El niño Samuel oficiaba ante el Señor con Elí. La Palabra del Señor

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Pon atención, abre los oídos. ¿Qué dice la gente a tu alrededor?
Escribe los últimos wasap que hayas recibido, ¿qué mensaje tienen? ¿A qué te invitan?
¿Son todos de tu círculo de amigos?
Un niño como tú que aprendió a escuchar.
1 Sam 3,1-10
El niño Samuel oficiaba ante el Señor con Elí. La Palabra del Señor era rara en aquel tiempo y no abundaban las
visiones.
Un día Elí estaba acostado en su habitación. Sus ojos empezaban a apagarse y no podía ver. Aún no se había apagado la
lámpara de Dios, y Samuel estaba acostado en el santuario del Señor, donde estaba el arca de Dios.
El Señor llamó: “¡Samuel, Samuel!”
Y éste respondió: “¡Aquí estoy!”
Fue corriendo adonde estaba Elí, y le dijo: “Aquí estoy; vengo porque me has llamado”.
Elí respondió: “No te he llamado, vuelve a acostarte”.
Samuel fue a acostarse, y el Señor lo llamó otra vez. Samuel se levantó, fue a donde estaba Elí, y le dijo: “Aquí estoy;
vengo porque me has llamado”.
Elí respondió: “No te he llamado, hijo; vuelve a acostarte”.
CONCURSO
LA MISIÓN DE LA VOCACIÓN
1
Samuel no conocía todavía al Señor; aún no se le había revelado la Palabra del Señor. El Señor volvió a llamar por
tercera vez. Samuel se levantó y fue a donde estaba Elí, y le dijo: “Aquí estoy; vengo porque me has llamado”.
Elí comprendió entonces que era el Señor quien llamaba al niño, y le dijo: “Anda, acuéstate. Y si te llama alguien, dices:
„Habla, Señor, que tu siervo escucha‟.”
Samuel fue y se acostó en su sitio. El Señor se presentó y lo llamó como antes: “¡Samuel, Samuel!”
Samuel respondió: “Habla, Señor, que tu siervo escucha”.
Tenemos que escuchar y ver lo que sucede a nuestro alrededor. Hay personas que han
descubierto que su vida forma parte de un plan mucho mayor, que estamos llamados a algo
grande. No a ser súper estrellas del futbol, de la canción, artistas o políticos. Estamos llamados a
hacer de este mundo un Reino de Amor.
Dios llama a todo hombre. Primero lo llama a la existencia, a la vida. Y luego, a lo largo de su
vida, lo va llamando a tener una mayor relación de amor con él para que pueda tener la
felicidad que desea en lo más hondo de su
corazón. A cada uno de nosotros nos llama de
una forma concreta: nos llama “por nuestro
nombre”. De este modo, el hombre puede alcanzar
la felicidad plena en una relación de amor con
Dios y ayudar a Dios a que otros hombres
puedan alcanzar esa misma felicidad.
Esa vocación puede tener distintas formas: el matrimonio, el sacerdocio, la vida religiosa, la
consagración de los laicos, la vida contemplativa, etc. Pero lo común a todas ellas es que se puede
realizar ese proyecto de amor de Dios para cada uno de nosotros y para toda la humanidad.
Recibimos esta llamada de Dios en el Bautismo. El sacerdote dice nuestro nombre, Dios nos llama
por nuestro nombre, nos conoce y nos hace una invitación, nosotros decidimos cómo queremos
responderle.
CONCURSO
LA MISIÓN DE LA VOCACIÓN
2
Todos los miembros de la Iglesia, todos los bautizados, participamos de la misión de anunciar el
reino de Dios, la Buena Noticia, la Salvación, la felicidad, con su testimonio de vida cristiana
proclamen a Jesucristo a los demás. En este sentido, cualquier cristiano estaría cumpliendo con
su misión con el simple hecho de ser un buen cristiano, porque estaría anunciando a Jesucristo
con su vida en su familia, en su trabajo, etc. De la misma manera, podría decirse que todo lo
que hace la Iglesia está ordenado a dar cumplimiento a esta misión.
Pero vivimos tan preocupados de “lo nuestro”…
Elegir a 5 personas del grupo. A cada una se les entrega un objeto (si esto no es posible porque
la dinámica no ha sido preparada, simplemente se les hace reflexionar sobre la acción propuesta
a continuación) y se les invitará a moverse con ese objeto por el lugar en el que se encuentren:
1.
2.
3.
4.
5.
Caminar con un espejo grande delante de los ojos,
Caminar leyendo los wasaps,
Caminar con un antifaz,
Caminar de un lado a otro, como si estuviesen buscando algo, sin una finalidad o una
meta definida,
Caminar apoyando en los ojos dos vasos llenos de agua, tendrá que procurar no mojarse.
Resulta difícil caminar, estar en la vida, cuando algo nos impide ver, o escuchar, o atender a lo
que sucede a nuestro alrededor.
¿Qué significan estos obstáculos?
1.
Caminar mirándose al espejo. Son los que solo consiguen verse a sí mismos: sus intereses,
problemas, … Se pierde lo que pueden ofrecerle los otros, se pierde descubrir algo nuevo
cada día, se pierde,… (dar tiempo para que ellos añadan algo)
2. Caminar leyendo los wasaps. Son los que no se quieren perder ningún chisme de las
redes sociales, de lo que hacen sus amigos, de lo que se van a comprar, comer o de lo que
ven en la tele en ese momento.
Ver, escuchar para un cristiano es ir más allá de lo que sucede en mi círculo.
3. Caminar con antifaz. Los enmascarados, los que solo piensan en la diversión, en lo que les
interesa,
Para un cristiano la fiesta siempre es compartida y el centro y sentido está en Jesús.
4. Caminar sin saber hacia dónde. Son los que vaguean, los que prueban nuevas
experiencias, los que no tienen nada claro lo que quieren ser en la vida ni lo que están
haciendo ahora, tengan los años que tengan.
Jesús nos ofrece una meta, un camino. Es como una brújula que nos orienta, y nos
muestra la dirección a seguir, pero no nos quita el deber ni el esfuerzo de andar nuestro
camino.
CONCURSO
LA MISIÓN DE LA VOCACIÓN
3
5.
Caminar llevando dos vasos con agua. Son los que tienen los ojos empañados porque
echan de menos a alguien, porque les gustaría tener muchas cosas, porque siempre les
falta algo y viven con desilusión y todo está mal para ellos.
Jesús acoge el dolor y el sufrimiento. Nos envía a las personas que viven en esa soledad
continua para que podamos alegrarles con la alegría del Evangelio, de la Buena Noticia
que él trae.
Y tú, ¿de qué grupo quieres ser?
Te invitamos a pensar en tres grupos de personas y que escribas cómo piensas tú que escuchan
y “caminan” ellos. Estos tres grupos son:
-
Sacerdotes,
Laicos,
Vida consagrada (monjas, religiosas, frailes, consagradas…)
Una vez que han terminado de escribirlo (pueden hacerlo por parejas o en grupos de 4-5), lo
exponen en alto.
A continuación se muestran las imágenes de lo que son y lo que hacen. Anexo 1
A partir de aquí se les invita a que dibujen la misión de cada vocación.
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LA MISIÓN DE LA VOCACIÓN
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LA MISIÓN DE LA VOCACIÓN
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LA MISIÓN DE LA VOCACIÓN
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