Redacción y Adm6n., Larra, 8. Apartado 249. Teléf. 32610. Madrid. Diario ind€f>endioiite de fe i«>che fundado por D.Nicolás M.Urgoiti en. 1920 Precio: 15 céntimos. Año XVII. N.M.678. na Martesi 77 aipci ^Í^Q^PSG^* LAS CORTES. DISUELTAS _—•• I... . • • I — — ! • ! • • I „ •••1. . ,111.1 ^^ I. l^ilWIMIHai I lili —l_lll;j^,_M^;i»MI_l,l_ ,.i,.,l..„, »•>.••••••• I !• •••••Il MI l i l i l í . • I I H I I—I I I I M I I H I II • !• • b •I—I I I •. . J — B L » I I || f l M • l l i l l l I . II —11 — II . . — — . — I l.lll—l»llll. I . III • .1 I.I.. — . 1 . . — — i • — • • I — . - . l . l — — .I...— ,|.,„||» ' | • • • — — . •••—•••IM I •«•-••••I-- NH-HI I l.l M,_|-,|,,^ ELECCIONES GEKCRÁLfS: EL 16 DE FEBRERO APERTURA DE CORTES: EL 16 DE MARZO .,.»( Y ESTA T A R D E REUNIÓN D E LA p i P U T A C I O N PERMANENTE Los motivos que tieiíe S. E. para disolver las Cortes BBI^^y^BBIiwMR^ ^^El impulso legíslalor/obedecie^^^^^ decidido de 1931 á 1933 en una^ d^^ última feclia á lá áctuáí K siguió desde esa coíi parecida ^^i^/' . ifj ÉSSS^ •^^^^^^^^^ái^m^^ ''La magnitud dé la oscilación alcanzada aconseja, que vista por la voluntad reflexiva de España la distancia recorrida y la separación abierta, decidía si quiere mantener un rumbo, volver a otro, i I moderar cualquiers^Q estabilizar transigiéndolos" LA En una de las últimas crisis—no nos atrevemos a decir la última, poique son tantas que nos podríamos equivocar—debajo del retrato del Sr. Pórtela escribimos que esa sonrisa sinuosa y fina acaso significaba que el político, al salir d^ Palacio, pensaba lo de "cgifáJbienjBl quem> el último",.. , " • / «»r-'.Tiií^i-,r;.iiji^>',,iX <,,) 1^1 ,'ti. s r ' f f i ' El Consejo de ministros duró ^liora y'media ;v EL SEÑOR ÁLVAREZ MENDIZABAL DIO UNA REFERENCIA MIENTRAS EL SEÑOR PÓRTELA IBA A VISITAR . . . i . . . •:.;.;;:,:;!.. .,• A SU. EXCELENCIA • •'V^'-ir'-'-''.^^-. El Consejo de ministros, que colíicnzaba cerca de las once, acaba^^ a las doce y media. A asta hora salió el presidente del Conse. 3o. Los periodistas quedaron sorprendidos por ver salir al Sr. Pórtela a hora tan temprana, fcl presidente del Con.sejo les dijo: —El Consejo ha terminado ya. Ha sido breve. Ahora les larán a Ustedes la referencia. Yo voy a que <^1 Presidente firme unot decretos, y ahora volveré para tomar una copa con ustedes en el "lunch" que está preparado. A la mía en punto el Sr. Alvaroz ^fcndizába', ministro de Agricul. tura, recibió a los periodistas en Un despacho iimicdiato a la sala fie consejos, y los dijo: —Para seguir el régimen de lealtad con que comencé a dar a Ustedes las referencias de lo tratado en los consejos de ministros, 'lebo decirles que el de hoy puede <íividirse en dos partes: la primera, bastante amplia, y que ha consu"íildo casi la totalidad del tiempo Vuelve el Sr. Pórtela Valladares. l/Os periodistas estamos inquietos. ¿Trae el decreto? ¿SI? ¿No? El ^F. Pórtela Valladares aparece S'Ote los periodistas muy «eguro de Sí mismo. NI gravedad académica, ?í sonrisa molesta ríe triunfador. *"! Sr. Pórtela parece que se da •^enta de la responsabilidad polloica contraída. —Seflores: lo que se esperaba. 831 Pt-esidente de la República ha 'iiTOado el decreto de disolución de Cortes. Emoción en el corro. Algún . Redactores no quieren saber más. So precipitan sobre loa teléfonos ^&!i cercanos para comunicar el "otición. Mientras tanto, otros pe••lodlstas preguntamos: —¿Lo ha comunicado usted ya "•' presidente de las Cortes? ¿Se l*ublicajá mafi««*k7 ¿Se rc^oá«a El articulo 81 de la Constitución exige sea motivado ei4«^ creto de disolución de Cortes. Lo fué ya el de las Constituyen> tes, aun tratándose de Cámara sin plazo de duración legal, fijado por la convocatoria, o por su propio acuerdo; con misión esencial ya agotada y otros encargos concreto» cumplidos. Precisamente pior ello hubo ¿n el decreto de 9 de octubre de 1933 un doble razonamiento: el de fondo sobre la procedencia de la disolución en si misma y el justificativo de quedar ésta excluida del cómputo y limitaciones que para