guerra de secesion - La Mirada Compartida de Antonio García Pérez

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.......GUERRA DE SECESION
EL GENERAL POPE
O. Antonio G&l'ei& Pél'ez.
CAPJTÁN OE INFANTERiA.
ALUllNO EN PRÁCTICAS
•
J) y'
LA ESCUELA. SUPERIOR DE GUBRRA
•
MA.DRID
f'ST. TlP. uE I. TRADMfllI, Á CARGO DE 11. SF,VJI.LA
10, Cmll6 de GuzmiD ti Blleno, 10.
1901
•
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.
Guerra de Secesión
EL GENERAL POPE
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•
GUERRA DE SECESION
EL" GENERAL POPE
POR
•
D. Antonio Gal:'eía Pél:'ez.
CAPITÁN DB JNFANTRRIA
ALUMNO BN PkÁcn CAS DI!. LA ESCUBLA SUPEltlOR OH GUaRRA
MIA!DRlD
KST . TIP . CJI.l TR ABAJO ' . Á CA RGO OH H. SRVILLA
l O, C(III~d~ Gu ..d .. t i DwIlO, 10.
18 0!
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Al Ilmo. 8r. D. Eduardo Herrero y Obes
•
EL AUTOR.
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•
AL LECTOR
Siempre he oreído que, tanto la Geografía como la Historia, deben ser para el Ofioial objeto coDstante de su atención. porque los sucesos militares presentan siempre la misma causa bajo distintas formas; cambiarán los medios de combatir. pero jamás se modificarán ni
los principIOS fundamentales, ni las cualidades de los pueblos, ni las
máximas de la política de la guerra, ni otra multitud de circuDstancias que hacen de la lucha humana interesante estudio sociológico en
todos sus aspeotos.
En el cultivo de la Historia, cuyas enseüanzas á tantas reflexio·
nes se prestan, elementos más que suficientes edcontrarn08 para 1Ie-
Dar nuestro cometido, porque si el Oficial ha de ser algo más que un
e''/Jolucionisla (Dumonsier), ha de glimeutar su inteligencia con el asiduo estudio de 108 recuerdos históricos, cuyo conocimiento siempre
puede servir de guía en los más apurados instantes.
Entre la variedad de asuntos histórico·ge.ográficos, hay uuo que
uos debe interesar. tauto por ser continuación de nuestra Historia.
cuanto por tratarse de combatientes que llevan inoculado en sus venas todos los vicios y virtudes de nuestra raza. Cuando, muchisimas
veces he oído confundir el Paraguay con el Uruguay. ignorar, no ya
las capitalidades de los Estados americanos, qu~ t;:so es cosa de poca
monta, sino la situación geográfica de esas Repúblicas, y aSombrarse
á muchos de que allá combatan con arreglo al Arte de la guerra. verrladcramente he su frido por abandono tan inexplicable. \' , sin embar-
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go, es cierto: en a·quel coutinente, donde yacen sepu·tados millones
de españoles, y donde nuestra sangre ha sido tan pródiga; en aquella
tierra que conserva nuestra religión, idioma y costumbres, nada parece que se nos ha perdido. Así hemos expiado, dolorosamente, desvío
tan injustificable. Y así ha sucedido que, en reciente Congreso Ibero·
Americano, el Ejército uo haya. tomado parte, siendo como es órgano
vital de la sociedad; así sucede que Comisiones europeas vayan aimplantar en tierras regadas por sangre de tanto caudillo español organizaciones extrañas; así ocurre que, muchos Oficiales acudan á otros
ejércitos aun luchando con inconvenientes de raza é idioma, y no
busquen en la madre patria lo que era lógico obtuviesen. Y todo eso
sucede porque á nosotros nos ha importado muy poco conocer aquellos
países,esperando dormidos en ensueiios de gloria,que las naciones americanas acudiesen á rendirnos pleito homenaje; no, los hermanos ame·
ricanos, viendo el aislamiento y hasta la frialdad de la herma'1/..'l maYO " , nos contemplaron atónitos; fiados en nuestro legendario valor.
en los patrioteros discursos de los que, ignorantes de todo, creían llegar a Washington con sólo 20.000 navajas. nos pareció el mundo pequedo. y hoy ... el mundo nos contempla empequeilecido8 por nuestros desastres.
¿Quién no conoce múltiples detalles de las guerras franco-prusiana, turco-rusa, greco-turca Ó chino-japonesa'! ¿Quién no ha oído
referir los horrores del sitio de Paris, la notable defensa de Plewna, la
encarnizada batalla de Jarisa Ó el sangriento combate del Yalu? ¿Quiéu,
en una palabra, no se siente capaz de tratar familiarmente á Moltke y
elogiar su admirable concepción estratégicl. de aplaudir la. atrevida
operación de Gourko en los Balkanes, de l:riticar la hucca organizacióa de Jos griegos y de asombrarse ante la potencia militar de los
hijos del naciente imperio'! ¡Mas. cuantos por de.'Igracia, desconocen,
ó si lo saben no quieren comprenderlo, las grandes epopeyas, las
cruentas campañas. las mil enseiianzas que la historia militar de América. de ese joven y hermoso continente. de esa Athintida enclavada
entre dos mares gigantescos que dan la vuelta al mundo, ofrece á los
militares y hombres civiles de por acá! ¿Qué significan los nombres
ilustres de Bolivar, S. Martín. Graut. Juárez. López, Lee, etc.? ¿Qué
admiración pueden producir Richmont, Puebla, Querótaro, Humaitá,
Lomas -Valentinas, Chorrillos y Miraflores, Montevideo, ctc., etc.?
¿Qué encanto pueden causar las admirables proezas de tan afamados
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Generales, sin conocer la geografía de aquellas Repúblicas, llamadas
á ser eu día no. muy lejano el cmpório de la. civilizacióu?
rndifereote para Europa en general la historia militar de Amérioa, puede comprenderse desde luego que el examen crítico de sus
oampailas contemporaneas, el análisis detenido de las cualidades de
sus tropas, la investigación razonada del por qué de las operaciones,
el estudio de las causas y cl juicio imparcial de los diversos sucesos
militares, 110 ha cautivado lo bastante fa atención p:'r3 formarse una
clara idea de la evolución militar del continente americano. Hoy, la
historia militar t ~ e América cs una nebulosa, no ya para el vulgo,
.sino para muchísimos que pasan por doctos; habladles de las famosas
líneas de Rojas, ó del no menos notable sitio de Humaitá -la Numaneia de los tiempos modernos- y se os quedaran asombrados como
si les hablaseis de sncesos ocurridos en remotas regiones; y si tratáis
de ensalzar el heroismo de la Zaragoza de Méjico, el valor increible
de los soldados de López, el talento y nobles virtudes de federados y
confederados, el acendrado patriotismo de Montevideo y Buenos -Aires,
la abnegación sin límites de los contendientes del Pacífico, la perseverancia y denuedo de los de Centro·América, seguramente que, efecto de su misma ignorancia, os contestarán: ((sí, fueron cosas de Americs)); para ellos, la historia militar de America es letra muertJl desde
1787 hasta nuestros días. pues terminó con las misiones del Paraguay,
con la dominación de los ultimas virreyes de Nueva-Espana y del
Perll y con la conclusión del régimen colonial de Inglaterra en las ri·
beras del Missisipí y del Hudson.
Hojead. la multitud de historias militares que con el escalpelo de
una razouada critica os describen á maravilla las más notables cam·
pailas, y uotaréis en ellas con harto dolor que. ó bien América carJCC
de elementos bastantes para dar conjunto á una caro paila, ó bien que
sus combates no merecen figurar aliado de los demás. ¿Acaso, en las
luchas que por teatros de operaciones han tenido feraces y extensas
regiones, no se ha ¡Jecho una aplicación adecuada de principios estratégicos. logísticos y tácticos? ¿Es 'lue por veutura ~os caudillos ó Generales en Jete no supierou mandar sus tropas con arreglo a. las leyes
que d icta el arte de la guerra? ¿Fuerou de peor condicióu los soldados
y meuos instruídos los Oficiales?
Ka; las guerras de América encierrau enseñanzas preciosas: el
genio de muchos Generales; los inyentos ocasionados en los momen-
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IV-
tos 4e mayor fragor en la pelea; los mil resortes emplea{Los para asegurar el exito, la moriillcación introducirla en las ramas del Arte militar, eOO., eto., ponen de manifiesto que las luchas sostenidas en el
Nuevo ~Iundo son altamente instructi\ras. Desde la bahía de Hudson
hasta el estuario de! Plata; desde las oostas del Atlántioo hasta las del
Pacífioo, la oima de sus elevadas montañas, á manera de gigantescos
hitos, marca en el límpido oielo los heroismos de un pueblo. las nobles virtudes de sus guerreros y el genio de los oaudillos. Lee, Grant,
etcétera, en el Norte. oreando con talento y energía nna página gloriosa para su patria; Juárez en el Centro. humillando con su indomable constancia las aguilas napoleónicas, victoriosas en cien lides; López, ídolo de un pueblo de espartanos, atrayendo par,J. sí y sus dignos
contrincantes un pnesto preeminente en la Historia de la Rumaniela 1;
peruanos, chilenos y bolivianos inmortilizando en sangrientas jornadas las virtudes de su~ hijos, son los jalones de una historia militar
que one!1ta con hechos heroicos, con operaciones arriesgadas, cou episodios llenos de grandeza é interés, con notabilísimas campañas, con
soldado3 sutridos y valientes, con Oficiales idóneos y arrojados y con
Generales dotados de decisión y buen sentido.
Feounda en haza~as sorprendentes y en admirables operaciones
se nos presenta la histor~a militar del continente americano, donde el
valor se hermana con la pujanza de su rica vegetación y la abnegación con la grandel.a que Dios derramó á porfía en la poética Atlántida. Desde la g uerra de Secesión, mana.ntial de ,brillantes acoiones é
inveo.tos prodigiosos, hasta la Balmaoedista de 1891 ,aplicaoión notable
del Arte de la guerra, el continente americano sostuvo épicas hazañas . en las que "no se sabe qué admirar más, si la iniciativa y atrevidas concepciones de los Generales, ó el denuedo realmente hermoso
de los combatientes. En Centro-América. Méjico desafía con orgullo '
nacional la intervención extranjera y ve á sus pies implorando clemenoia, las testas coronadas de la Europa entera por el condenado de
Querétaro. López Ir en la América del Sur, libra titimica lucha contra
tres naciones poderosas, haciéndoles pagar carísimo el precio rle cada
victoria. Las costas del Pa~ifico fueron asimismo testigos de la encarnizada refriega que tres pueblos sostuvieron por mantener incól ume el valor indómito en ellos innato,
A qué proseguir; do quiera dos pneblos americanos peleen encaruizadamente, cada cual por su causa.. allá se verán surgir acciones su-
-vhlimes, allá el genio de un caudillo realizará atrevidas operaciones,
allá. el soldado sufriendo fatigas y penalidades cosechará lauros por
doquier, allá el Arte de la guerra encontrara aplicación adecuada á
sus principios verdaderos. No son, ni fl~eron, los ~jérc¡tos americanos
coujunto informe de hombres destinados a sucumbir heroicamonte en
guerras de montoneras, no; lo ejórcitos de la. democracia americana
vierten a raudales su sangre y combaten gloriosamente, cuando una
causa santa iuflama sus corazones y eociende su viva imaginación; si
durante muchos ailos parecen consumir sus energías y habituar sus
soldados para esa especialísima clase de guerras, cuando la patria exi ge además sus nobles iniciativas, ved entonces ti. aquellos aguerridos
combatientes transformarse en inteligentes y abnegados servidores de
8U pueblo; las masas arrojadas de ayer, las que fiaban el óxito no más
que al valor personal, son las mismas quo hoy se nos presentan precavidas, confiando en acertadas disposiciones el glorioso y frauco resultado de la.campaiia; los guerrilleros de ayer. s')n los inteligeutes Generales del mañana; los valerosos soldados de una sangrienta guerra
civil. son los mismos que. arrostrando mil penalidades, dan glorioso
renombre á estériles contiendas.
Des[le las frías regiones del Norte. hasta las calurosos mesetas del
Ecuador; desde las extensas pampas y las lagunas sin fin, hasta las
intrincadas maniguas y las mortíferas ciénagas, extenso teatro de
operaciones ha recorrido el soldado americano; su constancia admirable, su patriotismo sin igual, su abnegación si~ límites. su heroismo
conmovedor, sus hazañas sorprendentes y su ejemplo edificante ha
encontrado marco adecuado eu el hermoso continente americano, que
llama montes á las cordilleras . ríos á lag mares y que las gradasdt'su
trono reciben el hálito amor·)so de dos gigantescos occéanos.
