LOS SIETE SACRAMENTOS Más allá de ser simples ritos que acompañan distintos momentos de nuestra vida, los sacramentos son acciones que nacen de la voluntad de Jesús y que nos unen a la obra salvífica realizada por Él. En efecto, cada uno de ellos nos pone en contacto con una dimensión de la vida de Cristo y nos hace recibir los dones de la salvación que el Padre nos ha prometido. Ahora bien, es importante entender que los sacramentos que conocemos hoy se han ido conformando a lo largo de los siglos de la Iglesia. Será en el Concilio de Trento que se fija en siete el número de sacramentos1, que luego la Iglesia divide en tres grupos, a saber: los sacramentos de la iniciación cristiana, los sacramentos de curación y los sacramentos de servicio a la comunidad. En cuanto a los sacramentos de la iniciación cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía), podrían definirse como parte de un […] proceso mediante el cual los creyentes entran en la plenitud de la vida cristiana, incorporándose al misterio de Cristo y de su Iglesia2. Cabe mencionar que estos tres sacramentos nacen profundamente unidos, lo que nos ofrece una clave importante para su comprensión: nos debemos acercar a ellos sin separarlos; es decir, debemos reflexionarlos en el contexto de todo el proceso de la iniciación cristiana. Con respecto a los sacramentos de curación (Reconciliación y Unción de los enfermos), han sido instituidos para una apropiación progresiva y una adecuada restauración de la gracia que se nos dio en la iniciación cristiana. Pues, si nuestra nueva vida ha sido quebrantada por la enfermedad o el pecado, Cristo nos ofrece un remedio para el cuerpo y para el espíritu. Por último, los sacramentos de servicio a la comunidad (Orden sagrado y Matrimonio) nos recuerdan que los dones dados en la iniciación cristiana deben ser puestos a disposición del pueblo de Dios para crecimiento e instauración del Reino. Esto implica entender que nos necesitamos unos de los otros para llevar a cabo la obra de salvación a la que el Señor ha querido asociarnos. Por ahora hemos realizado una presentación muy general de los sacramentos. Sin embargo, tanto en las siguientes páginas del Ordo Temporis 2015 como en las próximas ediciones de La Misa de Cada Día, tendremos la oportunidad de seguir profundizando acerca de cada uno de los ellos y de la importancia que cada uno tiene para el caminar de nosotros, los cristianos. Cf. Concilio de Trento; “Decreto sobre los sacramentos”, can. 1: DENZINGER, Heinrich; HÜNERMANN, Peter, El Magisterio de la Iglesia. Enchiridion symbolorum definitionum et declarationum de rebus fidei et morum, Barcelona: Herder, 199938, p. 505. 2 KELLER, Miguel Ángel; La Iniciación Cristiana -Bautismo-Confirmación-, Bogotá: Consejo Episcopal Latinoamericano, colec. “TELAL” IX-2, 1995, p. 18. 1