Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México Ensayo: Propuesta e influencia de Walter Riso en la Psicoterapia Cognitivo Conductual. Mtro. Nicolás Alejandro Hernández-Lira Invierno 2013. Comunicaciones: [email protected] Página 1 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México Introducción. Algunos autores como Moreno (2012), y Hayes (2004), sitúan la primera generación de terapias de la conducta en la década de los 50´s. Consideran que fue por la necesidad de un contrapeso a los planteamientos del psicoanálisis y su predominancia en el ámbito de la psicología, además de la falta de cientificidad; por lo que se propone una terapia psicológica sustentada en el método científico (medible, repetible y aplicable). Esta se basaba en dos paradigmas básicos “el condicionamiento clásico o Plavoviano y el condicionamiento operante Skinneriano y una experimentación continua que se basaba en pruebas que iban más allá de la mera comprobación a través de los mismos constructos abstractos e hipotéticos (Mañas, 2007), lo que permitió realizar inferencias de tratamiento para la población, o sea; su aplicación más generalizada. Se utilizó la conducta como comprobación del cambio, intentando influir en esta a partir del estímulo, que según entonces se creía que por si solo determinaba la primera, intentando implementar así que la principal característica de la cuestión clínica fuera la cientificidad (Pérez – Álvarez, 2012), pues solo se tomaron en cuenta todas aquellas investigaciones en las cuales sus datos demostrarán que los resultados se podían generalizar a más poblaciones y que cumplían con un riguroso método científico. Sin embargo, el conductismo cayó en un radicalismo que no le permitió darse cuenta de que había trastornos que no estaba abordando y que por lo cual no solucionaba, junto a esto, se unió el poco estudio o explicación que le daban al lenguaje más allá de la simple comunicación y su influencia en la cognición y por ende en la respuesta (Garnica y Hernández, 2006). Surge entonces lo que Hayes (2004), llamó “Segunda Ola” o “Segunda Generación de Terapias”, siendo una de las características principales de estos Comunicaciones: [email protected] Página 2 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México nuevos planteamientos el tomar en cuenta la cognición como proceso, causa y explicación de problemas psicopatológicos. Las terapias que compartían estos procesos se les llama: “Terapias Cognitivo Conductuales” De ahí que el principal objetivo de intervención (aunque no el único), fue la forma de pensar del individuo, la forma en como estructura la información y se retoma la analogía de la computadora como procesador de información; pero en el ser humano como un procesador activo (que puede modificar la información obteniendo posiblemente una conclusión muy diferente a lo original). Así las técnicas en estas tienen como objetivo la modificación de los pensamientos, emociones y conductas (Moreno, 2012). En sus orígenes el planteamiento fue: si la causa principal de las conductas o la emoción es el pensamiento, entonces este se tiene que cambiar para que cambie el resto. En la actualidad se reconoce la interdependencia y la influencia entre ellos para generarse mutuamente, pero se utiliza principalmente la cognición para influir en los otros dos. Se intenta pues que el paciente vaya flexibilizando su forma de pensar, de manera que se vaya adaptando o adecuándolo para cumplir sus metas a lo largo de su vida. Se intenta crear en el paciente un pensamiento de autocrítica y autoinvestigación de su pensamiento para que sea aplicada por el paciente a lo largo de su vida y esto le ayude a encontrar las soluciones a distintos problemas. Dentro de las terapias cognitivas y conductuales que comparte estos principios se encuentran principalmente la “Terapia Racional Emotiva Conductual” de Ellis (1999), y la Terapia Cognitiva de Beck (2005), entre otras (Ver tabla 1). Comunicaciones: [email protected] Página 3 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México Walter Riso (2006), retoma principalmente los planteamientos de Aarón Beck (2010), y la Terapia Cognitiva (que es como le llama a su planteamiento), para comentar y aportar cuestiones teórico – metodológicas, empezando por plantear 7 principios de la Terapia Cognitiva, basándose en Beck (2000): Principio 1: conceptualiza de manera cognitiva (pensamientos o estructuración de pensamientos), al paciente y sus problemas, o sea: