Audrey Hepburn, la inolvidable princesa de la pantalla grande

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Espectáculos
La Plata, lunes 20 de enero de 2003
A los 73 años
A DIEZ AÑOS DE SU MUERTE
Murió Pedro
Orgambide
Audrey Hepburn, la inolvidable
princesa de la pantalla grande
Dejó su marca en el cine con su estilo dulce y elegante. Recibió el Oscar por su labor en Vacaciones en Roma. En sus
últimos años cumplió labores humanitarias en UNICEF y fue distinguida con el Premio Humanitario Jean Hersholt.
Ejemplo para cuerpo de Ejemplo
El escritor Pedro Orgambide,
figura relevante de la literatura
argentina contemporánea,
murió ayer a los 73 años a raíz
de un ataque cardíaco, de acuerdo a lo informado por sus allegados.
Orgambide publicó más de 40
libros, entre novelas, ensayos y
biografías y fue también autor
de obras teatrales y de libretos
para la televisión.
Entre sus biografías más conocidas figuran El maestro de Bolívar,
Ezequiel Martínez Estrada,
Horacio Quiroga, una biografía,
Ser argentino, La bella Otero,
Leandro N. Alem, o la noche es
buena para el adiós, entre otras.
Publicó a los 20 años su primera
obra teatral, La vida prestada, a
la que siguieron Memorias de un
caballero solo, Se armó la murga,
Prohibido Gardel y Cantares de
las Madres de Plaza de Mayo.
Enrolado desde adolescente en
posiciones de izquierda, debió
exiliarse en México en 1974, dos
años antes del golpe militar,
debido a amenazas de grupos
ultraderechistas.
En México fundó en 1975 la
revista Cambio, junto con los
escritores Juan Rulfo, José
Revueltas, Julio Cortázar, Horacio
Zepeda y Miguel Donoso Pareja.
En 1976 la Casa de las Américas
lo premió por su libro de cuentos
Historia con Tangos y Corridas.
Ese mismo año recibió el Premio
Nacional de Novela de México
por Aventuras de Edmund Ziller
en tierras del Nuevo Mundo.
Regresó a la Argentina en 1983,
al restablecerse el gobierno
democrático.
El papel de la princesa inglesa que
se enamora en Roma de un periodista
estadounidense parecía hecho a la
medida para la grácil y elegante Audrey Hepburn, de cuya muerte se
cumplen hoy diez años.
Acaban de pasar 50 años desde que
la entonces novata de Hollywood se
diera a conocer de la noche a a la mañana con la comedia romántica Vacaciones en Roma, junto a Gregory Peck.
Con sus grandes ojos y su delicado
encanto, también conquistó el corazón de los votantes de la Academia de
Hollywood, que le concedieron el Oscar a la mejor actriz.
La inolvidable princesa de la gran
pantalla murió a los 63 años el 20
de enero, hace hoy diez años, en
Suiza, su patria por elección, en la
población de Tolochenaz, donde
vivía con su compañero sentimen-
“Audrey tenía gracia y estilo, cosas
que no se pueden aprender”. Y contrató a Hepburn junto a Humphrey
Bogart para Sabrina, lo que le valió
otra de un total de cuatro nominaciones al Oscar.
Las otras las recibió por su papel de
religiosa belga en Historia de una monja, de seductora modelo en Desayuno
con diamantes y de ciega amenazada
en el thriller Sola en la oscuridad. También tuvo un gran éxito como Eliza
Doolitlle en el musical My Fair Lady.
Con sus grandes ojos
y su delicado encanto,
conquistó el corazón
de los votantes de
Hollywood
Realizó trabajos con
niños necesitados en
territorios afectados
por la guerra y el
hambre.
tal Robert Wolders.
Embajadora
En 1992, Hepburn había regresado
debilitada de su última gran actuación en Somalia, a donde viajó como
embajadora de buena voluntad del
Fondo de la ONU para la Infancia
(UNICEF).
Le quedaban sólo pocos meses de
vida, luego de que los médicos le
diagnosticaran cáncer de colon.
Durante 45 años había buscado un
papel semejante y por fin lo encontró,
dijo la actriz sobre su trabajo con niños necesitados en territorios afectados por la guerra y el hambre.
Retiro
Pero cuando se acercaba a los 40,
Hepburn se retiró del negocio del cine. Su matrimonio con el actor Mel
Ferrer, con el que tuvo a su hijo Sean,
se rompió en 1968.
También su enlace con el psicólogo
italiano Andrea Dotti, padre de su hija
Inolvidable. Audrey Hepburn, una actriz que hizo historia.
En su primer viaje a Sudán en 1989
vio a un niño de 14 años con anemia
aguda y comentó: “Así era mi aspecto
al final de la guerra cuando tenía su
misma edad”.
Hepburn nació como hija de una
baronesa holandesa y un banquero
británico-irlandés en 1929 en Bruselas. Tras el divorcio de sus padres, fue
llevada a un internado cuando tenía
diez años. Allí descubrió su amor por
la danza.
Los años de la guerra los pasó con
su madre en Holanda, donde reunía
dinero para la resistencia contra la
ocupación alemana como bailarina.
Tras la contienda, continuó tomando
clases de danza en Inglaterra, trabajó
de modelo y recibió algunos pequeños papeles en el cine.
La escritora Colette descubrió a la
graciosa intérprete en un rodaje en la
Riviera francesa y la contrató en 1951
para el papel principal del musical de
Broadway Gigi.
Luca, terminó en divorcio.
Junto a Sean Connery, regresó en
1976 en Robin y Marian.
Su última breve aparición -como
ángel- se la debió a Steven Spielberg
en 1989 en la película Para siempre.
En esa época, la tímida estrella de
Hollywood ya trabajaba para UNICEF.
Disputada
Comprometida
Tras el Oscar por Vacaciones en Roma, Hollywood se peleaba por la belleza morena, que no respondía para nada a las características de las sensuales
Marilyn Monroe y Jane Mansfield, entonces de moda.
El director Billy Wilder sostuvo:
Por su compromiso social, la actriz
obtuvo también su último galardón de
la Academia, que ya no pudo recibir
personalmente. En marzo de 1993,
Audrey Hepburn fue distinguida póstumamente con el Premio Humanitario Jean Hersholt.