Aspectos históricos de la condición sexual de la mujer en Colombia Magdala M. Velásquez Toro* * Graduada en Derecho y Ciencias Poi íticas en la Universidad Pontificia Bolivariana -de Medellín e Historia en la Universidad Nacional de Medellín. Delegada por Colombia a diversos seminarios internacionales. Ha colaborado con ensayos para diferentes publicaciones. Es coautora del libro "La Reforma Constitucional de 1936" publicado por Oveja Negra en 1982 y coautora de "La Reforma Constitucional de 1936" publicada por la qmara de Representan tes en agosto de 1985. MARIA DE LA PAZ JARAMILLO "Bol lvar y Manuel ita" Pastel 0.70 x 1.00 m 1982 La actual condición social, económica y política de la mujer en Colombia está signada por múltiples factores que han tenido ocurrencia a lo largo de nuestra historia. No es posible llegar a una comprensión objetiva del desarrollo de la sociedad colombiana sin desentrañar el acaecer histórico de la mujer. La opresión y discriminación de la mujer son hechos históricos ;;¡ue atraviesan todas las clases sociales, presentes en la cultura machista que compromete a hombres y mujeres y por tanto tiene manifestaciones particulares en la economía, la polltica, la vida social, familiar y religiosa, en la estructura slquica, en el manejo de los afectos y del disfrute sexual. Por ello, pese a las diferencias de clase, las mujeres hemos constituido un grupo social que ha sufrido la experiencia histórica de una posición secundaria dentro de la sociedad. Marginadas expresamente de la vida pública, desconocida su personalidad jurldica por el Estado, relegadas al ámbito hogareño, a la crianza y educación de los hijos, a las tareas de la economía familiar o a lasque son prolongación de las mismas, las mujeres se perfilan como sombra en el pasado. Con la mujer ha ocurrido un fenómeno similar al que se presenta en la historiografla tradicional con respecto al papel desempeñado por las masas de obreros, campesinos, artesanos e ind !gen as en las diferentes etapas de la vida del pals. Su quehacer se ha ocultado tras la exaltación de algunos héroes protagonistas, que supuestamente han hecho la historia nacional. La tajante división entre las actividades masculinas y femeninas, los criterios de valoración social de unas y ot ras y la asignación exclusiva al varón del ejercicio del poder en la vida sociéll, económica, polltica y familiar, han llevado a ,q ue las mujeres sean una presencia "ausente" en nuestro discurrir histórico. 1 8 6 ' - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Magdala M. Velásquez Es evidente que las mujeres han estado all (, pero no han parecido contar oara nadie. Excepcionalmente las encontramos mencionadas en calidad de esposas, amantes o compañeras de los héroes protagonistas, y más excepcionalmente aún como personas que por su 1ibre voluntad y decisión se han vinculado a las luchas de su sector social o polltico. Hay dos aspectos que no aparecen en los anales de nuestra h istoria. El primero hace relación con la vida cotidiana de las mujeres de los distintos grupos y sectores sociales. A las tareas tradicionalmente asignadas a ellas, las que han aportado al sostenimiento de la sociedad, a la formación de la riqueza social y familiar, a la acumulación de capital, se les ha desconocido el carácter de trabajo. Efectivamente, las mujeres han llevado a cabo a lo largo de la historia no sólo las. tareas de IJ reproducción biológica de la especie, sino las relativas a la reproducción y reposición diaria de la fuerza de trabajo y a la socialización de los niños. Porque son "cosas de mujeres", sus labores productivas remuneradas o no y realizadas en el hogar, no aparecen en los anales de nuestra historia económica. Aún hoy, las categor(as utilizadas para estudiar las realidades económicas y sociales del pals y para desarrollar poi"lticas estatales, no tienen en cuenta a la mujer como un sector social de importancia. El segundo aspecto es el relativo a las manifestaciones independientes de las mujeres que han luchado en defensa de sus derechos y por el reconocimiento de su entidad de seres humanos ante el Estado y la sociedad. Si bien es cierto que la ausencia de las mujeres en la vida pública las ha hecho invisibles en la historia, también es cierto que expresiones que romp(an con la tradición de sujeción, sometimiento y pasividad para asumirse como seres humanos deliberantes y actuantes han sido ocultadas por nuestra tradición polltica e histórica. V(ctimas del ostracismo a que las sometieron sus contemporáneos, censuradas, perseguidas, les impusieron la peor de las condenas: el silencio y la soledad. Quienes hoy disfrutamos del producto de sus luchas, desconocemos su contribución. En la perspectiva de recuperar nuestra memoria, veremos algunos de los aspectos relativos a la condición que hemos ocupado las mujeres en el ordenamiento social, polltico y familiar del pa(s. La condición civil de la mujer Una de las maoe(as de apreciar claramente la situación de la mujer en la sociedad colombiana es el conocimiento de su condición civil; Voces lnsu~enres __________________________________________ 187 Esto es, el modo como las instituciones que regulan las relaciones entre las personas han reglamentado la función, los derechos y las obligaciones privadas de la mujer. Estas instituciones no son sólo el producto de la alquimia jur(dica, sino que son manifestaciones del modo de pensar, de vivir y de actuar predominantes en una sociedad determinada con respecto a la mujer. En las relaciones civiles se expresa el estado de subordinación de la mujer al hombre, no ya en la vida pública de la sociedad, sino en la intim idad de la vida familiar. Históricamente han sido el compendio de normas que supeditan los derechos del ser humano mujer a las apetencias, necesidades y expectativas del hombre, tanto en el terreno de la econom (a familiar, como en el manejo de los afectos. