COMO TORCER EL BRAZO AL GOBIERNO, LAS PATRONALES Y

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NACIONAL
Para derrotar los ataques al Casino, Dana, Mafesius, Pagoda…
COMO TORCER EL BRAZO AL GOBIERNO,
LAS PATRONALES Y LA BUROCRACIA
Los trabajadores venimos dando dura pelea, sin interrupción, desde las luchas docentes de Neuquén y Santa Cruz a principios del 2007 hasta hoy, en que los trabajadores del Casino llevan más de 70 días en
conflicto. Con las luchas se perforó el año
pasado el techo salarial que pretendían
imponer el gobierno y las patronales con la
complicidad de la burocracia de la CGT y la
CTA. Y fueron vanguardia en esa pelea
muchos sectores encabezados por nuevas
direcciones combativas, de las que los docentes del sur, los ferroviarios del Victoria
y Haedo, la interna del Banco Provincia,
junto a los que hoy son atacados, como
los compañeros del Casino, de Dana, etc.,
son algunos ejemplos.
Precisamente por ese papel de ser vanguardia en la lucha de todos los trabajadores
por el salario y demás reclamos, es que el
gobierno, las patronales y la burocracia sindical, han lanzado duros ataques, con despidos, represión y patotas; ataques como
el que le costó la vida a Carlos Fuentealba
en Neuquén o el que soportan hoy los trabajadores del Casino o los obreros de Dana,
cuya fábrica está militarizada. Con eso buscan impedir que se venga una nueva oleada de poderosas luchas que impidan el intento de construir un pacto social que están construyendo entre Cristina, Moyano,
Yasky y las patronales.
Pero los trabajadores de todos los sectores atacados con despidos, represión y
patota están respondiendo con extraordinaria fuerza. Los docentes de Santa Cruz
encabezaron una lucha de todos los trabajadores de la provincia que impuso sus reclamos y abrió camino a la lucha que perforó el techo salarial el año pasado, a pesar
de la dura represión de la policía y la
gendarmería en la provincia de los K. Hoy
los obreros de Dana han vuelto al trabajo
con los despedidos afuera, pero tras 15 días
de heroica lucha a pesar de la militarización
de la fábrica. Y los compañeros del Casino
siguen en conflicto, con la enorme fuerza
de cientos de activistas y el apoyo de la
mayoría de los trabajadores del establecimiento, reclamando la reincorporación de
los 101 despedidos, a pesar de los ataques
de la prefectura, la gendarmería y la patota.
Así como la lucha de los docentes
santacruceños contó con el apoyo de toda
la población, los trabajadores del Casino
se están viendo rodeados de la solidaridad
de miles de compañeros bancarios, ferroviarios, del subte, estatales, de hospitales
e infinidad de otros sectores, que saben
que la pelea contra los despidos, la represión y la patota es de toda la clase obrera y
el pueblo.
El FOS, que está apoyando con todas sus
modestas fuerzas a los compañeros en conflicto, llama a todos los trabajadores y el
pueblo a redoblar el apoyo para que triunfen. Si ganan los trabajadores del Casino y
los demás compañeros en conflicto ganamos todos. Por eso llamamos a participar
de la jornada de escraches contra Cristóbal López, el concesionario del Casino y
testaferro de los Kirchner y de todas las
acciones de apoyo y a aportar al fondo de
huelga de los compañeros para que no puedan derrotarlos por hambre.
Al mismo tiempo consideramos necesario
reflexionar acerca de cómo seguir la pelea
para poder efectivamente torcerle el brazo
al gobierno, las patronales y la burocracia.
Cómo lograr el más
amplio apoyo a la lucha
Como venimos diciendo, la lucha del Casino se hace muy prolongada y difícil Lo mismo pasó con las luchas docentes de
Neuquén, de Santa Cruz, las luchas de los
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petroleros patagónicos, de los pescadores,
etc.
Precisamente estas características de las luchas hacen más necesario aún lograr el apoyo de todos los trabajadores y el pueblo
Por supuesto que el gobierno, junto con las
patronales, son responsables de estos ataques a los trabajadores. Y las burocracias
de la CGT y la CTA son cómplices. Y es muy
importante explicar esto a todos los compañeros.