Por lo tanto, ¿á qué acudir exclusi,·amente á las campailas europeas, clIando las de América nos ofrecen Úlmbién arsenal suficiente
para multitud de ejemplos? Mi afición extremada al estudio de las
campañas americanas me ha mostrado con una evidencia que no deja
lugar á dudas. que el1 aquellas guerras mucho digno de estud io y no
menos de loa existe.
Examinemos cualquier campaDa y convendremos eu que caluro80s elogios arrancan la nobleza del \·enccdor y la dignidad del veuciao; estudiemos detalladamente tal ó cual operación dcrermiuada . y
no encontraremos sino meritorias acciones, rasgos de hidalguía, elo·
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VI -
cuentes pruebas, en una palabra, de la impetuosidad de una raza, que
ni se doblega ni se humilla, de ulla raza digna heredera de aquella
otra que mereció de D. Cornelio Saavedra eatua bellas palabras: ((Los
nacidos en ludias, cuyo espíritu no tiene hermandad con el abatimiento, nO sou ilfcriores á los españoles-europeos y a nadie ceden en valor )) EscudriOemos mil iuteresautes episodi os, si queremos formar
una idea más completa del carácter moral de los combatientes, y cuanto más ahondemos es segnro que terminaremos por proclamar que en
esas g loriosas epopeyas americanas existen rasgos tan heróicos, sacrificios tan enormes , resistencia tan sublime, patriotismo tan desiuteresad~ y lealtad tan acrisolada, que la Historia militar uo podra por
menos que grabar los nombres de los invictos Generales y soldados
que die!'on al munuo y á su patria hermoso ejemplo de abnegación y
talento.
Agobiados por el peso de tantos laureles, se nos presentan arrogantes los ejércitos europeos; henchidos de virtndes patrias, se deslizan silenciosamente los pueblos americanos; vistosos arreos y viejas
tradiciones ostentan tos primeros; seucillos y dignos patriotas, aparecen Jos seg1llldos en el escenario de la vida humana. Poetas notables,
escritores afamados y críticos c1c notoria validez han relatado admirablemente las campañas de la "ieja Europa y preg onado las excelsas
virtudes de sus aguerridos soldados. América no' ha encontrado aún
vig orosas plumas que ardorosamente nos relaten sus interesantes campailas: ni la magua obra de Bolívar, ni la atrevida operación de S. Martin, ni las admirables ('oncepciones de multitud de Generales, ni la
abnegación sublime del soldado americano, ha llegado á interesar al
mundo militar de por aca. No ya. las guerras de independencia. de
América, sino las contemporáneas, casi puedo asegurar no existen en
la mente de muchísimas personas, incluso de algunas que pasan por
doctas,
América y la Península ibérica tienen Ulla historia común; suyas
son I,lul"stras g lorias, y Ilu('stras SOIl sus subli mes accioues: en nada se
diferencia el guerrero eSlla iiol del americano, el fanat.ico de la independencia ibórica y el ídolo de los libertadores del Nuevo Mundo. Nobles en lo. victoria , grandes en. el infortunio, fieros en la pelea y compasivos con el enemigo , son los que se cobijan bajo el manto del honor.
Estudiemos, pues, las campañas de Amc rica y cOllsagremos á
ellas puesto preferente en nuestras Historias militares; conozcamos
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bieu la posición geográfica de los países americanos y las victorias Ó
reveses de sus ejércitos; investiguemos en aquellas luchas muchas
causas á nosotros comunes yanalizemos las guerras, porque sinónimas de las nuestras, DOS servirán de instructiva lección para el porvenir. ContiJ;lUación la Historia militar de América de la de Espafia,
no interrumpamos su narración en nuestros libros y hagámosla figurar aliado de otras muchas que se estudian; tenemos derecho á conocer tales campañas, porque hispano es el aliento que sostiene á aquellos soldados, hispano el valor que muestran ante el peligro, hispana
la resignación que denotan ante las penalidades. hispana la fe con que
combaten, hispan.s la energía con que acometen temerarias emprcsas
é hispana la nobleza que en todos sus actos descubren. Honrémonos
después del desastre, honrando las glorias de los que dieron vida á un
continente, pucs ya que no supimos ó no pudimos guardarlo materialmente, conservárnosle en el orden moral é intelectual.
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GUERRA DE SECESION
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EL GENERAL POPE
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La Guerra de Secesión es illlJlOfl.anLC conoccrla.-t'ormaciones rcgl;ullcntarias de la 111fanLerra dcl Norte y del Sur.-Enseñanzas uícticlls.-Formatiollcs lliclieas de la Caballería: cjcflIl,los.-Emplco ue la Artirrería: ejctll¡lIo$.-Alrinchcr.llllier.los.-Ser_
vicio dc sc~uridad y rcconocimicutos.-Dcfieicncias del E. fil. -Causas de la lentitud
en las operaciones: cjemplo3.-Rclaciones cntre el Gobierno y los Generales en Iúfe: cjemplos.-Resumen.
Atraen, encantan y seducen los diversos hechos ele la titinica Guerra
de Secesión; atracn, por la magnitud de los ejé rcitos movilizados y por la fe
con que combatieronj encantan, por lo grandioso de sus concepciones y por
la movilidad de las numerosas masas de soldados; seducen, por los atrevidos proyectos, energia sin igual y humanidad que ambos bandos desplegaron en tan famosa guerra civil.
No flecae el entusiasmo é interés al seguir paso :i paso las notables
campañas que en diversos Estados de la Unión se sostuvieran entre ejércitos que contaban con inteligentes Generales, patriotas Oficiales y aguerri dos soldados; si dignas de alabanzas son las di¡;¡posiciones de uno de los be·
ligerantes, no menos merecedores de loa son las del contrario. En esta guerra memorable sellan su uacionalid!ld militar los hijos de Norte-Amética.
con I:\s victorias de eus trop.'!.s y con las virtudes de sus soldados; en d,icha
contiend:l l la ingenierb pl'esta su más eficaz concurso á 109 planes de campaña, y así rcalizanse gigantescas obras, propias más bien de los homéricos
•
-8tiempos, que no de las Naciones contemporaneas. En el eur.S) de la campaña aparecen invictos Gener::l.les y surgen soldados excelentes: el pueblo pacifico de ayer, el p1a.nt.'l.dor y el industrial, el comerciante y el obrero, se
tr:ln\lf'lrman en !e~i ó n de valientes 80101arlos, en ejército aguerrido y disciptimld(). Y vicever.~a , e~te mismo ejérci0, troca al día siguiente de la paz
los :Ipre~t()s g ' l e rrero_~ por los trabajos del taller y las ocupaciones agricGlas; al soMa 10 ha sucedido como por encanto el ciudadano trabajador; 109
repletos campamentos de monturas, cañones y fusiles se han convertido en
el ingenio y la. fábrica, con su multitud de máquinas y su movimiento in-o
cesante; los Generales, encanecidos en los campos de batalla., ya no mandan
Cuerpos de Ejército, sino enjambre de trabajadores, i los que dirigen pacificamente con el mismo éxito con que condujeran á. sus subordinados al
triunfo de su causa.
¿Qué resta tic aquella poderosa sociedad que en un momento puso en
pie de guerra millares de hombres, atrayéndose la admiración del mundo?
Recuerdos gloriosos no mis y una lección para los Estados.
Apenas se lanzan el reto dos pueblos de una misma Nación, acostumbrados al trabajo y no á la guerra, dos ejércitos numerosos aparecen ¡¡úbltamente en el teatro de la luchll; de aquella sociedad eminentemente civil,
brotan magnificas Generales 'f una brillante pléyade de Oficiales en general¡ por aquellos noveles combatit'ntes, el A.rte de la guerra avanza un tanto; poniendo cada cual Ji contribución su inteligencia en favor de su causa,
realizan portentosos hechos qt:e hoy son la. admiración de cuantos estudian
esta campaña¡ cada batalla y cad.'l. sitio no es solamente un suceso militar
en el que la audacia ó las privilegiadas dotes del General logra para si las
ventajas, sino que es un conjunto de operaciones en que el genio es ayurlado por la inteligente cooperación de ilustres personalidades. Todos contribuyen en esta guerra: el soldado, con sus sobrias virtudes y su admirable
di6ciplina; el Oficial, con sus dotes y su entusiasmo; el Jefe, con su decisión; el General, con su inteligencia y buen sentido. y el Gobierno, compenetránrlo~e con el Ejército y no oponiendo t rabas 6. la acción militar de los
caudillos.
Federados ó unionistas y confederados ó separatistas fueron, como todos sabemos, los combatientes en la Guerra de Secesión; causas diversas,
que no me propougo analizar, originaron la lucha y dieron lugar á. que la
pelea fuese inevitable. ElItudiando la campaña, son las operaciones sumamente interesante,¡, pero sin que entiend~ pueda afirmarse de una manera
ab.ohta sean las de uno de los combatientes mas acertadas que las del otro;
si s llbyng:tn 103 episodios, marchas, bandos, etc. de los federados, grata impre,¡ión proJucen asimislno las oper.1ciones de los contrarios. Dificil es, a mi
juicio, inclinar la balanza :í. favor de uno de los conttlndientes, porque her-
- 9ma no~ por completo, no es lógico pensar que las vir tudes militares de unos
falt J.sen en los demás.
La lucha te rmina, si, pero después de haber regrtdo mlles de solda.dos
con su prec i o~a sangre los campos de b ~ltalh . y después de haber sellado en
cruentas ma rcha.s y costQsas victoria~, en "nemorables 8itio~ y en ~ngrien­
ta! batallas, b abnegación 1 Mbles virtude<¡ que posebn. L:l lucha acaba,
d eqpllé~ de sucumbir heróic'lmente millare~ de hombres peleando con una
constancia y una fe admirable::!. Finalizó, pues, aquella grandioJII. pe lea, y
no quedaron ni el orgullo del vence,lor ni el rencor del vencid o; la política
de la g uerra encargóse de suaviza r asperezas y borrar diferencias; 31 di!l sig uiente de la. lucha, en noblecidos por el trabajo, compartian alegremente
en el taller los furiosos contrincante~ de días antes. KI trabajo, fuente de
dichas, era el ramo de oli vo, el1:lzo amoroso que habla estrechado cariño83 mente á enemigos acérrim~s; el trab:l-jo, esa voz elocuente de la paz, habia arreglado ulla lucha formidab le. Pocos dias des!més de tan encarnizada
campaña, los campo!t y los talleres cobraban inu:iitada actividadj los hombres de g uerra despojadOS de sus l1:ibitos tn<trciales, confundidos y mezclados, eran paci fi cos ciud:ldanos consagrados i negocios y trabajos; el soldado
volvia i su antiguo estado Ite ciudadanHl.
Es, pues, la Guerra de S~ces ión manantial de ina;ot.<tbles enseñanzas
y origen de provechos'ls leccion e ~ para los pueblos. Entre los variados t ra_
bajos que pueden analiz:l.r.;e de cualquiera campaña de la. mencionada cont iend a. me he fija.do en las operaciones realizadas en Virginh en 186! por
el in fo rtu nado General l)ope: no pretendo presentar un completo estudio
del mandQ de este General federado , sinQ reseñar ti. la liger,'}. las vicisitudes
pel E ié rcito conlhdo á su mallllo por el Presidente Linco ln. Mas antes de
comenur el trabajo me parece Q!>Qrtu'lo, por va rias ra.zQ'nes, t ranscribir
aqu í el ace rtado j uicio critico que de ambos combatientes hace el distinguidQ Teniente de In fanteda, PrQ f~so r suplente en la Escuela de Guerra de
París, Mr. G. Mueseler.
cl. .. He aqui las fo rmaciQDes reglamentarias prescritas por los neglamentos: das compañías, situadas en dos fib.s, constituian una unidad ~ctica.
mandada PQr el Capitán m:is antiguo. Las campañias impares, 1, :t, 5 y 7,
estaban en pri mera linea y i retaguard ia h ,!.a, 4.", 6. a y 8.&; en Jos fianCQsse I!ituaban las compañias 9,& y 10," que constituían la 1.& y t .o de tirad ores ,
nEn el Norte, los regla mentQs vigentes (Cazey's-Tactics) semej antes:i
los de lo.. (r:lnceses, t uvieron muy PQca aplicación en el combate, efecto
sin duda de la especialidad de la lucha entabh1.da.
~L as forco'lciones del regimiento, cornpuesto de un b!l.talJón , eran las
liguientes:
,
-
10-
1.0 En linea.: ocho compañias de frente, situ:i.ndose las de tiradores 3. retaguardia de las de los flancos.
,! En columna doble, COII una compañia de tiradores en cada Raneo.
(}J/)1JU" 1
3.° En linea de columnas, con la.s compañias de tiradores:i retaguardia
de las de 108 Oancos.
( })¡Jl)J
",- En columna, con las compañías de tiradores en un Oaneo.
f===)
f J)}JJ)
(
(J/J}¡)
)
t=¡
(
)
1==='
t= =¡
1==1
t =¡
))Hacia mención el Regl:l.tnento de h fOftmción del cuadro, pero no se
empIcó nunca, ni :lun en los ejercicios doctrinales.