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que Colombia como pa(s de regiones, presenta variaciones culturales importantes de una zona a otra 1 . Heredamos estas instituciones de la tradición judeo cristiana, de las instituciones romanas, del derecho canónico, del ordenamiento español y del Código Napoleónico. El Código Civil vigente en Colombia desde el siglo pasado 2 excecHa el rigor misógino del Código Napoleónico y sus normas sólo empezaron a modificarse a partir de los años treinta de este siglo. Nuestra cultura heredera de un estatuto social jerarquizado en el orden económico, pol(tico y racial, lo era también en el orden sexual; ni siquiera dentro de las distintas clases o sectores sociales la mujer pod(a realizar aspiraciones igualitarias con los varones de su misma procedencia. En primer lugar, po r el sófo hecho del matrimonio, la mujer adquiría el estatus de incapaz, equiparable al loco y al menor de edad. Quedaba bajo el imperio de la "Potestad Marital", definida como "el conjunto de derechos y obligaciones que las leyes conceden al marido sobre la persona y b ienes de la mujer" . En virtud de ella el marido ten(a "derecho para obligar a su mujer a vivir con él y a seguirlo a dondequiera que traslade su residencia", por su parte, "la mujer tiene derecho a que el marido la reciba en su casa". 1 2 véase Gut ié rrez d e Pin eda . V irgi n i a "Familia y Cultura en Colombia". Biblioteca Básica Colombia n a T omo 3, Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1975. Ley 57 de 1887 que adopta el Cód igo Civil Colombiano . Véase en Constitución y Códi· Tercera Edición ordenada y puesta al corriente por Eduardo Rodríguez Pllleres, Libreria Americana, Bogotá, 1935. gas de Colombia. 188 ___________________ Magda/a M. Ve/ásquez Se le negaba el manejo del dinero, que es y ha sido un principio de indP.pendencia. Perdía la administración de sus bienes y aún desusalario. Por el matrimonio se constitu la una supuesta sociedad conyugal, que de sociedad sólo tenía el nombre ya que en ella había un sólo director con poderes omnlmodos y exclusivos. No podla, pues, contratar por sí misma, ni aceptar herencias, ni adquirir ninguna clase de compromiso económico sin la autorización escrita del marido; para la compra del menaje doméstico se supon la la autorización marital siempre que no se tratara de joyas, ropas o muebles de lujo. Se le prohibla comparecer en juicio. No podía ser testigo de la ocurrencia de un hecho; a la mujer soltera se le concedió esta posibilidad en 1922 3 . Se adscribla exclusivamente la patria potestad al padre y expresamente se le negaba a la madre; en virtud de ella el padre usufructuaba los bienes del hijo, pod la elegirle estado o profesión futura y aún aplicarle penas privativas de la libertad, como la detención en establecimiento correccional. A diferencia de las legislaciones canónica y francesa que exigían el adulterio de cualquiera de los cónyuges para otorgar el divorcio, en Colombia se establecía como causal "El adulterio de la mujer y el amancebamiento del marido" (art. 153); esto significaba que el marido debla establecer una relación permanente como si fuera un matrimonio4. Eran múltiples las sanciones aplicadas a la mujer que daban lugar al divorcio: perdía la crianza de los hijos, se le confiscaban los bienes que quedaban bajo administración y usufructo del marido y perdía además el derecho a los gananciales de la sociedad conyugal. A la mujer se le aplicaba una pena prohibida en el articulo 34 de la Constitución Nacional y quedaba en la indigencia. Por el contrario, si era el marido quien daba lugar al divorcio por amancebamiento, no se le imponla sanción pecuniaria alguna y continuaba administrando los bienes sociales (art. 163). En momentos en que en Colombia habían sido eliminadas la esclavitud y las formas de sujeción personal, el matrimonio constituía la matrícula legal para la mujer adquirir el estatus de sierva, bajo la disposición arbitraria del marido. Para el varón en cambio era el matrimonio un modo de obtener propiedades y mando de la sociedad conyugal. Prestigiosos juristas del siglo pasado explicaban la incapacidad legal 3 4 Por la Ley 8a. de 1922. En Colombia el divorcio como terminación del vinculo matrimonial sólo existió de 1853 a 1856. Pero se utiliza este término para denominar la separación. Voces lnsurgenres ___________________________________________ 189 de la mujer casada, aduciendo que se fundaba no sólo en "la autoridad del marido por lo que respecta a los intereses pecuniarios de la familia, sino también en su autoridad por lo tocante a los intereses morales de la misma, contra los actos individuales de la mujer" 5 • La sexualidad femenina: la eterna subordinada En nuestra sociedad la sexualidad siempre ha sido vigilada, sin embargo, ha habido un manejo permisivo de la libertad sexual masculina. Desde la tradición española el ejercicio de la sexualidad por fuera de los cánones religiosos era considerado delito, tanto para hombres como para mujeres. Asl, el amancebamiento era reprimido con