierra, que el libre albedrío! ¡Quiere el hombre ser libre y cae en las redes que le aprisionan; quiere el hombre elevarse, y se hunde! ¡Ahora, obedéceme! ¡Cuando yo te deje bien instruido, serás libre! ¡Yo soy tu protector y tu amigo!42 Para terminar, al manifestar el espíritu de Fernando su deseo de que le acompañe eternamente el de su mujer, el santo hace la declaración final: ferrol ana lisis 25.indd 137 Stella Wittenberg SAN FERN.- La eternidad fue hecha para un amor más puro. Estaréis unidos hasta que hastiados del amor humano, ansiéis el amor divino43. El principio y fin de la existencia, uno de las preguntas claves del modernismo, es completado por Agustina en otra de sus obras: […] venimos de un espacio interplanetario; de un cielo; o de un infierno; o simplemente de la atmósfera de la tierra, de donde no nos hemos separado a causa del amor a unos seres, a los que no podemos dejar, por el mucho amor que nos ata a ellos. […] El árbol genealógico, de nuestras múltiples existencias, es denominado la higuera sagrada; que tiene las ramas hacia arriba, y las raíces hacia abajo; las ramas son los deseos del espíritu de liberarse, y las raíces son los amores de los seres queridos, que dejamos en la tierra, y por el deseo de volver a poseerlos, y de vivir con ellos, volvemos a reencarnar y arrastramos con ellos vidas paralelas44. Conclusiones Agustina González utilizó la trama dramática de Los prisioneros del espacio para tratar de exponer al gran público sus convicciones teosóficas, de igual forma que lo hiciera ValleInclán en Luces de Bohemia. Para ello emplea un contexto similar, en el que los personajes, actuando en el presente, en el pasado y en el futuro, delimitan las fronteras entre el mundo de la materia y el del espíritu. Al igual que Ramón Mª. debió construirse un contenido teórico previo, basado en lecturas teosóficas, que le serviría para dotar de contenido a sus personajes, que solo se mueven en dicha clave, como hemos pretendido dejar expuesto. F a literatura Luego se sucede un diálogo en el que San Fernando le devuelve la vista a Fernando y le presenta a Elisa que está “dormida” y en la escena cuarta el santo hace la siguiente proclama: 9/11/10 16:57:34 AS P E C T OS T EOSÓ F I C OS DEL T EA T RO DE AG U S T INA GONZ Á LEZ … 138 También utiliza la trama para convenir en que la madre se convierta en médium que cumple los deseos del padre, quizá un trasunto de su propia vida, en la que la ausencia del padre, fallecido cuando ella contaba trece años, pudo dejarle un gran vacío. Así, “el padre muerto” puede rectificar la actitud de una “madre posesiva”. F a literatura Al igual que las grandes teóricas del movimiento teosófico, Blavatsky45 y Besant, Agustina fue una escritora feminista, no dudando, por ejemplo, en atribuir una naturaleza femenina a la tercera persona de la trinidad, ferrol ana lisis 25.indd 138 el espíritu, como dejó patente en Los prisioneros del espacio. La dramaturgia femenina en España, en la primera mitad del siglo XX, fue una actividad excepcional, y simplemente por ello pensamos que Agustina González López debe pasar a formar parte de la Antología dramática, hecho no logrado hasta el momento. Como otras mujeres de su tiempo, su condición femenina, el haber estrenado en la periferia y el recibir una crítica desfavorable por sus obras, motivó que permaneciera ignorada durante casi un siglo. Para terminar, debemos recordar que Agustina fue una escritora granadina tachada alegremente de loca por sus coetáneos, cuando en realidad solo fue una mujer independiente. Iniciada en la teosofía, no dudó en plasmar en su obra los contenidos de dicha doctrina, de igual modo que Valle-Inclán en Luces de Bohemia. Sin embargo, posiblemente por ignorancia en el tema, nadie en la Granada de entonces supo ver la proyección teosófica de tanta importancia en el modernismo. Creemos que ha llegado el momento de hacerlo. Escena coreográfica de Silent Screen del Nederlads Dans Theater, donde “las mujeres adquieren gran relevancia y son el centro”. 