se interesa sobre la forma en cómo el paciente retoma unos estímulos y otros los deja, cómo los procesa, por qué los procesa de esa manera y cómo llega a conclusiones, pero sobre todo cómo puede pensar diferente para obtener resultados distintos, por lo que la intervención irá dirigida en ese sentido. Principio 2: Se enfatiza continuamente en todas las sesiones una participación activa del paciente en todo el proceso psicoterapéutico de manera que se logre diseñar el procedimiento más adecuado para cada paciente a partir de su involucramiento en el diseño del mismo, aclarándose desde un inicio que la Comunicaciones: [email protected] Página 4 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México solución no se encuentra solamente en manos del terapeuta, más aún, los dos tienen que encontrarla o construirla, y que el continuo análisis de la forma de pensar del propio paciente, así como que la realización de los ejercicios (tareas), sea la forma de participación del sujeto buscando su propio bienestar. Principio 3: Se plantean objetivos muy concretos, específicos y medibles, lo cual ayuda al terapeuta y paciente a trazar un plan que permite tener señales continuas de avance a través del cumplimiento de las metas que se hayan planteado desde el inicio y que lógicamente se pueden ir modificando conforme avanza el tratamiento. Principio 4: La terapia Cognitivo-Conductual educa al paciente en todo lo que implica el planteamiento: esto es, el paciente termina siendo su propio terapeuta experto en la aplicación del enfoque en su propia vida, por lo que no solamente se le enseña al paciente sobre su propio padecimiento sino también bases, técnicas y procedimientos de la terapia, inclusive se plantea que el paciente debe de tomar la conducción de su propio proceso en las sesiones finales sólo con la guía del terapeuta, lo que le permitirá aplicar estos conocimientos en problemas futuros. Principio 5: Se pone principalmente atención al presente de la persona, su forma de pensar, sentir y actuar sobre cierto acontecimiento sin descuidar la importancia del pasado pero sin ser determinado por él, más bien cómo forma de entender cómo se ha desarrollado el pensamiento del paciente a través de los años y porque no ha cambiado o cuando ha logrado cumplir objetivos y cómo lo ha hecho. Principio 6: Todas las sesiones son estructuradas pero flexibles, dependiendo de las necesidades del paciente (no se improvisa), el tiempo se aprovecha al máximo para la resolución de los problemas del paciente, no se deja solamente que el paciente hable sino se interviene sobre preguntas y cuestionamientos intentando provocar la reflexión y el análisis. Comunicaciones: [email protected] Página 5 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México Principio 7: Se utilizan varias técnicas cognitivas y conductuales para cambiar (o hacerla más adaptativa), la forma de pensar, de actuar y sentir del paciente, inclusive se pueden utilizar técnicas de otros planteamientos teóricos si se rescatan los principios fundamentales epistemológicos del origen de la psicopatología en cada uno de ellas, o sea; si se retoma en las técnicas el procesamiento de información del individuo (Riso, 2006 y Beck, 2000). Aquí me permito agregar un principio. Principio 8: En la intervención clínica el terapeuta cognitivo tiene la mentalidad de investigador, plantea hipótesis y las comprueba constantemente con cuestiones medibles y observables no solamente por él o por el mismo marco teórico que utiliza sino que también por el paciente y más allá de la misma confirmación que le da el primero, y así a lo largo de todo el proceso psicoterapéutico. Estos principios se aplican a las llamadas terapias cognitivo-conductuales y serán flexibles (respetando los principios teóricos-epistemológicos), dependiendo de la capacidad cognitiva del paciente, el contexto de las dificultades, motivación para la terapia, preferencias, etc; lo cual se irá regulando conforme vaya avanzando el proceso de psicoterapia, buscando la modificación cognitiva en la forma en cómo el individuo procesa su información. Beck (2010), plantea que los trastornos psicológicos provienen de una manera errónea de estructurar la información (pensar, interpretar, etc); aunque no exclusivamente por estos, o sea; no se descarta la cuestión biológica y la influencia del ambiente y la interacción de las emociones. Estos pensamientos se van convirtiendo en formas estereotipadas y rígidas de interpretar la vida, se