PERIODICO SOCIALISTA-ANARQUISTA A NÜESTROSJT

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to n te irid éo , A b ril
' l '§001
¿«Í:
PER IO D IC O
DIRECCIÓN
T O M S S I. E O D R I G Ü E Z
Calle Piedras núJii. 205
S T O c r ip d ò a Y o iu K ta r ia
A NÜESTROSJT/ORSGEDORES
Pononios en conocimiento do
nuosti'os ioctoros j compañeros do
causa, que on visla ¡lo ¡a i)!io.na acojida que iiatenido nnosti'o periódico
liemos resuello aiimeniai' el íbrniato, como va le-nclrán ocasión de ver
por el pi'o.senlo iiiiinei’o.
Al ntismo tiempo dcdjernos participarles, quepor lalía de espacio no
podemos pu’blicar la lista do los que
han coníribiiido en la suscripción,
lo que ])rorneíenios hacerlo en el
número del dia lo.
La
] )iREcr.iox.
Elsocilisio aKlríidcolilieral
(Vcasfi oí número anterior)
Ea nuesíro ariíenlo, intitulado
El Socialismo Anárquico Liberal»,
decíamos al final que: «para eltriunfo de un ideal no le faltaban nume­
rosos hijos que sacrificasen gustosos
su existencia, etc., etc.)».
No se crea que al decir esto,
■nuestra iuiajinación se halla i*emoutado ni por un solo Instante á la
idea del crimen, no, los socialistas
anárquicos no coneibon ideas crimi­
nales, las detestan; las detestan del
mismo modo que á los dominios.
El socialista anárquico no es cri­
minal, desde el momento que pro­
clama la libertad al)soluia de lodos
los seres luunanos y de iiingún mo­
do puede atentar á la vida do los
demás; pues ateniar á la vida del
iiomlDre sería un atentado á la li­
bertad ó al derecho á la vjMa y si
DQ veamos lo que dice Parsons en
The Philosophy o l Anarchism.—
«ITnaloea cólera contra los tiranos
y un'vapo deseo do matar no son
segriramente las cai’acteristicas de
la filosofía conocida bajo el nomlire
de anarquía.
jjt' liìosol'ia dui bnurqiiism.) csiá
encerrada on unapalai)ra.— LihcrttuL..
Ni n u l i n a lia rr- 'ia ill pro;-rro-
Bo humano, al peasaitiicuio á UÍ m •
SO C IA LISTA -A N A R Q U IST A
vestigaoión establece el anarquismo,
nada hay verdadero y cierto que
futuros descubrimientos no puedan
probar sor ialso; así, pues, hay solo
una única pero iLifalible. inmutable
divisa «^Libertad»—Libertad de descubrir una verdad, libertad de desí"
arrollarse, do vivir naturalmente y
plenamente. Luego pues: sí el socia­
lismo anárquico su em])h^ma es Lip
bertad no puede tener cabida el crinien...
Aparto de esto, debemos confesar
con franqueza que: <*uando uno de
osos seres mezquinos y cobardes,
— que ¡oír capricho ó por equivoca­
ción la rv'áíuraleza les ha dado la
figura de liombr.es en vez de dárselo
de tigre ó de pantf-*ra— ocupan la
primera magistratura d(í un país é
implantan el dominio de la tiranía;
ol atentado contra la vida de estos
tiranos de ninguna manera jjuedo
ser criminal, v no solo es un deber
del í^ocialismo anju’quif.'o el admiiir
este atontado: sinó ({uo’ ademaí^ de
admiiirlo so iniiione el .‘racrificio d$
convertirse en brazo ej^ícuíor, pues
el exterminio de estas fieras, es ano
de los sagrados deberes-que se tiene^
que cumplir con la humanidad.
Para muchos estas ideas les pa­
recerá un absurdo, nos tratarán de
locos, de criminales y de mistifica­
dores; pero si los que así piensan
tuviesen la desgracia de ser parte
dolorida en todas las maldades y
crímenes que se cometen en las tira­
nías, si enire esos hubiese u^ hijo
que lamentase la muerte del padre,
del hombre que le dió el ser; y que el
único causante de esa muerte lo sea
el puñal asesino de uno do los esbin*os de estos lu’anos, ó viceversa:
fíi un padre tuviese que llorar la pér­
dida del liijo querido, ilel hijo que
es sangi’o de su sangre; y que este
liijo por capricho ó maldad, uno de
estos th*anos solo arrebate al hogar
paterno para mandarlo al sacrificio
on una do esas bárbaras carnicerías
que so conocoú bajo el nombre do
¡Cómo cambiarían de parecer,
que venganza no clamarían, y como
no adorarían al ser que sacrificase
£íusf,<i‘:usu oxistcijcia píiVíi lil.'v^qr á
la hunianidad de las garras de talos
monstruos!