la aplicación de diferentes penas para hombres y mujeres, pero existla un delito típicamente femenino que era el adulterio, al cual se pod lan sumar las penas relativas al amancebamiento. El ejercicio de la sexualidad femenina ha sido objeto de especial atención ya que su capacidad reproductiva comprometla no sólo la perpetuación de los apellidos del marido, sino la transmisión de su propiedad a legítimos herederos. Por esto, se le conced lan atribuciones al marido no sólo sobre los bienes, sino sobre la persona de la mujer. La esposa era la depositaria del honor familiar, la guardiana del hogar y la madre de los hijos legitimas. El Código Penal de 1890 consagraba que el homicidio era inculpable absolutamente, cuando era cometido en la persona de "su legitima mujer o de una descendiente del homicida que viva a su lado honradamente, a quien sorprenda en acto carnal con un hombre que no sea su marido" 6 ; también podla hacerlo cuando la sorprendla en actos preparatorios del mismo. Para resarcir el honor del varón presuntamente lesionado por el ejercicio de la sexualidad de las mujeres de su familia, el Estado le otorgaba el derecho a imponer 1a pena capital, sin fórmula de juicio renanciando en favor del marido a las obligaciones de administrar justicia y preservar la vida de los asociados. Cuando el marido en gesto magnan1mo no la mataba, el Estado le daba la oportunidad de castigarla al constituir el delito de adulterio que establecia : "La mujer casada que cometa adulterio sufrirá la re- Champeau Edmond - Uribe Antonio José, Tratado de Derecho Civil Colombiano. Tomo Primero . Librairie de la Societe du recueil general del lo1s et des arrets, Paris, 1899, pag. 245. 6 véase en Constitución y Código de Colombia, O p. Cit., Articulo 591. 190 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Magdala M. Velásquez clusión por el tiempo que quiera el marido, con tal que no pase de cuatro años" 7 • El legislador eximía a la mujer de la pena por adúltera st "l. El marido ha consentido el trato de la mujer con el adúltero .. . y 3. Si tiene manceba dentro de la misma casa de habitación" 8 . En 1936 se abolió el delito de adulterio pero se hizo extensivo a otros parientes el derecho de matar a las mujeres que encontrasen en ilegítimo acceso carnal, en cuyo caso al homicida se le disminuía la sanción de la mitad a las tres cuartas partes. Se estableció también la figura de la "'legítima defensa del honor", en virtud de la cual se disminuía la pena del delito de homicidio que se cometía en estado de ira e. jntenso dolor, " ... determinados por tal ofensa ... aun cuando no sea el momento de sorprenderlas en acto carnal" 9 . La figura del uxoricidio,que ha sido famosa en la historia judicial del país, sólo fue abolida del ordenamiento jurídico colombiano en 1980. Otro aspecto que ilustra la condición sexual de la muje r a nivel legislativo, es el relacionado con la violación carnal. La norma estipulaba que si el violador contraía matrimonio con su víctima, quedaba exonerado de la pena. No era la libertad sexual de la mujer el bien jurídico protegido, sino el derecho de propiedad del marido sobre el cuerpo de la mujer y la certeza de la paternidad. Esta norma fue derogada en 1980. Doble moral y prostitución Estas normas civiles y penales sostenían el orden patriarcal en la vida cotidiana de las familias asegurando al varón la propiedad sobre la sexualidad de la esposa, la hija, la hermana. Ademas han existido otros aspectos de la misma problemática que en el orden de la cultura las han complementado y cohesionado. Aliado de la mujer "pura" que ejercía su sexualidad para reproducir la especie y sin acceso al goce sexual, estaba colocada la prostituta. A las mujeres del pueblo les ha correspondido a lo largo de nuestra historia realizar oficios de bestias de carga, los más duros de la sociedad, uno de ellos era la prostitución. Se la consideraba un medio para la defensa de la virtud de las mujeres buenas: la prostituta satisfacía lá incontinencia sexual de los varones de las clases altas y de los de su misma clase que podlan pagar sus servicios. Articulo 712 8 9 Art ,·c ulo 714 Ley 95 de 1936, Imprenta Oficial, febrero de 1937, arts.: 382 y 383 . Voreslnsu~en~s~---------------------------------------191 Virginia Gutiérrez constató, por ejemplo, que la cultura antioqueña no permitía el hogar de hecho, pero miraba benévolamente la solución del comercio sexual. "Las mismas autoridades eclesiásticas y civiles reconocen ~ervir de válvulas de escape menor a tensiones de agresión sexual. .. que sin la prostitución .. . harían explosión nociva dentro del sector "bueno" de la sociedad, deteriorando la estructura familiar monogámica" 10 . Es así como en los pueblos de la colonización antioqueña encontramos como elementos fundamentales de la organización social: La iglesia, el mercado, las habitaciones de las familias y la zona de "tolerancia". Las zonas de "tolerancia" han sido especies de ciudadelas o campos en donde eran concentradas las mujeres dedicadas al oficio, sin permiso de circular libremente por el resto de la población. Parsons plantea que no es posible divorciar el desarrollo industrial urbano del aumento alarmante de la tuberculosis y las enfermedades venéreas. En Medellín, en 1946 había 4.260 mujeres de "vida pública" registradas, o sea que había una por cada treinta hombres de todas las edades 11 • Lucila Rubio dice que en Bogotá, en 1950, había 40.000 prostitutas distribuidas en 1.200 