Justamente por eso es imprescindible garantizar la participación de todos los trabajadores de cada establecimiento en la lucha y
rodearlos del apoyo masivo de la clase obrera y el pueblo. Muchos delegados y activistas y varias corrientes de izquierda –como el
PO, el PTS y el MAS- consideran que en los
llamados a apoyar a esta pelea hay que hacer centro en la denuncia contra el gobierno, la patronal y la burocracia.
¿Pero cómo hacemos para lograr efectivamente la mayor participación del conjunto
de los trabajadores y el apoyo obrero y popular masivo? ¿Diciendo, por ejemplo, en el
barrio que vengan a apoyar la lucha los que
estén en contra de Cristina y del pacto social? Creemos que no, que eso limita el apoyo a los que ya odian a Cristina, que es una
pequeña minoría. Nosotros, junto con muchos otros compañeros, creemos que el centro tiene que estar en el llamado al apoyo a
todos los que estén en contra de que se golpee a los trabajadores y se les impida trabajar.
Así se logra la unidad de los activistas con
la base, pero no sólo la base del sector, sino
la de todo el movimiento obrero.
Esto es fundamental porque en estas luchas
se están probando nuevas direcciones. Y su
objetivo, junto con ganar cada lucha, debe
ser disputar la dirección del conjunto del movimiento obrero a la burocracia de los sindicatos de la CGT y la CTA. Por eso es fundamental la discusión de cómo actúan esos
nuevos dirigentes, como incorporan a la
base a la toma de decisiones a través de asambleas realmente democráticas, como se relacionan con los otros sectores de la clase
obrera, justamente los que son dirigidos por
la burocracia.
Dos plenarios, dos caminos
En un plenario que se convocó el 3 de enero
en la CTA de Capital, en solidaridad con los
sectores en lucha, se había dado un paso
fundamental en un sentido que nos parece
el correcto: se puso como reclamos centrales la reincorporación de los despedidos del
Casino y todos los establecimientos y el fin
de la represión y las patotas. Y pedir a las
conducciones y figuras que habían declarado su apoyo a los reclamos –como sectores
de la conducción de la CTA, el cardenal
Bergoglio, etc.- que se pusieran a la cabeza
de reclamar al gobierno garantías democráticas y para la actividad sindical.
En cambio en un plenario posterior, realizado el 19 de enero, se aprobó un programa
larguísimo, con centro en la denuncia del
pacto social y el gobierno y el llamado a la
auto-defensa de los trabajadores. Y se resolvió llamar a la jornada de solidaridad del
25 de enero con ese programa.
Apoyamos y llamamos a participar de la jornada del 25 de enero en apoyo a todas las
luchas.
Pero seguimos convencidos, al igual que
muchos dirigentes y activistas, que la reincorporación de los despedidos, el fin de la
represión y el cese de los ataques de las
patotas requiere volver a la orientación aprobada en el plenario del 3 de enero.
El camino pasa por estrechar cada vez más
la relación entre los activistas y delegados
y los trabajadores que están en sus casas y
en las empresas, el impulso al fondo de huel-
ga y otras medidas que pongan en contacto
a los trabajadores en lucha con miles de
compañeros de otros sectores, obligar a
empresa y gobierno a abrir todos los canales de negociación posibles para lograr la
reincorporación de todos los despedidos e
impulsar una gran campaña nacional, reclamando el apoyo de todos los sectores sindicales, políticos, de la iglesia, a una campaña reclamando al gobierno que garantice
las libertades democráticas y la actividad
gremial.
Estamos convencidos de que es por esta vía
que se fortalecerán las nuevas direcciones
obreras, en el camino de construir la nueva
dirección democrática y combativa que necesitamos los trabajadores para enfrentar
al gobierno, las patronales y la burocracia.
Con esa convicción seguimos firmes e incondicionalmente junto a los trabajadores
del Casino, de Dana y todos los que luchan,
para lograr la reincorporación de los despedidos, el fin de la represión y todos sus reclamos.
No permitir que separen a
los delegados y activistas
combativos de la base
En muchos de estos conflictos se han dado
cierres de las empresas, con los que las
patronales buscaron y lograron
efectivamente dispersar a los trabajadores,
separándolos de sus delegados combativos y
de los activistas que mantienen piquetes y
otras actividades de resistencia.