9/11/10 16:57:36 Enriqueta Barranco Castillo y Fernando Girón Irueste 1 Ricardo Gullón. Direcciones del Modernismo. Madrid, rioja.es/servlet/articulo?codigo=81741 (accedido el 08/05/2009). 31La teosofía en La lámpara maravillosa. Carlos Gómez Amigó … La visión del profesor Emilio Orozco fue esta: Hasta 32El número tres hace alusión a la trinidad, elemento las candilejas llevó la Zapatera sus talentos estrenando simbólico prioritario en todas las tradiciones religiosas, 2 Algunas de las aportaciones de la Blavatsky tienen una obra teatral que con el pateo correspondiente de los puesto que en TRES se reconstruye la unidad originaria su origen en la obra del poeta y místico del siglo XIII, definidores del bien y del mal, le propició aquella letrilla del UNO, después de haber incorporado la complejidad Muhammad Rumi. Ver: Erkan Türkmen. The essence mordaz, del ácido profesor don Martín Scheroff, quien terrestre del DOS. Unidad y dualidad se sintetizan en of Rumi’s Masnevi. Including his life and works. 4ª ed., entre sus clases de Preceptiva Literaria y sus tertulias de Konya (Turquía), 2002. café, escribió aquellas estrofas crueles sobre la aventura Alianza Editorial, 1990, pp. 13-14. teatral de doña Agustina, que comenzaban así: 3 El interés por los temas teosóficos ha llegado hasta la TRINIDAD. J. L. Abellán, op. cit., p. 121. 33Con respecto a la importancia del número SIETE es el más representativo del mundo —siete días de la crea- la actualidad, como puede verse en las recientes edi- Zapatera a tus zapatos, ción, siete los de la semana, siete brazos del cande- ciones de obras de Blatvasky y Besant. Ver: Helena P. Que dejaste en mala hora. labro judío— Ibíd., p. 122. H. P. Blatvasky. op. cit. p. Blatvasky. Isis sin velo. Clave de los misterios de la cien- Mira que meterse a autora 168. […] según las tradiciones rabínica y gnóstica, Adam cia y la teología antiguas y modernas. Vol. IV. Barcelona, Ocasiona malos ratos... fue el jefe de los Siete que cayeron del cielo, a quienes Y malos ratos le proporcionó aquellos versitos de Don relaciona con los Patriarcas, de conformidad con las en- El simbolismo de las religiones del mundo y el proble- Martín, de tan acerada pluma y lengua, cuando en el señanzas esotéricas. Porque por mística permutación y ma de la felicidad: comentarios a “La doctrina secreta” Café Colón derramaba su hiel literaria ex cátedra entre según el misterio de los renacimientos primaverales, los de H. P. Blavatsky; edición y presentación de Esteban sus amigos. Agradecemos a Manuel Orozco el haber- Siete Rishis son idénticos a los Siete Prejapatis, padres y Cortijo Parralejo, Barcelona, Seix Barral, 1997; Annie nos proporcionado estas inéditas líneas escritas por su creadores del género humano, y también a los Kumaras, Besant. La evolución de la vida y de la forma. La anti- padre. los primeros hijos de Brama, que rehusaron procrear y Edicomunicación. S.A., 1987; Rosso de Luna, Mario, gua tradición de la Verdad Oculta. Barcelona: Editorial 17Patricia O’Connor, op. cit. reproducir. Esta aparente contradicción se explica por la Humanitas, S.L., 2001. 18Mercedes Ballesteros [Gaibrois]. Tienda de nieve. s.l., séptuple naturaleza de los hombres celestes o Dhyanes 4 Annie Besant. ¿Qué es la Teosofía? Rosario (República Argentina), Centro Teosófico, 1953, p. 7. 5 Adriano del Valle, Antología, Madrid, Consejería de s.i., s.a. [1932]. Ésta colaboraría en la revista satírica La Codorniz, donde firmaba con el pseudónimo de La Baronesa Alberta. Choanes. 