vuelven actitudes ya preestablecidas ante la mayoría de los acontecimientos que tendemos a interpretar de forma parecida. Con el tiempo estos patrones se van haciendo estables y rígidos. A estos les llamó “Esquemas” (Beck, 2010), y son relativamente estables con el tiempo (si no se someten a Comunicaciones: [email protected] Página 6 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México análisis u ocurre un acontecimiento emocionalmente más fuerte del que se está preparado), los cuales constituyen la base de las interpretaciones de un conjunto de situaciones que son interpretadas por el individuo como parecidas en algunos aspectos. Estos esquemas van a determinar como un individuo estructura distintas experiencias de su vida. También menciona los llamados “pensamientos automáticos” (Beck, 2010), que es el primer pensamiento que surge de manera automática en una situación específica, estos se originan en las “creencias intermedias” (actitudes o formas de pensar, menos generales), que a su vez se originan en los esquemas. Hasta ahora hemos ido de lo general a lo particular en el planteamiento de Beck, comentando de su propuesta lo que es más notorio que retoma Riso en su planteamiento y análisis de la Terapia Cognitiva; por lo que se empezará a plantear la propuesta de este último. Propuesta de Walter Riso. Riso (2006), retoma varios aspectos de la Terapia Cognitiva de Beck (2005), pues está de acuerdo en cuanto a que hay eventos ambientales que van influyendo o son interpretados a partir de un esquema (constructos personales relacionados a lo que pienso de mí, los demás y mi futuro), este organiza y guía la información que va entrando y saliendo en la interacción con el medio utilizando ciertos procesos cognitivos (atención, percepción, memoria, análisis inferencial, etc); obteniendo productos de forma cognitiva, emocional o conductual; estos últimos interactúan entre si y junto con el ambiente retroalimentan manteniendo o cambiando el esquema (cuadro 2). Comunicaciones: [email protected] Página 7 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México Riso retomando lo anterior, plantea una metodología de intervención clínica, intentando integrar de una manera un poco más práctica lo relacionado al procesamiento de información e intentando formular un esquema general de intervención en distintos niveles, con lo cual se va avanzando en el proceso psicoterapéutico. A este planteamiento le llama: “Conceptualización Clínica Cognitiva Multinivel” (Riso, 2006), la cual la conforman tres niveles de estructuración psicológica donde se entremezclan sus productos (síntomas, pensamientos, creencias, emociones, etc.), pero sin perder el orden descendente: Nivel I: sintomático / explicativo Nivel II: explicativo / preventivo. Nivel III: explicativo / promocional. Comunicaciones: [email protected] Página 8 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México El cuadro muestra la integración de los distintos niveles y como se van entrelazando entre ellos y sus aspectos intracognitivos (respuestas cognitivas, esquema nuclear y esquemas de segundo orden). El terapeuta cognitivo al realizar sus hipótesis va explorando y moviendose al igual que retomando aspectos de los tres niveles simultáneamente, centrándose en uno o en otro dependiendo de varios factores: la demanda del paciente, el momento psicoterapéutico, la urgencia de los síntomas, el contexto en el que se van desarrollando los síntomas, entre otros. La idea es integrar en su momento todos los niveles para que el terapeuta y el paciente puedan darse cuenta del origen de la psicopatología y modificarla. En el primer nivel se intenta conocer y establecer las relaciones interactivo / funcionales que las respuestas cognitivas, emocionales o conductuales tienen con Comunicaciones: [email protected] Página 9 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México el ambiente, al mismo tiempo que se intenta descubrir la interacción entre ellas, haciendo énfasis en los pensamientos automáticos y las distorsiones cognitivas. El objetivo de este nivel no solamente es empezar a conocer el procedimiento de como el paciente estructura la información sino también detener los síntomas que pueden estar afectando la calidad de vida del sujeto a través de las primeras intervenciones (técnicas y procedimientos). En este momento los dos, tanto terapeuta como paciente se centran en el aquí y en el ahora y en las demandas específicas del paciente. Riso (1996), nombra