{Continuam)
E lbon.
G ilE lE ñ i B E
Tj o s quo pi’^fosamos ideas anar­
quistas, del>emos regocijarnos una
vez más; pues el gran escrií.or con
C liv
t/ o nonsbre encabezamos estas lineas— quizás uua de las inteligencias
más i'obustas qiio posee la Italia—
y que actualmente ocíupaba una ban­
ca en la r,rtrema drrrcha del par­
lamento italiano, se ha declarado
anarquista indi vidual.
Sogijn declaraciones que él hizo,
en una(*arra abierta que publicó en
«11 Oiorno», de Roma, as co.usas
que lo impulsaron á abrazar la idea
Anárquica, ha sido la gran decadeneia del parlamentarismo.
;Quódii‘án a esto los que aun pretenden negar, la corrupción que pesa
en hxs leyes qne hoy por hoy se rijen
los pueblos^
/Podavía tendrois el desparpajo
de traíamos de locos?
Ahí leneisá un hombre de saber,
de inioligejuia >\
ü\
\
vá que os aban­
dona debeLigauadü
la igRor^.Bcia Oí-asaque os domina!
-fFijaosí en ese espejo, seres igno­
rantes y estíípí
.
Grey pretenciosa y estulta
Hato de vulgares gentes;
IJombrcs sin fe ni virtudes,
Y veleidosas mujeres,
Que exhibis los cuerpos podres,
Endomingados por fuera;
Esculturas animadas,
Doradas y relucientes.
Pozos de maMad sin fondo,
D e emanaciones que apestan.
¿•Porque coa cantos de duelo
fíe de turbar vuestra fiesta?
Seguid la danza macabra,
Que pone frió en la médula,
A los pocos que os conocen
Y lo que valéis aprecian.
Seguid, la voz de mi lira
Hasta vosotros no llega,
Y estáis incapacitados
También, para coraprenderl.T.
ai.sleliiiaíe
Todo lo que se consigue en nues­
tra ruta anárquií'a, son demostra­
ciones positivas ([UO, «‘orron parale­
las al buen íin (]uo dofc'ndomos: Em­
pozando el camiíjo que nos pj’0j)onomos seguir, e.x])orimenLamos ((ue
tódas las manifestaciones de la vida
E L ' á K A E O Ü IC O ^
subyngada, sou nuestras propias vi- f
sieiíixdes j miesiros Intimos dolores.
Ei amor á la causa, es poco,
cuando el espíritu penetra con an­
sias pertinaces al analice social;
Hay algo indefinido en el alma que
empuja con más afecto que el amor,
el sentimiento desbordado es una
corriente continua que no cabe en
lo inmensurado de la conciencia.
Por eso, boy comprendemos el va­
lor abnegado de los adeptos y sen­
timos también nosotros, corno los
tules de la cortedad nuestra, se des­
vanecen uniendo nuestra voz al por­
tentoso, é incesante grito de la li­
bertad común..
'
,
»
- La idea anarquica se mipone a
todo raciocinio, cuando el ser que la
escucha, declara su fe á la realidad,
porque: quién es más qué o(ro se­
mejante^ ¡nadie!—^Sinembargo, mu­
chas veces hallamos la controver­
sia que nos sujeta á largas consideraciones y que nosotros no omiti­
mos, siempre que ellas se encuadren
en nuestro alcance intelectual; pero, ■
en, el curso de nuestra doctrina
observamos que nuestro mismo ad­
versario recalcitrante, discute el
problema social, bajo dos tenden­
cias:
La primera es aí'orrado ai orgullo
V al <lesproL*io, y la segunda i-onsccuenttì voji el Socialismo Autoriíaúc- A-es:y <:-c^-uada tcndcní’ia. isL-:—
descubriiiiofc. ei sinioma iavorablc á nr^eslra ¡-ausa y Ía aprcr‘‘ainor. ;lo!
ì '.-.mìo; sì la Ili’maìji>r.J
\
¡mayoría:
acf).ra ei utejó. . nic economico
de !a<:ìase obrera, es dOíir; consien­
te el aumento del salario y el aiuinoramiento del horario; os nca íondencia para nosotros, que trac su­
cesivamente el grado ascenderne de
la causa anárquií^a: porque Hiendo
el obrero mejorado en f!ondiciones,
él se impone cada vez más de lo que
le pertenece- y aspira á mayor cau­
dal de preíoQsiones y liberiad; por­
que la libertad y el derecho amplia­
mente comprendidos es nuestro ideal.