cada mandato presidencial fija el expresado artículo 81. A este criterio acompafló el asentimiento de \oa partidos que refrendaron tal decreto, y le había precedido "éf de lOs que mucho antea demandaban aquella diK0lu6ióh, expedita en cuanto no comprometía o gastaba prerrogativa rnuy feducida. Era necesario, y basta, ahora, recordar el precedente inmediato de la nueva y distinta disolución que va a acordarse. Ni el decreto de 1933 fué, ni lo será el presente, ni necesita o debe serlo en sus motivos ninguno de disolución, un Índice de reproches contra las Cortea disueltas. El fundamento para que lo sean está siempre, por motivos en cada caso variable», en la necesidad mostrada de otra consulta electoral. Desde que fueron elegidas las Cortea actuales se ha alterado extensa y profundamente la actitud, composición, significado y relaciones con que se presentaron a la con^«, ,;atoria de entonces los distintos partidos. Con singularidad Iftii importante como insólita, el cambio afecta, no ya a las fuerzas extremas, sino también a las de zona intermedia, centro natural de estabilidad y apoyo de permanencia. Reflejo de tales mudanzas ha sido el hecho de que, aun reduciendo considerablemente el quorum reglamentario, exista tibieza, lentitud y dificultad para legislar aun en materias económicas y financieras, en que la necesidad apremia y la pasión no ofusca. Aun cuando hubiera permanecido la Cámara igual a sí misma, sin car^blos internos, se habrían producido en la relación representaltva con la opinión pública, agitada y variable por múltiples causas. El mismo criterio de los partidos proclama esa desviación. Si respecto de su propia suerte los más propenden a la natural esperanza en cuanto a los otros y a la total resultante de una Cámara nueva, hay esencial coincidencia en el pronóstico de extensa y honda alteración. Para medirla con elementos de acertado Juicio han faltado cuantos medios exploradores de la voluntad nacional puedan guiar a los otros poderes del Estado, y aun sirven a las mayorías parlamentarias de norma que alienta o contiene sus tendencias, según perciban que aun conservan o ya empezaron a perder la asistencia o confianza popular que legitima la autoridad representativa. No ha habido elecciones parciales para diputados, que en todo lugar y tiempo son signo indicador. No ha habido tampoco elecciones municipales, que en abril da 1931 dieron a la Re- do su .uración, \a. tenido carácter administrativo, y de ella voy a dar a ustedes cuenta. Y la segunda, muy breve, pero muy intensa y substanciosa, de carácter político, de la que dará a ustedes cumplida referencia el seflor presidente del Consejo. El ministro de Estado, como siempre, enteró al Consejo de la situación internacional, ©speci»!. mente del desarrollo dc-i conflicto jtaloetiope. ratificando iss Imp «-,siones facilitadas fn anteriores consejos; es decir, que no se aprecia modiflcación alguna de Irtcés^ y que todos los nalses. inclaso España, están pendientes de las próximas deliberaciones de Ginebra. Por último, he de minlfestar a ustedes que he dicho en el Consejo que tengc totalmen'.e terminado el estudio hecho para resolver, no aliviar, el problema del trigo, d«l que daré cuenta en el próximo Consejo, que probablemente estará dedicado casi en su totalidad, a dad criminal, todos los funcionatratar de este asunto. rios, incluso los de Justicia, al ejercer la función de Interpretar ¡as leyes, quedarían incursos en este delito que se pretende estable, cer aquí. Tal parecer, sólidamente esta, blecido por principios de he-rmeneútlca y de Dej-echo político, tiene su abono. EJl buen sentido de todos los españoles puede apreciarlo, y a ellos se dirige el Gobierno, para que sean jueces en esta materia. Y además cuenta en su abono con la mayoría de las autoridades y de los significados políticos que se han pronunciado, según consta en la Prensa, y según hizo constar el presidente de la Cámara, en favc-r de la interpretación que el Gobierno ha dado, De modo que no sólo el Gobierno los