casas ubicadas en distintos sectores de la ciudad 12 • Los médicos Laurentino Muñoz y Jorge Bejarano, promotores de la higiene social, atacaban desde los años treinta el problema de la prostitución por razones de salud pública y no simplemente morales. Ofelia Uribe de Acosta y Lucila Rubio de Laverde, combativas luchadoras por los derechos de la mujer, denunciaron los fenómenos inherentes a esta problemática. Las prostitutas eran generalmente mujeres campesinas o de los sectores más pobres de la población, utilizadas en las casas donde trabajaban en el servicio doméstico para iniciar sexual mente a los jóvenes adolescentes, sin el peligro del contagio venéreo de los prostíbulos 13 • 10 11 12 Gutlt!rrez de Pineda VIrginia, O p. Cit., pag. 392 . Aun cuando esta cifra parece demasiado alta es Importante tenerla en cuenta. Véase, Par· sons James J . Ph. O. "La CQioniución AntiaQJJeiia en el Occidente Colombiano. lmpren- . ta Departamental de Antloqula, 1950, pag. 113. En Bogotá,en 19491 habían sido prohibidas las zonas de tolerancia y la prostitución. Ru· blo de Laverde, Luclla, Perfiles de Colombia, sin fecha de edición, ni editorial, pag . 140 y ss. 13 Laurentlno Munoz denunciaba este hecho en su libro Tragedia Biológica del Pueblo Co· lombiano, Ediciones Antea. Bogotá, 1939, pág. 278. 192 __________________ Magdala M. Velásquez Por la carencia de medicamentos apropiados para combatirlas eficazmente, la blenorragia y la sífilis constituían un problema alarmante para la salud pública antes de 1945. Desde 1925 ·se organizaron campañas de sanidad contra las enfermedades sexuales; el médico Muñoz las criticaba ya que con ellas se vigilaba solamente a las mujeres y planteaba que: " . . . se ha considerado que la mujer es la culpable siempre y no el hombre. Los hombres contaminan por doquier a las mujeres y a los Dispensarios no acerca la policía sino a las mujeres públ icas" 14 • Efectivamente, el contagio venéreo se extendía a las esposas que eran contaminadas por los maridos. En el 1V Congreso 1nternacional Femenino realizado en Bogotá para conmemorar el centenario de la muerte del Libertador Simón Bolívar, en 1930, Virginia Camacho presentó una ponencia titulada "Lucha contra las enfermedades específicas". En ella afirmaba que el contagio venéreo era uno de los más graves "azotes que acechan a la mujer honrada al celebrar matrimonio y durante él" 15 . Propuso tres medidas: la atención estatal gratuita y obligatoria a los contaminados, exigencia del certificado médico prenupcial para acreditar el estado de salud de los contrayentes y la creación del delito de contagio venéreo, que ya había sido estipulado en varios países europeos; en 1936 el Congreso habla considerado un proyecto sobre el tema que no prosperó. El certificado prenupcial fue una reivindicación femenina, ella aparece inclusive en escritos de los años sesenta. La iglesia y el capital, guardianes del pudor femenino El pudor femenino ha sido objeto de especial atención a través de la historia. Con motivo de la Primera Guerra Mundial las mujeres ingresaron masivamente a los centros de producción fabril en Europa y los Estados Unidos; este hecho produjo importantes transformaciones en las costumbres y en las tradiciones. Las mujeres cortaron sus trenzas y cambiaron las decimonónicas ropas largas y pesadas por trajes cortos y ligeros; salieron de la vigilancia familiar y se adaptaron a las nuevas exigencias de su condición de trabajadoras asalariadas. Se empezó a transformar el manejo que daban a sus cuerpos, a su mundo de relación afectiva y hubo variaciones en el comportamiento sexual. 14 15 /bid., pág. 235. "El Tiempo" (Bogotá); dlc.lembre 31 de 1930. Voces lnsurgentes _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 193 La Iglesia Católica ha sido atenta guardiana del pudor de las mujeres. En 1930 el Vaticano expidió una instrucción a los Obispos sobre las modas femeninas, para que impidieran los " ... daños que a las buenas costumbres acarrea el indecoroso modo de vestir que tanto iba cundiendo entre las mujeres, incluso de las que se ten(an por piadosas . . . " 16 • En ellas se daban instrucciones para crear una cadena que comprometiera desde la jerarquía eclesiástica hasta maestros y directores de escuela para, " ... instar, reprender, rogar y amonestar a las mujeres a que usen vestidos modestos que sirvan de ornato y defensa de la virtud, recomendando a los padres de familia que no permitan a sus hijas llevar vestidos indecorosos ... " 17 . Ordenaba despedir de colegios e instituciones a aquellas mujeres que no cumplieran las recomendaciones sobre la moda. Impulsaba la creación de especies de Ligas de la Decencia que en la comunicación del Vaticano se denominaban "Asociaciones Piadosas de Mujeres que trabajen por cortar los abusos en el vestir y promuevan la pureza de las costumbres y el vestido honesto ... ".Ordenaba que" ... a las niñas y mujeres que lleven vestidos inmodestos no se las admitirá a la Sagrada Comunión, ni para madrinas de Bautismo y confirmación ... " 18 • También se ordenaba a los padres de familia alejar a sus "hijas de los ejercicios y concursos gimnásticos públicos ... ". La previsión moral antioqueña se habla adelantado a las órdenes del Vaticano. De manera simultánea con la creación de las empresas textiles que contrataban principalmente mano de obra femenina, los Jesuitas y las señoras de la alta sociedad de Medell ín crearon los patronatos de obreras. El objeto de esta institución era servir de asilo, para que " ... se recojan las hijas del trabajo para ganarse honradamente la vida, aprender a conocer los peligros del mundo y las verdades fundamentales que les sirvan como escudo para el porvenir cuya ventura depende del cuidado con el que recojan las flores de ese jardín de hermosas enseñanzas para formar con ellas su corona ... pues-to los ojos en las profundidades del cielo y recordando los peligros a que están expuestas las obreras sin una mano cariñosa que les señale el camino luminoso del deber y las bellezas de la virtud ... " 19 • 16 Código de Derecho Canónico y Legislación Complementaria. Biblioteca de Autores Crls· tlanos, Madrid MCMLIV. Comentarlo del Canon 1262, pág. 474. 