El esclavp tlisiinguido por el amo,
se cree con derecho á esa distinción
y el obrero* esclavo hoy del mono­
polio, al verse disíinguido por Ja iriii'r a ia :*OTjsid*n*aciò:i í!;'1 niu" l'- y ' i r
mina.palpará á la evidencia-subien­
do sobre esa limosna— que la mejor
reforma del ho^ubre, es la igualdad
amplia, en todas las manifestacio­
nes de ia vida y entonces se hará
Anarquista.
F* J. B u u z z o x e
lOuerra infame!
V.m de las guerras másinjiisías
es ia que hoy sostienen los ingleses
con los boers.
Esta guerra no es solo una abe­
rración— como lo son todas— sinó
que además de esto es la mas gran­
de de las iaf amias; y si en Ingla­
terra existiese todavía im ápice de
vergüenza empezarían por encarce­
lar á Ghamìjerìian con todos sus
hipócritas adulones; únicos culpa­
bles de la presente contienda.
Xo es el honor ultrajado lo que
ván á reívendicar los ingleses,— no;
-no buscan lavar el ultraje de su
bandera, lo que quieren es apode­
rarse por medio de la fuerza bruta
de lo ageno, de lo que no Ies perte­
nece, de las valiosas minas del
Transval; de consiguientepelean por
el afan del lucro por no decir de la
rapiña.
IParece mentira que una nación
como Inglaterra que sejacta do ci­
vilizada y culta, j en donde hí=y
tantas inteligencias no vean ei í tiste
papel que están desempeñaí^.o con
sostener una-guerra tan inj'í|!sta!
¿Qué hacen las (|í?ijiás naciones;
Francia, Italia, Aiemaniay Rusia,
que no intervienen y ponen fin á este
atentado brutal á la libertad de un
país libro é independiente?
¿A qué tanta mdecisión?
^,0 es que vuestra consigna es
nguai'dar que la obra criniiiuii soconsup.ia: í j > ' ú i a s tiiertt* se apo­
dere ílol doVít; para
meñ'ir-igo á {•r^'í'!lTiIó~'raésira' rjou-”
e llo í's a s í, so is lo d o s niio s íd f a n i e s ! . ..
v u e s tr o
í *rro
te n e d *^n c u e n ta q u e
c a s tig o iu l
de
lle g a r la u y
p r o n i o , y lo s e n i^ ^ r g a d o s íI'"' d á r o s lo
s e r á n v u e s tr o s h ijo s ; (¡ne reiiegiU';f.n
d f v u e s t r a Ija n d t'- ra ik i q u e j u n i o c o n
v u e s tr a s
leyes y ruosti-os c o íro s Ja
a i'r o ja r á n á í:i ho;jfiií‘r a p a r a v e n ir á
c o l ij a r s o b a jo b
b and e ra
n o b le y ja s lic ie i- a
A n á r ís u ic a , d o c d e to d o es
lií) e r íá d V fra re iT íid iu l.
¡Aiva la Anarquía!
PENSAMIENTOS
Hay dcjnasiada miseria y pobre­
za CLÍrelos milIor.es i rahajadorf*^.
Demasiado lujo é in.lolenfia en la.'i
clcísesarisfoL-ráí/u'atíy capilalisuis...
! n/Jiairi Itf'ckl'L
Xingíin goijierno tiene derecho á
monopolizar loda ia üerra y 1a pri­
mera materia, aun cuanrlo fuere ei
pueblo entero menos uno. El pueblo
entero tiene derecho á lo que tiene
que usar, pero el liombre solo tiene
el mismo derecho sobre lo q-r: :i él
puedo servirle...
'Joyr/o Robcrhiijti.
La sociedad está podrida. Las
hijas de los trabajadores se ven em­
pujadas por las torturas del ham­
bre á vender su virtud al hombre
rico (]U0 les dá un poco del oro que
ha robado á sus padres. Los hijos
corrompidos por los infames licen­
ciosos vensen constreñidos á los vi­
cios contra natura. Nuestras cárce­
les están llenas de los llamados cri­
minales que las injusticias sociales
han producido. Los loorkomes es­
tán llenos de despojos humanos que
lentamente se mueren. Los que crean
las riquezas se mueren de necesida­
des y perecen en el arroyo de mi­
seria social frente las iglesi'^s en las
cuales los embusteros reciben mil li­
bras al año por cantar “bienaven­
turados los pobres“ y por civilizar á
los paganos con botaUas de rom. El
maírimonio es tan solo una pros­
titución legalizada. El parlamento
es un nido de piratas, compuesto de
capitahstas ladrones, engaña obre­
ros.
Tomás II'. B. Turner.
