NRFH, XLV to no implica una ruptura radical con quienes opinan lo

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to n o implica una r u p t u r a radical con quienes opinan lo contrario, pues
lo que ellos p r o p o n e n como hechos puede muy b i e n reinterpretarse
como ficción y, de esta manera, utilizar sus conclusiones sin necesidad
de aceptar sus premisas.
Grammar and meaning ofrece una amplia visión de los temas y la prob l e m á t i c a de la s e m á n t i c a de hoy en día, y la concurrencia de posturas
o enfoques diversos -incluso opuestos- que en ella se da, b r i n d a al lector valiosas herramientas para u n análisis crítico. La variedad de temas
tratados por los ensayos origina cierta dispersión, pero ésta se mitiga gracias al a r t í c u l o "Grammar and meaning", donde se r e ú n e n todos los
otros en una visión de conjunto, a la vez que se establece u n "diálogo"
entre Lyons y el resto de los autores, lo cual proporciona a esta colección
de ensayos u n rasgo adicional de i n t e r é s .
GRACIELA FERNÁNDEZ R U I Z
T A L M Y G I V Ó N , Functionalism and grammar.}. Benjamins, Amsterdam-Philadelphia, 1995; xvii + 486 pp.
¿Por q u é el c ó d i g o estructural llamado "sintaxis" es como es? ¿ Q u é es
lo natural en él? ¿ C ó m o está determinado por el entorno comunicativo o p o r el contexto sociocultural, cognitivo o b i o l ó g i c o en el que se ha
producido? Estas preguntas, reiteradas e x p l í c i t a m e n t e , atraviesan el libro
Functionalism and grammar, cuyos capítulos constituyen u n recorrido teórico y analítico que intenta darles respuesta sin eludir n i n g u n o de los
problemas y discusiones t e ó r i c o - m e t o d o l ó g i c o s que van surgiendo en el
camino, aunque el debate signifique autocríticas dolorosas y no resulte
siempre lo fructífero que se promete.
Givón, j u n t o a muchos de los llamados lingüistas funcionalistas, parte de la siguiente premisa: "El lenguaje no puede ser descrito n i explicado adecuadamente como u n sistema a u t ó n o m o " . Así, los p a r á m e t r o s
que comparten el lenguaje y la g r a m á t i c a : c o g n i c i ó n y c o m u n i c a c i ó n ,
i n t e r a c c i ó n social y cultura, cambio y variación, adquisición y e v o l u c i ó n
s e r á n abordados directa o indirectamente, a lo largo del libro, ya sea
como aspectos p r o b l e m á t i c o s o como argumentos para la c o m p r o b a c i ó n
de sus hipótesis. Por el mismo motivo, no puede dejar de establecer u n
paralelo permanente con los estudios biológicos sobre el funcionam i e n t o y la estructura del cuerpo humano.
Q u i z á h a b r í a que destacar, como p r e o c u p a c i ó n explícita del autor,
las fuertes críticas que formula al pensamiento reduccionista, particularmente aquel que tiene lugar dentro de los estudios funcionalistas, ya
que, sostiene, se corre el riesgo de caer en una caricatura de los lingüistas chomskianos y de perder la perspectiva de estudio del lenguaje como
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f e n ó m e n o complejo. En este sentido, deja entrever cierta frustración respecto del panorama actual de los estudios funcionalistas.
El p r i m e r capítulo del libro, "Prospectus, somewhatjaudiced" (pp. 1¬
24) merece especial a t e n c i ó n , ya que en él se expone la posición t e ó r i c a
y m e t o d o l ó g i c a sobre algunos problemas fundamentales y su comprensión resulta p r i m o r d i a l para seguir la a r g u m e n t a c i ó n posterior. Allí, T .
Givón intenta trazar u n recorrido histórico que permita ubicar al funcionalismo en la t r a d i c i ó n lingüística. El p r i m e r o de los lingüistas del
cual esta corriente es acreedora es Edward Sapir, sin dejar de lado adem á s a George Zipf, Michael Halliday, Simon D i k y, en relación con la
semiótica, D w i g h t y C. S. Peirce, r e m o n t á n d o s e incluso hasta Aristóteles.
A h o r a bien, el autor prefiere buscar el punto de partida del funcionalismo en la biología y para ello t a m b i é n remite al pensamiento aristotélico, particularmente a la discusión que el filósofo griego mantuvo
con E m p é d o c l e s y Democrito. Ve a q u í una de las discusiones entre
funcionalismo y estructuralismo que sentaron las bases para argumentaciones posteriores, optando, claro está, por lo que él denomina el pensamiento "teleologico" de Aristóteles. U n poco m á s cerca en el tiempo,
Givón reconoce a N o a m Chomsky (Aspecto of the theory ofsyntax, Cambridge, 1965) y a sus discípulos, los s e m á n t i c o s generativistas, el haber
abierto el debate sobre el significado.