ayuntamientos del 12 de abril? tiene la facultad de interpretar, sino que ha interpretado de acuerEl Sr. Pórtela contesta: —Pasaré en seguida, como es do con todas estas autoridades que obligado, la comunicación al seftor digo. presidente de laa Cortes. La voy No tendría, pues, el Gobierno a firmar, porque ya está redacta- ningún inconveniente en presenda. Ahora, señores, afilen los lapi- tarse a la Diputación Permanenceros y escuchen... te, primero, y después a las CorAsi lo hacemos. Y el Sr. Porte- tes, para responder de sus actos, la, con palabra clara, no exenta porque cualquiera que sea el apade una cierta emoción, dice: sionamiento político y los humos —Ea notorio, es evidente, que que desprende la lucha de los parno se ha cometido transgresión tidos, y que a veces ciega, detrás, constitucional alguna al prorrogar en cada hombre, hay una concienel pi-eaupuesto y al suspender de cia y una rectitud, que se imponnuevo las sesiones de Cortes. Y no drán al fin y al cabo para dejar puede establecerse la acusación de al Gobierno en su sitio y en la posupuesto delito, porque a lo más sición que mantiene. que podía Uegarss es a que esto Mas ha surgido un hecho que fuera una materia de interpreta- ha obligado al Gobierno a precición, y si, por elegir una u otra pitar la disolución de las Cortes .soluci<5n de las que las leyes ofre- y la convocatoria de nuevas eleccea «• incurriese en rcfponsablU- ciones, y es que sectores de ver- El Sr. Pórtela: "Es notorio^ es evidente, que no se ha cometido transgresión constitucional alguna al prorros^ar el presupuesto y suspender de tiuevo las sesiones de Cortes" pública encauzamiento y rumbo, y dos años más tarde, aunque en reducida extensión o de segundo grado, mostraron expresiva y eficaz advertencia. Por otra parte, actos de violencia colectiva y prevenciones legales de la autoridad, por aquéllos determinadas, han mantenido piolongada anormalidad para la expresión serena e igualitariamente libre de la opinión pública. Evidente la necesidad de contar con ésta, asi como au alteración, »<Mo de la consulta popular puede surgir su fallo. La obra legislativa trascendental, quj en todos los órdenes se impone, requiere, a más de la posibilidad material, harto dudosa hoy de producirla, identificación con el deseo conocido d«l país. El impulso legislador, obedeciendo al electoral, siguió decidido de 1931 a 1933 en una dirección; desde esa última fecha a la actu*l ha marchado con parecida decisión en sentido opuesto. La magnitud de la oscilación alcanzada aconseja que, vista por la voluntad reflexiva de España la distancia recorrida y la separación abierta, decida si quiere mantener un rumbo, volver a ot-o, moderar cualquiera o estabilizar transigiéndolos. Por cuanto expuesto queda, con cum.plímlento de lo preceptuado en el articulo 81 de la Constitución, en uso de la prerrogativa que me concede, aplicada por primera vez a Cortes no investidas de potestad constituyente, y de acuerdo con el Consejo de ministros, ; Vengo en decretar losiguiente: '•••, Articulo único. Quedan disúcJtas las primeras Cortea ordinarias de I i República, y por otro decreto'eimultáneo se convoca a nuevas elecciones. Dado en Palacio, a 7 de enero de 1930.—Nlccto .\lcalá '¿¡Ímtta, y Torrea.—El preeldente del Consejo de Ministros, Manuel Pórtela Valladares. , , • . , , , ,, .,., DISOLUCIÓN nr dadera valia en la vida pública de España han expresado la opinión de que, si bien en el fondo no se deduce Ilegalidad por la forma en que ha procedido el Gobierno, estiman que la Diputación Permanente no tiene facultad para examinar la petición de convocatoria de Cortes, la acusación que contra el Gobierno han dirigido cuarenta y tantos señores diputados. Es decir, que, estimando que no hay materia de delito ni fundamento para la acusación, sostienen que la petición acusatoria de- ,,, , LA ^^ ^H^^^^V I^^^^^^^B^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^HKl' ... y ahora, al publicar el retrato de ayer con esta sonrisa franca y viva del Sr. Pórtela, parece