SERÁS MAESTRO... Si... eres capaz de entender a tus alumnos en su fase evolutiva; Si... puedes ver en ellos las formas deseables de comportamiento como puntos de llegada y no de partida; Si... estás convencido de sus posibilidades de aprender; Si... confías en su capacidad para juzgar; Si... te conmueve la confianza con que se entregan a ti; Si... los aceptas como son, en su realidad humana y social; Si... te esfuerzas, por hacer que cada uno produzca lo que puede y no lo que desearías que produjese; Si... los llevas a vencer sus dificultades, sus limitaciones o fracasos, sin humillaciones ni frustraciones inútiles; Si... consigues crear un ambiente de trabajo, confianza y optimismo, en el que ellos no tengan temores de equivocarse; Si... no te fastidia verlos reaccionar de manera diversa a los estímulos que les proporcionas; Si... los animas a que realicen un constante esfuerzo de auto superación; Si... consigues auscultar sus más íntimas aspiraciones; Si... los estimulas a emitir opiniones aun contrarias a las tuyas; Si... ellos te sienten como una persona que no es autoritaria, ni castiga, sino que está siempre dispuesta a socorrerlos en sus dificultades; Si... les abres el corazón y la inteligencia a los aspectos trascendentales de la vida; Si... llegas a preocuparte por su futuro; Si... los llevas a sentir la fascinación por lo desconocido; Si... los llevas más a reflexionar que a memorizar; Si... haces que sean más partícipes que espectadores; Si... fomentas en ellos el respeto al prójimo; Si... consigues entusiasmarlos por el hombre, la sociedad y la naturaleza, con el entusiasmo que impulsa las grandes aventuras, Si... te contentas con escuchar más que con hablar; Si... estás dispuesto a dar más que a recibir; Si... tienes más condiciones para comprender que para ser comprendido; Si... te emociona la vista de tantas criaturas que dependen de ti para el florecimiento de su creatividad, su conciencia, su libertad y su responsabilidad; Entonces, puedes decir; “SOY MAESTRO”