Los Escipiones - Comunidad de Madrid

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ROMA CONQUISTA HISPANIA
LOS ESCIPIONES
Depósito legal: M-39377-2015
MUSEO ARQUEOLÓGICO REGIONAL
Plaza de las Bernardas s/n
Alcalá de Henares (Madrid)
http://www.madrid.org/museoarqueologicoregional
Exposición
De febrero a septiembre de 2016
Martes a sábados, de 11:00 a 19:00 h.
Domingos y festivos, de 11:00 a 15:00 h
Lunes, cerrado
Visitas guiadas con reserva previa en el teléfono
91 879 66 66
Imagen de portada: Llegada de Cneo Cornelio Escipión a Emporion.
Ilustración: Albert Álvarez Marsal. Fuente: Manuel Bendala
El cerco de Numancia.
Ilustración: Albert Álvarez Marsal. Fuente: Manuel Bendala
Busto del Museo Nacional de las Termas de Roma, identificable como
copia augustea del retrato de Publio Cornelio Escipión Africano.
Foto: Cortesía del Ministero dei beni e delle attivitá culturali e del
turismo. Soprintendenza Speciale per il Colosseo, il Museo Nazionale
Romano e l’Area archeologica di Roma
La exposición da cuenta de un episodio trascendental para la definición cultural de España y lo español: la conquista romana. Nuestro
paisaje cultural obtuvo con la romanización un
ingrediente básico. Hispania pasó a ser parte del
Imperio Romano, lo que no significó el abandono inmediato de las propias tradiciones, ni un
corte brusco con una trayectoria cultural muy
compartida por cartagineses, romanos e hispanos. Todos eran portadores de una civilización
mediterránea muy globalizada, forjada en sus
orígenes en el Próximo Oriente y madurada en
aspectos básicos al sol de Grecia.
La exposición afronta el reto museográfico de
dar cuenta de la primera y principal etapa de la
conquista de Hispania por Roma, protagonizada
por los Escipiones, figuras de leyenda en la forja del Imperio Romano. Inserta en el ambicioso
programa de exposiciones temporales del Museo
Arqueológico de la Comunidad de Madrid, esta
exposición complementa la dedicada a Aníbal y
la acción de los Barca en Hispania (“Fragor Hannibalis. Aníbal en Hispania”: julio 2013-enero
2014). Aquí habían creado los cartagineses una
verdadera provincia imperial, en la que se robustecieron para retomar su duelo hegemónico con
Roma. Los reinos y comunidades hispanos quedaron implicados en ese hecho e influidos en sus
formas políticas y culturales por los
cartagineses, a los que aportaron también cosas notables: entre otras, sus
muchos recursos, técnicas de armamento y de guerra y concepciones
ideológicas en torno a las formas de
realeza, que enriquecieron el acervo
púnico en estos terrenos.
El duelo púnico-romano, reabierto
con la Segunda Guerra Púnica, trajo
consigo la venida de los ejércitos de
Roma para acabar con las bases púnicas de Hispania, lo que desembocó en
un proceso de conquista global y en
la imposición, llena de consecuencias,
de la nueva potencia hegemónica. Los
romanos, con los Escipiones a la cabeza, encontraron en Hispania recursos
y estímulos decisivos: también enriquecieron su
acervo técnico en las artes de la guerra, con el
ejemplo destacado de la adopción de la espada
hispana (gladius hispaniensis), mientras que, en el
terreno ideológico y político, la realeza ibérica,
enriquecida por el tinte helenístico aportado por
los Barca, estimuló las formas de poder personal
que ambicionaban los dirigentes romanos. Fue
un hecho relevante que los Escipiones fueran
vistos y tratados como iguales por los régulos
hispanos, lo que estimuló el proceso de imposición en Roma de formas de poder monárquico
que culminó con el Principado de Augusto.
La exposición explica, en un recorrido museográfico por varios apartados o salas, un discurso
que se inicia con una sugestiva inmersión en la
Roma de los Escipiones, la “Roma de barro”, en
la que los miembros de esta gran familia aristocrática emprendieron una verdadera revolución
cultural y política, con su opción por los ideales
y modelos helenísticos y la imitación del tipo de
líder heroizado que encarnó Alejandro Magno
(la imitatio Alexandri).
Se trata a continuación de los ejércitos de Roma,
el instrumento de la acción imperial con el que
se emprendió la conquista de Hispania, y de las
aportaciones armamentísticas hispanas. A lo que
sigue una tercera sala dedicada al desembarco
Didracma romano-campaniense. Museo Arqueológico Nacional, Madrid.
Foto: Ángel Martínez Levas
Relieve con amontonamiento de armas. Colección de los Duques de
Cardona, Córdoba. Foto: Manuel Pijuan
Proskynesis. Ilustración: Albert Álvarez Marsal. Fuente: Manuel Bendala
Relieve de los guerreros de Estepa (Sevilla). Museo Arqueológico de
Sevilla. Foto: Guillermo Mendo
de los ejércitos romanos al mando de los primeros Escipiones en la colonia griega de Emporion
(Ampurias), a título de aliados de los griegos.
Pronto se convirtió en base militar romana,
a la que se sumó la fundada en Tarraco (Tarragona), que sería uno de los centros militares y
administrativos más importantes de la Hispania
romana.
La cuarta sala está dedicada a la acción del gran
Publio Cornelio Escipión Africano, el vencedor
de Aníbal en Zama (202 a.C.). Conquistó la
capital hispana de los cartagineses –Qart Hadasht (Cartagena)– y, tras varias importantes victorias, expulsó a los ejércitos púnicos de Hispania.
Quedó abierta la posibilidad de apropiársela, de
conquistarla, y Escipión emprendió una directa
implantación colonial con la fundación de Italica, junto a Spal (Sevilla), en pleno corazón de la
Hispania púnica.
La quinta sala está dedicada a la conquista por
los Escipiones de la Hispania interior. En esto
sobresalió la gran personalidad de un Escipión
de adopción, hijo de Emilio Paulo, llamado
por ello Escipión Emiliano. Fue el debelador
implacable de Numancia, protagonista de una
resistencia heroica y mítica. Después alcanzó
la meritoria denominación de Africano (Minor,
para diferenciarlo de su célebre antecesor) por
la toma y destrucción de Cartago en el 149 a.C.,
final de la Tercera Guerra Púnica.
Una última sala está dedicada a explicar el perfil ideológico de los Escipio­
nes, el peso de la tradición ideoló­
gica romana y su incorporación a los
modelos conceptuales helenísticos, así
como su asociación a la realeza ibérica,
su “hispanización”. Augusto, que acabó la conquista de Hispania, cierra el
recorrido histórico e ideológico de los
Escipiones, como grandes triumphatores,
imponiendo en Roma el poder monárquico que ellos empezaron a soñar con
sus experiencias hispanas y la memoria
eterna de Alejandro.
Manuel Bendala Galán
Comisario de la exposición
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