Frente a esta situación, hemos visto que
muchos delegados y activistas jóvenes
tienden a concentrar todos sus esfuerzos en
los piquetes y acampes en las puertas de las
empresas o en lugares de impacto político,
como Plaza de Mayo. Pero, por inexperiencia,
tienden en muchos a casos a perder contacto
con la mayoría de los trabajadores que
acompañan las medidas desde sus casas.
Que es precisamente el objetivo de las
patronales, que se dedican a presionar y a
tratar de quebrar a esos compañeros.
Esta tendencia de los delegados y activistas
a separarse de la base se ve aumentada por la
orientación que impulsan y aconsejan
algunas corrientes de izquierda como el PO,
el PTS o el MAS, que ponen en el centro
apoyarse en acciones de los activistas que
chocan con la represión y tienen gran
repercusión en los medios. Y que sirven para
denunciar la política del gobierno, las
patronales y la burocracia. Incluso en algunos
casos los piquetes se sustentan con
militantes de organizaciones políticas, que
sustituyen a los trabajadores en lucha y
realizan las tareas propias de ellos.
A nuestro juicio esa orientación no sirve para
avanzar hacia lograr la reincorporación de los
despedidos y, lo que es peor, ahonda más la
separación de los activistas de la gran mayoría
de los trabajadores que “la miran por TV”.
Muchos de esos trabajadores ven los
choques y los piquetes como algo ajeno a
ellos, como “cosa de zurdos”. Y por eso
mismo tienden a no participar de las
asambleas, para no verse comprometidos.
Lo primero es recuperar y sostener la
relación de los activistas y delegados con la
base
Una orientación distinta –con la que coincide
el FOS- es la que vienen planteando
numerosos dirigentes y activistas bancarios,
estatales, del subte y otros sectores, que
ponen el acento en primer lugar en recuperar
y sostener una relación permanente de los
delegados y activistas con todos los
trabajadores en el casino y demás sectores
en lucha. Lograr el contacto permanente con
los trabajadores que no participan de las
acciones y asambleas es fundamental, para
asegurar que sostengan los paros y no se
quiebren.
En esto se destaca el ejemplo de los
compañeros de Dana que, en cuanto comenzó
su lucha, formaron una comisión de los
trabajadores
para
recorrer
sistemáticamente las casas de los
compañeros, invitándolos a las asambleas y
están atentos a sus preocupaciones y
problemas.
Por su parte los compañeros del Casino han
comprendido esta necesidad y están
haciendo grandes esfuerzos para sostener
la relación con los compañeros que no
participan de las asambleas. ¡Ese es el
camino!
Democracia obrera
Existe desde hace tiempo en la izquierda una
polémica acerca de qué forma de
organización le proponemos a los
trabajadores para luchar.
Nosotros defendemos la concepción
tradicional de Lenín y Trotsky de la
democracia obrera. Esta consiste en impulsar
la participación de todos los trabajadores
en asambleas donde tengan posibilidad de
expresar su opinión y sus propuestas, no
importa cuales sean. Muchos años de
influencia de la burocracia sindical peronista
han alejado a los activistas y dirigentes de
este método.
Para lograr la participación, no basta con que
los dirigentes, delegados y activistas
“avisen” que se hace una asamblea. Tiene
que salir a “trabajar” las asambleas.
Convencer a todos los compañeros de que
participen. Recorrer sección por sección
convenciéndolo. En luchas donde los
compañeros están fuera del lugar de trabajo,
esto es doblemente importante. Hay que ir a
buscar a sus casas a los que tienen miedo o
no participan por otro motivo. Y en las
asambleas mismas crear un clima fraternal
que aliente la intervención de todos con la
seguridad de que nadie va a ser atacado por
sus opiniones. En ese clima las asambleas
deben ser resolutivas. Y todos los
trabajadores tienen que acatar y aplicar las
resoluciones. Por ejemplo, si se vota un paro
u otra medida de lucha, todos los
trabajadores, incluso los que no estaban de
acuerdo, tienen que acatarlo. Pero también
acatarlo, con más razón, si la base vota algo
diferente a lo propuesto por los dirigentes o
activistas, así estos lo consideren
equivocado.