34H P. Blavatsky. Op cit. p. 195. La Doctrina Secreta nos enseña que el Universo se reconstruye de manera si- Educación y Cultura, [1995]. A este centro concurrió 19José Luís Abellán, El Ateneo de Madrid. Historia, Política, guiente: al llegar el período regenerador, el movimien- a dar una conferencia el poeta ultraísta Adriano del Cultura, Teosofía. Ediciones La Librería, Madrid, 2006. to perpetuo se convierte en Aliento, del que procede Valle, y allí tuvo la oportunidad de conocer a Jorge Luis 20La teosofía en La lámpara maravillosa. Carlos Gómez la Luz primordial en cuyas radiaciones se manifiesta Amigó (I.E.S. Joan Maragall, Barcelona). Ver: http:// el Pensamiento eterno, oculto en tinieblas, que llega www.elpasajero.com/TEOSOFIA.htm (accedido el a expresarse en la Palabra o Mantra. De esta palabra 18/05/2009. surge el Universo a la existencia. En sentido esotéri- Borges y a su hermana Norah. 6 Mario Méndez Bejarano, Historia de la filosofía en España hasta el siglo XX [1927]. Biblioteca Filosofía en español, Oviedo 2000. Proyecto Filosofía en español. www.filosofia.org. © 2000 España Mario Méndez 21Alonso Zamora Vicente olvida reseñar estos términos en el glosario de Luces de Bohemia. co, Mantra es el Verbo hecho carne para manifestarse objetivamente por medio de la magia divina. Bejarano. Historia de la filosofía en España. Madrid 22Ricardo Gullón, op. cit., p. 22. 35Agustina González López, Los prisioneros… p. 22 [1927], pp. 534-542. 23Agustina fue procesada en 1936 por supuesta perte- 36Ídem, pp.26-27. 7 Annie Besant, Qué es la Teosofía…, pp. 12-13. nencia a la masonería. Para los teóricos masones ac- 37La autora introduce en esta escena un elevado conte- 8 Agustina González López. Los prisioneros del espacio. tuales, la reencarnación se relaciona con la evolución nido simbólico, en el que de nuevo vemos su contenido Drama en tres actos divididos en siete cuadros y en prosa. del libre albedrío. El principio del Karma es aprendiza- teosófico. Ver: Las Leyes Secretas, p. 42. El sigilo de los Granada, Imprenta Editorial Urania, 1929. je, y no es suficiente una sola vida física para saldar iniciados. No es extraño que se atribuyan a Jesús muchas 9 Estamos casi convencidos de que en su muerte influye- las deudas contraídas y acercarse o tratar de aproxi- parábolas y sentencias, pues desde Orfeo… pasando por ron factores sociales y personales más que razones po- marse al Ser perfecto. Ver: http://masones.blogia. Pitágoras, Confucio, Buda, Jesús, Apolonio de Tiana y líticas. Enriqueta Barranco, Fernando Girón. Agustina com/2006/062401-reencarnacion.php Annie Besant, Amonio Saccas, ningún Maestro dejó nada escrito. Se González López, escritora y política en la Granada de en La evolución de la vida…, explica ampliamente esta dice que incluso Jesús recomendó silencio a sus ini- entreguerras. Andalucía en la Historia, nº 29, 2010 (en idea cuando habla de las funciones de los dioses y la ciados. Y reproduce un fragmento del Evangelio según prensa). evolución de la vida. Marcos, IV, 11 y 12: A vosotros es dado saber el misterio 10Enriqueta Barranco, Fernando Girón. Agustina 24Ramón del Valle-Inclán. Luces de Bohemia. Esperpento. del reino de Dios; más a los que están fuera todo se les González, “La Zapatera” en la vida y obra de Federico Edición Alonso Zamora Vicente. 32ª ed. Madrid, Espasa trata con parábolas. Para que viendo, vean y no perciban; García Lorca. Revista Entre Ríos. Revista de Arte y Calpe, 1995, pp. 166 y 172. Las negritas son nues- y oyendo, oigan y no entiendan; a menos que alguna vez Letras, nº 10, 2009, pp. 24-32. tras. 11Enriqueta Barranco, Fernando Girón. Alejandro Otero. Granada, CajaGranada 2006. 12Patricia W. O’Connor, Dramaturgas españolas de hoy, Madrid, Fundamentos, D.L., 1988. 13Virginia E. Wolf. Una habitación propia, Barcelona, Seix Barral, 1997. 25Ian Gibson. Caballo azul de mi locura. Lorca y el mundo gay. Editorial Planeta S.A., Barcelona, 2009. se conviertan y les sean perdonados los pecados. 38Agustina González López, Los prisioneros… p. 32. 