A los trabaiadores
InculcánÉles ideas anárquicas
Vosoiros pobres y liumildes trai^ajadores, (pie pasáis el día en tallepues pnLr<?js cuando ol
sol no deja aun ver su semblan!c
vivificador y salis después do imn,
lai)or ruda, de una laboi* penosa
que enerva el cuerpo y causa el es­
píritu: vosotros valientes y deno­
dados m-arinos—pues bien mereceis
qne se os llame así,— puesto que luí'hais solos, y cuerpo á cuerpo con
los eíem{.-'níos,y qiteno lucbaiscomo
esa turila de iuitonscientcs (pie de­
bido á la ambición de un borracho
pierden su \ida sin saber cómo, ni
porqué; peleando im*o contra eiucuenia,— la fuerza contra el dere­
cho— la embriaguez y el idiotismo
contra la virtud, la ambición y el
inierés contra el heroísmo y la no. líleza; el c r in ic n coni rala honradez
y ol sauto derecho de vivir lra1)ajando sin más ambición que ser íeiiz y haeer felices á sus hermanos
'.ate es lo que liacían las libres re])uUÍicas de Sud Airica: luista que
un jninihíro que quiso hac.erso céle­
bre, y una anciana reina que lu^'o
la magnánima idea de agregará su
iíuperialy deslumbrante corona una
gota do sangre, ¡una gota de san­
gre de aquella pobri* njiijer que por
ol solo heulio de sor Jaüna éimpu­
társele un erinjen: periaitió la péríida vieja, rttbricar el dociunento
que la llevaba al patíbnlo, sin con­
siderar {|ue c.omo ella era mujer y
por lo tanto lauibiéu pecadora!
Et A N Á R Q U I C O
porque si está sometido será un igno­
Pero dejemos esto ¿i uq lador
rante y por consiguiente nocivo á
pues veo que nic lie dejado lleva:
los demás; si es consciente será ua
del odio c|ue profeso al gobierno In­
rebelde. De esto deduzco que la au-^
glés. Volviendo ala cuestión: decía
toridad puede funcionar solamente
que vosotros los marinos pasais no­
violando las leyes naturales y por
ches y día luchando contra las olas;
consiguiente sus resultados deben
sin ropas con rjue tapar vuestros
ser funestos porque íio se violan
aterridos miembros.. .en fin; lucháis
impunemente las leyes de la natu­
contra vuestra misma existencia
raleza. ..
que muchas veces se abandona can­
E, Oller.
sada de vivir. ¿Y todo para qué?
para pasar una existencia miseraNo soy un anarquista comunista
l3le! y para que vuestros patrones
sinó simplemente socialista antiau­
os desprecien hasta el extremo de
toritario, creyendo que por el mo­
llegar á trataros de infelices! á vo­
mento es bastante para el revolu­
sotros que trabajais siempre y no
cionario ser simplemente anarquis^
descansáis nunca, que os sorprende
ta, sin ligarse desde hoy á un siste­
la vejez con el reuma; la miseria y
ma económico determinado suscep­
el desprecio de los patrones; que
tible á variar en el porvenir... Pa­
por que no le servís más y no pueden
ra completar, para harmonizar el
ya sacar jugo de vuestra vejez acha­
hombre con la naturaleza hasta el
cosa os olvidan, y no se acuerdan I presente divorciado de ella, viene la
que fuisteis vosotros cada uno en su
sociología que demuestra de una
modesta esfera, los que contribuis­
man^u irrefutable lo absurdo de las
teis con vuestro grano de arona á
leyes iiui:;::nas y de sus derivados;
íbrm.ar el cimiento do su fortuna,
la sumisióii ^ c-l rospeto para las
la que después la lian ido acrecen­
cuales so han
tando robándoos y esíaiando: pa­
P iíA T ,
gando uno lo que reaimonte vaha
cuatro.
Yo no sé si seré' -: ;i‘quisiacomu-:
Y si esto no fuera basíauto, osos
nistaó
socialista,
temendo enr*:#
honrados pali’onos, si os doscuidais
tendido
quc
el
Sociah-^à^^
Anárquico^,
os convierten en contrabandistas
no admite explotaciüi.r'; j' C|ue es un ;
etc. ote. sirviendo ellos de Capa_Jervifin.te n d o r a d o r de ■
; ■jiiC\uU‘'-d—
faces qcuhos, n)ien1 ras ,qutu.iri,LíjJ^
que proclama la igua;d^d de
sociedad pasan por filantrópicos
que uo admito la supremacía de '
siempre honi'ados y humanitarios,
mistificadoras leyes burguesas— qu*?'"'
cuando en (-ambio no son mas que
son las que Ííov rijen en las naciones
unos viles, unos canallas de la peor
que
se titrJan cultas y civilizadas—
especie; en íin unos prostituidos.
y teniendo entendido ó mejor dicho,
Y todos vosotros, todos, sin ex­
teniendo la convicción de quo esas
cepción ninguna; los que componéis
‘ leyes son un ahiporio do misíificala inmensa falanjo deJ muado, que
cionesy villanías^--qrre tanto proproduce todo y que disponen y gas­
tejen
al pillo como al bueno— de­
tan de muy poco, decidme írani'aclaro <[ue vista la buena intención
del Socialistuo Anárquico creo un
{Coniinucirá)'.
deber el afiliarme á dicha agrupaD. M .
