08-c.qxd 8 21/08/06 07:54 p.m. Page 1 I NTERES G ENERAL La Plata, martes 22 de agosto de 2006 EXTRAÑA DISPUTA EN EL LIMITE SUR DE LA PROVINCIA Ostras exóticas sembradas en balnearios bonaerenses invadieron las costas rionegrinas Las autoridades de Río Negro reclamaron al Gobierno de Solá que controle el crecimiento de un banco de “crassostrea gigas”. Las almejas se reproducen sin control en una empresa abandonada. La zona es una “reserva natural” y no se puede extraer el molusco que ya es plaga ron, llevadas por las mareas. La especie es capaz de adaptarse a cualquier medio y se reproduce fácilmente. Los especialistas en acuicultura empezaron a advertir que podía convertirse en una plaga. Entonces comenzó el reclamo del gobierno de Río Negro (que había prohibido la introducción de esa especie en su territorio) por los daños que podría causar en el hábitat natural. Sin embargo, varios estudios comprobaron que desde Bahía San Blas llegaban las “ostras cóncavas” para instalarse en sus costas. Las autoridades de la dirección de Pesca rionegrina confirmaron a Hoy que ya se detectó la presencia de estos moluscos en la desembocadura del Río Negro (balneario el Cóndor). “Se realizaron planteos objetivos a Buenos Aires para que disponga medidas de control sobre el crecimiento natural de la población que permitan frenar el avance de los bancos (de ostras)”, precisaron los técnicos de la provincia vecina. Un conflicto jurisdiccional preocupa a las autoridades bonaerenses. Una especie de ostra exótica sembrada en las costas bonaerenses se reprodujo sin control y está invadiendo la desembocadura del Río Negro, límite natural con la provincia homónima. Se trata de la “crassostrea gigas” traída a la provincia de Buenos Aires por un coreano hace 21 años para “cultivarla” en una pequeña playa del sur. También se la llama “ostra cóncava o japonesa” y prometía un fantástico negocio de exportación por ser una especie exótica. Pero la crisis económica y una legislación que convirtió al lugar en reserva natural desalentaron el proyecto empresario. Las autoridades de la dirección de Pesca bonaerense no contestaron a los requerimientos de Hoy Tres décadas atrás, unos 400 ejemplares del molusco fueron sembrados en el balneario Los Pocitos, partido bonaerense de Patagones. El municipio, una empresa exportadora y una cooperativa de productores, veían hasta no hace mucho grandes posibilidades de comercializar estas otras en mercados asiáticos y disputarle los puertos a Chile. Pero, en 1990, la legislatura bonaerense declaró a Bahía San Blas, Bahía Anegada y Unión, donde esta enclavado el balneario, como una zona de reserva natural de usos múltiples. Eso implica que en ese territorio no debían realizarse actividades que pudieran lesionar la fauna local. Quedaron suspendidas la pesca deportiva y artesanal y la extracción de moluscos. En ese contexto, fracasó el proyecto exportador y las almejas siguieron reproduciéndose sin control y se disemina- Pruebas. Desde Asuntos Agrarios recogieron ejemplares de la ostra japonesa en el sur bonaerense Las Claves Detrás de la invasión de ostras japonesas se mezclan reclamos del municipio de Patagones a la Provincia para la renovación de permisos, dos leyes que dicen cosas distintas y una causa judicial para la protección del ambiente Licencias para pescadores El municipio de Patagones reclama la renovación urgente de 63 permisos para cultivar ostras y liberar la extracción de los bancos naturales para controlar el crecimiento de la población de moluscos en la región. Prohibición de actividades La ley 10.907 prohibió en reservas naturales extraer “objetos o especies vivas de animales y plantas” y promover “la explotación agrícola, ganadera, forestal, industrial o minera y de cualquier otro tipo. Intervino la Justicia en el conflicto En 1990 la Legislatura convirtió a Bahía San Blas, Bahía Anegada y Unión,en reserva natural de usos múltiples. Otra ley habilitó la pesca deportiva y artesanal. Pero la justicia ordenó proteger el medio ambiente La ostra japonesa es portadora de una bacteria que podría infectar a las especies autóctonas Las ostras derivaron hacia el sur y hay asentamientos en la desembocadura del Río Negro”, precisaron. Con desazón, los rionegrinos vieron cumplido el motivo de su preocupación. Sucede que no hay forma de eliminar al invasor extranjero sin afectar la fauna autóctona. La única manera de controlarlo es explotarla en forma comercial, un plan que con los bancos de ostras en libre crecimiento no promete un negocio próspero. “Es una cuestión de muy difícil solución”, plantearon las fuentes.