Recomiendo mi libro: una experiencia con la lengua escrita desde la biblioteca escolar III Congreso Internacional de Literatura para Niños. Producción, Edición y Circulación Santiago de Chile, octubre 2012 Autora: Maritza Pérez Pantoja Tal como dice el título de esta ponencia, quiero hablarles de una experiencia concreta con la lengua escrita y la literatura, la que a su vez se enmarca dentro de un espacio particular: la biblioteca escolar. No obstante, antes de ir al grano, quisiera detenerme algunos minutos para hacer una necesaria explicación acerca del espíritu que sustenta esta experiencia, y que tiene que ver con un pronunciamiento sobre la infancia, sobre la infancia y el lenguaje, sobre la infancia, el lenguaje y la literatura. Para explicarme mejor quiero apoyarme en las reflexiones de Graciela Montes, una lúcida escritora argentina, quien lleva bastante tiempo observando y reflexionando sobre lo infantil. En uno de sus libros más emblemáticos, Montes plantea que la sociedad ha levantado un corral en torno a la infancia, del que por razones obvias tampoco se escapa la literatura (infantil). Este corral que, si bien pretende proteger a los niños de la insensatez y los peligros del mundo, por su misma esencia institucionaliza relaciones de poder desiguales entre el adulto y el niño. En el caso de la literatura infantil, este desequilibro en la balanza significa, por ejemplo, que lo que se escribe, lo que se edita, lo que se difunde, lo que se recomienda y lo que finalmente se compra, se hace desde la perspectiva del adulto y de lo que este piensa acerca de la infancia. En resumidas cuentas, los niños y niñas participan en el banquete de la literatura desde su puesto en la “mesa del pellejo”. Puede que suene algo fuerte esta expresión, pero finalmente es así como suceden las cosas. Los niños acceden a la literatura que adultos escriben para ellos, por ende es una literatura masticada, que ha pasado por el cedazo del ideal de infancia construido por el adulto. Quiero aclarar que mi interés no es demonizar a los adultos, ni tampoco generalizar respecto a todas las obras de literatura que se escriben para niños, solo poner sobre la mesa un asunto que a veces, de tan obvio, no se reflexiona. Los niños son, como dice Graciela Montes, “testigos y actores sensibles de la realidad”, son personas que reflexionan a propósito de las cosas que les ocurren, tienen intereses y gustos particulares (Montes, 2001). Tienen deseos de aprender acerca de cómo funciona el mundo y de experimentar el lenguaje. Nuestro deber como adultos es escucharlos, darles el espacio para que se expresen con libertad. Esto implica aproximarse a la infancia desde otros ángulos, sin categorías previas que los moldeen a nuestro antojo. Ellos tienen mucho que decirnos y enseñarnos, y no es justo que nos cerremos a ello. Y esto es precisamente lo que quisimos hacer junto al equipo con el que trabajo, abrirnos ante las voces de aquellos lectores que cotidianamente habitan las bibliotecas que implementamos en distintas escuelas chilenas. Así, con la excusa de la celebración mundial del día del libro, impulsamos el concurso de recomendaciones literarias, en el cual los jóvenes lectores tuvieron la posibilidad de compartir sus interpretaciones de los libros que más les gustan, con el desafío adicional de poner sus ideas por escrito. 2 A lo largo de los más de diez años de experiencia de trabajo de Fundación La Fuente en distintos establecimientos escolares, hemos observado las escasas –por no decir nulasoportunidades que se les dan a los estudiantes para desarrollar su capacidad crítica frente a los textos que leen. Es así como en el primer ciclo básico las preocupaciones de los directivos y docentes se centran en mejorar la velocidad lectora de los estudiantes; mientras que en segundo ciclo, la atención está puesta, principalmente, en la comprensión lectora en su sentido más reducido (realizar análisis literal e inferencial). La misma situación se repite cuando se observan las acciones que se llevan a cabo en las escuelas para desarrollar el lenguaje escrito en los estudiantes. La atención de los profesores se focaliza en los aspectos generalizables de los textos, principalmente en la ortografía y la gramática. Emilia Ferreiro, connotada especialista en temas de alfabetización, advierte, en sus innumerables publicaciones, de esta incapacidad de las instituciones escolares actuales de apartarse de la antigua tradición, limitándose a la enseñanza de una técnica: “técnica