I
No sé si soy anarquista comuaisÍíi, pero sé que soy so(‘ia]ista aniiautoril ario. Kn el fondo es lo mis­
mo... Soy soi'ialisia ant.iautorliario
porque pienso que la sociedad liumanaesíá mal organizada... (lue es
necesario un réjhnen social en una
dirección opuesta á los sistemas ac­
tuales, es decir, en sentido opuesto
á la autoridadgubernamejitai... La
autoridad so]o puede vivir dividién­
dolos hombres en clases y privando
do la hbertad á los que deben oboK1 hombre á quien han quitado la
hbei’tad cesa necesariamente dé sor
un elemer.to útil á lu colccíividad.
sia, inocula, strisciando come ser«
pe, il suo veleno potente in oM de­
sia, avere ministro o strumento
della malvagia ed ignobile sua ven­
detta.
Un uomo davvero leale e cora­
ggioso non s^abbassera mai sino ai
livello del codardo calunmiatore;
ma schiaccierà il serpentino corpo
colla potenza dello sdegnoso sguar­
do e col disprezzo!!
A. K
O ìe a iìg a y ito
.... Di poco
: Esser contentò:
della metà mai
Non torcer gli occhi;
conserva la mano
pura e la mente!!!
!
!
!
!
!
!
!
Chi non ha patrimonio, guadag­
ni colle sue dieci dita.
La pigrizia trova tutto difficile;
l’operosità appiana ogni ostacolo.
Ij'mdustriapaga i suoìjdebiti, ve-^
rii Bo'rr/hcsrJ!,,. lo scoraggiamento
li accumula.
Batté, sonò dall’imo
e -■
'ah.i‘0 lato;
--- ^
E ailor da> riuieo suono
■IJòù’o'hbtKÌ
Chela i.-"
r^onzo
■
Era di terra
,
e non di bronzo.
Talun con Tapparenza
Impone alle persone*
li ci'eder lassi uom
d'alta sapienza;
Ma se mai parla,
si conosce allotta.
Che quel che bronzo pare,
é /terra coita.
¡Viva ranarchia!
A. B.
SW /üT ®
Tessi la tela
Clic io ti mostrerò ordita
Non ascoltale mai che in atío
umile a voi s'inchina per sussurrar­
vi parole che tengano altrui danno,
perche (juegli é im sobillatore, ua
discondent? di4hi i azza più abbietta
e crudele ilell 'unuua spocie.
ICgllmira solo a servirsi dellopeì’a nostra per raggiungere lo scopo
della sua inianiia.
Terribile genia o codesta; che so­
tto la sprogicrol veste delPipocri-
VARIEDADES
Abssois pati'Oìsales
A nuestra mesa tie redacción
nos lleg'tm noticias de abusos, que
se cometen on un establecimiento
litogràfico situado en la calle
Treinta y Tres.
Segiín los denunciantes — que
no tememos porqué nombrar—
además de obligar á los» pobres
obreros íí ti-abajar diez horas dia­
rias, seles explota de usa*.mane­
ra inicua, puó£.íipa.it-edo ¿aarcar-
les un salario mezquino— que no
les alcanzsa para cubrir las más
indispensables necesidades de ia
vida—nimoaEega el día del pago,
¡Así es como viven estos raines
burgueses!
Siempre la estafa ha de ser el
emblema de estos miserables!
¡No contentos con explotar bár­
baramente al proletario, todavía
stt cinismo liega hasta el recurso
de la estafa!
No publicamos el nombre del
dueño del establecimiento porque
nos dá asco el estamparlo en le­
tras de molde.
¡Y decir que para estos malva­
dos no hay leyes que los castiguen!
E n R u s ia '
La Unión General de los Tra­
bajadores judíos? lia celebrado se­
cretamente un congreso.
En él se iia acordado que esa
organización forme parto del Par­
tido Democrático Socialista ruso.
E l trabajo paciente y abnegado
que sucedió á los fragoi’es dei
nibiJismo vá dando sus frutos, y
hoy Rusia cuenta con imichos m i­
naros do obreros organizados, que
antes oian impasibles las predicaoaciones de los terroristas.
¡Que lección para ios partidis­
tas dii ia “itronaiíanda vov vi lio-
Lo malo es que nno de ellos no
podrá cantar victoria, pues pro­
bablemente habrá sido compren­
dido en el indulto.
