isitar Senegal supone adentrarse en un conglomerado de culturas y etnias que abarcan desde las poblaciones nómadas del desierto del Sahara hasta las animistas del África negra más profunda, en las zonas tropicales del sur. En ese país conviven catorce tribus diferentes, cada una con su propio dialecto y sus peculiaridades culturales. Los wolof son la principal etnia. Su lengua es la más hablada en Senegal, a pesar de que el idioma oficial es el francés. Integra a un 40% de la población y reside, sobre todo, en el norte. También están los peul, el pueblo nómada más grande del mundo y que vive en más de una docena de países de África. Se dedican a la ganadería bo- V vina y la posesión de manadas determina el prestigio social entre sus miembros. Otra etnia es la de los serer, uno de los pueblos más antiguos de Senegal y que destacan por ser grandes agricultores, expertos en el cultivo del mijo. Todo este entramado de etnias y tribus realza el valor cultural del país y su acogedora gente muestra con orgullo su capacidad de convivencia, huyendo de las luchas tribales y guerras civiles que se acostumbran a dar en otros países vecinos. Además, destaca la buena relación entre la población musulmana y la cristiana (90% frente a 10%), llegando a celebrarse matrimonios mixtos sin presiones religiosas. Los cayucos descansan en la playa de la ciudad de Saint Louis después de una jornada de pesca. En la doble página anterior, dos mujeres de la etnia diola practican la lucha tradicional africana. zazpika 9