Y las resoluciones de una asamblea solo
pueden ser modificadas por otra asamblea.
Donde no se puedan hacer asambleas
generales por el motivo que sean, el camino
es hacer asambleas por sector que voten
mandatos. Y que se reúna posteriormente
un plenario de delegados o representantes
con mandato para resolver.
Frente a este método se presenta otro, que
es el de la “democracia de los que luchan”
(es decir, de los activistas y dirigentes). De
acuerdo a esta concepción, en una lucha
como la del Casino o Dana, solo tendrían
derecho a opinar y decidir los luchadores de
la “primera línea”, los que sostienen los
piquetes y acampes. Para quienes defienden
esta concepción, la tarea de garantizar la
NACIONAL
Moyano vuelve a entregarnos
SALARIO MINIMO VITAL
Y MÓVIL ACORDE A LA
CANASTA FAMILIAR
La cúpula de la CGT se reunió con la
presidenta y acordaron mantener la
discusión salarial dentro de límites
“razonables”. Hablaron de cifras cercanas
al 20%, cuidando que no se dispare la
disputa salarial. Además, intentan que las
paritarias cubran 2 ó 3 años, y no que sean
anuales como ahora.
participación de los compañeros de
“segunda” o “tercera” línea es
secundaria. Todo el esfuerzo está puesto
en garantizar la actividad de la “primera
línea” o de un núcleo muy reducido.
Este método, aplicado en muchos casos
por inexperiencia pero en otros casos
como una concepción permanente, tiene
el defecto de que profundiza la separación
de “los que luchan”, los que están en los
piquetes y acampes, de la mayoría de los
trabajadores que no participan de ellos.
Eso debilita el apoyo masivo de todos
los compañeros a las medidas de lucha.
Por eso insistimos en la importancia
fundamental de la democracia obrera,
donde la primera tarea de los delegados
y activistas es mantener la relación
permanente con el conjunto de los
trabajadores y asegurar su participación
y su derecho democrático a opinar,
proponer y participar de las decisiones
de las asambleas, así como la obligación
de todos de acatarlas. Será la única forma
de que la lucha sea vista como propia
por el conjunto.
Elfondo
de huelga
Junto con la orientación de mantener la unidad
del activismo y la base, estamos impulsando
con todas nuestras fuerzas el fondo de
huelga. Pero no simplemente reclamando
ayuda a dirigentes o fuerzas políticas.
Ponemos el acento en que los activistas
del Casino y de los otros sectores en lucha
tomen contacto con miles de trabajadores
de otros establecimientos, para darles a
conocer su lucha y lograr su solidaridad
permanente.
De ese modo se han logrado realmente miles
de aportes, que expresan realmente la
solidaridad y la voluntad de apoyo a las luchas
de miles de compañeros. Y las importantes
sumas de dinero recaudado han sido y siguen
siendo un factor fundamental para sostener
estas luchas duras y prolongadas.
Queremos destacar en ese sentido el ejemplo
de la comisión interna de una de las principales
empresas del país, que puso y sigue poniendo
todos sus recursos a disposición de los
trabajadores del Casino y demás luchas. Y
cuyos máximos dirigentes están acompañando
a los compañeros del Casino, sección por
sección de la empresa, explicando a los
trabajadores la importancia de esta lucha y la
necesidad de apoyar con aportes al fondo de
huelga. Así se consiguieron miles de aportes.
Por pedido de los propios dirigentes de esta
empresa hemos omitido el nombre de la misma,
para no crear problemas con la patronal en el
desarrollo de su tarea solidaria. Lo que vale es
el ejemplo.
Además de la actividad del fondo de huelga,
creemos que es necesario desarrollar otras
actividades amplias, como la organización de
un gran festival solidario con la participación
de destacados artistas, para ganar el apoyo de
toda la población.
Igual que en años anteriores, Moyano se
ubica como garante del acuerdo con las
patronales y el gobierno, para asegurar las
ganancias empresariales. Son los primeros
pasos del Pacto Social que intenta el
gobierno.