De Za iVroksfa,
A que no le dan una pensión
Elmártes de esta semana un
pobre carbonero fue victima de
su trabajo, pues es el caso que
mientras se ocupaba en la descar­
ga en un buque, tuvo la desgracia
de qne un canasto de este combus­
tible le cayese encima y le quebra­
se una pierna.
El pobre víctima del trabajo
hoy está curándose sn lastimada
pierna en el hospital.
Si hubiese sido un burgués el
del accidente estaría acostado on
sn propio lecho y en su propia ca­
sa rodoado do todas las comodida­
des.
¡lió aquí el paradero de los ])ohres trahajndores. de los quo nada
tienen do los qno no produc-Jii na­
da para si, y muclio ])araios insa­
ciables bm’gaeses! ^ '
¿Quo aposiamj>3 quo los patro­
nes de estepoljí^e desgraciado aho­
ra ano está inhabilitado para el
trabajo no le ]ij.\san el misei’o jor­
nal con que ;ic. b ttimbraban á pa­
gar su ruda lf=1
¡Que lección para los quo sue­
ñan con revoluciones que no f'iicamaron en el '\hna del
tJnr €Asc €;iai»líSSG
Eu Madrid la Sfícciói.. 4/’' de la
Audiencia, dictó sentencia contra
Máxhiio Castro Q u í j -o s acnt>ado do
lesiones menos giaves.
Como importancia jurídica, este
asunto no tiene ninguna. Poro
desde el punto de vista social os
interesante.
E l procesado Máximo Castro
Quirós era amigo de Antonio
Campos, quo es el lesionado.
Acosados por el hambre, los dos
sujetos discurrieron un modo para
no perecer.
Máximo dió al otro un pinchazo
ligero eu una pierna, suficiente
para cansarle tina lesión que lo
obligara á ir al hospital.
Así sucedió, y durante quince
estuvo aquél disfrutando en
el monoionado sstal >h-eii»i¡oiií <) 1 «fnéfieo la asistencia médica, ([ue
le importaba poco, y la comida
qne le interesaba mas.
Por su parte el agresor so hizo
ononia do un par d*'- nies/'í, ;i la
sfiijibra, fuyo tleinpcp pas.u‘ííi sa­
boreando C‘í rane}',o.
A l.'rr osTos do»^ haiuhríeDins
creerán que iian resuelto el pro­
blema áe viviv por una fcempo-
Jf., coníi'iiíitácleiPaii
ron piERiiE mmm
obra (lü'nc «jar loícLx
y luodiiada por los oLn-ros
•Jo n¡ismo qni’ por los burgnoscs. Píir.T, los prímpvos
es un inodülo tic priuciipios
íiiiíiiquicos y da cultura on
la exposición ele ostas Jootriuaá, A los scc;unflo 1<s
curará ol miedo qno iutun­
de á nniclios do olios toda
innovación y progreso so­
ciales, aunque e'^ins redun­
den en su btíuelkio y enei
de toda Ja liumanidad.
IViiesíi*as riquezas.
lia humanidad ha recorrido lar­
go camino desde las edades lejanas
durante las cuales ol hombre elabo­
rando el seiix litiles rudimentarios,
vivía do los azares de la caza y no
dejaba otra herencia á sus hijos quo
un abrigo debajo las rocas, que
'pobres ufensillos de piedra,—y la
naturaleza, inmensa, no compren­
dida, terrible, con la que tenían que
entrar en lucha para conservar su
mísera existencia.
l»ui*aiit«‘ ‘'Sil- ¡htíoiTo .'oniuFo (|ue
ha durado miles y miles de años,
el género hiimauo ha sin embargo
acumulado tesoros inauditos.
K 1 Ì1.-I li'iipiado el suelo di- male­
zas, desecado pantanos, abierto
paso en los l)0s({ucs, ha iro-smlocHüiiiios; ha cdilicado, invoniado. ob­
servado, razonado, ha creado uten­
silios compHcados, arrancando sus
secretos á la Naturaleza, subyugado
el vapor; de tal manera que á su
nacimiento el ojo del hombre civihzado encuentra hoy día á su ser­
vicio todo un capital inmenso acu­
mulado por los que han precedido.
Y este capital le permite ahora ob­
tener, solamente con su trabajo,
combinado con el de los demás, ri­
quezas que sobrepujan las aficciones
de las orientales en sns cuentos de
las Mil y una Noches.
El suelo está en parte limpio de
malezas, dispuesto á recibir la labor
inteligente y Jas semillas escojidas
á embellecerse con frondosas cose­
chas—mas de las que se requieren
para satisfacer todas las necesidadt's do la humanidad.—Los inodios
de cultivo son conocidos.