IlComponiase la brigada, al pie de guerra, de una hateria, cuatro escuadrones y cuatro regimientos, pero i causa de haberse formado con la
-
11 -
Caballería dh"isiones independientes, durante la guerra. no figuraron, sino
al princIpio, los cuatro mencionados escuadl'Oues. La división se componia.
de tres ti. cuatro brigadas y el Cuerpo de Ejército de dos :1 cuatro divisiones, con un efectivo variable entre 10 y !O.OOO hombres.
"Semejantes :i las del Norte eran las formaciones adoptadas por 108
d{'1 Sur, cuyo Reglamento de maniobras (Hardy's-Tactics) puede decirse
era fiel reproducción del francés .
>'IAuR cuando el Reglamento prescribia varias formaciones, la usada
ordinariamente, tanto por unos como por otros, fué la linea. desplegada.
- liLas ensefianzas tacticu-dice un escritor alemán-que se deducen de
la guerra de Secesión, no han sido tan grandes que acusen una. transformación completa en el Arte de la. guerrn¡ pero no obstante, ofrecen bastante
interés y bien merecen ser estudiad!).s. En efecto; aunque eran novicios los
dos ejércitos que luchaban, pertenecitLn sin embargo á UmI. Nación inteligente y prácticaj t()do cua.nt() era considerado coino de verda.dera utilidad,
al momento Ae ponía en ejecución; así, pues, se recurrió en el modo de combatir á métodos no intentados hasta entonces y se experimentaron contra el
adversario las armas de fuego más vari:utas.
"De ese caos confuso de ensayos, experiencias y exped iciones grandes
'1 pequeñas, surgió una. tatUca definida, que fué empleada por los dos combatientes y que bien merece ser examinada en todas sus transformaciones.
"El desenvolvimiento tictico puede sintetizarse en estas tres fascs:
1.· En su primer periodo, ó sea en 18/i 1.
t. a Durante el desarrollo de la t:i.ctictl lineal, en los alios 181) 1-6!.
3." Con la creación de la tá.ctica defensi\·:l., desde IBM hasta la conclusión de la guerra.
»En casi toda la ca.mpalia norte-americana, la iniciativa de la Infanteda. en el sentido verdadero de esta palabra, fué escasa, en tanto que la Caballería maniobró tan activamente, que traspasó los límites h!l8ta entonces
señalados :i. su misión .
• EI Sur, dedicado Ji la agricultura y á la gana..dería, poseyó desde el
principio mayores ventajas que el Norte para la formación de numerosas
y atrevidas tropas de Caballería, que tantos éxitos lograran b:yo la dirección de Jefes tan reputados como Stua.rt, Morgan y el joven Lee.
_ IILa.s formaciones tácticas de la Cabfllleria vflriaron mucho. La Caba_
llería regular, la. de Stuart por ejemplo, formaba en dos filas y atacaba en
linea; por el contrario, los numerosos guerrilleros adoptaron para el combate formaciones aprc.piarlas ó. la naturaleza del terreno y á. la constitución
del cuerpo que venían á formar, sólo en el momento del cnoque, pues termin:'ldo, éste se dispersaban no dejando huella de su e'\istencia. Mosby
(Abo¡;ado) habia adoptaJo una formacion de combate mixta, es decir, tira-
-1!dores á. pie en el centro 1 jinetes en los flancos. Morgan combatla en una
sola linea, etc. Pero lo que caracteriza á. la.s dos Caballerias enemigas. es el
frecu ente c'npleo del combate á. pie.
!lEl regi miento de Cab:.LlIeria constah!l de 1! compañias, con una fuerza de 80 á !lO caba\lo~; los re¡;imientos se agrupaban en brigadas y éstas en
divisiones; en eUfUlto:i la Caball crla ¡livisionaria, variaba de una compañía
:1. dos regimientos la agregada:i cada unidad de Infantería. El mieleo Plincipal de la Caballería se hallaba:i disp')sición del Comanda.nte en Jefe, y
bien servía de unión :1. ¡ GS diversos cuerpos, ó bien operaba separadamente.
nPero donde esta. independenci:t. de la. Caballeria se manifiesta, en el
concepto extratégico, es en las grandes empresas que acomete. Estos raids
tienen por objeto, no sohménte la destrucción de las vía.s fér reas Ó depósitos del enemigo (los 'de Stuart y llo r:{an, Jorest y Wi1son en el territorio
de Alabama), sino la ocupación de algunos puntos importantes. Ciuremos
1M operaciones de Hosser en New-Crccck, de W heeler en Mac·Meriville y
de Wilsón ante Montgomery y Macón.
,.Desde el punto de vis+.a, táctico, vemos:i la Caballería combatir ti pie
frecuentemente en Brandy-Statitm, 'Vest-Point y Five·Yorcks, no excluyéndose, por lo bnto, el empleo de masas de Caballería maniobrando en la
forma usual, como por ejemplo el gran combate de Caballeria de Brandy·
Statlon, la batalla de GettYAburg y otras varias.
nCon objeto, pues, de formarnos idea exacta de una. parte de la Caba·
!lería norte-americana, citaremos las observaciones del General Dukes acer;ca de la tictica de Margan.
)IIAdoptóse entonces-dice el mencionado General-un Reglamento
cOl1'pletamente distinto de los hasta entonces vigentes pa ra la Caballería,
basado en las prescripciúnes usadas por el antiguo ejé rcito federado en la
lucha contra los indios.
"Figurémonos un regimiento.en linea cubriendo su frente con las com·
pañías de los flancos despleg:v;lasj i pie ó á. caballo, generalmente, quedaba
en reserva una pequeña fracción para maniobrar sobre los flancos, proteger
la retir&<1a. ó aqegurar el éxito en caso necesario. Todos los soldados eran
verdaderos jinetes, acostumbr:wos desde su juventud á. manejar con destreZ:L los caballos mas fogosos. Pero como quiera que el mal terreno dificultaba el empleo aun de cortas fracciones de Caballeria, de aquí que el combate :1. pie diese excelentes resultados, tanto por las pocas pérdidas que n08
ocasionaba, cuanto por las numerosas que haciamos al enemigo.
»No contando, por consiguiente, con el auxilio de ninguna. otra arma,
nuestra C:l.balleria debia medirse con• la Infanteria, Artilleria. y Caballería
enemlg:l.!J, :i la vez que apoderar.se de ciudades ó po~iciones fortificad:u.
- 13Vióse, pues, obligada' á. alloptar un .método de combate mediante el cual
no 3010 debla obtener el m:iximum de efecto en un tiempo relativamente pe_
queño, sino tener reunidos <lUS hombres en ('aso adverso ó favorable. Ouando no pudiese encontrar apoyo sino:i l!O Ó 100 [eguas a retaguardia, debía
conmr la Caballería. con sus propios elementos para salir airosa en su dificil
cometido.
)lLa Caballería norte-americana dió pruebas de una movilidad ,extraordinaria: en 18G~, Stuart, en la notable razúa ejecutada i la cabeza de
1. 900 caballos, rodeó todo el ejército de Mac-Clellan, desde Chambeeburg
basta Leesburg, recorriendo!7 leguas en 36 borasj en 1864, en el Kentucky, el General Barbridge hizo!7 leguas en 30 horas, á. fin de sorprender el
campamento del General Morgan.
nCitemos un empleo especial de la Cabaltería.
»Durante la segunda invasión del Mttrylapd, en tanto el ejército de Lee
descendía al valle de Shemandoah, la Caballería de Stuart debía proteger
este mo'Vimiento por el flanco derecho ocupando los desfiladeros que dan
acceso al citado valle. Habituado el enemigo tÍ ver obrar siempre de una
manera independiente tÍ Stllart, no dudó desde el primer instante que este
movimiento se verificaba en combinación con el del resto del ejército confederado, que Lee, mediante una atrevida marcha, habia conducido desde el
""lIe del Rappahannock hasta el de Shenandoah. Stuart, en efecto, 'Verificando notables incursiones, contuvo el atnque de los contrarios.
)lEn resumen; en lo concerniente i la Caballería, la Guerra de Secesión
ofrece buenas enseñanzas. Utilizando el arma de fuego, la Caballería norteamericana obtuvo una defensiva y una consistencia tal, que gran parte de
la europea basta la fecha no ha podido lograr sin el concurso dp. las otras
dos armas.
-nLa Artillería empleóse de un modo adecuado, siendo superior la eficacia de la federada, á, partir del tercer año de la guerra, debido a 108 grandes recursos de que pudieron disponer los Estados del Norte, cuya industria
alcanzaba par entonces un grado floreciente.
_Una guerra de sitios (la de Secesión ha revestido este carácter) permitió, por consiguiente, el empleo frecuente de la Artillería, con las ventajas
ó dificultatles qlle el terreno ofrecia. Los inconvenientes presentados fueron
cansa dt! que muchas vece,; no se pudiesen obtener totloslos resultatlos que
se esperab:m tle la precisión en el tiro Je las pie:i':ls rayatlasj asi pues, en las
extensas regiolles forestales se empleó mucho la metralla 'j el sbrapnel: es~
ta es la razón de que en cinco años Je gueria las piezas Ii~as se utili~ron
con tanto éxito como las rayadas. Los parütlarios tlel empleo tle la Artillería
lisa invocaron en aquella. época, corro argumento de sus teorías, ese empleo
alternativo de las pieza.s rayatlas 'j de las lisae, sin tener en cuenta los mo-
tivos• que
-14-
obligaron :i. los combatientes ti. no decidirse completamente por
los cañones r.'\yados.
lli\1as 10 que caracteriza i la Artilleria norte·america.na es su resolución
para el avance y su persistencia en la defens!I. de las posiciones ocupad3.s.
sufriendo, no obstante, pérdidas considerables. Por lo demás, es de notarse
en la Artilleria. norte-americana, la intensidad en el fuego antes que la precisión en el tiro.
»En cuanto a la organización y empleo táctico de la Artillería norteamericana, mientras una parte se hallaba agregada i las divisiones y brigadas de Infanteria, á razón de cuatro baterias próximamente por división,
el resto constituia la reserva. La Artilleria á caballo se hallaba incorporada la Caballeria, y la que casi siempre se empleaba en los movimientos
dirigidos contra los flancos ó retaguardia del enemigo, á causa de la poca
movilidad de la Artilleria montada; 'en la vanguardia, la A.rtilleria. á caballo y la montada entraban en la misma proporción, Para los pasos de rios,
caso tan frecuente en eeta guerra, estaba admitido en principio que 1:t
Artilleria debía acompañar ti las tropas de vanguardia,
»Principiaba el combate, abriendo su fuego la Artillería; las baterias
divisionarias se situaban en los flancos de sus respectivas fracciones, Generalmente, el ejérCito atacado se establecía en posiciones de antemano elegidas; atrincheramiento y estacadas apoyaban las baterias, que venían á
ser los puntos dominantes de la posición.
uFrecuentemente, la acción de la Artilleria reduciase ti un minimun¡,
así se ve :i una sola pieza defender con fuego de metralla la entrada del cs..
mino de un bosque.
nEn cambio, cuando se trataba de dar un golpe decisivo, se reunian lo
más pronto posible las baterías de reserva y las divisionarias. Asi sucedió,
en efecto, en la batall3. de Fredericksburg (Virginia) el 3 de Diciembre de
1H6~: Burnside protegió con toda su Artillería el edablecimiento de tres
puentes sobre el Rappahannok, En Murfrusboro, Rosencranz salvó el ala
derecha que se hallaba gravemente comprometida, colocando toda la ArtilIeria disponible á la derecha de su centro, perpendicularmente a la linea de
batalla; gracias i esta hábil maniobra pudo Rosencranz detener el empuje
de los victoriosos confederados. En Chancelorsville (Virginia), el éxito alcanzado I-or los confederados en su segunda jornada debió) e principalmente al
acertado empleo de una batería de ~O piezas rayadas que batió con fuegos
de enfilada. los atrincheramientos contrarios, causándoles enormes pérdidas.
nEo Gettipsburg (Pensilvania), Lee inició el ataque decisivo contra el
centro de la linea enemiga, con el fuego de J~1:i piezas, al que respondieron,
con otro no menos vivísimo, las baterías federadas, que Meade habia re·Jnido en su centro, La posición disputada era la coJina del cementerio que
a
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15-
domina i Gettipsburg. Este duelo de Artillería entre 60 baterías, de ba
que un tercio eran rayadas, duró unas tres horas, oscilando las distancias
entre 800 y !.OOO pasoa. En el cementerio tenían los unionista.!' algunas piezas cargadas con bote de metralla. preparadas i lanzarlos contra las columnas contrarias destinadas al asalto; al cabo de tres horas de violento cañoneo, los federados, divididos en tres columnas, se dirigieron al a.salto de la
colina del cementerio, pero la. metralla. de 108 federa108 les obligó á retroceder, después de desesperados esfuerzos hechos para ser dueños de aquella
importante posición.
