Lección 6 -- Samuel, el Ultimo Juez de Israel.p65

Anuncio
Los Líder
es En Isr
ael
Líderes
Israel
Lección 6
Samuel – El Ultimo Juez de Israel
VERSICULO PARA MEMORIZAR: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en
alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tu también seas tentado” – Gál. 6:1.
Samuel – El Ultimo Juez de Israel
El joven Samuel estaba arreglando su cama de manera que pudiera descansar
por la noche. No tenía idea de lo que le sucedería en esa extraña noche. Sus
pensamientos pueden haber sido los de los deberes que debía llevar a cabo en la
mañana, porque él era el responsable de abrir las puertas de la casa de Jehová.
Esa “casa” era realmente una gran tienda, un tabernáculo, con una cerca hecha de
un tejido costoso que lo rodeaba. O, sus pensamientos pudieron haber retornado al
tiempo cuando su madre, Ana, lo había traído al tabernáculo para servir delante de
Elí, el sacerdote.
Dado a Dios
La situación que había traído a Samuel a este servicio fue muy inusual. Su
madre no había sido capaz de tener hijos por mucho tiempo, de manera que le
había orado a Dios que la bendijera. Ella prometió que daría el niño a Dios, si él la
ayudaba. Dios escuchó su oración, e hizo que fuera capaz de tener el bebé. Leal
a su promesa, cuando Samuel estaba lo bastante mayor para dejarlo con Elí, lo
trajo para que sirviera en el tabernáculo.
Samuel era el hijo primogénito de Ana, y Dios había dicho que todos los primogénitos le pertenecían (Ex. 13:2). No obstante, en lugar de usar los hombres primogénitos de todas las tribus como sacerdotes y siervos en el tabernáculo, Dios
escogió a los levitas para que los reemplazaran (Núm. 8:14-19). Por tanto, todo hijo
primogénito era “ofrecido” a Dios en una forma simbólica, pero cada uno era reemplazado por uno de la tribu de Leví. Sin embargo, Samuel no fue reemplazado por
un levita, a causa de la promesa de su madre.
Samuel Oye Una Voz en la Noche (1 Samuel 3:2-10)
Cuando Samuel estaba a punto de irse a dormir esa noche maravillosa, una voz
vino a él, llamándolo por el nombre, “¡Samuel!” (v.4). El muchacho no estaba esperando oir la voz de Dios, porque Dios no hablaba a menudo en aquellos días (1
Sam. 3:1). El pensó que Elí lo estaba llamando. Contestó, “Heme aquí” (v.4) y
corrió a la cama de Elí. Pero Elí le dijo que no lo había llamado. Cuando él se
acostó de nuevo, la voz lo llamó la segunda vez, “¡Samuel!” De nuevo, Samuel
corrió al lado de Elí para contestar al llamado. Sin embargo, Elí negó que hubiera
llamado a Samuel. Cuando esto ocurrió la tercera vez, Elí comprendió que debía
ser Dios quien estaba llamando al niño. Le dijo a Samuel que fuera a la cama de
nuevo, y escuchara al llamado. Cuando lo escuchara de nuevo, debía contestar,
“Habla, Jehová, porque tu siervo oye” (v.9).
Samuel obedeció a Elí, y Dios llamó a Samuel de nuevo. Esta vez, Samuel
contestó como se le había enseñado, y Dios le dijo, “He aquí haré yo una cosa en
Israel, que a quien la oyere, le retiñirán ambos oídos. Aquel día yo cumpliré contra
Eli todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. Y le
mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque
sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado. Por tanto, yo he jurado
a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con
sacrificios ni con ofrendas” (1 Sam. 3:11-14).
Este mensaje de Dios hizo que Samuel se atemorizara. Dios lo estaba usando
por vez primera como profeta. Debía decirle a Elí del terrible castigo que Dios
había planeado para su familia. Samuel estaba temeroso de decirle a Elí lo que
había escuchado. Sin embargo, Elí insistió que Samuel debía decirle todo lo que
había escuchado de parte de Dios, nunca comprendiendo que el mensaje era para
él mismo. De esta manera, Samuel le dijo todo, y “sin encubrirle nada” (v.15-18).
Decir La Verdad o No
A veces es dificil decirle a alguien que amas la verdad acerca de sus vidas.
Cuando vemos a nuestros amigos haciendo cosas que son incorrectas a los ojos
de Dios, encontramos dificil reprenderlos, o advertirles acerca de su pecado. No
obstante, debemos comprender que la única forma en que pueden ser corregidos
es por medio de escuchar y obedecer la verdad. Si nos quedamos en silencio,
13
A NO
TACIONES
NOT
Los Líder
es En Isr
ael
Líderes
Israel
14
A NO
TACIONES
NOT
nunca podrían aprender que están en lo malo, pero si les advertimos, aún podrían
ofenderse a nuestro intento de ayudarles. ¿Qué es lo mejor que se debe hacer en
tales casos?