del trazado de las letras, por un lado; y técnica de la correcta oralización del texto, por otra parte”. Tal como la autora plantea en seguida, pareciera ser que las escuelas creyesen que sólo una vez cumplida la meta de dominar la técnica, surgirán espontáneamente en los estudiantes “la lectura expresiva (resultado de la comprensión) y la escritura eficaz (resultado de una técnica puesta al servicio de las intenciones del productor)” (Ferreiro, 2001). La realidad de las escuelas con las que trabajamos diariamente nos demuestra que, tal y como se dan las cosas, el paso de dominar el código escrito a ser un escritor y lector eficaz, no se da mágicamente. La formación de estudiantes que se manejan con soltura en el lenguaje escrito, no será posible sino a través de un trabajo intencionado y sistemático en el que se consideren los usos sociales de la lengua, y donde la valoración de las infinitas capacidades de los estudiantes sea el eje fundamental de la formación. En esa línea, el programa de fomento lector que como fundación implementamos en las distintas bibliotecas, busca posibilitar un encuentro personal con los libros, enfatizando los intereses de cada estudiante, la voluntariedad de la actividad lectora y desmarcándolo, en la medida de lo posible, de las lógicas escolares poco favorables. Para ello, en cada visita de los estudiantes a la biblioteca, ya sea dentro de la programación semanal de cada curso o de manera voluntaria, desplegamos distintas estrategias que apuntan a que los estudiantes se acerquen a los libros de manera progresiva, instándolos a reflexionar sobre sus propios gustos y valorando en todo momento la diversidad de sus interpretaciones. 3 Es importante mencionar que, si bien nuestro trabajo se sitúa al interior de los establecimientos escolares, nuestro radio de acción se limita a la biblioteca. El programa en sí no tiene acceso a lo que se enseña y cómo se enseña en las aulas, aún cuando desde la biblioteca intentamos promover instancias de trabajo coordinado con los docentes las que, lamentablemente, no siempre resultan. A pesar de esta aparente limitación, creemos firmemente que desde el espacio en que nos situamos podemos poner en marcha pequeñas acciones relacionadas con la lectura y la escritura, que contribuyen a despertar en los estudiantes su capacidad crítica e interpretativa, valorando sus experiencias de vida y los saberes que traen consigo. De esta manera, el concurso de recomendaciones literarias promovido desde la biblioteca se articuló como una instancia concreta, en la cual los estudiantes de distintas edades tuvieron la oportunidad de desplegar sus conocimientos y habilidades con la lengua escrita, inscribiéndose en los usos sociales del lenguaje: sus escritos tienen una intención y un destinatario real. Cada cual enfrentó el desafío, valiéndose de su intuición y conocimientos previos, y esto nos permitió obtener resultados sorprendentes que me gustaría compartir ahora con todos ustedes. Con este propósito, he analizado un pequeño corpus de las recomendaciones literarias escritas por los estudiantes. El análisis de los textos lo he realizado desde un punto de vista global, con exclusivo énfasis en los aspectos discursivos, vale decir, en el rol que asumieron como escritores, en la forma en que consideraron al destinatario de sus textos y los elementos del género (recomendación de libros) integrados en sus escritos. De esta manera, las interrogantes que orientaron el análisis fueron: ¿Qué rol asumen los autores de las reseñas? ¿De qué manera consideran al destinatario? ¿De qué forma los textos producen el efecto buscado? Tal como ya he señalado, el concurso de recomendaciones literarias se llevó a cabo en establecimientos educacionales en los que actualmente Fundación La Fuente ejecuta su programa de promoción lectora CLM: Creando los Lectores del Mañana®. Todas las escuelas corresponden a establecimientos públicos de administración municipal y se ubican en distintas zonas del país (urbano y rural), mayormente fuera de la capital. Los estudiantes que asisten provienen de un sector socioeconómico medio-bajo, y muchos de ellos se encuentran en una situación de vulnerabilidad social. Para invitar a los estudiantes a participar elaboramos un afiche promocional, el que contenía las principales informaciones sobre el concurso. Asimismo, en la hora de 4 biblioteca, fue labor de cada encargado de biblioteca darles a los estudiantes las principales orientaciones de cómo participar y resolver sus