17 y 18 lbid. 19 Citado por Mayor Mora Alberto, Etica, trabajo y Productividad en Antioquía, Tercer Mundo, 2a. Edición, Bogotá, 1985, pág. 260. Véase también en Osplna de Navarro Soffa. "Cuentos y Crónicas", Tipografía Industrial, Medell in, sin fecha de edición. Pag.151 ss. 194 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Magdala M. Velásquez La fuerza de trabajo femenina fue preferida en los inicios de nuestra industria por ser mano de obra barata, poco cualificada y dócil 20 En 1920 se produjo en la Fábrica de Bello una huelga promovida por el personal femenino en la que exigían aumentos salariales, la posibilidad de entrar a la factoría usando alpargatas y el despido del Director de la fábrica y de unos capataces que habían agredido sexualmente a cinco compañeras. Este fue uno de los primeros movimientos huelguísticos de esa época; después de varios d ías de parálisis industrial lograron todas sus reivindicaciones, bajo la dirección de Betsabé Espinal. Después de esta lucha, se fortalecieron las formas de control cristiano del tiempo libre de las obreras, se ampliaron los servicios del patronato con atención de dormitorios, escuelas de economía doméstica, Sindicatos de la aguja y múltiples formas de vigilancia sobre las obreras que ya habían salido del control de la familia, la mayoría de las cuales era muy joven, soltera y proven(a del campo. Más adelante, en 1945, el periódico de Coltejer afirmaba en su editorial dedicado a la virtud de las obreras la preocupación de la fábrica por la virginidad del personal femenino. Se decía que "lo mism.o que en toda familia honrada, la mujer en Coltejer es el centro de la mayor atención", advertía que " ... son indescriptibles las humillaciones que a diario sufren todos y cada uno de los parientes de una mujer corrompida . .. El único remedio para tan grave mal que se ha encontrado hasta la fecha es la gracia de Dios . La mujer que lo ama lleva custodiada su virginidad mejor que si un piquete de guardias la vigilara en el día y en la noche ... " 21 • Monseñor Miguel Angel Builes, Obispo de Santa Rosa de Osos, famoso por su beligerancia e intransigencia en la defensa de la fe católica, también se ocupó del pudor y de las modas femeninas. En una carta pastoral sobre el Laicismo, publicada en 1927, se refería a que las mujeres estaban cumpliendo con la consigna del infierno y que se refinaban día a día en el arte de desnudarse elegantemente. Se quejaba de que "ya nuestras mujeres no se tiñen del suavísimo carmín de la vergüenza y el pudor, antes bien, andan por las calles y plazas con aquel descoco, con aquella desfachatez incalificable que amenaza ... ZO Coltejer pagaba en 1922 a los obreros salarlos de $0.50 y $2 .70 mientras a las obreras se pagaba $0.35 y $0 .80; en Rosellón se pagaba $1.0 a los hombres y $0.45 a las mujeres. Osplna vásQuez Luis, Industria y Protección en Colombia 1810 - 1930, Ed ltorial La Oveja Negra, Medellln, 1974, pág . 488. 21 Mayor Mora Alberto Op. Cit., pag, 525 . Periódico LANZADERA, Fábricas de Coltejer No. 8, febrero 3 de 1945, Medellln. Voces lnsu~nws~-----------------------------------------195 con la ruina a la sociedad entera porque perdida la mujer se perdió todo ... " 22 • Pero la moda que más horror provocaba en este Ordinario era el uso de pantalones 23 , d&cla: " ... han resuelto aparecer a la faz del mundo, pásmese el cielo, vestidas de hombre y montadas a horcajadas con escándalo del pueblo cristiano y complacencia del infierno . .. ". La absolución de este pecado, sólo pod la ser impartida por él personalmente, " . . . sin que pueda hacerlo ninguno de los vicarios en ningún tiempo, sea que las mujeres asl por liviandad o irreflexión, bien sea so pretexto de un viaje en auto, a pie o a horcajadas, caso éste último en que precisamente creemos que se peca contra la ley natural, por los desastrosos efectos que de esto provienen . .. " 24 • La educación también discrimina a la mujer El Estado fijaba un pénsum para la educación masculina y otro para la femenina; esta última estaba integrada por elementos que coadyuvaran al desempeño de sus funciones naturales de madre y esposa, la instrucción de las mujeres se reduda, en los escasos sectores de la población que tenlan acceso a ella, a la enseñanza de la religión, de la lectura, de la escritura y a pocas nociones de historia y geografla; en las clases media y alta, música e idiomas y elementos que permitieran cumplir sus obligaciones familiares, tales como bordado, costura y economla familiar. A la mujer se le entregaba un titulo denominado "De Instrucción Suficiente". Existla también el magisterio, profesión femenina por excelencia, en tanto prolongación de lastareas domésticas de cuidado y educación de los niños. La lnstitutora Man'a