--- ))Nota característica. de la guerra. norte-americana fué el constante
empleo de los atrincheramientos, 'pues i pesar de la escasez de tropas especiales de ingenieros, estableciéronse aquéllos con una habilidad y rapidez
verd~Hjeramente admirables. En este sentido, el soldado norte-america.no
mostróse infatigable. Muchas veces hubo nece.idad de establecer losatrlnchelamienlos en zonus forestales; frecuentemente, en vez de construir
atrincheramientos, se roturaban cierlas parte" del bosque, siguiendo el trazado de una obra regular; asimismo se establecian varias lineas de atrincheramientos que sucesivamente eran ocupadas con arreglo á las fases del
combate. Semejantes luchas de posición en posición, se lostenian durante
varios di:lSj asi sucedió, en efecto, con las batallas de Richmond, CentreviIle, Murgrúsboro, Chancelorville, Gettipsburg y otras varias, cuya. duraciÓn
fué de dos á l:Ilete días.
-»IU servicio de vanguardias, de importancia capital, bizose en la mayoría de los cuerpos, y especialmente en el comienzo de la guerra, con gran
abandono; corno quiera que no fuese muy conocido el terreno donde se
operaba, las tropas en reposo, temerosas de ser atacadas de improviso, tuvieron necesidad tle atrincherar sus camplUllentos y de confiar al alcance
¡Iel cañón ¡!lS deficiencias de un buen servicio de seguridad, cuya acción se
extendiese á gran dis\:lncia de los campamentos; se destacaron pequeños
puestos cuya vigilnncia em muy escasa. Estos puestos aV!lnzados, constituidos por Infanteda ó Caballería, segun las circunstancias, formaban una
linea compuesta de cuatro hombres, situados :i 500 metros del campamento. Dichos puestos no te relevaban aialadamente, sino de una vez p!lra
toda la linea.
»En cuanto :i los reconocimientos, en ninguna guerra como en ésta. se
hi~o uso tan frecuente como estéril Los reconocimientos ofensivos, en su
verdadero sentido, no fuelon muy emple!l.dos. En cambio se intentaron en
e:tt!l. guerr:l todos los inventos, aunque sin resulta.do satisfactorio, desde el
~ncillo reconocimiento del terreno efectuado desde )0 alto de un árbol,
hast..'\ los lIe\'adoo á cabo por gr!l.ntles nucleos de Caballeria. Los globos cauth'oo oie utili1.arolt !lsimismo en gran escala.
-
16-
.. La falta de un E . M. hien orgllni7.alo y la ausencia de detalladas C:lrtas condujeron frecuentemente ti muchas dudas en la dirección de las tropas. El sistema norte-americtmo de cada uno para si, observndo individualmente por Oficiales y soldados, rué aplicado por 108 mism08 Cuerpos de
Ejército. Las funciones de 108 Ayudantes de E. M. limitáronse ti la tran&misión de ordenes del Comandante en Jefe, sin que dichos Oficiales se preocupasen lo más minimo de su cumplimiento. Los Ayudnntes de Campo que
cstaban ti las órdenes de un General, podian comunicar verbalmente las
órdenes, pero no reuni:m conocimientos suficientes para deenrrollarlns ó
modificarlas, seglÍn lo creyesen conveniente. El telégrafo, si bien es cierto
que unía entre sí á los diversos cuerpos, desaparecía en las marchas tácticas, quedando entonces sin comunicaCión unas tropas con otras.
• Los Estados Mayores carecían de cartas topo¡raficus, pues sólo exi~
tian las de las costas. Asl, pues, se procedió desde el princIpio de la campaña:i oNener levantamientos rápidos que fueron en seguida fotografiadoaj se
comprende, pues, el poco partido que se pudo obtener con tan Incompletos
datos.
lILa. ausencia de pla nol! acarreó frecuenl emE'nte las mas graves comel
cuencias. En efecto, la víspera de la batalla de Chancelorsville llegaba el
ComanJ::mte en J efe del ejército federado, Hoocker,:i las proximidades Jecampo de batallaj mllS desconociendo los bosques donde se encontraba, empicó veinticuatro homs en los reconocimientos efectuados, en cuyo tiempo
su adversario se aprovechó de las ventajas del terreno, inutilizando los buenos propósitos de los federados.
IINótase-dlce un escritor alem:in,-sobre todo en las operaciones de
los federados, una gran lentitud y mucha irresohlción, que contrastan singularmente con la decisión, actividad y valor del americano, consIderado
individualmente. ¿Cual era la causa? ¿El exagerado desarrollo de la iniciativa individual habia matado la energill del todol ¡La costumbre de no contarse mñs que sel!"uro de si propio y de no trabajar sino para. si, hacía desconfiar del concurso del compañero! ¿El norte-americano que no habia
aprendido a. obedecer, experimentabll, por consiguiente, la dificultad de
mandar? Cualquiera que fuese el atre"imiento y la persevernncia norteamericana, no se pudo hacer desaparecer la lentitud é incertidumbre manifestadas por 108 federados en sus muchas opernciones.
»Cuando la guerra declina, los f/Xlerados ya no pueden marchar contra
el enemigo y atacarlo en su propio terreno, pues constituye partl ellos una
emprestl. casi imposible; asf es que prefieren la guerra lenta y metódica, DO
dejando nada á la casualidad.
lISemejante lentitud en las operaciones era la resultante de la composición de los ejércitosj la di~ciplilla Be encontraba un tanto relajada. Las di-
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17-
versas opiniones y las volunta.Jes individuales desemptñaron un gran pape]
en lo! ejércitos de milicias y de voluntarios! el Jefe debia muchas "eces
cerciorarse de si las órdenes eran cumplida.!', pues estaba seguro de que no
h311ándose IIgados:i él sus subordinados por los I:lzos de la di~ciplina y del
deber, la obedienci:l no era muy :ldicta. Ocurrió frecuentemente ver idos
tropl.\8 enemigas que en vez de tltacarse, una vez est::tblecido e l contacto, se
atrincheraban en sus posiciones efperando cada una el empuje de la contraria; en la víspera de la bat3l1a de Chancelorsville. ambos contendientes ap ro~
vecharon la noche para fortificarse respectivamente en una serie de obras,
tan extensas como completas, siendo Lee el que tomó la ofensiva a l día
Ilguiente.
uRn el último periodo de l(l guerro, la batalla de Cold·Harbour nos
ofrece análogo ejemplo. El comoote, propiamente dicho, no duró sino desde l:ls cinco ti las ocho de la mañnn3, siendo rechazndos por Lee todos los
fltaques de Grant. P:mldo este tiempo los dos ejércitos se atrincherar on, y
dur ante el resto del día no hubo sino pequeños tiroteos, siendo digno de
notarse que en fllgunos puntoe de la línea de batalla, tan próximos se encontraban los advenario~, que no fie a rr ie~8aban á levantar la ctlbeza por encima de los parapeto!, temerosos de ser muertos al momento por los eont ra rios.
~Otro error táctico cometido frecuentemente es el excesivo desur o Uo
dado al frente. En semejante situación estaba el t.jército federado en la pr imera posición de Chancelorsville, cuyo ll:.nco derecho apoyábase además
en un terreno cubierto que no se habia reconocido oportunamente. Merced
i esta. circunstancia., pudo Stonewall-Jnckson, si n ser aperclhido, ejecuta r
con la mitad de l ejército confederado el movimiento envolvente que le condujo sobre el flanco derecbo del ejército fede rado.
'
uLa. batalla. de tr es días, librada en Atlanta, cuando ter minaba S herman
su expedición :L través de la Georgia, nos ofrece un ejemplo semejante.
Sherman habia ordenado una m:ucha. con(éntr ica.. en dirección de Atlanta.
Durante tres días, los cuerpos perdie ron el (ontacto, result:mdo que la linea
de batalla ocupó una extensión cOll6iderabJe y sin previo enlacej única_
mente en la. noche q ue precediÓ al segundo día de lucha. es cuando la unión
entre las diferentes fracciones se llevÓ á. cabo, debida, más que á felices disposiciones, :i la tenacidad de las t ropas.
)lDigamos algo referente alas relacion('s entre el Gobierno y los caudillos de los ejércitos en operaciones.
nAntes de que Grant fuese nombrado General en Jefe de todos los ejércilos fedelados. cada uno de estos obraba de modo independiente: :lun cuantlo txiUia en W ashington un Comandante en J efe, la aul(¡lldad de éste era
más bien iluloria que rea l. Ademas otro poder, el Preslcente!.le la RepubhA
,
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ca, intel'\'Íno ó pretendía intervenir en la dirección de los ejércitos. Casi
nunca se llegó ti una inteligencia entre estas autoridades, cuyas discordias
tanto abundaron y tan fun estos resultados produjeron.
)}Por ejemplo, Mac-CJellan, Comandante en Jefe del Ejército de Potom:tc, obró nada. en consonancia con las órdenes qne le fueron transmitidas.
En su campaña de James-Jorck contra Richmond, operó con una indepencia grande, hasta. el punto de dirigir al propio Presidente acres censuras
por la politica que éste pretendía usar; en dicha campaña, durante once días,
dejó en suspenso la orden que habia recibido de reembarcar su ejército.
)lEn la c~mpaña del Potomac se resistió a pasar el río, 'no obstante 108
reiter!ldos mandatos del Comandante en Jefe, Halleck; el 6 de Octubre éste
le transmitió una. orden terminante del Presideute para que avanzase. Obedeció. pero al mismo tiempo el 7 de Octubre, dirigió ri su ejército una orden del dia en la que protestaba. con violencia contra el decreto de emano
cipación de los esclavos, publicado por Lincoln el !:! de Septiembre.
))El 9 de Noviembre de 186:2, Burnaide, sucesor de Mac-Clellan, envió
:i Washignton, para la aprobación del Gobierno, un detallado plan de opera
dones. En vez de prestar el Gobierno Supremo su asentimiento, el Comandante en Jefe, General Balleck, se presentó en Warrenton el dia U para
aconsejar:i. Burnsidc renunciase i su plfln y cumpliese el impuesto por el
Gobierno unionist9.. Bumside, no pudiendo decidirse, consintió en modificar su plan, en el sentido de que el ejército f.anquease el Rappah:mnock
superior y se encaminase hacia las alturas de Fredericksburg para operar
por la orilln meridional, en vez de hacerlo por la contraria. A su regreso :i
Washintong, Halleck sometió el nuevo plan nI Presidente y al Secretario de
la Guerra, mereciendiendo su aprob3ción, en vi~ta de 10 cual recibió Burnside, el dia 14, autorización telegráfica para su ejecución.
»E1 15 de Noviembre comenzó Burnside las operaciones, pero ajustándolas al primitivo plan: a las observaciones que le dirigiera el Gobierno, contestó manifestándole que asumia la responsabilidad completa de sus
actos.
JlRe aquí probado hasta qué punto los la1..os de la disciplina eran frecuentemente muy débiles, cuya desastrosa consecuencia provenia sin duda
de la intervención del poder central.
})Derrotado en Fredericksburg, Burnside, no obstante el estado nada
satisfactorio de su ejército, habia proyectado tomar una .. igorosa ofensiva.
Pero dos de sus Generales, Newton y Cochrane, lIbandonando secretamente
el ejército, presentáronse apresuradampnte en Washintong al Presidente,
diciemloie que las tropas se encontraban en un estaño completo de desmoral ización. Lincoln, tomando en cuenta lo manifestado por aquellos dos Generales, les despidió diciéndoles que, ~encanta.do de que se hubiesen diri~i-
-
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do :i su persona, creia que :llgun bien resultaría de aquella entrevista», Al
misml) tiempo, telegrafiaba á B!.lrnslde lo siguiente: «poderosas razones me
obligan á deciros que no emprendáis movimiento alguno sin antes darme
cuenta)). Burnside presentóse en Wnshington á pedir explicación acorea d~
alcance del anterior telegrama; mas noticioso de que dos Generalell, abanlIonando el mando de sus tropas, habían acudido i Washington y hecho presente al Presidente que IIU ejército estaba desmoralizado y tod08 los Generales er:m contrarios i 8U plan, pidió enérgicamente i Lineoln el nombre de
aquellos d08 Generales que tan gravemente bahí!!.n faltado:i la disciplina,
para que sobre ellos cayese el rigor del Código. El Presidente no accedió á
lo que solicluba. Burnside, que con In. mayor penn. 'Volvió i su poesto.
• Poco tiempo des¡:ués, en vista de que el espiritu de indisciplina 3.'10mah:1 con graves c:lracteres en su ejército y l:l hostilidad sorda amenazaoo
transformarse en diarios motines, resolvió BurnEtlde cortar el m:tl de raiz.
