14 berberana GURE GAIA Hace &#(%%Vdh el hombre comenzó a modelar el paisaje del Torrentejo Los trabajos de laboratorio datan en el siglo VII los orígenes de las terrazas agrícolas y la aldea allí ubicada Juantxu Martínez El verano pasado, al concluir la campaña de excavación en el yacimiento del Torrentejo, nos citamos para el invierno con José Antonio Quirós, Catedrático de Arqueología de cXLGM#p[`i\Zkfi[\cZ`kX[fpXZ`d`\ekf%Cf de la cita del invierno dependía de los datos que arrojaran los trabajos de laboratorio. La cita volvió a ser en GVY^dG^d_V6aVkZhV donde tuvimos una larga charla, complicada de resumir en estas escasas líneas. La primera frase que nos soltó fue que “los resultados obtenidos superan con mucho las expectativas iniciales del proyecto”. Proyecto que partía en contextualizar el monumento, la actual ermita de Santa Lucía. Las catas en las terrazas agrarias del entorno, los restos de estructuras domésticas y de una iglesia prerrománica, han ido uniéndose a través de la confirmación del laboratorio para llegar a una iniciativa arqueológica que partiendo de lo local se convierte en “una ventana abierta a los grandes episodios de aquellos momentos”. Tanto es así que el Torrentejo será presentado entre los trabajos de un congreso internacional de estudios medievales que se llevará a cabo los días 25 y 26 de junio en Lleida, con la participación, entre otras, de la Le`m\ij`[X[[\9fcfe`X#cXLe`m\ij`[X[C`Yi\ [\9ilj\cXjp#gfijlgl\jkf#cXLe`m\ij`[X[ de País Vasco. Los estudios de datación radio-carbónica sitúan en el siglo VII el inicio de los espacios agrarios, terrazas, y el comienzo de la aldea allí existente. Aldea que llamamos del Torrentejo y que ubicada en el mapa junto a las necrópolis de la zona nos dan una situación muy diferente a la actual. Los restos de antiguas y modestas poblaciones, que al parecer a partir de los siglos XII y XIII comienzan a reunirse en torno al Castillo de Labastida “nos darían un paisaje, en cuanto a número de poblaciones, más parecida a la Llanada Alavesa”. Al parecer, en esa agrupación junto a las fortalezas tuvieron mucha influencia las decisiones de los reyes del momento. Volviendo a la ermita esta aparece en una cesión que Sancho IV realiza a San Millán, “por las formas del documento parece tratarse de una herencia, lo que significa que la ermita y su aldea estaban bajo la protección de esos monarcas navarros desde tiempo anterior”. En la fachada meridional los expertos han marcado, se puede ver en colores en una de las fotos, hasta nueve fases diferentes. “No se ha podido actuar, de momento, en el resto por lo complejo GURE GAIA del edificio”, decía José Antonio Quirós. La memoria en piedra nos lleva desde restos de un habitáculo doméstico y una iglesia prerrománica hasta las últimas intervenciones. “Todo esto nos indica que medio millar de años antes de la iglesia románica conocida ya tenemos una huella histórica de aquellos pobladores”, resumía nuestro invitado radiofónico. La iglesia pasa a llamarse de Santa Lucía en 1781 cuando la villa de Labastida se hace cargo de ella y comienzan las romerías, algo bastante habitual en tierras alavesas hacia ermitas en despoblados. Bien cerca se ratifica esta costumbre con las romerías a San Ginés o a Berberana. El próximo verano esperan continuar con los trabajos en el yacimiento, mientras en el laboratorio van poniendo fecha en algunos elementos como puntas de lanza, un trébede para cocinar y otros utensilios. Lo que también entra en sus planes es dar a conocer en Labastida los resultados de estos hallazgos. Para ello se ponen a disposición del Ayuntamiento porque “entendemos que son los habitantes de Labastida los que primero tienen derecho a conocer los detalles de lo encontrado”, comentaba el Catedrático. En el blog www.radioriojaalavesa.com se puede escuchar la entrevista completa. berberana &*