Rojas Tejada, denunciaba, en una conferencia pronunciada en Pereira en 1927, que en Colombia los más altos institutos de educación femenina no daban ni siquiera una preparación equivalente al bachillerato masculino y las mujeres que quisieran saber un poco más, deblan " ... estudiar solas y exponerse a recibir las criticas sociales que por esto se le hacen . . .''25 . Soledad Acosta de Samper, escritora colombiana de finales del siglo pasado y comienzos del actual, afirmaba en 1892 que lo justo y :H 23 24 25 Bulles Miguel Angel, Cartas Pastorales, Impreso por Editorial Bedout, Medellin, Colom· bla,.novlembre de 1939, pag. 90. En el ano de 1g36 fue detenida en Medell ín Tereslta Calle por usar pantalones. "El Tiempo", (Bogotá), diciembre 4 de 1936. Bulles Miguel Angel Op. Cit. Tomada de uno de sus cuadernos manuscritos, parte de los cuales fueron publicados por el periódico "El Mundo".(Medellín·), marzo 7 de 1985. 196 ___________________ Magdala M. Velásquez lo equitativo sería abrir las puertas al entendimiento femenino, para que puedan escoger la vía que más le convenga a cada cual." .. . Ellas podrán elegir entre dos caminos igualmente honorables sin duda pero muy diferentes. Unas continuarán bajo la dependencia casi absoluta de la voluntad del varón, y en cambio cosecharán aquellas consideraciones, aquel respeto que rinde el caballero a la mujer y al niño con la generosidad con que todo ser fuerte trata al débil. Otras penetrarán en los recintos científicos, que hasta el día frecuentaban los hombres, y allí, al igual que ellos, ganarán las palmas del saber humano" 20 . La educación comercial para la mujer se dió a partir del proceso de industrialización, cuando se requería mano de obra especializada en labores de oficina; éste fue un sector de interés para mujer.es de clase media. La instrucción comercial se empezó a impartir en los colegios de mujeres, pero sólo en 1937 el Estado reglamentó y unificó los pénsumes, estableciendo dos grados: uno de capacitación técnica y otro equivalente a un bachillerato con orientación profesional comercial. El derecho a la educación secundaria y el ingreso a la universidad, en igualdad de condiciones con los varones sólo se obtuvo en 1933, durante el gobierno de Enrique Olaya Herrera. Esta medida y las que la complementaron tuvieron muchos opositores . El clero consideraba que la coeducación acarrearía graves problemas morales y el Episcopado, durante los años de 1934 y 35, expidió varias circulares amenazando con la excomunión a los padres de familia que enviaran a sus hijos a colegios mixtos o a universidades que tuvieran ese mismo carácter. El dirigente de la juventud Germán Arciniegas, se oponía a la coeducación por considerar que era una medida demagógica, puesto que desde Don Alfonso El Sabio estaba demostrado que" . . . la mujer no es un sujeto competente para ciertos menesteres y profesiones que pertenecen y corresponden a los hombres ... ".Además afirmaba: "traía como consecuencia principal varios trastornos sexuales y que en la práctica no había resultado nunca" 27 • El escritor antioqueño Fernando González, en Los Negroides refiriéndose a la educación superior para la mujer decía : " ... a) Ningún ser tan vacío, más repugnante y ficticio que la bachillera, aquella que 26 Monografo'a titulada "Aptitud de la mujer para ejercer todas las profesiones y el periodis· mo en Hispanoamérica", presentada al Congreso celebrado en Espai'\a con motivo del cuarto centenario del descubrimiento de América. 27 "El Tiempo", Bogotá, diciembre 12 de 1934. Voces lnsurgenres ____________________________________________ 197 reniega del amor y coge como -sucedáneo o venganza las ciencias o las artes, b) Ninguna hermosa es bachillera. Coincide el bachillerismo con la sequedad vital, e) Siempre, por inteligente que sea una mujer, por sabia que sea, si no es madre, si no tiene vitalidad maternal en potencia su trato repugna y esteriliza las almas masculinas . . . " 28 • Antonio Rocha, Ministro de Educación de Alfonso López en 1944, se pronunció en contra de la educación superior de la mujer. En el acto de graduación de las bachilleres del Gimnasio Moderno, llamaba a las jóvenes a reflexionar acerca de si era un éxito o una equivocación lamentable obtener un título profesional, ya que marchitaba la sensibilidad femenina. Las llamaba a regresar a su propia personalidad de mujeres y al lugar que les corresponde: "en tanto que el varón construye la fábrica de la cultura y va elaborando el tejido de la historia, la mujer reine y ahonde y dé calor de afecto al mundo del hogar ... " 29 . La primera bachiller fue admitida en la Universidad Nacional en 1936, pero fue en 1937 cuando ingresó el primer grupo de mujeres a esa institución. La Universidad de Antioquia había autorizado unos años antes el ingreso de la mujer a la facultad de odontología y en el año de 1937 egresó el primer grupo; Mariana Arango Trujillo fue la primera en obtener el título de odontóloga y la primera mujer del país en coronar los estudios profesionales 30 . El proceso de ingreso de la mujer a la universidad fue lento, difícil y elitista, como ha sido la educación superior en Colombia. Para ingresar tenían que superar los prejuicios sociales que impon(an un modelo de feminidad reñido con la cultura y la independencia económica femenina; los temores a la supuesta promiscuidad sexual que generaba la presencia de la mujer en la universidad, las dificultades que tendrían las mujeres profesionales para contraer matrimonio, fueron algunas de las barreras que tuvieron que franquear Los derechos patrimoniales de la mujer El reconocimiento de los derechos patrimoniales de la mujer casada se inició en 1932, con la expedición de la ley 28 de ese año que consagró la libre administración y disposición de los bienes de cada 28 19 González Fernando, Los Negroides, Bol sil ibros de Bedout, Vol. 67, 1970, pá,g. 20. El Tiempo, (Bogotá), noviembre 19 de 1944. 