principales dudas. Es importante señalar que, si bien el afiche contenía una consigna que daba luces acerca de lo que se esperaba que ellos escribieran, la actividad no fue acompañada de un andamiaje pedagógico planificado e intencionado que los apoyara en la construcción de sus textos. Básicamente, la consigna del afiche explicitaba lo siguiente: Redacta un texto breve en el cual recomiendes un libro, preferentemente a computador o con letra legible, de un mínimo de 5 líneas y un máximo de 20. Debes contar de qué trata la historia, pero también responder a la pregunta: ¿Por qué me gustó el libro y qué me hizo sentir? Incluye las emociones, recuerdos y reflexiones que te despertó la lectura. En términos del análisis, esta falta de orientación pedagógica, más que como una dificultad, puede ser vista como oportunidad en la medida en que permite observar cómo los estudiantes echan mano a sus competencias con el lenguaje escrito para hacer frente al desafío de redactar una recomendación literaria, así como también las representaciones que elaboran de la situación discursiva, vale decir, de la función que cumplirá el texto que piensan escribir, de su potencial destinatario y de sí mismos como escritores. En total se recibieron más de 200 recomendaciones de estudiantes desde 1° a 8° básico, cifra que consideramos todo un éxito, ya que si bien no conocemos en detalle las motivaciones que cada estudiante tuvo para participar, sí sabemos que no fue para cumplir con una obligación escolar. Detrás de cada texto recibido se encuentra el genuino interés por expresar gustos e ideas a quien quiera leerlas. En relación a la primera pregunta: ¿Qué rol asumen los autores de las reseñas?, tenemos recomendaciones literarias en que los niños y niñas se valen de su información biográfica para dar fuerza argumentativa a sus textos. Estos autores introducen información de sí mismos, con el objetivo de apoyar los argumentos que dan cuenta de su valoración del libro recomendado. Así, el autor se muestra como un lector, con gustos y conocimientos útiles, que le permiten juzgar el texto leído1: 1 De aquí en adelante, para ejemplificar, se mostrarán extractos de las recomendaciones escritas por los estudiantes. Los textos están transcritos tal cual fueron escritos por los niños. Para mantener su identidad bajo anonimato, fueron cambiados los nombres de pila de los estudiantes. 5 La lombris era muy golosa porque se comio muchas cosas yo tambien soy un poco goloso y me sirvo muchas cosas Al leer el libro me dio hambre También conozco a las lombrices y no tienen esqueleto y se arrastran. En mi casa hay lombrices debajo de unos troncos. Pedro, estudiante de 2° básico Ya habia visto la película y sabía de la existencia del libro, pero no pensé que podía enamorarme de un libro, me encanta ese leve suspenso que me da al leerlo. El libro tiene más información que la película, además de que la película ya me causa un pequeño miedo, el libro me paraliza los pelos por que en mi casa igual hay una puerta y me aterra un poco. Ana, estudiante de 6° básico En los dos fragmentos anteriores es posible apreciar cómo los autores hacen referencia a los conocimientos que manejan y que en definitiva les permiten valorar el libro que están recomendando: Pedro sabe de lombrices, las conoce y, a partir de ese dato, demuestra que sabe de lo que trata el libro que él está recomendando; por su parte, Ana informa que existe una versión cinematográfica del libro y que ella la ha visto, conocimiento que le permite complementar su valoración. Además, Pedro aporta datos sobre sí mismo (“yo tambien soy un poco goloso y me sirbo muchas cosas”) que los pone en relación con el libro, permitiéndole sumar argumentos a la valoración que realiza. Por otro lado, se da el caso de textos en los cuales los autores asumen una posición de lector informado, proporcionando datos sobre el autor del libro y esgrimiendo argumentos basados exclusivamente en el contenido de la obra (o del conjunto de la obra del autor): En mis manos tuve el onor de tener una selección de cuentos de Andersen. El escritor nació hace 200 años en Dinamarca y se esta festejando su bicentenario en todo el mundo, también en chile. Hace más de 150 años nacieron de la pluma de andersen tetera con sentimiento, patito en busca de su identidad y juquetes con pena de amor. Sus héroes casi nunca son reyes ni prinsipe, sino niños pobres, juguetes trabajadores u objeto de la vida cotidiana, asi como alfileres, maleza arboles; todos buscando