que está convencido de que ya puede reírse bien, porque, por ahora, el último en reír es él. El Sr. Pórtela ofrece, después de la publicación del decreto de disolución de Corten, la más firme de las sonrisas a los que dudaban de que lo tuviera la segimd'3, y el lunes 16 de marzo, la constitui;ión de la nueva C&mará. También se le preguntó si en virtud de la apertura del periodo electoral quedarían levantada la censura de Prensa y los estados de excepción. —Hay precedentes de que no sea asi; pero para poca salud, más vale ninguna Desde luego, el Gobierno levantará la censura de Prensa. Dará a ustedes todas las facilidades y se entrará en estado de completa normalidad constitucional. Otro informador le preguntó si serian repuestos los ayuntamientos del 12 de abril, y respondió que por la tarde iba a recibir en la Presidencia algunas visitas, con las cuales se ocuparía de la cuestión. El Sr. Pórtela subió seguidamente a su despacho para dar cuenta al Gobierno, que seguía reunido, do su entrevista con el Presidente de la República. CONVOCATORIA Disüelt&s por otro de esta fecha las primer-ia Cortes ordinarias de la República, como consfcuenijla de ello, y de confotmidad con lo dispuesto en las artículos 53 y 81 de la Constitución y preceptos concordantes de la IcgisJación electoral, a propuesta del presidtote del Consejo de Ministros, y de acuerdo con el mismo, Vengo en decretar lo siguiente: •ri',. Articulo 1." Las elecciones generales para diputadOv"» a Cortee se celebrarán en toda España el domingo 16 de febrero. La segrunda votai;ión, en las circun-soripcic/nes donde hubiere lugar a ella, se efectuará dos semanas después, o sea el domingo primero de marzo. Artículo 2.» Las Cortes se rsunirán el dl.i 16 de marzo de 1936. Artículo 3." Por los ministerios de Justicia y Trabajo y de Gobernación se dictarán las disposiciones nece.-Mrias para el oumpltolento de las leyes y la garantía más eficaz de los derechos de cada elector y candidato. Dado en Madrid, a 7 de enero de 1936.—Nlceto Alcalá Zamora y Torre«.^-Bl presidente del Consejo de Ministros, Manuel Pórtela Valladares. Nuestras noticias del Consejo dé hoy "La ley prohibe en período electoral hacer nombramientos y destituciones; pero la restitución a sus funciones de los ayuntamientos del 12 de abril no la prohibe ninguna ley electoral'^ nos dice un ministro be ser tramitada convocando al no a la a<>tiS3oión en que formulan Parlamento automáticamente, sin' cuarenta señores diputado.?, o sea Y OTRO COMENTA: "ME PARECE QUE AHORA NADIE POintervención y sin facultad discre- la décima parte de la Cámara. DRA DUDAR DE QUE EL SEÑOR PÓRTELA TIENE El reglamento del Congreso sicional para Juzgar, en la DiputaEL DECRETO DE DISOLUCIÓN" túa en Isi petición de la décima ción Permanente de las Cortes. . Seria este último extremo de parte de la Cájnara la facultad Bl Consejo se ocupó en su pri- nombramientos ni efectuar destiuna terrible gravedad para la po- de convocar las Cortes mediaoie mera parte dol problema político tucíones, pero no es este el caso lítica de Espaiia; la Constitución una acusación de delito. De preva. que había de traducirse en la pro- que nos ocupa. La medida a adopda la facultad de suspender las so. lecer este criterio, de sentarse este puesta al Presidente de la Repú- tar con relación a loa ayuntamienSiones al Presidente de la Repúbli- precédante, el malhumor de oui- blica de la disolución de Cortes. El tos republicanos del i2 de abril es ca y no habla de Diputación Per- renta diputados bastaría para re- jefe del Goblemo no quiere que se restituirlos a sus funciones, restimanente en cuanto a este particu- unir las Cortes en todo momento; es .