30 "El Tiempo", (Bogotá), junio 12 de 1937 en editorial titulado La Primera Doctora, co- menta ese hecho. 198 ___________________ Magdala M. Ve/ásquez uno de los cónyuges y otorgó a la mujer casada la facultad de comparecer 1ibremente en juicio. El Gobierno de O laya Herrera propuso esta transformación y en su argumentación, además de defender tesis de tipo humanitario, planteaba la necesidad de vincular a la mujer al proceso de producción en el país. Decía el Presidente" ... ella carece de todo estímulo para el trabajo remunerado porque además de los frutos de sus bienes, los de aquel trabajo pasan también a manos del marido, para ser frecuentemente malgastados ... " 31 . Ofelia Uribe, en el IV. Congreso Internacional Femenino, presentó un trabajo sobre el proyecto de ley del gobierno y lo sustentó jurídicamente desde su punto de vista feminista, cuando apenas empezaba la discusión en 193032 . La prensa de la época registraba la presencia de "numeroso público femenino y feminista" en las barras que animaban las sesiones parlamentarias 33 . Hubo congresistas que argumentaron tesis como la de que una ley de ese tipo era "la financiación del adulterio". Un miembro de la Comisión que estudió el proyecto, sustentaba su rechazo argumentando que las teorías que inspiraban la reforma tendían al" ... implantamiento de regímenes que rechazan la educación y la ideología esencialmente cristianas del pueblo colombiano, la moral y las costumbres hogareñas de nuestra raza . . . " 34 . Laureano Gómez y otros de sus compañeros en el Senado, dejaron constancia de su voto negativo porque " ... el nuevo estatuto afectará gravemente la estabilidad del hogar colombiano. Y . . . porque va directamente contra la unidad conyugal, base y sustentáculo del matrimonio católico ... " 35 . Varios grupos de mujeres enviaron comunicaciones al Congreso: Centro Femenil Colombiano que dirigía Georgina Fletcher, mujeres de Neiva, Manizales, Medell ín pedían no sólo" ... una reforma fragmentaria y aislada, sino una integral y completa que limpie de nues- 31 32 33 Anales de la Cámara de Representantes, septiembre 2 de 1932, Serie 2 No . 51. Parte de esa ponencia aparece en Urlbe de A costa Ofel ia, Una Voz Insurgente, Editorial Guadal u pe, Bogotá, 1963. El texto completo fue publicado por el periódico "El Tiempo" el 31 de diciembre de 1930. Véase información completa sobre este proceso en Velásquez Toro Magdala , " Los Derechos de la Mujer, Revista Extensión Cultural Universidad Nacional Sede de Medell in, Nos. 13 y 14, diciembre de 1982. 34 35 Anales de la Cámara de Representantes, septiembre 9 de 1932 . Historia de las Leyes, Imprenta Nacional, Bogotá, 1939, pág . 199 . Voceslnsu~enres __________________________________________199 tra legislación todo aquello que menoscabe la dignidad de la mujer y que lesiona nuestros intereses y derechos de solteras, casadas y madres ... " 36 . La igualdad jurídica de los sexos fue declarada por Decreto Presidencial en 1974, hasta ese año estuvo vigente, desde el punto de vista legal, la potestad marital sobre la persona de la mujer. A pesar de haber suscrito convenios americanos y de las Naciones Unidas sobre el particular, Colombia fue uno de los últimos países que reconoció los Derechos Poi íticos de la mujer. El hecho de que la mujer colombiana no gozara de derechos poI íticos no significa que estuviera ausente de las luchas poi íticas. Desde la revolución de la Independencia hasta las confrontaciones armadas del siglo pasado que terminaron con la Guerra de los Mil Días, las mujeres participaban de distintas maneras. Sus actividades iban desde el rezo por el éxito de sus parciales, la confección debandas y estandartes bordados, la difusión de rumores para desconcertar al enemigo, la atención de los heridos, la compra y transpo.rte clandestino de armas y municiones, hasta la acción directa en los combates. Las "Voluntarias", las "Vivanderas", "Las Juanas" fueron inseparables de los ejércitos y el sostén para los soldados; cargaban grandes fardos con alimentos y demás elementos para hacer menos penosa la vida en campaña, curaban heridos y peleaban en los combates 37 • María Martínez de Nisser, mujer conservadora de alta clase social, organizó en el siglo pasado un ejército para hacer frente a los liberales en Sansón (Antioquia). La lucha de las mujeres El reconocimiento de los derechos poi íticos de la mujer colombiana fue un proceso lento y tortuoso. Nuestra democracia no solo fue concebida por y para las clases poseedoras y letradas, además fueron democracias organizadas por y para los varones. Hasta muy avanzado este siglo, existía una ambiva- 36 37 Anales de la Cámara de Representantes, octubre 10 de 1932 . Maria Analina Restrepo aparece en el archivo de Benjamin de la Calle en fotografia de 1897, con sus cabanas y su pistola. Véase en • "Historia de la Fotograffa en Colombia", Museo de Arte Moderno, Bogotá, 1983 . Véase Tirado Mejia Alvaro , "Aspectos Sociales de las Guerras Civiles en Colombia". Biblioteca Básica Colombiana . Tomo XX. Instituto Colombiano de Cultura . Bogotá, 1976 PP . 