Publicó al efecto una orden del (Ha. en la cual salvó la. aprobllción del Pre~
,idente; separaba del ejército á. 108 Genernles HookN. Brorks y r.-ewton,
enviaba a disposición del Secretario de la Guerra, i fin de ser destin:ldos á
otros puntos, á los Generales Frankin, Smith, Sturges, Ferrero y Cochrane,
y aplicaba la pena de muerte á v:arlos desertores.
»Temiendo la escasa adhesión de Generales no muy afectos d sus dispoSiciones, y no contando sino con SU!! propias fuerzas, Burnside acudió :i
Washington parll pedir al Presidente, ó la. aprobación de su orden general,
ó el relevo del alto cargo que desempeñaba. Lincoln, si bien le dló la. razón,
desde luego le hizo saber que no podía decidirse sin oir antes á los Generales separados de sus mandos.
nDespués de lnrgas negociaciones, Lineo!n ratificó la orden general,
pero al mismo tiempo separaba ti. Burnslde del alto cargo de General en Jefe, concediéndoselo á. Hoocker, uno de los Generales comprometldoll. A
fuerza de Insistentes ruegos, Burnside aceptó el mando del dep:lrtamento
militar de Ohio.
_En re,umen: en esta. larga y sangrienta campaña puede observarse
cuin desastrosas consecuencias acarreó la insuficiencia del ejército permanente y el empleo de tropas de milicias y voluntarios. El número de Jefes
idóneos fue reducido: el E. M., no preparándose en la paz para la guerra,
dejó de cumplir con su misión. El reducido ejercito regular no se hallaba
impulsado por los progresos de su época; SUII Oficiales carecieron de experiencia, allí como de la !'uficienle instrucción teórica. Los cuerpos de milicias y voluntarios, que en casi todos los ejércitos constituyen la parte auxiItar, formarron en la Guerra de Secesión el núcleo principal; su falta de instrucciÓn y dlllClplina hizo que la guerra se prolongara por espacio de cinco
añoa, ocasionando perdidas considerables.'
¡
,n
"
-11 -
JI
Organización nel Ej~ rcil() confiado al General Pope.-Ocupación de Culpepper.-Gourt._
House y orden general de avance.-Pope retroéede á 111. linea del Ihpidan.-Jack_
son se poDe en marcha el 7 de Agosto ¡)ara atacar' Popo.-Batalla de Cedar._
Mountain.-Pope relroeede eruundo t'l RappahanDock.-Popo solicita refuenos._
Lee se propone envolver el naneo derecho de lo.~ federados: grave situación de l.
brigada Early ,_ Audacia de 105 confedcrados.-Pope cree quo lO! separatistas VID
á atacar su flanco derecho.-AforLullado
roia llevado 11 cabo por tres divisiones 000-
fedcradas.-lnstruccionC5 de POJ}C ¡lira .... brar con vigor.-Los confederados retrocedcD.-Hatalla de Manassas-Gap.-Batalla del 30 de Agoslo.-Relirada de Pope._
néslituciólI de este General.-Bajas do federados y confederados durante la campa-
ña tic Virginia.
Hojeando alguno, libros de la Guerra de Secesión, la!! operaciones del
General Pope han cautivado mi atención, tanto por el infortunio de este
ilustre caudillo, cuanto por las proezas de federadu y confederadas; no me
propongo hacer un detenido estudio, que ocuparía buen numero de cuartillas, sino una breve reseña de 13.5 operaciones realiza.du bajo el mando de
Pope, con cuyo ligero bosquejo no haré sino presentar el ímpetu arrollador
de los unos y la admirable re",istencia de los contrarios, pues contrasta, en
efecto, la unidad de pensamiento militar de los separatistas frente a las fatales diferencia! entre el Gobierno de WashiDglon y el General en Jefe de
los unionisW.
El dominado Ejército de Virginia, cuyo mando confió el Presidente Lincoln, al General Pope, se componí!\ de cuatro Cuerpos de Ejercito, manda_
dos por los Generales Sigel, Banke, Mac-Dowell y Burnside. He aqui la orgll.nh;aeión y fuerza de J08 mencionados Cuerpos;
-ul' divisidn .-Schenck ..
o •••••
11,' brigada.-Mae-Lean.
2.' bri¡;:ada.-St.ahel.
Primer Cuerpo.- ( 2:' dIVISlÓn.-Stcinwchr,. . .... t.. brigada.-Bohlcn.
Sigel. .. . . . ... (,.
d'IVISI
" dn. _o-h
1,' bri¡;ada.-Krysanowsky.
·
.x; un ...... . .
2,' brigada.-Schimmclp-fennig.
Brigada Milroy.
L' brigada.-Crawford.
l.' divisiÓn.-Williams , .....• 2.' brigada. -Gordon.
!
13.: br~gada.-Go~ m an.
Sei;tunrlo Cuerpo.-
Danks.... . .. . {
11. brlgada. - Prmee.
2.' división.- Augur.•... ' ..•• 2,' brigada .- Gcary.
.
3.' br'gada.-Grccn.
,
L 'brlgada.
- Tower.
L' división.-Riekells., . ..... 2,' hrigada.- HartsuIT.
3,' brigada.-Carrcll •
... hrigada.-Durcya.
Tercer Cuer{i. '\ 1 • brigada.-Patriek.
Ma~Dowe L... 2' d' "d
K'
2,' brigada.-Ooubleday.
•
IVISI n.·- 10(> •••••••••••
3." brigada.-Gibbon.
4.' brigada.-Hatch.
0,
jI.' brigada.-Piatt. '
, '6
3· • d'IVISI
n.-;;»urges .. ..... ,. 2 ' b' I
, . n"a( a.
I
(1
.••.•.•.
!
División de Caballerfa,-Cox ...
1
l.' brigada.
2.' brigada .
• d' , ' d
S
\ l.' brigada.
'
9." Cuerpo inde- 2 · IVISI n.- teven! ... . ..... 12. • brigada.
pendcndiente.Burnside ..... 3.' división.-Parke, .•....... ' \ ,\.: bbr!gadd.,
(. Tlga a.
I ·• d'IV ,ISI'd D. - ReDa . ••
i.:
brigada.-Bayard .
2. brigada ._ Buford .
La fuerza de los tres Cuerpos de Ejército era la que sigue:
Primer Cuerpo .. . . ' . ...
Segundo (d . .. , . .. .. " ... , ....
Tercer Id . . , ..... . ........ . "
TOT4L, •••.••. , .•
Infantería.
Caballeria.
Artillería.
10.550
t3.3i3
1.730
'.10.!
2.9Q.
1.224
'71
13.228
18.671
21.479
8.738
3.U3
33.:178
~
,497
•
918
Tolal.
_ Designado, pues, el General Pope por el Gobierno Supremo para man dar el Ejército llamado de Virginia, acudió aquél desde el Oeste, donde se
-!3 operando, y bien pronto ganóse la confianza de SU!! subordinados
protecon la bondad de sus disposieiones; su objetivo, en un principio, era
por el
nd
Richmo
:i
aba
ger á Washin gton y Maryland, á la par que amen.n
Norte.
En virtud de 'órdenes dictadas desde Washington por Pope, Banks
ria
partió con la primer a brigada de la primer a división y toda su caballe
i
punto
este
desde
a:amenaz
de
para Culpepper-Court-Housc, con objeto
de
rdia
vangua
la
!l.!l,
neces'l.ri
iones
Gordon svillc; avanz::Lndo con I:l.s precauc
, y
Banks, ocupó Culpepper-Court-House sin resistencia de niogtin género
cono9C
que
e
obstant
no
cia,
existen
su
sin que el enemigo diera señales de
sale de
eia eu proximidad. Mandando el General Hatch toda la Caballeria,
hasta
imiento
reconoc
un
r
efectua
de
fin
el
Culpepper-Court-House con
:i.
llega
cuando
pero
férrea;
vía
la.
a
retirad
la.
en
Gordollsville, destruy endo
l
Genera
el
que
Batch,
sabe
1861,
do
Madison-Court-House, el17 de Julio
el
posición
la
o
ocupad
ya
habia
Lee,
de
Ejército
Ewell, con una división del
que sin
día anterio rj recibe entonces instrucciones el Genera l Batch, para
s
hombre
i.O(t(t
de
cabeza
la
á.
d,ge,
Blue-Ri
hacia
dirija
pé rdida. de tiempo se
de
y destruy a la vía férreaj mas victima sin duda del temor que se apoderó
aapresur
dió
retroce
io,
contrar
ejercito
so
numero
el
él 31 encontr3.roe con
nte
semeja
por
Batch
o
relevad
s;
recibida
órdenes
las
r
dament e, sin cumpli
conducta, fue sustitui do por el General Buford.
l
Al mismo tiempo quc se verificaban esta~ ex:pediclonea, el Genera
la
r
King, avanza ba con algun:ls destacamentos de Caballeria para destrui
nd y el
linea férrea y de este modl) cortar las comunicaciones entre Rbhmo
emprevalle de Virginia, logra.ndo realiza r con bastant e éxito su atrevid a
y de las
sa. Conocedor, pues, el General Pope de la situación de sus tropas
su
todo
:i
disposiciones de las enemigas, da la orden general de avance
r,
m:trcha
:i
Ejército, que en los primeros días de Julio de 186! comienz:l.
la
de
n
segun todas las reglas del Arte de la guerra, siguiendo la direcció
vía férrea de Orange.
que las
- Sin que el enemig o entorpeciese este movimiento, :i pesar de
rdia
vangua
precauciones tomadas durante la marcha fuerOn extrem adas, In.
punto
ocupó sin resistencia :tlgun:l el 17 de Julio, á Orange-Court-Housc,
el Genesituado a cinco y media millas de Gordom ville. Como quiera. que
Orande
salió
ral Pope pen!l..'\ba atacar i GordonsvilJe con todas 8US tropas,
creía
él
q:le
las
ge-Gourt- Rouse para caer con su numeroso ejército sobre
este
de
salir
de
exiguas fuerzas defensoras de Gordonsvillej mas á. poco
ero
"innúm
el
por
~
punto, los exploradores uninnist:u retrocedieron, acosado
en
recibió
se
que
noticia
de jinetes confederndO!l. ESL'l. impresión, unida a la
contra
ban
marcha
PI Cu:trtel General de que numero!las fuerzas enemig as
em'uelt o
el, obligaron al Gener.:l.1 en Jefe no proseguir por temDr ti verse
h~lIa.ba
a
-!t-
J batido; en su consecuencia., retro::edió apresuradamente á la. linea del Rapidan, donde creyó POpo:l podía esperar tranqui lamente á su adver83.rio.
En l:t urde del t de Ago~to, el aguerrido Carone] vi rginiano, Joho
Mosby, después de desembarcar en Aikins-L'l.uding, marrha apresuradamente al Cuutel General de Lee, anunciando :i éste que el Cuerpo de Duroslde esta!):!. aquellt misma mañ:l.na embarcando con dirección :i. AquiaCreeck. La nueva tlel Cafone1 Mosby dió lugar :í que Lee tran8mitiese rápidas órdene'J á fin de atacar ti P"pe ante~ de que se verificase la unión de
Bumslde al General en Jefe del ejército de Virginia; en su consecuencia,
Jackson se puso en marcha el 7 de Agosto para dar el ataque á. las fuen:il.S
de Pope en Culpepper con sus trel divisiones, que ca.'ninab:1-n en este orden:
Ewell el primero, despuélJ Winder y en tercer luga.r RUI , formando en rotal un09 30.000 hombrelJ. El 8 de A.gosto, la cab:lIleria de lo! sep:tratistae,
siguiendo el camino de Culpepp ~ r-Orang<!, p:tsó en la t:mle de dicho día el
rlo R1.pidan por Barnett3-Ford .
--Creyendo Pope, al uber el P,l90 del Rapidan por los confeder:tdos, que
éstos avanzarían por el camino principal que une ti. Cu lpepper con Orange,
concentró todas SUi tropas :i vanguarcia. del prime ro de estos puntos y en
él estableció su Cuartel Geneul. Ocupaban las fuerzas fede rales la linea formada por el camino Culpepper-Sperryville, de eJte modo: en la izquierda y
en Culpepper, la división Recketts con la. brigad1. Crawford del Cuerpo de
B:lnk9: en el centro yen el puente de Hazel-River, D'lnks, yen la derecha
en Sperry ville, el primer Cuerpo. Ante la proximid:td del enemigo, Pope dió
órdenes para el movimiento de IJUS tropaq con Objeto de que se concentraIICn á. vanguardia de Culpepperj en la tarJe del dia 8 de AgoJto, la brif;ada.