amor, reconocimiento y razón de ser. Beatriz, estudiante de 6° básico 6 El escritor argentino Ernesto Sábato da vida a un relato que nos muestra el poder analítico y deductivo de la mente humana, poder que puede ser tan bueno, como también extremadamente no tan bueno, nos muestra el pensamiento y sentimiento de un hombre, bajo el profundo sentir de la pasión. a través del personaje principal de su libro nos muestra los miedos, debilidades, dolores, aciertos y desaciertos de nosotros como seres humanos pensantes y sintientes, ambos lados de ese sentimiento llamado amor, nos deja una pregunta a responder… Andrés, estudiante de 8° básico Si bien estos estudiantes presentan diferencias en cuanto al dominio de los aspectos formales del lenguaje (ortografía y gramática principalmente), ambos demuestran manejar con mayor propiedad las convenciones del género discursivo de la recomendación o reseña literaria. Cuentan con información pertinente sobre el libro, el autor y su trayectoria, la que ponen a disposición del destinatario, permitiéndoles establecer un rol de expertos. En relación a la manera en que se considera al receptor, en todos los textos se aprecian marcas de enunciación que aluden a un destinatario. Esto significa que los niños y niñas, al momento de escribir sus reseñas, construyeron una representación de los potenciales receptores. En la mayoría de los casos se advierte que estos destinatarios corresponden a pares, estudiantes o niños de una edad similar, a quienes se quiere convencer de la lectura del libro: Con “La Guerra de los Mundos” experimentarás felicidad, misterio, tristeza, valentía, asombro a medida que lo leas. Sé que no se arrepentirán, este libro no sale de tus manos ni de tus recuerdos, porque de una u otra forma lo compartirás con tus compañeros. Ana, estudiante de 6° básico Sin pensarlo más busquen como sea el libro y si está en su colegio empiecen a leerlo ya porque no se arrepentirán. María, estudiante de 8° básico Se Los Recomiendo Por Q Tiene Varias Enseñanzas Y Además Es Muy Entretenido. Pablo, estudiantes de 8° básico 7 Las dos primeras reseñas son mucho más explícitas en cuanto al tipo de destinatario al que se dirigen, se trata de estudiantes de una edad similar, a los cuales se piensa les podría gustar la temática y/o las sensaciones que suscita el libro recomendado (“de una u otra forma lo compartirás con tus compañeros”, “y si está en su colegio empiecen a leerlo ya”). En el caso de Pablo, el destinatario pareciera ser un poco más amplio (“se los recomiendo por q…”), pero por su carácter informal sigue tratándose de un par. En relación a los textos de Beatriz y Andrés, las marcas enunciativas aluden a destinatarios más bien genéricos, aunque en el caso de esta última estudiante, se observa cierta confusión. Beatriz inicia su texto de manera formal (“yo Beatriz le insto”), pero luego hay indicios que hacen suponer que sus palabras se dirigen más bien a otros estudiantes como ella. Luego, casi al finalizar el texto, vuelve a apelar a un destinatario más cercano (“el ser humano de todos los tiempos, tú y yo, estamos en la misma búsqueda”, “te invito a entrar en el mundo de andersen”). Yo Beatriz le insto a que ustedes lean este libro por que siempre los libros nos dejan una enseñanza (…) Sostengo que si los cuentos todavia nos cautivan, es por que el ser humano de todos los tiempos, tu y yo, estamos en la misma búsqueda (…) Te invito a entrar en el mundo de andersen. Beatriz, estudiante de 6° básico Mención aparte tiene la recomendación de una estudiante de 5° básico, Paula. A lo largo de la extensión de su texto ella lista las principales razones de por qué le gusta el cuento de Heidi, sin entregar mayores pistas del destinatario al que se dirige. Sin embargo, casi al final de su texto, Paula introduce una breve pregunta que revierte la situación: Y me gusta porque su campo es muy muy hermoso y con muchas cabras y mucho pasto. Y me gustaba porque hacia muchas amiga. El abuelo era muy ectristo con Heidi era tan injusto ¿no cierto? Paula, estudiante de 5° básico Si bien la pregunta apela a un destinatario bastante incierto, se produce un quiebre en el ritmo de redacción, de modo tal que la reseña deja de ser un simple listado de razones. Aunque sea con esa mínima alusión al destinatario, el texto de esta estudiante logra 8 acercarse un poco más a las convenciones de la recomendación literaria como género discursivo. Por último, en cuanto al efecto perseguido (convencer a otro de la lectura de un