58 y ss. 200 ___________________ Magdala M. Velásquez lencia conceptual de los demócratas colombianos frente al sufragio. Lucila Rubio planteaba que " ... si se refiere al varón es la pura expresión popular, el distintivo entre la democracia y la dictadura, la forma adecuada y única para que el sentir y el pensar del pueblo se exprese .. . pero si se trata del voto de la mujer el concepto sobre el sufragio varía radicalmente, es una lacra social de la cual hay que proteger a la mujer . . . " 3 8 . Los liberales temían que las mujeres tuvieran el derecho al sufragio porque estaban bajo la influencia del confesionario y que bajo la presión de los curas pudiera ocurrir algo similar a la derrota de la República Española en las urnas. Después de 45 años de hegemonía conservadora bajo el régimen de la Regeneración, la República Liberal no quería perder el poder a manos de las mujeres manipuladas por sus opositores poi íticos. Los conservadores temían destruir la tradición de sujeción femenina que arruinaría las bases de la familia católica . La Iglesia Romana varió su posición frente al sufragio femenino después de la Segunda Guerra Mundial, como medida para impedir el triunfo electoral de los comunistas. El Papa Pio XII, que fue un prol1'fico escritor sobre el papel de la mujer en la familia y su subordinación a la autoridad del marido , invitó a las mujeres a votar por el Partido Socialcristiano para salvar a Italia del comunismo 3 9 • Diversos sectores de la población femenina participaron activamente en la lucha por el reconocimiento de sus derechos c iudadanos. Desde los años treinta se empezó a estructurar un movimiento de mujeres para lograr la defensa de sus derechos. En esta primera época fueron principalmente mujeres maestras las que se lanzaron a plantear sus reivindicaciones, mujeres que ten lan una forma más elevada de acceso a la educación y a la cultura y forma de subsistir con sus ingresos de trabajo. En la década de los años cuarenta el movimiento se amplió a otros sectores de la población; para esta época las mujeres habían obtenido el derecho a ingresara la universidad y plantearon en sus trabajos de grado puntos de vista sobre la condición social de la mujer colombiana. 38 39 Rublo de Laverde, Lucila en Agitación Femenina No . 4 , Febrero de 1945 . Tunja. Véase Pi o XII . A los Esposos. D i scu r sos d el Sa nt o Padre a los nu e vos esposos con b reves comentarios del Padre Francisco Pellegrlno, S .J . Editorial Librer i a Relig i o sa, Barcel ona , 1961. Anales del Congreso No . 86 de octubre 18 de 194g. Voces lnsurgentes----------------------201 Tal es el caso de Gabriela Peláez Echeverri, primera abogada graduada en la Universidad Nacional y cuya tesis mereció una alta mención de reconocimiento por parte de la universidad .. Fue un movimiento policlasista y democrático, con un pensamiento social avanzado, articulado a la lucha por la democracia, contra el fascismo y por reformas de indole social y económica en beneficio de los sectores populares del pais 40 . Fundaron periódicos y revistas femeninas y feministas, crearon "Horas Feministas" en la radio, escribieron en los periódicos que les daban cabida, hicieron giras por todo el pais, presentaron propuestas al Congreso Nacional y a la opinión Pública 41 • Las mujeres profesionales crearon una agremiación llamada Unión Femenina de Colombia; el sector de las mujeres obreras más ligadas al Partido Socialista Democrático, creó la Alianza Femenina en Colombia y la revista Agitación Femenina era el órgano nacional del movimiento de mujeres y en el que se expresaban todas las corrientes de pensamiento que habla en su interior 42 • Georgina Fletcher, Clotilde Garda de Ucros, Ofelia Uribe de Acosta, 1nés Gómez de Rojas, Lucila Rubio de Laverde, Mercedes Abad la, Matilde Espinosa, Rosa Maria Moreno Aguilera, llda Carriazo, Rosita Rojas, son un puñado de valerosas mujeres que junto con otras anónimas luchadoras han sido desconocidas por la historia del pals. Los hechos que marcaron una pauta importante en la transformación del estatus jurídico, poi ítico y cultural de la mujer colombiana, no fueron el resultado del debate generoso y abierto de nuestros politicos encargados de hacer las leyes, sino que fueron decisiones gubernamentales. El acceso de la mujer al bachillerato y a la universidad fue concedido por Decreto del Presidente Enrique Olaya Herrera. El derecho al sufragio femenino fue producto de la iniciativa y la presión hecha por el General Gustavo Rojas Pinilla ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANAC) en 1954; en definitiva ni hombres ni mujeres pudieron ejercer sus derechos ciudadanos frente a esta dictadura militar. Este fue un importante precedente jurldico, posteriormente validado por el Plebiscito en 1957. La igualdad juridica de los sexos fue reconocida en 1974 también por decreto presidencial. 40 41 42 La revista Agitación Femenina, editada en 1945, era distribuida nacionalmente por las redes del periódico Diario Popular que era el órgano de expresión del movimiento comunista en Colombia . Al Parecer la primera mujer que pronunció un discurso ante el parlamento colombiano fue Lucila Rubio de Laverde en defensa del derecho del sufragio. Véase Diario Popular Dic. 10/1944. La primera estaba dirigida por la abogada Rosita Rojas Castro, la segunda por Lucila Rubio de Laverde y la tercera por Ofelia Uribe de Acosta.