Para los dirigentes sindicales “razonable” es
que un jubilado gane $800, que haya salarios
inferiores a los mil pesos por jornadas cada
vez más largas. “Razonable” es aceptar el
criterio de las empresas de discutir salario
sobre la base del aumento de la
productividad (es decir, sobre ritmos de
trabajo cada vez mayores). Y “razonable”
es un aumento que no alcanza ni siquiera
para cubrir la inflación pasada,
condenándonos a perder otra vez durante
todo el año contra la carrera de precios.
¿A quién consultaron los dirigentes de la
CGT para este reclamo?
Lo mismo se extiende a los dirigentes de los
gremios estatales, mayoritarios en la CTA.
El Secretario General de SUTEBA acaba de
reclamar un aumento que no tiene como
condición la incorporación al básico de las
sumas en negro.
Por un salario mínimo, vital y móvil
La cosecha de granos tiene precios récord,
las ganancias de las patronales son
fabulosas, las multinacionales tienen récord
de facturación y ventas.
Pero a ellos nunca les alcanza. Y ante
posibles crisis futuras, quieren asegurarse
un “colchón”. Es decir, que la paguemos
nosotros.
Ahora es el momento de apretar para
recuperar nuestro salario.
La inflación superó el año pasado el 30%. Y
la perspectiva para el 2008 es peor. Por lo
tanto, tenemos que discutir en todos los
lugares de trabajo, hablar con los delegados,
pedir asamblea donde se pueda, apretar de
todas las maneras posibles.
Desde cada fábrica, empresa, banco, escuela
y repartición, tiene que llegarles a las
conducciones sindicales la exigencia de un
aumento “razonable” para los trabajadores.
Los aumentos tienen que tener como piso
un 40% para todas las categorías,
garantizando un salario mínimo igual a la
canasta familiar para todo trabajador.
A la vez, necesitamos recuperar el carácter
móvil del salario, incluyendo cláusulas de
aumento mensual automático de acuerdo a
la inflación. En ese sentido, los trabajadores
del INDEC se han comprometido a hacer
conocer los verdaderos índices, diferentes
a los que publica el gobierno.
Este reclamo no puede ser aislado, gremio
por gremio y fábrica por fábrica. ¿Para que
hay centrales obreras, que unen a todos los
trabajadores? Hace falta un reclamo
unificado, una gran paritaria nacional previa,
que ponga “piso” a las paritarias por sector.
De otro modo, las cámaras patronales se
aprovechan de la división.
Tomar el reclamo en nuestra manos
No podemos confiar en que de los actuales
dirigentes salga la iniciativa. El año pasado,
desde las provincias del interior los
docentes demostraron que es posible luchar
con asambleas masivas, decidiendo las
cosas entre todos, con fuerza y unidad, con
la participación de todos, y ganando a la
opinión pública para la lucha.
En Santa Cruz, pudieron doblegar al propio
presidente, que mandó la Gendarmería y
utilizó toda la fuerza del Estado para
derrotarlos.
Con el método de la asamblea y la
democracia de las bases, con nuevos
delegados
y
dirigentes que
respeten a sus
compañeros,
podemos
ir
haciendo más
fuerte el reclamo
y preparando la
lucha por el salario y todos nuestros
reclamos.
PERSPECTIVAS
Cristina sube al gobierno con objetivos
económicos muy precisos y urgentes. En
primer lugar, incrementar el superávit para
disponer de los fondos que requiere el pago
de la deuda externa los próximos años. La
“aspiradora” se llevará 14.546 millones de
dólares en el 2008 y 13.590 en el 2009 (Clarín
– 6 de enero).
Para eso, se viene un ajuste muy fuerte sobre
los trabajadores y las clases medias. Los
aumentos de impuestos y tarifas ya
comenzaron. E intentan avanzar en lo que se
llamó la “2º Reforma del Estado”, que
consiste en dejar en la calle a casi un millón
de empleados del Estado a nivel nacional y
en provincias y municipios. Macri empezó
“a lo bruto”, y se vio obligado a reincorporar
los contratados echados. Pero en diferentes
municipios de Buenos Aires (La Plata, Lanús,
San Isidro, Cañuelas, etc.) los nuevos
intendentes K han despedido masivamente.
Y es solo el principio, porque Scioli tiene el
objetivo de avanzar aún más.
En segundo lugar, garantizar que las
ganancias de las empresas se mantengan,
cuando todo indica que el crecimiento
económico tenderá a decaer.