Samuel Cumple Su Obligación Por Amor
Samuel aprendió que era mejor decir la verdad a los hombres, no importando
que tan duro pudiera ser. Más tarde en su vida, cuando era mayor, Samuel fue
mandado por Dios a escoger a Saúl como el primer rey de Israel. Esto quiere decir
que el período de los Jueces debía llegar a un fin. Samuel amaba a Saúl, y trabajó
duro para ayudarle a ser un rey fuerte y sabio. Sin embargo, el carácter de Saúl era
débil, y cometió muchos errores. Samuel aún lo amaba, pero siempre trató de
corregirlo. Cuando Saúl falló en obedecer los mandamientos de Dios con respecto
a la destrucción de la nación pecaminosa de Amalec, Samuel lo reprendió duramente, y predijo que Dios quitaría el reino de Saúl. Más tarde, esta misma cosa fue
hecha, y David se convirtió en el rey.
Saúl comprendió que había pecado, y que Samuel no podía ofrecerle tener algo
mas para hacer con él, pero él no cambiaría su carácter para amoldarse a la verdad
de Dios. Samuel y Saúl tuvieron que separarse. Samuel no podía ayudarlo mas,
pero aún lloraba por Saúl (1 Sam. 15:10-35). Produjo un gran dolor en Samuel tener
que reprender a Saúl, pero sabía de su experiencia con Elí que la verdad debe ser
dicha, haciendo caso omiso del posible dolor que pudiera traer.
Pablo, Otro Ejemplo
En el Nuevo Testamento, tenemos el ejemplo de otro hombre que comprendió
que debía hacer que todos los hombres vieran la verdad. Su política fue siempre
hablar toda la verdad. Pablo, el apóstol, dijo a los ancianos en Efeso, “Por tanto, yo
os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he
rehuido anunciaros todo el consejo de Dios” (Hch. 20:26-27). La única forma en que
Pablo pudo sentirse bien en su obra fue diciéndole a los hombres todo lo que
necesitaban oir. Cuando declaró “todo el consejo de Dios”, nadie pudo decir que él
no había cumplido toda su responsabilidad hacia sus oyentes.
Algunas veces, lo lastimó decir la verdad. En un tiempo, condenó a los Cristianos en Galacia por seguir falsos maestros. Ellos probablemente mostraron su
resentimiento, y Pablo tuvo que hacerles la pregunta, “¿Me he hecho vuestro enemigo, por deciros la verdad?” (Gál. 4:16). Le mostró a los Gálatas que les había
dicho la verdad porque los amaba, y esperaba que recibieran su reprensión con el
espíritu correcto.
Pablo tuvo un problema similar con la iglesia en Corinto. La iglesia había fallado
en disciplinar a uno de sus miembros que estaba viviendo en un pecado terrible.
Pablo les dijo que “el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin
de que el espíritu fuera salvo en el día del Señor Jesús” (1 Cor. 5:5). Más tarde, se
preocupó de que pudiera haber sido demasiado severo con ellos. En su segunda
carta, les dijo, “... por la mucha tribulación y angustia del corazón es escribí con
muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán
grande es el amor que les tengo” (2 Cor. 2:4). Sin embargo, Pablo aprendió que su
reprensión había hecho que el pecador se arrepintiera de su pecado y retornar a la
iglesia, y dijo, “Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque
fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según
Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte” (2 Cor. 7:9). Aunque
estuvo temeroso del efecto de su reprensión, de cualquier manera la habló. No
obstante, en este caso, se regocijó con se enteró de la buena respuesta de la
iglesia en Corinto.
Siguiendo el Ejemplo
Vemos entonces que algunas veces la verdad puede separar a buenos amigos,
pero que otras veces puede hacerlos más cercanos. No importa lo que pudiera ser
el efecto, debemos seguir el ejemplo de Samuel y Pablo. Como siervos de Dios, y
como amantes de sus hermanos, no pudieron hacer nada mas. Esto es lo que Dios
espera que nosotros también hagamos, para ayudar a los que amamos a escapar
del pecado.
Preguntas de Elección Múltiple (Subraye la respuesta correcta)
1. El varón “primogénito” de Ios hijos de Israel usualmente (a) tenían que servir en
el tabernáculo, (b) se convertían en sacerdotes, (c) eran redimidos del servicio.
2. Samuel se convirtió (a) en sacerdote, (b) en profeta, (c) en rey de Israel.
3. La madre de Samuel (a) lo redimió, (b) lo prometió a Dios.
4. Dios llamó a Samuel para hablarle cuando él era (a) un niño, (b) un joven, (c) un
Los Líder
es En Isr
ael
Líderes
Israel
adulto.
5. Cuando Samuel se enteró del castigo que Dios planeó para la familia de Elí,
estaba (a) ansioso de decírselo a Elí, (b) renuente a decírselo.
6. Samuel (a) amaba, (b) odiaba, (c) era indiferente hacia Saúl.
7. El apóstol Pablo estaba (a) contento, (b) triste, de que hubiera hecho entristecer
a los Corintios con su carta.
8. La verdad (a) siempre hace amigos, (b) algunas veces hace enemigos, (c) siempre hace enemigos.
9. Cuando un amigo necesita corrección, debemos (a) estar de acuerdo con él, (b)
mostrarle sus faltas con amor, (c) defenderlo contra sus acusadores.
10. Cuando usted ve a su amigo haciendo algo incorrecto, puede mostrarle su amor
(a) diciéndole la forma correcta de caminar, o (b) simpatizando con él.
15
A NO
TACIONES
NOT
Descargar