esta parte como la “conceptualización del caso clínico”, que aún será muy distinta para el paciente y el terapeuta, pues solo uno de ellos conoce la teoría, mientras que el otro conoce la problemática en la vivencia. El terapeuta en esta fase empieza a realizar inferencias sobre la descripción de la problemática del paciente a nivel cognitivo, empieza a darse una idea de cómo están formadas las estructuras subyacentes y a planear una primera intervención más allá de las primeras técnicas aplicadas que solo llevan el objetivo de detener síntoma, no de cambiar estructuras. Todo esto permite al terapeuta realizar una planeación y una idea sobre que más buscar, para como menciona Beck (2000), preparar una intervención estructurada y planeada. El paciente en este nivel, obtiene un primer acercamiento al enfoque, al procedimiento de intervención y a un refuerzo en cuanto a su tratamiento, aún sin conocer del todo los procedimientos psicoterapéuticos. Así también empieza con los principios de la metacognición sobre su pensamiento, empieza a crear una lógica sobre lo que le acontece, un modo distinto de observar la misma problemática. Comunicaciones: [email protected] Página 10 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México En si el nivel I es un corte transversal del sistema informacional donde los esquemas, las creencias y los pensamientos automáticos son detenidos y observados para conocer la interacción entre ellos y empezar a hacer hipótesis y a buscar respuestas (Riso, 1996). En el segundo nivel ya se empieza un análisis más profundo, ya se interviene desde una perspectiva cognitivo / informacional, es decir; se pasa de la descripción a la explicación, ya no se responde al “como”, sino al “porque”. El terapeuta en este nivel busca el origen de los resultados cognitivos, la relación que se da entre ellas, su dinámica a partir del planteamiento del procesamiento de la información y que lo está determinando muy en el interior. En este nivel se ve más lo clínico, o sea; la dinámica que explica la psicopatología que se puede observar en el nivel I, se puede comparar a lo que Beck (2000), llama creencias intermedias, esquemas o estrategias conductuales compensatorias. En el nivel I el paciente puede darse cuenta de sus síntomas, pero en el nivel II (que es parte del origen de las mismos), no es tan fácil que el paciente sea consciente de ello, pues no ha realizado un ejercicio de introspección sobre la forma en cómo ha estructurado erróneamente la información, o si lo ha hecho no lo ha logrado a profundidad para que se mantenga algún cambio. Aquí puede observarse y el paciente tiene que descubrir cómo ha conservado sus esquemas mal adaptativos y que estrategias evitativas / compensatorias ha utilizado y que evento estresante ha venido a romper el equilibrio o el control de los efectos indeseables (Riso, 1996). Las preguntas que se hace el terapeuta en este nivel se relacionan a los mecanismos de procesamiento de información que están detrás de los Comunicaciones: [email protected] Página 11 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México pensamientos automáticos y de las distorsiones cognitivas, o sea; los responsables del padecimiento, intentando descubrir los significados personales del individuo en relación a cierto acontecimiento (interno o externo), pues es con este material con el que se va a trabajar: “el contenido del pensamiento refleja el valor esencial del esquema nuclear, lo hace asequible y lo traduce”. Riso (2006), pag 89. Una forma de acezar al pensamiento es buscar una conclusión común de los pensamientos de la persona y que es cotidiano en ellos. Esto permitirá empezar a adentrarse en la estructura del pensamiento del paciente. De igual manera se debe de provocar que sobresalga el contenido del esquema durante la sesión para poder analizar y trabajar con ello y su origen, con su relación con el problema base y con lo que debe de cambiar en él (Hernández y Sánchez, 2007). El sujeto intentará mantener en equilibrio entre el nivel I y II, tratando de ser adaptativo entre las demandas del medio y las metas del sujeto. El problema se presenta cuando el paciente desea cambiar el esquema no funcional pero utilizando estrategias del mismo esquema o con la rigidez de este, lo que solo lleva a perpetuar el problema. Otra características que lleva a perpetuar el esquema es que la cuestión desadaptativa de este no se activa toda de una sola vez, sino que lo hace de forma gradual, dependiendo