Los tarifazos en el transporte, y los que se
vienen en los servicios son parte de eso.
Pero más en general, la intención de
paritarias cada 3 años, así como el criterio de
atar los salarios a la productividad van en
ese sentido. El Pacto Social que impulsaron
tiene este propósito.
Pero la crisis de la economía mundial los
aprieta todavía más. Y los obliga a acelerar
los tiempos. La ilusión de que la crisis
norteamericana no tendría incidencia en la
Argentina es solo eso, una ilusión. Si la
economía mundial se desacelera, todo el
esquema basado en las exportaciones de
commoditys y determinados productos
industriales (aceites, automotores, siderurgia
y poco más) se complica. Ni hablar si la crisis
termina en una recesión de la economía
norteamericana y europea.
Un problema: los trabajadores
Sin embargo, para lograr esto necesitan
frenar los reclamos de los trabajadores.
Desde hace años, a partir de la recuperación
económica, la clase obrera no ha dejado de
luchar por el salario y sus condiciones de
vida. Y lo ha hecho pasando por encima de
los intentos de frenarlos por parte del
gobierno, las patronales y la burocracia
sindical.
En el 2005, la lucha de subte, telefónicos y
otros logró superar los acuerdos empresasCGT.
En el 2006, la traición de Moyano, que
“marcó la cancha”, logrando un aumento
para los camioneros pero ocultándolo a
todos los trabajadores, les permitió sostener
los techos.
Pero en el 2007, otra vez la pelea logró superar
los límites que intentaban imponer. En este
caso, la traición corrió por cuenta de los
caudillos docentes, pero las luchas
provinciales pasaron por encima de eso. Y
en toda la clase trabajadora se mantuvo la
discusión salarial a lo largo del año. Al punto
que las empresas se vieron obligadas a dar
doble aguinaldo o sumas fijas a cuenta de la
futura negociación.
Por eso, la gran preocupación de Cristina es
cómo doblegar esta predisposición a la pelea.
El ataque a las nuevas direcciones
En ese marco, y como medida previa,
aprovechan los meses de verano para
descargar un ataque contra los sectores
dirigidos por nuevas conducciones. No
olvidan que subte en el 2005 y docentes y
otros gremios combativos fueron la chispa
que incendió los acuerdos con la burocracia.
Entonces han descargado una ofensiva
sobre diferentes sectores (ver páginas
centrales y página 2).
Una gran tarea para los trabajadores es
defender estas nuevas direcciones.
La perspectiva
Venimos de un 2007 con luchas, que no se
detuvieron ni aún en medio de las elecciones.
Y esas luchas en general fueron triunfantes,
y obligaron a dar aumentos al básico.
¿Es que esa realidad cambió? ¿Ahora el
gobierno y las patronales están a la
ofensiva?
La verdad es que hay una contraofensiva
de la patronal, el gobierno y las burocracias
muy dura. Una contraofensiva que se dirige
no solo contra las nuevas direcciones, sino
contra los municipales como primer paso del
ataque que intentan a toda la clase,
empezando por los estatales.
Entre las luchas obreras y la contraofensiva
patronal, se produce una fuerte polarización.
Vienen peleas duras. Por eso, hemos visto
recrudecer la violencia de las patotas y los
ataques a los activistas. Y no podemos
descartar que parte de esa violencia se dirija
también contra la izquierda. En ese sentido,
el atentado al MST en Neuquén es
preocupante.
Los trabajadores tenemos que prepararnos
para esa polarización. Saber que tendremos
que preparar la defensa contra las patotas o
la policía en nuestras movilizaciones y
luchas.
Con toda preocupación, sabiendo que no
serán fáciles. Pero entendiendo que están
aprovechando al verano, un momento de
menor actividad sindical.
Y que las batallas decisivas están por venir.
Serán las peleas de todos los gremios por
salario en la paritaria. Será la lucha de los
docentes y estatales de todo el país por
sueldo y contra la 2º Reforma del Estado.
Allí, con amplios sectores movilizados, se
irá decidiendo la pelea.
El triunfo de los compañeros del Banco
Provincia y la gran movilización de
trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires,
que pese a la traición de sus dirigentes ha
frenado por el momento la ofensiva de Macri,
son ejemplos del tiempo que se viene.
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