•iiga hablando de interpretaciones, tución que no prohibe de ninguna lar. La luy orgánica del Tribunal de:ir, que no habría vida política y decidido, por ser su principal forma la ley Electoral vigente. La de Garantías atribuye a la Dipu- posible en España. Ya no ea el misión, a realizar las elecciones, restitución no implica ninguna ar. tación Permanente el dar paso o Presidente de la República quien ha querido poner punto al engo- bitrariedad administrativa. Es, por ha de intervenir para juzgar si rroso diálogo adelantando unas el contrario, una reparación a la deben o no reunirse las Cortes. Ya fechas la disolución de las Cortea. justicia, que está acorde con, las no ea el Congreso, ni siquiera la Podría extrañar que el Goblemo facultades del Gobierno. Diputación Peimanente que la re- no agotase el plazo ds que le es Después del Consejo los mlnis. presenta. Son cuarenta diputados dable disponer; pero para fijar los que, en un momento de malhumor, plazos electorales ha tenido en tros se mostraban visiblemente puc'den reunir las Cortea, y ante cuenta la celebración de las fies- satisfechos por haber realizado, ellos se ha de inclinar todo el mí- tas de Carnaval; de no aprovechar con felicidad y oportunidad, la pri. mera de las etapas le su gestión: canismo de nuestra política. el domingo 16 de febrero, habría la relativa a la disolución de las de utilizar el siguiente, día 23, doEn ningún país del mundo exisCortes y a la convocatoria de electe tal régimen. Y ante el estrago mingo de Carnaval, fecha Inade- ciones. Esperan que las inmediatas que producirla que este preceden- cuada para realizar la consulta a podrán efectuarlas con análoga fate quedase sentado para lo por ve- los comicios. cilidad. El Ministerio ha 'snido la nir, el Gobierno, pensando, no en Nada más hubo en el Consejo. seguridad de disponer de él ep todo si, sino siempre, como es su deber, No se tocaron otros temas, ni si- momento, y no ha querido usarlo pensando en los que le sucedan, quiera el relativo al restableci- basta aquel en que lo ha considedisuelve las Cortes, y disueltas las miento de los ayuntamientos doi rado indispensable. Podría tjaber TOgájidoles aplacaran su visita Cortes, me parece que la nuez es- 12 de abril. Sin embargo, nada retrasado algo su demanda; pero hast.a las seis y medja de la tarde tá vacía, y que no ae puede ha- tendría de extraño que una medi- como la reunión de la .Diputación de hoy. blar de reunir a unas Cortes que da relacionada con esta cuestión Permanente animciadá para esta Se había dicho que uno da los están disueltas. Este es el signifi- se tomase dentro de breves horas tarde hubiese podido dar lugar a objetos de la reunión sería el de cado del decreto de disolución que o dias, y tal vez como consecuen- nuevas disquislclqneSj- ha tiuerldo exponer al Jefe del.Gobierno la po- se ha firmado esta mañana con cia de la entrevista que han de ce- finalizar yel diálogo siendo él el que sición, de los partidos de izquierda esta premura, que quiebra y rec- lebrar con el presidente del Con- pronunciase la últlnc(a y definitiva ante la proposición acusatoria que tifica los proyectos y pensamien- sejo los jefes de los grupos de iz- palabra. Después de ésto, como ha quierda. esta tarde tratará la Diputación tos que el Gobierno tenía. dicho gráficamente el presidente Permanente de las Cortes. No es Se le pregnJntó cuál seria la foEl que haya empezado el perio» del Consejo,, "la nuez estA vacia". ASÍ, toda vez que la conferencia se cha de las elecciones. do electoral no cohil>e esta faculcelebrará después de terminada di. —El 16 de febrero—respondió- ta:!. El Gobierno, en verdad, con cha reunióu,. la primera v^títá; el 1 da marceo i arreglo a la ley, no puede realizar Los señores Barcia, Lara y Rodríguez Pérez estaban citados a una reunión con el Sr. Pórtela esta mañana a las nueve y media; pero la conferencia se celebrará esta tarde a las seis Para esta mafiana, a las nueve y media,' estaban citados en la Pre. stdencia del Consejo loa señores Barcia, Lara y Rodríguez Pérez, representantes de los partidos de Izquierda. Unión Republicana y Nacional Republicano para entrevistarse con el jefe del Gobierno, Sr. Pórtela, para hablarle de algu. nos asuntos de carácter político; pero anoche, después de l!s diez, recibieron ddohoa señorea un recado de la Presideooi^, del Consejo VISADO POR LA CENSURA \K- \) '.'<"