Kn el suelo vírjen de las pi'adoras
(lo América, cien hombres ayuda­
dos de máquinas poderosasproducen
en pocos meses el trigo necesario
para la vida de diez mil personas
durante un año. Alh donde el homIjre quiere duplicar, triplicar, centuphcar su rendimiento forma el
suelo, dá á cada planta los cuidados
que le convienen y obtiene cosechas
prodigiosas.
Y
mientras que el cazador tenía
que apoderarse antiguamente de cien
kilóiTieíros cuadrados nara encouLrai'el ahmenlo para su íámiíia, ol
civilizado aorescieuia, con mucho
menos trabajo y mayor seguridad
todo lo (|ue precisa para hacer vivir
á los suyos on una diez milésima
parte de osle es])ado.
El clima no .os ya un o!)stácnIo.
Guau do [alia ol sol, el ho]ii1)re le re­
emplaza por el cal or cui ilici al. mienti’as espera producir i ambién la luz
para activar la vegetación, con una
campana de vidrio y conductos de
agua caliento, cosodia en un espa­
cio dado en cantidad diez veces más
de la que se obtenía antes.
Los prodigios realizados en la in­
dustria son atm más sorprendentos.
Oon estos seres inteligentes; las má­
quinas modernas, fruto do tres ó
cuatro generaciones de inventores,
la mayor parte desconocidos, cíen
hombres fabrican lo suficiente para
vestir diez mü hombres durante dos
En las minas do carbón bien or­
ganizadas, cien hombros extraen
cada año combustible para calentar
diez mil familias en im clima riguro­
so. Y so ha visto últimamente una
ciudad maravillosa levantarse en
algunos meses on el Campo de Mar­
te, sin (¡uo luiyau suLrido la menor
interrupción los trabajos regulares
de la nación francesa.
(Cúníinmrá),
les un salario mezquino— que no
les alcanza para cubrir las más
indispei^ables necesidades de la
vida— ^nunca llega el día del pago,
¡Así es como viven estos raines
burgueses!
Siempre la estafa lia de ser el
emblema de estos miserables!
jlío contentos con explotar bár­
baramente al proletario, todavía
su cinismo llega hasta el recurso
de la estafa!
No publicamos el nombre del
dueño del establecimiento porque
nos dá asco el estamparlo en le­
tras de molde.
¡Y decú* que para estos malva­
dos no hayleyes que los castiguen!
E n R p s iá ' .
La Unión Gfeneral de los Tra­
bajadores judíos ha celebrado se­
cretamente un congreso.
En él se ‘ ha acordado que esa
organización forme parte del Par­
tido Democrático Socialista ruso.
E l trabajo paciente y abnegado
que sucedió á los fragores del
nibiJismo vá dando sus frutos, y
hov Rusia cuenta con inuchos miliaros do obreros organizados, quo
antes oian impasibles las predicacaciones de los terroristas.
¡Que lección para los partidis­
tas de la “propaganda por el he;«Íue lección para los que sue­
ñan con revoluciones que no cvucamai’on en el rt'raa dei
^V¡UeH' C tIS ® Í Í U i“l 0 SC3'
En Madrid la Sección 4.' do la
Audiencia, dictó sentencia contra
Máximo Castro Quiros acusado de
lesiones menos gia^ es.
Como importancia jurídica, este
asunto no tiene ninguna. Ptiro
desde el punto de vista social os
interesante.
E l procesado Máximo Castro
Quirós era amigo de Antonio
Campos, que es el lesionado.
Acosados por el liambi'e, los dos
sujetos discurríeTon un modo pai-a
no perecer.
Máximo dió al otro un pinchazo
ligero cu una pierna, suñcientc
liara c-aasarlc una L'"jiún jur ii*
obligara á ir al hospital.
Así sucedió, y durante quince
estuvo aquél disfrutando en
el mencionado estableoimienl-o be­
néfico la asistencia médica, quo
le importaba poco, y Xa comida
que le interesaba mas.
Por su parte el agresor so liizo
cnr-nia d«* un par do
hi
sombra, cuyo tiempo ])asaría sa­
boreando el rancho.
AhoiT. estos dos hambrientos
creerái? qu6 }ian resuelto el pro­
blema de vi vir por una tempo-
Lo malo es que nno de ellos no
podrá cantar victoria, pues pro­
bablemente habrá sido compren­
dido en el indulto.
De
iVroksfa.
A que no le dan una pensión
Elmártes de esta semana un
pobre carbonero fné victima de
su trabajo, pues es el caso que
mientras se ocupaba en la descar­
ga en un buque, tuvo la desgracia
de qne un canasto de este combus­
tible le cayese encima y le quebra­
se una pierna.
El pobre victima del trabajo
hoy està curándose su lastimada
pierna en el hospital.
Si hubiese sido un burgués el
del accidente estaría acostado en
su propio lecho y en su propia ca­
sa rodeado de todas las comodida­
des.