Crawford uni:\se d. la de Cab'\lIeria de Dlyard en C!d:lf - ~l ount:l.in, á. 1! kilómetros d. . Culpepper, Sigel vivaqueabJ. en Hazel-Ri ver-Bridge y Danksllegaba:i Culpepper. El !lb. 9, sin conocer Ins intentos de las tropas confederadas, los unionistal4 prosiguieron avanundo; en las primeras horas de I:l.
m'\ñ '\na, mientras Sigel se est1blecía en CLilpepper, B.mks rlirigíase hacia
Cedar-Mountain, en cuyos al rededores se encontraba desde el dia anterior
la.. brigada Crawford.
Entrehnto, Jackion, que con un Cuerpo de Ejército acauaba de llegar
de Richmond, no bien hub) establecido el contacto con los soldados de
Pope, per$uadióse al m()mento de la debilidad que ofrecia un frente tan extenqo c()mo era el que ocupabJ.n los federad()~. D~seoso, pues, de atacar:i
la división Danb que, apoy'Lda p()r el General Dowell, emprendía un movimiento retrógrado hacia el Rapidan, ordena el General conf~derad() Jackson
que sus tropas ocupen aprelluradamente las pendientes septentriona le s de
la montaña de Cedar, desde la que,:i modo de ob3ervntorio ine:-.pugnable,
pueden diviaar tranquilamente los movimientos del contra rio. Cuando las
-!5 -
\
av&,oz&.daa de B:mh creen ser dueñas de la, posieión de Cedir, unas cuantas
descargas le! advierten, de modo harto triste, que ban acudido tarde . •
Creyendo Banks que ante si sólo tiene la vanguardia enemiga, confia
en aphstar á 13.5 fuerzas eeparatistas con el número y arrojo de Il)s suyos,
yal efectll coloca la división Augur en la izqui!!rda, Prince en el camino y
Greary en la derecha; la brigada Cr:twford cer.;:3. de Greary, la división Wil80n á la derecha de éste y la brigada Gordon con la caballerÍ:l en el Raneo
derecho.
A las cuatro y media pr¡)"lmamente,atncan las fllereas de Jackson, cuando aun no han terminado 109 unioni~t:\9 sus movimientos. EWIlIt con I:ls dos
brigad:l9 (Trlmb y Hay) deberia posesioo3.rse de Cedar-llounhin para amenazar desd e esta magnifica posición el fhnco izquierdo de B9.nks, al mismo
tiempo que la brigada E9.rly debia empeñar el combate concentrando su
atención en Culpepper.
Early se diri~e resueltamente con su brigada en orden de batalla por la
derecha del camino, mas cuando después de hábil maniobra. corona la cresta de una colina, el intenso fu ego de la artillería de Prince y Greary le obliga i retroceder, buscando refugio tras aquella posiciónj el cañón llama al cañón, y bien pronto comienz \ un duelo horrible en tre amb:\s artillerías, pues
la de Early ha acudido precipitadamente. La segunda división de Jack80n,
mandada por Winder, despliega i la izquierda del camino de Culpepper y
abre violento fuego de cañón y fusil sobre las tropas unionistas. Ewell, entretanto, termina su movimiento envolvente y comienza ti cañonear vivamente las po!iciones de Greary .
.Esperando Jackson la incorporación de HUI, se contenta con cañonear
furiosamente las posicione3 de los contra.rlos, sin arriesgarse en prematuros
ataque!; B~nks cree, por el contrario, que est:u dudas del enemigo encierran una superioridad en los suyos y una debilidad encubierta en las lineas
de [0'1 separatistas. Resuel to á la orensiva, orJena Bmks un ataque gene ral. Prince y Greary, con sus brigadas, avanzan resueltamente desafiando el
nutrido fuego de 109 sepnatistas, mas de p:'onto se ven detenidos por un cruzado y horrible ruego de la Infantería y artilleria contrariaj la primera brig;da del CuerpD de Hil! se incorpora á Early en el momento oportuno, cuando los federados marchan impetuos09 al ataquej heridos gravemente la, dos
Generales, Augur y Gre:try y ~iezmfl.da9 I:u dos brig:ldas, se retiran éstas á
sus primitivas posiciones. Grilen, que no había. recibido órdenes para el ata.
que, continuó en el bosque donde se enc')ntr.:tba. (extrema izquierda) sufriendo un horrible fuego de la artilleria enemiga.
Más afortunada el ala derecha de los federados, quizi si Pope hubiese
conocido tanto la situación de SU9 tropas como la de los contrarios, el éxito
de Williams habriase traducido seguramMte en victoria para 109 unionistas.
-!6 Al mismo tiempo que Ea"ly era atacado desgraciadamente por las dos brigadas anteriores, el ala. derecha caía con enérgica desesperación sobre la división Winder¡ la. brigada Craw:ford, reb:uando la brigada separatista Talia.jerro y en'loh"¡éndola en sus mortíferas d~carga.s, no sólo la desbanda, sino
que el desorden que produce J:¡, precipitada fuga de los de aquella brigada
se comunica á. gran parte de la de EMIr.
Un momento mas y la confusión puede generaliza.rse por completo en
el campo de los confederados: Jackson, que aprecia el peligro, con el acento de sus palabras y con el fuego de sus miradas detiene i los atolondrados
fugitivos;:1.1 grito de uStonewall-Jacksonn sus soldados se reanimaron, y los
que pocos momentos :lutes volvb,n la espalda al enemigo, atacan entusin.stas la!! tropn.s de Crawford, que privadas de todo auxilio, luchan denodadamente con Ronald por su frente y Campbell por el flanco derecho, Gortlon
acude en socorro de Crawford y presencia de lejos el heroismo de aquella.
infortunada. brigada unionista, teniendo á su vez que luchar con numerosas
fuerzas que se incorporan á los separatistas, y cuya presencia viene a conpletar la vidori:a. de las tropas de Lee.
Destrozado B:a.nks en toda la linea, concentr:a. todas sus fuerzas un
poco más a. retaguardia; Jackson, á su vez, ordena el avance de las
suyas y las establece en las posiciones ocupadas aquella tarde por sus
adversarios. Con un violento cañoneo, muy disminuido :i intervalos,
retroceden los federados y avanzan los contrarios, hasta que 1:1.5 primeras
sombras de la noche ponen fin a.l combate iniciado en Cedar-Mountain.
Despué3 de dos ó tres horas de encarnizad:t pelea; después de haber luchado con admirable tesón; después de haber prodigado su sangre y su valor, los federados sufrían dolorosas pérdidas: t.OOO hombres entre muertos
y heridos,' 400 prisioneros, entre ellos el General Prince, un cañón y o.30!
a.rmas;
muertos y 1.070 heridos, entre los cuales ligurab:a.n los Coroneles Williams y Sheffield, fueron los que experimentó Jackson en su afortunado ataque.
- E l 10 de Agosto, la división King, procedente de Frederiksburg, vino
:i engrosar los mermados y abatidos restos de la de Banks; con este refuerzo eficaz, Pope creyó vengar el desastre del dia anterior, atacando vigorosamente In. montaña de Cedar, donde habían pernoctado desputh del comba.te las tropas de Jackson; mas comprendiendo este General confederado que
sostenerse en la posición citada era 8umafI}enle expuesto, pues veia en gran
peligro sus comunicaciones, decidió retirarse silenciosamente cruzando el
Rapidan. Cuando los exploradores federados conocieron el movimiento iniciado por los contrarios intentaron cerrarles el pasoj pero por fortuna para
aquéllos, el General Pope, temiendo a.lguna falsa demostración de las tropas
de lackson, procedió con caute!:l. y no se aventuró en una persecución que
ua
probablemente hubiese sido la ruina total del ejército cont\ado á. sus cuidadosj efect,ivamente, el ejército separD.tista se estaba concentrando para
caer sobre el unionista.. Prudente y escarmentado. se apresuró Pope á. re~
troceder cruzando el RappahD.nnock sin que experimentase bD.ja. alguna, gracias :i. sus hJ.biles disposiciones. No era, ala verdad, nada halagüeña la situa~
ción del General Pope, porque con reducidas tropa.s debia. mantener sus co~
munic:.tciones con Frederiksburg, lo que le obliga, naturalmente, i mantener un frente demasiado extenso, débil por consiguiente en todos sus
puntos.
-Conocedor, por lo tanto, el Genera.l Pope de su critica situación, tanto
mis apurada cuanto ~e le exigía un máximum de efecto con una débil ener~
gia, no vaciló en pedir refuerzos a WasHington, pues de lo contrario se /
verja obligado á. retirarse y reconocer por lo tanto su impotencia frente i
las entusiastas y numerosas fuerzas contrarias. El Gobierno contestó:i Pope
que inmediatamente se le enviarían refuerzos con objeto de que saliese de
aquella situación pa.siva, defensiva que sólo podía conducir, segun está. pro~
bado, á una derrota inevitable.
- E l 11 de Agosto, el &jército de Lee, llevando i Longstreet en la dere~
cba. y:l. Jackson en la izquierda, se anunció en el Bapphannock, cañoneanrlo vivamente las posiciones de los federa.do!!. El t~, mientras Long~treet
cubria las posiciones ocupadas el día anterior por todo el Ejército, Jackson,
con la caballeria de Stuart, remonta.ba apresuradamente el rio con sus tres
divisiones: 8e proponía Lee con esta maniobra pasar el do sin que los fe~
Jerados se apercibiesen y envolver de este modo el flanco derecho de éstos.
Aunque sorprendido Jackson por las dos briga.das de Milroy y BJhlen, pudo
rechazar fácilmente la acometida de estas fuerzas y llega.r, en la tarde del
U, á Freemans~Ford, defendido este p:\50 por Sigelj tuvo necesidad Jackson
de remontarse algo mis, ¡I)grando apoderarse del puente de Sulpfur, ti. la
vez que Early era. dueñ() de la orilla izquierda del R:l.ppahannock.
En vista. Jel movimient:> ejecutado por los contrarios, intentó Pope batir en detall :i éstos; en tanto que Jack.on eseaba may entretenido con el
pa30 del rio, pensó Pope aprovecharse del aislamiento de Longstreet, pasando ellhppa.hannock agua arriba. y abajo de KeUys-Ford. Circularonse
1&8 oportunas órdenes, y hasta se avisó i los refuerzl)s esperados se dirigiesen hacia Stevensburg, posición situada entre el Rapidan y el Rappahannock. Una lluvia torrencial que cayó en la. noche del ~U de Agosto, destru~
yendo los puentes y elevando considerablemente el nivel de las aguas, malogró el éxito de esta operación. Pero tal contratiempo no fué infructuoso
para los federadosj la brigada E:l.rly, que habia pasado el rio la tarde ante~
rior, encontróse aislada en la orilla y en situación peligr03:lj comprendiendo Pope lo critico de dicha bri~ada contrari:l, comenzó a mover sus tropas
-
'l8 -
para atacarla con esperanza de aniquil:ula por completo; la. salvación de
Early consistió en el error de Pope al creer tenía :mte lIi , no una brigada,
aino numerosas fuernas confederadM; el peligro que corda Early, hizo i
éste construir aquella noche un puente de circunst:1nci:l.a por el que incorporaron á J ackson en la madrugada del ~a. Cuando después de fatigosas
marchas y de haber abandonado las posiciones, llegaba Pope con la Caballería de Buford donde soñaba encontrar un fue rte contingente contrnrio, tan
8Ólo pudo apercibir los restos de aquel puente que, con un:!. :lCtividad casi
incompresible, habian construido los lIeparatlst3.sj su desaliento fué grande
y sus temores se :lumentaron visiblemente.
-L:l. :ludacia de los confederados llegaba :i punto increible, poniendo en
grave aprieto la. seguridad de las tropaa de Pope; afluian en gran numero
lOA sepa.ratistas, creando una situación poco halagüeña para las inactivas
t ropas de Pope; entre tanto, los refuerzos pedidos con tanta urgencia como
Insistencia po r este General ll egaron con bastante retraso, pues el dia 15
de Agosto t:ln sólo 7.000 hombres habia. recibido Pope.
Un atrevido golpe de los confederados aubó por sembrar el pamco
entre SUII enemigos, haciendo á éstos ver claramente los inconvenientes cada. vez más graves que traía consigo su inacción obligada. El General
Stuart, con !.500 jinetes y dos piezas, atraviesa. el Rappahannock por Waterloo-Bridge, burl :l la vigilancia de las avanzadas contr:lrias, se deliza sigilosamente entre ellas, '! ::í favor de la obscuridad se presenta inopinadamente ante el Cuartel General de Pope, situado en Catlet, en el 'que 1.500
infante.!l y cinco escuad rones protegían un sinnúmero de bagajes. Sorprendidos los federados ante audacia tan increible, no oponen ninguna resistencia,
teme roso! sin duda de acarrear con sus disparos un~ desgracia mayor, ó creyendo, por 10 visto, que el atrevido golpe de mano habia sido general en
toda la lineaj después de apoderarse del secretario de Pope, de importante. documentos, b!lgaje3 y uniformes, 300 prisioneros y gran numero de
caballos, regresó Stuart á su campamento una vez terminada su afortunada
correrla. Pope, como es natural, recibió con gran dolor este contratiempo,
decidiéndose á solicitar con urgencia envío de refuerzos y exponiendo :i su
Gobierno su grave situación, nada satisfactoria, ante la concentración ripid!l. de fuerZ!ls que los confederados estaron haciendo en Rappahannock,
Waterloo·Bridge y Sulphur-Springs.