libro), si bien todos –en alguna medida- demuestran haber utilizado recursos que se encaminan a ello, no todos lo consiguen. En ese sentido, la consigna del concurso puede haber contribuido a que los estudiantes incluyeran en sus textos estos dos elementos básicos: breve síntesis del libro y valoración personal. Sin embargo, solo algunos fueron eficaces para integrar estos aspectos en un todo coherente. Los fragmentos que presento a continuación son buenos ejemplos de cómo los estudiantes integran ambos aspectos, sin que estas se lean como ideas atomizadas, sin conexión entre sí: Tengo en mi mano un libro bacán, es un comic precioso, que me ha sorprendido ya que nunca me imaginé que podríamos ser observados desde el espacio. Siempre me lo imaginé con estrellas y planetas deshabitados. Ana, estudiante de 6° básico A mí lo que me gustó del libro fue que cada vez que lo leía me infiltraba en la historia por así decirlo, cada palabra que iba leyendo me hacía sentir el miedo, el dolor, la pena, las risas, todo lo que sentían los personajes, no se puede dejar de leer porque apenas comienzas el libro entras en una intriga que cada vez que lees otra línea esa intriga crece. Te das cuenta que cada personaje que al principio de la historia es mínimo o sin importancia, al pasar las páginas ese personaje se vuelve cada vez más importante. María, estudiante de 8° básico En tres líneas, Ana no solo es capaz de informar al receptor que el libro que está recomendando es un comic y que la historia corresponde al género de la ciencia ficción, sino que además incluye valoraciones personales que le indican al lector que le ha gustado la historia y por ello la recomienda. Por su parte, María apela a las emociones y sentimientos que el libro recomendado gatilló en ella y, al hacerlo, entrega información al lector sobre el tipo de historia que se relata (libro de intrigas). En ambos casos las redacciones tienen un ritmo y un modo de decir las cosas que no es forzado, los elementos se integran de manera armónica, construyendo finalmente un texto que se acerca con toda propiedad a las convenciones de la recomendación literaria. 9 Conclusiones Este breve análisis me ha permitido observar que, si bien los textos escritos por los niños y niñas varían bastante en relación a su acercamiento a las convenciones del género discursivo de la reseña literaria, en todos se visualizan marcas enunciativas que evidencian la manera en que cada autor se ha representado el desafío de recomendar, a un tercero y por escrito, su libro favorito. La mejor prueba de ello es el texto de Paula de 5° básico, quien realiza una especie de inventario de razones por las cuales le ha gustado el libro de Heidi, una serie de frases sueltas sin mayor cohesión entre sí. No obstante, casi al final de su escrito, pareciera ser que ha recordado que el texto que está escribiendo tiene como finalidad recomendar su libro favorito a un “otro”, de modo que lo soluciona incluyendo una breve pregunta que apela directamente al destinatario. Evidencias como esta fortalecen la premisa de que “los niños piensan a propósito de la escritura, y su pensamiento tiene interés, coherencia, validez y extraordinario potencial educativo” (Ferreiro, 2001). Por otro lado, tras la variabilidad observada en los textos, se vislumbran las desiguales oportunidades de interacción de los estudiantes con productos escritos. En este caso específicamente con aquellos pertenecientes al género discursivo de la recomendación literaria. En la mayoría de los casos, para sacar adelante sus textos los estudiantes se remitieron exclusivamente a las escasas “instrucciones” proporcionadas por el mismo concurso. Por lo mismo, es altamente valorable el esfuerzo realizado ya que, aun cuando no contaron con suficientes herramientas, aceptaron voluntariamente el desafío de pensar el lenguaje desde sus usos sociales. Bibliografía Ferreiro, E. (2001). Pasado y presente de los verbos leer y escribir. Argentina, Fondo de Cultura Económica de Argentina. Montes, G. (2001). El corral de la infancia. México, Fondo de Cultura Económica. Agradecimientos A todos los niños y niñas que participaron de manera entusiasta en el concurso. Al equipo de asistentes técnicos de Fundación La Fuente que fueron los responsables de impulsar el concurso en las escuelas. Al equipo de compañeros con quienes ideamos la campaña que le dio vida a esta actividad: Fernando, Pablo, Fabián, Ángeles y Daniela. A Carolina Ojeda por leer pacientemente este texto y corregirlo. 10