¡Hé aquí el paradero de los po­
bres trabajadores, de los que nada
tienen do los que no produc/Jli na­
da para si. y mucho par?,, los hisaciables bnrgrícses! , ■
f.:Quo aposiam^^s 'que los ]->atr(3nesde estepobfo desgra(‘iado allo­
ra qrre está inh.abilitado para ol
trabajo no le pixyan eÍ misero jo]nal con que ¿‘.c, ^stumbraban á pa^
o
g.'.:; .'ii r . u l i i ^ ,i. .v:
E lbon.
I'H soiifíiiisíaüeiFaii
?oii PICURE mmm
Enta obra düLe ni3i’ loiMíi
y iiif'dir.ada pui- los obreros
io mia-oLo finf por loft uiirgnc-süs. J’íirn. los primovo'í
Crt lili inotlelo <lc principio?
finárfjTiif-os y do cultura en
la O'xpnsií'.iÓTi rio o=»ta'; iloctriiias. A los se"uudo los
curará, ol miedo que infun­
do á raunhos do olios toda
iunovación y progreso socíalos, auuílue Gritos rodniiden pn sn bo-aoficio y en ol
de Loda la humauidad.
A^oesli'íts ií*!quezas
La humanidad lia recorrido lar■yo camino desde las edades lejanas
durante las cuales el homhre elabo­
rando el selix útiles rudimentarios,
vivía do JOS azares do la caza y no
dejaba otra herencia á sus hijos (pie
un abrigo debajo las ror*as, que
pobres utensilios de piedra,—y la
naturaleza, inmensa, no compren­
dida, terrible, con ia quo tenían que
entrar en lucha para conservar su
mísera existencia.
Durante ost e período confuso que
ha durado jniles y miles de años,
ol pMioro Íiuj>i:jLii(> ha sin cnilaPii)
acumulado lesoi’os inauditos.
El ha limpiado el suelo de male­
zas. (I.‘s-.''«;ifl(* j'.iinlíuius. nhÍPi-io
paso en los bosques, ha trasado ca­
minos; ha edificado, inventado, oh-
servado. razonado, ha creado uten­
silios comphcados, arrancando sus
secretos á la Naturaleza, subyugado
el vapor; de tal manera que á su
nacimiento el ojo del homhre civi­
lizado encuentra hoy día á su ser­
vicio todo un capital inmenso acu­
mulado por los que lian precedido.
Y este capital le permite ahora ob­
tener, solamente con su trabajo,
combinado con el de los demás, ri­
quezas que sobrepujan las afìcciones
de las orientales en sus cuentos de
las Mil y una NochesEl suelo está en parte limpio do
malezas, dispuesto á recibir la labor
inteligente y las semillas escojidas
á embellecerse con frondosas cose­
chas—mas de las que se requieren
para satisfacer todas las necesida­
des de la humanidad.—^Los medios
de cultivo son conocidos.
En el suelo vírjen de las praderas
de América, cien hombres ayuda­
dos do máquinas poderosaspi'oducon
on pocos meses ol trigo nei'esario
para la vida do diez mil personas
durante un afio. Allí donde el homl're quiere duplicar, triplicar, centuphcar su rendimiento forma el
suelo, dá á cada planta los cuidados
que le convieneu y obtiene cosechas
prodigiosas.
Y
mientras que el cazador tenia
(pie apoderarse aniiguamente de cien
\íí')iíif‘íro'í í-riií.li ailos nara o iü *om -U'arel ahr.K'plo para su íamiha, el
civ'ilizado acrescienla, con mucho
menos trabajo y mayor seguridad
todo lo que precisa para hacer vivir
á los suyos en una diez milésima
parle do este espacio.
El clima no es ya un obstáculo.
Cuando iaha el sol, el hombre le reemplazapor el calor¿iniíicial, mien­
tras espora producir también la luz
para activar la vegetación, con una
campana de vidrio y conductos de
agua caliente, cosecha en un espa­
cio dado en cantidad diez veces más
de la que se oh1.enía antes.
Los prodigios reahzados on la in­
dustria son aún más sorprendentes,
('on estos seres inteligentes;las má­
quinas modernaS;, fruto do tres, ó
.‘Uínro í.ein‘racionrs de inventores,
la mayor parte desconocidos» cien
hombres fabrican lo suficiente para
vestir diez mil hombres durante dos
En las minas do cari)ón l)ien organizadiss, cien hombres extraen
cada año combustible para calentar
diez mil íamihas en un clima riguro­
so. Y se ha visto últimamente una
ciudad maraviilosíi levantarse on
algunos meses on ol Campo de Mar­
te,' sin que hayan suCrido la menor
interrupción los tra1)ajos regulares
de .la nación francesa.
(CoMlnuará).
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