El Gobierno notifieó por fin a Pope que 1011 refuerzos solicitados con
tanta premura ma.rchaban en su auxilio, con los que podría presentar batall a al enemigo que tenía :1. su frente. Sturgis, Franklin, Cox, Porter y Beint1.elman se aproximaban :i socorrer i Pope y variar por lo tanto el curso de
los suces{;s milit:lres. Los movimientos de los confederados hicieron creer i
Pope que atacarian su flanco derecho, por 10 que decidió atender su frente
-
t9-
este punde batalla basta Gainesville, ordenan do á. Frankli n que marche :i
se esdivisión
una
que
y
as
Mannss
de
férrea.
linea
to, áSturgl s que ocupe la
disu
con
ndo
avanza
Sigel,
ciudad.
esta
de
vas
defensi
tablezc a en 13.s obras
yó
visión, arrolló fácilmente en Great·R un una !lvanzada contrar ia, constru
por
o
108 puente s que esta fuerza. h3.bia destrui do en su retimd a y, apoyad
de las
fuego
el
donde
,
springs
Sulphir
en
eotló
Banks,
y
Reno
los Gene rales
iendo
baterí38 enemig as le causó Mstant es bajas. Los confederados, obedec
l adma
ti un plan, se empeña ban en hacer mas firme el error de Pope, que
lltacar
á
yendo
vertido , suponía á Lee forzaría ti viva fuerza el paso del do
erasu flanco derecho , cuándo en realidad, lo que se proponían los confed
la
por
Pope
á
dos ela ejecuta r un movimiento de flanco para. sorpren der
lo
que
3dvirtió
no
derechaj asi e. que inbuido Pope en su primiti va Idea,
pues
rativo,
demost
que estab3n realizan do los contrar :os era un ataque
Jackson ,
mientr as Longst reet amenaz aría el centro del ejército unionis ta,
iria
rodeo,
gran
un
cruzand o el Rappah annock por Waterl oo, ó sea dando
á atacar la. extrem a derech a.
las
Baslan tes bajas habian costado á los Gene ralee unionistas ocupar
en
l
Genera
este
raba
encont
se
fin
r
posiciones marcau as por Pope, pero po
60.000
de
cerca
con
o
contand
rio,
disposición de reñir batalla con su adversa
ni hs
hombre s. Como se verá, de nada sirvió ni la Inteligencia de Pope,
lal
movían
se
que
en
error
el
hábiles disposiciones de sus Genera les ante
Cala
io;
contrar
del
ientos
movim
los
de
co lumnal y ante los escasos datos
riña,
ballería en esta ocasión no fué para Pope el agente que avisa y escud
oculta. y adviert e.
a
Una feliz sorpre¡;a llevada ti. cabo por Stuart acabó por desorie ntar
decisiosus
todas
en
e
adelant
en
ahora
de
r
titubea
s
101 federados y hacerlo
de Pope.
nes, acarrea ndo una situación sumam ente critica para las tropas
18.000
de
total
un
o
sumand
es
division
tres
con
El 15 de Agosto, Jackaon
el
cruza
n,
día
el
desde
a
ocupab
que
nes
posicio
hombre s, abando na las
er,
Jauqui
de
oso
montañ
distrito
el
sa
atravie
oo,
Waterl
por
Rappah annock
las monsufrien do penalidades sin cuento. sa lva la reglón comprendida entre
en la
aparece
tañas Azules y las de Bull-Ru n, y el ~6 de Agosto al anoche cer
desSalem,
linea férrea de ManaSSll8-Gap, apoderándose de la estación de
en
ros
kilómet
cansa unas hora.s en este punto y, i pesar de haber andado 41:1
Ignoran
p.
fare-Ga
Una penosa jornada , se hace dueño del paso de 'l'hough
es de
entre tanto los fede rados el raid que estaban ejecutandO las division
resulfeliz
el
saber
J ackson y, por 10 tanto, su sorpres a es luego mayor al
lo pretado de la operación de los confede radol. SIn detener se no más que
cahaber
de
deapués
y
ciso, parte Jack80n á la mañan a siguiente de Salem,
este
na
!1bando
férrea,
via
minado durante cier to t iempo en dirección de la
Gaine, rumbo para de.plst ar á sus ad\'erS3rios, cayend o de repente sobre
-
30-
vllle; dudan los defensores de este pueblo de que las tropna que ante su
vista se presentan sean enemigos, mas cuando quieren apercibirse es ya.
tarde. Corren los federado~ :i la estación de Bristowj pero sin tiempo para
organizar una seria. resistencia, se ven obligados á. ceder ante la furiosa
acometida de los confederados, no sin dejar en poder de éstos 17!S caballos,
aoo prisioneros, ~ cañones, tOO tiendas' de campaña, 10 locomotoras 7 trenes cargados de víveres, etc., etc.
El Coronel Scammon, que mandaba media brigada. del General Cox y
se habia. establecido en Union-Mllls, cerca de Bull-Run, es el primero que
tiene noticias de la marcha de JlIckaon por los relatos de los fugitivos- de
Manus3.sj pretende Scammon detener á Jackson y apoderarse del importante
convoy que éste haba tom:ldo en Oainesville, petO su mala fortuna viene
i añatJir un nuevo triunfo :1. hs trop:ls confederadas. El ~7 de Agosto, avista. SC:lmmon :i las fuerzas de Jackson, y sin reparar en el numero se empeña en librar desigual combate¡ el resultado no podia, por lo tanto, menos de
ser funesto par:l los federados que, derrotados, se ven obligados :i retirarse
en dirección de Alejandrl3..
Acuden fuerzas de ambos bandos una vez que se conoce la verdadera
situación¡ 10 brigad:ls y 1i baterias apresuranse:l. socorrer Jack!on, cuya
posición puede convertirse de brlll:lnte en del!gr:lciada. Taylor, con cuatro
regimientos de la división Fl':lnklin, igualmente aYanza p:lra prestar auxilio
:i las maltrechas tropas de Sc.ammon, á la par que para vengar el des:lstre
sufrido por esle Jefe. Alentados cada uno por dh'ersos sentimientos, pretenden obtener un señalado trlunfoj incierta la suerte en algunos momentos,
al fin se inclina por los confederados, los que logran una victoria sobre 8US
encarnizados enemigos. La afortunada correría de Jackson, brillante y admirable, fué Igualmente en su retiradaj el animo de los confederados y la
confianza de sus Generales centupllcab.'l sus e~fuerzos. entre tanto que los
reveses de los federados llatian entibiado su energia y obacurecido las disposiciones de sus caudillos.
_Agobiado por el dolor del infortunio, Pope adivinaba un fin desgraciado y un fracaso completo de todos sus planesj mas justo es reconocer que
el causante de cuanto sucedia no era el valiente é inteligente Pope, ni mucho menos ninguno de 8US Generales. No: la causa de reveses tan continua.dos era la falta de noticias del adversario, el empleo poco :ldecuado de la.
cabaJleda y la. mucha impedimenta que quitaba movilid:.td i las columnas.
Pope no podia a.rreglar ni organizar, sin duda como pensaba, el ejército
confiado :i su talento; los ataques incesante" de un enemigo astuto y \"aliente se lo impedian. Decidido, pues, el General Pope i salir de una vez de
la situación poco agr:uhble en que se encontrab:l, dispullo que Reno, acompañado de la división Kearny, marchase :1. Greenwicbj ¡Me. Dowell, con
-
31-
Sigel y Reynolas se dirigiese rápidamente á G:1inesvillej POl'ter permaneceria en Warrenton hasro. la llegada de Banks, y el mismo Pope, con la
división Hoocker, se enca.minnrla:i Manassas. Circul:ld9.s Ina órdenes oportunas, las diversas columnas Se pusieron en movimiento para 109 puntos
señalados á. cada una.
La división separatista Ewell, que ocupaba la estación (le BristowHoockcr, al divisar la. presencia de 1(1. vanguardia enemiga se aprestó :i la
defensa, Ilegando:i detener con pérdidas numerosas el arrollador avance
de la división Hoockerj pero comprendiendo la inutilidad de SU8 esfuerzos
y temiendo verse cercado, creyó prudente Ewel retirarse hacia Man:t8su,
destruyendo antes el puente y la vi!l férrea. No encontrando Jackson bastante seguridad en Manassas, ordenó su evacuación, incendiando cu:mto
pudiese servir de utilidad :i los fed erados. Asi es que las divisiones de éstos
ocuparon sin dificultad las posiciones señalad aa por Pope en el plan general
de la cllmpalia que comenzaba:l. desarrollar.
-,Qué razones poderosas eran las que obligan á Jackson :i retirarse ante
el avance de Pope, después de haber ohtenido notables triunfos y quebrani::Ido hnto 13. moral de sus enemigos? ,Por qué no hacia frente, m:ixime
cuando la fortuna habia guiado todas sus empresas contm los soldados de
Pope? La prudencia era la que acollsejaba :1. Jackson á no aventurarse
en una serie de batallas en las que, aun suponiendo saliese vencedor,
era lo más fácil perdie!e al final todos los éxitos logrados bast:l. entonces.
El motivo que implllsaba á Jackson para obrar de semejante manera
era muy sencillo: próximo á desembarcar en Alejandría el ejército de
!hc·Clellin, quedaba. cogido entre dos nucleos poderosos y lo probable era
que fuese aplast::tdo por la inmensa superioridad de sus adversarios; operar
por lineas interiores no era posible, ni mucho menos aguardar en tan crítica ,ituación el ataque de Pope.
En este estado, los sucesos se precipitaron y el '!9 de Agosto se libró
una formidable batalla. Pope Intentaba acorralar :i su adversario antes de
que recibiese socorros, oblig:indoJe á retroceder hacia las montañas. Jllckson, á su vez, tenia sumo empeño en reunirtle á las tropas del General
Longstreet y en conservar una posición que flanquease el camino por donde
debían desembocar I:l.s fuerzas del Potomac, para 10 cual distrlJ:.uyó sus tres
divisiones en eata forma: el al:l. derecha, considerada como el eje de la posición y confiada :tIa división Taliafcrro, situose detrás del río, en ladirecciótl Manassl.S-Oapi el centro, formado por la división Ewel, á. las órdenes
de Lawton , y el ala izquierda., cotistituidn por la división Hill, extendíase
hast:l los alrededores de Centerville.
Iniclóse el combate ataca.ndo Mc. Dowell, sostenido por Porter, la derecha de 101 confederaJos; pero bien fuese debido á. las dificultades del te-
-l! rreno, á las mortiCeras de8C&rgns del enemigo ó á la ineptitud de Porter,
lo cierto es que, después de Infructuosos y sangrientos ataques, los federa~
dos se vieron rechazados con enormes pérdida!!, malogrando con su deucertada maniobra todo el éxito de la operación.
Entre tanto Schenk y Melroy cañoneab:m en la izquierda del camino
las fuerzas de Starkctla divir.ión Schurz, en la derecha, atacaba denodadamente á las de Lawton. No habiéndose aún incorporado Loog8treet, y comprendiendo Jackson que su izquierda no se haUa amenazada, acumula sus
fUel'Z38 en la derecha, poniendo en grave aprieto alas de Sige), cuyo elpiritu se reanimó por la ll(>gada de Kearny, que se coloca a su derecha, y de
Hooker, que establece su linea frente á la diyisión Hillj Schenck, que se lanzó en socorro de Schurz, hubiérase visto gravemente comprometido:i. no ser
por el eficaz auxilio de Reno, que apareciendo en el campo de batalla, 1108tiene y vigoriza el decaído ánimo de aquéllos.
Cada cual en sus respectivas posiciones cañoneó al otro sin comprometerse á iniciar la. ofensiva, h:uta tanto se incorporasen los solicitados refuerzos. A las diez de la mañana, Lee llegaba con considerables socorros al
terreno de 1:\ lucha; :i mediodia, to<.lo el ejército ccnfederado se encontraba reunido en el campo de batalla, ti la vez que Pope presentábase á.¡ examinar el desarrollo del combate. Ignorando el General en Jefe unionista la
incorporación de Longstreet, y figurándose no tener ante si más enemigo
que á J:tckson, ordenó :i Mac·Dowell y :i Porter avan7.asen para rebasar el
ala derecha de los confederados y caer por consiguiente sobre su flanco y
retaguardia, mientras Hooker atacaba de frente.