de los estímulos y de la interpretación de estos, de manera que puede mantenerse por muchos años con poco grado de desadaptación, lo que a su vez da al sujeto una percepción de tener controlado el síntoma o el malestar: Comunicaciones: [email protected] Página 12 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México “el quilibrio patológico explica porque algunos pacientes buscan el alivio y no la cura”. Riso (2006). Pag 206. Al empezar a analizar dichos esquemas, es como si se empezara a “tomar al tigre por la cola”, hasta que se ha aprendido como “soltarlo” y “enfrentarlo”, por lo que algunos pacientes prefieren ejecutar ese refrán: “más vale malo por conocido que bueno por conocer”, el cual significa que no se desea experimentar algo nuevo aunque puede ser mejor por la probabilidad que existe de que no les guste el resultado, por lo que se quedan en una cómoda incomodidad. Un aspecto muy importante dentro de la propuesta de Riso (2006), es el concepto de “Esquemas de segundo orden”, que tiene relación con el nivel III. Para él son un punto de encuentro entre lo cognitivo y lo cultural, donde se intenta mantener un equilibrio entre lo individual y lo grupal; entre las demandas sociales y los valores y necesidades del sujeto como persona. En sí es como el sujeto puede tener sus propios esquemas que le ayudan a interpretar las cuestiones sociales (sus puntos de vista sobre la política, la religión, roles sociales, educación, etc.), y esto influye en la calidad de vida del sujeto. Para Riso (1996), estos esquemas de segundo orden son estructuras que conforman la visión del mundo social del paciente y está formado por representaciones sociales y cognitivas y cuyo origen o desarrollo no está precisamente ligado a los esquemas nucleares, sino más bien a las creencias del grupo social de origen. Es tarea del terapeuta detectar, estudiar y analizar estos aspectos nucleares para conocer su influencia en la psicopatología principal que nos presenta el paciente. Comunicaciones: [email protected] Página 13 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México Un resumen de la propuesta de Riso, podría ser que la conceptualización de un caso clínico desde la “Conceptualización clínica cognitiva multinivel”, es conocer, analizar y explicar cada nivel para integrarlo en un todo y sacar a la luz (con todo lo que esto implica en terapia cognitivo conductual), los aspectos descriptivos, explicativos, preventivos y de promoción relacionados a la psicopatología del paciente, para que en base a estos, sean tomadas las decisiones de rumbo de la terapia, adecuándola a las necesidades del paciente en cada nivel (Riso, 2009). Influencia en otros autores y propuestas. Emiro (2007), retoma parte del postulado de Riso (2009), en lo referente al esquema de 20 orden para ejemplificar y apoyar su tesis principal cuando lo cita sobre cómo estos podrían mejorar la explicación epistemológica de ls psicopatología al conocer su influencia en el origen de esta y por ende la posibilidad de desarrollar un tratamiento distinto y adecuarlo a las necesidades del paciente. También defiende la idea de que es necesario determinar la ontología de ls procesos mentales, lo que la propuesta de Riso propone en cuanto a contemplar la mezcla entre lo social y lo personal para el desarrollo y permanencia de la psicopatología. Emiro (2007), propone y defiende el estudio profundo del origen de lo psicopatológico más allá de la estructuración de la información y sus procesos y de lo cultural en cuanto a la deformación individual y su utilización para dar respuesta a las mismas cuestiones sociales y el proceder del terapeuta que metodológicamente no puede esperar que solo con las cuestiones individuales en Comunicaciones: [email protected] Página 14 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México lo clínico se logren explicaciones globales de los orígenes y los pensamientos del individuo. Propone también que a través de una conceptualización clínica a distintos niveles como lo propone Riso, se logrará un análisis meticuloso sobre aspectos teóricos de la psicopatología desde lo epistemológico y ontológico. Muñeton (2011), retoma a Emiro cuando propone en sus tratamientos que los distintos esquemas ayudan a determinar qué información es importante para las metas y cual puede esperar o definitivamente ignorarse. Siguiere al igual que Riso estructurar el aspecto clínico etapa por etapa e ir convalidando el tratamiento en cada una y