39En las Leyes Secretas Agustina escribió que los espíritus 26En realidad debe decir sesiones, pero esa era la deno- que hacen bien en esta vida disponen de mucho tiem- minación de la época. Así, a principios del siglo XX, po para reencarnarse, por lo que no es de extrañar que encontramos que los cines daban seciones de proyec- se refiriera a San Fernando, un santo del siglo XIII para ción de películas. que se reencarne en un personaje “excepcionalmente 14Junto a la zapatería de Agustina González se encontra- 27Agustina González López. Las leyes secretas. Granada: ba el Restaurante Fornos, en el que, siempre solitaria, Editorial Artes Gráficas Granadinas, 1927.s.p. En las 40La mujer de Fernando es Elisa, pero la autora hace que cenaba frente a las mesas en las que Federico, Gabriel imágenes presentamos la portada y contraportada de el protagonista la llame Paloma. Muy posiblemente y Morcillo, Ruiz Carnero, Navarro Pardo, Paquito Soriano este opúsculo. en clave teosófica, se refiere a la tercera persona, el bueno” del siglo XX. Lapresa o Miguel Pizarro, componían la estampa literaria H. P. Blatvasky La Doctrina Secreta, 3 vols., Vol. III, p. 489, y bohemia de un “Café de Pombo” granadino. Allí, la decía que los estudiantes estaban obligados a conocer Zapatera, en una mesa del rincón, bajo los espejos ver- el verdadero significado de los términos sánscritos em- de amarillentos, alejada, escribía y desarrollaba su gran pleados en Ocultismo, y que les era preciso aprender la 42Ídem, p. 38. proyecto político universal. Comunicación personal de simbología oculta… En la p. 495 dice: Los Elementales 43Ídem. p. 39. Manuel Orozco. son reflejos en la Luz astral. Todas las cosas de la tierra 44Agustina González López. Las Leyes Secretas, p. 51. 15Agustina González López. Justificación. Granada, se reflejan en esta luz, gracias a la cual pueden obtenerse Canto VII. ¿De dónde venimos y a dónde hemos de editorial Artes Gráficas Granadinas, 1928, p. 19-20. algunas veces fotografías mediumnícas producidas in- Las tres imágenes que se acompañan han sido ce- conscientemente, al paso que los Adeptos pueden produ- didas por el Ministerio de Cultura. Biblioteca nacio- cirlas conscientemente por el poder de Kriyâshakti. nal. Departamento de Preservación y Conservación 28Archivo de La Real Chancillería de Granada. Proceso de Fondos. Expediente: 969. Con respecto a lo que de Responsabilidades Políticas de Agustina González Agustina nos cuenta aclararemos que El Prometeo López, comenzado a instruir tras su muerte. En la Encadenado es un referente constante en la literatura relación de las propiedades materiales incautadas a teosófica. El poema Colón remite al escrito por Rubén Agustina consta una fotograbadora, un caballete, útiles Darío, el máximo representante del modernismo lite- para pintar y gran número de cuadros, muy posible- rario. 16El crítico fue Martín Scheroff Avi, profesor de Literatura mente pintados por ella. 29H. P. Blatvasky, op. cit. p. 373. y Preceptiva Literaria en el Colegio Corazón de Jesús 30Agustina González López, Las leyes secretas…, p. 18- de Granada. Colaboró en La Granada Gráfica y en El 19. El tema de la reencarnación es una constante en Noticiero Granadino. En estos medios, además de críti- la obra de M. Blatvasky y Annie Besant: El espíritu no ca teatral, escribió composiciones becquerianas y mo- puede matar ni morir porque nunca tuvo principio ni dernistas. Murió en 1925 (Ver: Jacinto Martín Martín. fin, ni habiendo sido dejará jamás de ser y no muere Las colaboraciones periodísticas de Martín Scheroff. cuando muere el cuerpo, según el Bahagavad Gitá, Boletín del Instituto de Estudios Almerienses, nº 6, citado por Annie Besant, en ¿Qué es la Teosofía?… p. 1986, pp. 57-66. Consultado en: http://dialnet.uni- 10. ferrol ana lisis 25.indd 139 139 paráclito, pero en clave femenina. 41Agustina González López, Los prisioneros… pp. 3536. partir? 45Blavatsky, en Isis sin velo, p. 17, citando el apócrifo Evangelio de los hebreos afirma que “Jesús reconocía el aspecto femenino del Espíritu Santo en la expresión: mi Madre, el santo Pneuma”. F a literatura Notas 9/11/10 16:57:36