A pesar de las prudentes advertencias de e8te brillante General aconsej:tndo :i. Pope desistiese de su idea , no tuvo otro remedio sino obedecer:
la. brigada Grover lanzóse al ataque log nmtlo interponerse entre las brlga.das confederadas Thomas y Oreeg, y aun ~uando RP'1yado por la dtvisión
Hoocker se 8Ostuvo (lignamente contra las tropas de HiIl, tuvo al fin que retroceder, pues la. presencia de EarJi les arrojó de aquella posición con tanto
éxito logrado: otro tanto le sucedia:i Kearny.
Con arreglo á sus cálculos, creyentlo Pope que Porter hubiese desbordado el flanco enemigo:\. las cinco y media de la. tarde, dió la. señal de un
ataque de frente, 8in conocimiento, sin duda, de 108 parciales quebrantos
experimentndos por sus tropaa. Kearny, en la derecha, ejecutando un
cambio de frente y bajo un vivisimo fuego, logró algunas ventajas sobre la
izquterda contraria, siendo sostenido en este ataque por la división Reno;
sin dejar reservas los fedemdos co mprometieron su brillante operación,
pues en una vigorosa reacción de 108 confederall08 se vieron obligados '!i
ceder las posiciones ocup~das con tanto valor como intrepidez.
A las seis y media MIlc Dowell intenta con la división de Klng el &ta-
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33-
que de las posiciones contrari3.g de Gravetonj mas á pesar de las furiosas
acometidas de la ,!ivisión federada, prolongad:\s hasta bien entrada. la noche,
King no pudo inclinllf la. victoria par:!. los suyos. Este ultimo y estéril esfuerzo de tos federru.los dió más brios y entusiasmo Ji los confederados, cuyo empuje acabó de asegurar un señalado triunfo para sus armas; la ¡n:lc·
ción de Porter frente:i. la derecha de Lor,gstreet fué un grave contrlltiempo para 108 federados, llegando Pope á. tlrrojar sobre aquel General la culpa
del cesastre, acusación que Port.er recha7.Q diciendo no habia. recibido ordene~ de moverse¡ la. desgraci:l. sufrida por Porter-al que se le privó del
mando cuando Mac-Clell:m f("é destituido-produjo gran rlesallento entre
In filas de los federados y un entusia.!mo loco entre los contrarios; gracias
ti. este poderos/') estimulo, los soldados de Jackson rechazaron con energia.
admirable fuerzas muy superiores en mimero a las suyas,
Tan señalada victoria no llegó sin embargo ti. modificar el espíritu de
Ja.ckson; observador prudE"nte y entendido General, no se !!intió ha.lagado
por los gOC1S del triunfo, sino que siguió reconociendo lo critico de su
posición, Terminado el combate, se apre~uró Jackson ri. dictar órdenes para
retirarse de aquellas posicione8, que t..'l.n fatídicas habian sido p:1ra los fe derados; el movimiento retrógrado se l1e\'ó :i cabo en medio del mayor orden y ~in que el enemigo se !'ttre\'iese ti. perturbarlo un momento; el infortunado Pope, mal aconsejado sin duda, atribuyó estn retirada ti una. derrota vergonzosa, y asi se apresuró ti. comunicar :i. su Gobierno la victoria ohtentda-decia-sobre las fuerzas de Jack90n,
El ,temor comenzó á cundir entre los federados y e! desaliento:i propagarse rápidamente entre sus filasj los soldados se encontraban extenuados
por tanta fatiga y abatidos moralmente por de~a~t re t.tn continuoj los Generales se resistian en principio á obedecer las órdenes em:madas de Pope y á
desconfiar de las disposiciones de éstej el General en Jefe veía. por todas
partes los estragos que tanto infortunio habian causado en sus soldad/')s, y
no acertaba el medio para luchar airosamente contra tanta fatalidad. En el
campo confederado, por el contrario, todo er3. entusiasmo y alegria¡ el soldado se sentía orgulloso de sus superiores y depositaba en éiJtos toda su
confianu; 108 Generales, interpret:'lndo admirablemente el pensamiento del
General en J efe, coronaban con señaladas victorias las operaciones i ellos
confiadas; el General en Jefe encontraba. :i. su vez facilidades por doquier.
La falta de víveres, su inseguridad y la cer te7.a de que se habia reunido todo el ejército contrario, eran causas que parece inducían ti. Pope ti.
buscar en Centerville una rr.3,gnifica posición defensiva en espera. de los
auxilios solicitados. Creyendo, pues, que el enemigo se replegabl. hacia.
Thoronghfarc-Gap, pretendió Pope detener esta. retirad!l, atacando 8U izquierda, error que le llevó :i. la batalla del 30 de Agosto,
A
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L!lS fuerzas federadaa se concentraron en el flanco derecho: Kearny y
Hooker en la extrema dereeha; Slgel un poco Ji retaguardia de Graveton, y
Reno entre estos dos; ha dos divisiones de Mac-Dowell quedaron en esta
for!1l!l: Ricketts, apoy:lndo :1. Kearny y King, ti. la derecha de Reynolds y :i
vanguardia de 1:1. linea de Sige1; Porter situ6se en el centro de la IinC:l.
Al amanecer del 30 de Agosto rompióse el fuego violentamente por
p:lrte de los unionistas; después de hacer tanteado al enemigo, decidió Pope
:ltacarle por el centro. hb.e-Dowelt, que lo mandaba, ordenó a Por~er se lao7.:15C al atnque contm 1:1. derecha de Jacksouj animosa y resuelta partió esta
tropa, excepto la brigada Griffin, siendo recibidas por el horrible fuego que
a menos de ~OO metros lanzaron de impro\'iso ocho baterias confederadas¡
cogidas de flanco y diezmados por el cañón enemigo, á las cuatro y media
de la mañana yolvian bs fuenas de Porter pres:l.S del más grande abatimiento. Un solo cuerpo y en un solo punto pretendia vence¡" el interés allí
concentrado de los separatistas; grave medida que tantas bajas costara á los
federados.
Jackson comprendió era el momento preciso para tomar una enérgica
ofensiva. Sigel, que acude en auxilio de los destrozados cuerpos de Porter y
King que el día anterior había sufrido pérdidas enormes, son los primeros
que se encuentmn frente al arrollador avance de los confederadO$. Mientr!1S Jackson con sus arrogantes soldados empuja hacia Graveton las atónit1S fuenas mntrarias, la extrema derecha de Longstreet, como no encuentr:\ enemigo, dirigese en dirección del camino principal á fin de cortar las
comunic:'l.cíones del ejército federado.
Los federados no pueden resistir la furiosa acometida de los contrarios,
y tras brillantes y desesperados esfuerzos van cediendo el campo; después
de diezmar con sus fuegos:i. las brigadas MUroy, Heynolds y Mac-Lean, se
hacen dueños los confederadps, tras una vistosa carga, de la altura de BaldHUI que en vano intenta recuperar la brigada Koltes.
Cuando los separatista.s, duei"ios de esta. posición, prosiguen su plan y
creen cortarle fácilmente las comunicaciones á los contrarios que ban emprendido la retirada, por temor ti. perder esta linea, una brigada detiene á
aquéllos. La brigada Buchanan, sola, desamndo á todo el ejército confederado, se vuelve y hace frente; este obstáculo detiene i los .... ictoriosos separatistas y da lugar :i que-, reaccionando los federados, acudan á detener el
mo ....imiento ofensivo de Longstreet¡ con eEta brigada como nucleo se forma
en la casa Henry una fuerte muralla de intrépidos soldados; el arrojo de la
hrigada Buchanan contiene á los confederados hasta muy entrada la noche,
dando lugar :i que Pope organice la retirada. tranquilamente :i favor de la
oscuridad.
De nada sin·iÓ aquel valor de los fedemdos rayano, en locura, cuando
- 35no se hallaba alimentado por un corazón firme y una voluntad indomable;
de nada sirvieron los ruegos ni las amenazas, cuando la pon?-oña del desaliento habia roido los mas puros sentimientos de honor; nada hay que
contenga á una tropa cuando ha comenzado :i. recorrer con paso incierto
el C3m\no de la amargura, la senda. de la. derrota. Sólo el genio de un Na-
• ha podido salvar esos momentos angustiosos, esos criticos instantes,
poleon
e8as situaciones fatales en las que el abatimiento ó la dceconfianza Fe apoderan como la hiedra fuertemente del corazón del soldado embotando 8US
sentimientos y paralizando sus energiasj tan sólo felices Inspiraciones,
son los ullicos resortes adecuados para cosechar nuevos laureles cuando
la Ile~gracia se h3. infiltrado en el animo del combatiente, porque es sabido
que i lal multitudes hay que coomo\'erlaa, Ó con la lira de Tirteo, ó con
las arengas de Demóstenes.
_ El fuego mortífero de Jos confederados 6bligó ti. las tropas de Pope á
abandonar sus po~lclones y a retlr:lrse precipitadamente en medio del
mayor desorden á las nltums accidentauas ue Centervillej hasta este punto
las persiguen los separatlstail y quizá, hubiesen continuado ataeindoles furioS!l.mente si no hubiese 8ido por la. heroica actitud de la brigada Buchan:m.
A. las tropas de Pope no les qnedaba otra. solución sino retroceder y procurar ;i tOdo trance no entablar nuevos combates en unos uías, pues el estado
moral de las tropas habia decaído visiblemente. Discutida la retirada pnr los
Generales federados, se decidieron pormayoria a abandonar aquellos lugares
que tantos infortunios recordaban para las armas unionistasj encomendándose la retaguardia á los !O.OOO hombres recién llegados, y cuyo ánimo no
se encontraba aun abatido, emprendió el ejército de Pope el movimiento
retrógrado por Farraix.
La retirada del ejé rcito federado dió margen á grnndiosos actos de
arrojo; aun en medio del abatimiento que produjo á. los unionistas aquella
marcha, su animo no decayó por completo. pues supieron oponer sublimes
defensas al impetuo~o ataque de los contrariosj el infortunio en que" se
se veian envueltos se tmdujo en desesperación y ésta en abnegación ejemplar. Ca.daj1:'rnada fué un timbre de gloria para. Pope y sus soldados, que
después de una. marcha verdaderamente notable llegaron el ! de Septiembre ajas obras defensivas de Alejandrh y del Potomac.
Los confederados, gul.ados por el General Lee, persl.guieron sin tregua
ni descanso al destr01.a.'~o ejército de Pope, y es seguro que lo hubieran aniquilado por completo:\. no ser por el ejemplo verdaderamente edificante
que ditoron aquellos soldados unionistas, cuyo heroismo causó sorpresa aun
entre sus propios enemigos. Los triunfos de Lee habian causado gran sensación en W:ulhingtonj pero se tradujeron en verdadero terror cuando se
supo que el notable General confederado proseguia su marcha victoriosa.
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Los ecos de la desgracia repercutieron tristemente en la capital de la Unión,
produciendo un temor justificado. La previsión de Me. Clellnn, fortificando
el otoño anterior las lineas de defensa de Washington, e'·¡tó el golpe de
mano, que 6. no estar construidas, seguramente hubiese dado con éxito el
General Lee. F:icil era para este General poner sitio á la capital de la Unión,
'j muy probable ser dueño de ella después de sangrientos asaltos; m:lS
segui.r esta ¡.jea tenia el grave inconveniente de que se adormeci:.t. el espiritu de sus entusiastas soldados, en tanto que el enemigo pudiese verificar
reacciones ofensivas y haab que el Gobierno de la Unión traslndase su
capitalidad:i otro punto, evacuan lo Washington después de haber destruido cuanto pudiese ser útil á sus tropas. Pensó, por lo unto con excelente
criterio perseguir al enemigo hasta las alturas de Arlington y desarrollar
con gran actividad el plan que se habÍll propuesto, esto es: aislar la capital
de los Estados del Norte. La ejecución del plan ele campaña. de Lee se conoce con el nombre de la invasión de Maryland, en cuyas operacio'nes acabó
de acreditarse como experto General y hábil politico.
Atemorizada I~ opinión pública, comenzó una violenta campaña contra
la conducta de Pope como Gener3.1 en Jefe, acusándole de inepto y 8('1licitando cod urgencia su relevo; la proximidad de los confederlldos i Washingtoll aC&oo por herir el sentimiento popular, que pidió h destitución del
General Pope y su reemplazo por Mac-Cleyan. favorito de las masas populares. Arrollado el Gobierno por esta imposición, sin deteperse i examinar
las C&us.a.s de tanto revés sufrido por los federados, destituyó bruscamente
al infortunado Pope, enviándole i desempeñar una comisión cerca de los
indios de Minnesvta que acababan de insurreccionarse .
Durante la campaña contra el General Pope, Lee se habia apoderado
de 9.000 prisioneros, ~O.OOO armas, 30 piezas de artillería, gran número de
tiendas de campaña y pertrechos de guerra. Los federados tuvieron unas
.:10.000 bajas, figurando entre los muertos los Generales Slevens y Kearny
y Il'uchos Jefes de alta graduación y reconocido talentoj los separatistas
experimentaron á su vez 15.000 bajas.
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