regresar cuantas veces sea necesario para el paciente y a su vez confirmando con la información cada vez obtenida, proponiendo al final una estructura de sesiones basada en Riso en donde se van describiendo nivel por nivel retomando la información de cada una a la vez que se avanza en el tratamiento. Caballo (2008), retoma a Riso al proponer la forma en cómo opera un esquema en un individuo: Rendición al esquema Maniobras cognitivas y conductuales que refuerzan y hacen vigente al esquema. Con Distorsiones Cognitivas la persona interpreta y filtra la información que a su vez reafirma el esquema. Evitación del esquema Cuando se activa el esquema o la parte del esquema disfuncional se experimentan emociones desagradables , por lo que se desarrollan estrategias para evitar su activación Compensación del esquema El individuo adopta estilos cognitivos y conductuales que son opuestos al esquema para intentar “engañarlo”, aunque tarde o temprano “sale a la luz” las consecuencias de su contenido. Esto le permite proponer que los esquemas de segundo orden deben de ser contemplados para planificar el tratamiento. Comunicaciones: [email protected] Página 15 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México Caballo termina proponiendo tratamientos para la depresión, ansiedad y trastornos de la alimentación retomando y dándole importancia a los esquemas de segundo orden al trabajar junto con el paciente el origen y significado de sus interpretaciones de cuestiones sociales relacionadas al trastorno principal. Con esto menciona se podrá evitar que el terapeuta encuentre obstrucciones en las cuestión de las interpretaciones sociales y en el medio que no permitan llevar a cabo las actividades dejadas por el terapeuta y por ende el poco desarrollo del tratamiento y obtención de metas. Hernández y Sánchez (2007), también retoman a Caballo (2008) y Riso (1996), cuando proponen tomar en cuenta la estructuración del tratamiento en multiniveles y contemplar los esquemas de segundo orden para evitar las “ganancias secundarias” a nivel social que podrían estar presentes durante el tratamiento de distintos trastornos mentales. Comunicaciones: [email protected] Página 16 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México Conclusiones La propuesta de Riso ha influido en la planeación teórica y metodológica no solamente a nivel individual dentro de lo clínico sino que también a nivel social y su implicación en la cuestión de la planeación en el tratamiento. Los anteriores autores solo fueron una muestra de lo que se retoma de Riso para proponer formas de tratamiento más estructuradas y con cuestión social individual tomada en cuenta para alcanzar las metas del individuo. La cuestión del esquema de segundo orden como se pudo observar vino a dar estructura y explicación a algo que se venía contemplando en cuestiones clínicas: la influencia de lo social y su estructuración particular en cada sujeto y a su vez su influencia en el origen, desarrollo y mantenimiento de la psicopatología y los problemas de resolución que esta tenía. Así mismo la explicación de su propuesta clínica multinivel permite tener mayor estructura y cuidado en cada uno de los aspectos del origen y cambio del pensamiento, de manera que al sugerir contrastar cada una de las etapas con las anteriores se van encontrando y dando explicación a cada forma de estructurar el pensamiento en el individuo (Zuluaga, 2003 y Pérez, 2012). Sin embargo, también representa un mayor grado de dificultad al tener más variables que estructurar o contemplar dentro del tratamiento o la planeación, por lo que considero que es tarea u obligación del terapeuta detenerse en la verificación metodológica del tratamiento, así como en la explicación del origen de los síntomas y la psicopatología más allá de la mera descripción de hechos, aunque lo anterior implique más tiempo y mayor esfuerzo cognitivo. Comunicaciones: [email protected] Página 17 Instituto Cognitivo Conductual de Salud Mental de México Bibliografía 1. Beck, A.; Morrison A.; Padesky C. y Renton J. 2005. Terapia Cognitiva de los trastornos de personalidad. 2ª. Edición. Paidos. España. 2. Beck, A; Rector, N; Stolar, N, y Grant, P. 2010. Esquizofrenia: teoría cognitiva, investigación y terapia. Paidós. Argentina. 3. Beck, J. 2000. Terapia Cognitiva. Editorial Gedisa. 4. Caballo, V. 2008. Manual para el tratamiento cognitivo conductual de los trastornos psicológicos. 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