El autor analiza alguno de los ejes tradicionales en la p o l é m i c a con
los estructuralistas, contraponiendo en cada caso la posición de estos últimos y la que él denomina "funcionalismo ingenuo". Así, a la absoluta
arbitrariedad de los estructuralistas, los funcionalistas "ingenuos" oponen la motivación total. Frente a esta d i c o t o m í a , se propone la necesidad
de entender que el surgimiento de la g r a m á t i c a puede ser funcionalmente motivado, pero una vez que ello sucede la estructura formal
adquiere su propia "realidad" cognitiva, comunicativa y n e u r o l ò g i c a . Respecto de la a f i r m a c i ó n funcionalista que ve las categorías como u n continuum, entiende que ésta surge en el contexto de la p o l é m i c a e insiste
en la necesidad de dar cuenta del funcionamiento del lenguaje, tanto en
su d i m e n s i ó n comunicativa como en su d i m e n s i ó n cognitiva. En este sentido, si bien destaca que debe prestarse a t e n c i ó n al desarrollo de los estudios cognitivos y n e u r o l ó g i c o s sobre el lenguaje, afirma que, aunque
correlacionados, los estudios sobre lenguaje y c o g n i c i ó n deben correr
por andamiajes independientes, bajo riesgo de caer en explicaciones tautológicas. En lo que se refiere a la relación entre universales del lenguaje
y diversidad tipológica advierte la necesidad de ubicarse entre el anti-universalismo ingenuo de W h o r f y Bloomfield y el universalismo igualmente
ingenuo de Chomsky y afirma, nuevamente, la necesidad de ajustar las
descripciones e hipótesis al estudio de los tipos representativos de una
manera " e m p í r i c a m e n t e responsable".
Dedica el ú l t i m o apartado de este p r i m e r c a p í t u l o a la discusión sobre aspectos m e t o d o l ó g i c o s . Como marco, presenta las posiciones extre-
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mas sustentadas en el campo de la filosofía de la ciencia: el inductivismo
de Carnap y el deductivismo de Popper. Suma a la discusión a los defensores del razonamiento abductivo-analógico, reconociendo que los funcionalistas han sido h i s t ó r i c a m e n t e relacionados con la i n t u i c i ó n , la
a n a l o g í a y la a b d u c c i ó n . Desde una posición sumamente crítica sostiene
la necesidad de conjugar estos tres m é t o d o s a las distintas etapas del proceso de conocimiento para lograr conclusiones e m p í r i c a s y t e ó r i c a m e n te válidas. Concluye, así, el p r i m e r c a p í t u l o , expresando a d e m á s su
franco desagrado por la situación vigente, aunque manifiesta cierto orgullo p o r haber dejado de lado exigencias estrictas, p o r no aceptar la existencia de "líderes" (en una alusión indirecta a Chomsky) y p o r haber
rechazado etiquetamientos como "teoría" o "escuela". Finalmente, se lamenta de que el lado flaco de la tolerancia que se ha dado en el interior
de este m a r c o de trabajo ha sido el evitar la d i s c u s i ó n de las d i f e r e n cias, de las contradicciones lógicas y de algunos conflictos e m p í r i c o s .
El c a p í t u l o 2 está dedicado al f e n ó m e n o de la m a r c a c i ó n , que aborda en tanto aspecto implícito que de a l g ú n m o d o atraviesa las investigaciones e m p í r i c a s descriptivas. Se propone demostrar que la m a r c a c i ó n
es u n imperativo cognitivo del organismo para el procesamiento de la
i n f o r m a c i ó n . Parte de afirmar que una característica determinante de
la m a r c a c i ó n , en tanto f e n ó m e n o que abarca distintas unidades y dimensiones del discurso, es su dependencia del contexto. Por ello, el correlato
comunicativo, sociocultural o cognitivo variará de u n contexto a otro,
pero su correlato estructural seguirá siendo el mismo para todos los
dominios. Los criterios que permiten distinguir la m a r c a c i ó n son: a) complejidad estructural: una entidad marcada será m á s compleja estructuralmente que una no marcada; b) d i s t r i b u c i ó n de frecuencia: una
entidad marcada es menos frecuente que una no marcada y c) complej i d a d cognitiva: una entidad marcada es m á s compleja cognitivamente
que una no marcada. La tendencia general del lenguaje es que estos tres
criterios coincidan y esta coincidencia es el reflejo de la "iconicidad'en
la g r a m á t i c a . El r o l de la cultura en la asignación de la m a r c a c i ó n no es
contradictorio con la f u n c i ó n cognitiva de la m a r c a c i ó n , ya que la "prominencia cognitiva" - y por ende, la m a r c a c i ó n lingüística- es el producto
de la i n t e r a c c i ó n entre los aspectos perceptuales y culturales de la perc e p c i ó n . En su a r g u m e n t a c i ó n el autor desarrolla e s p e c í f i c a m e n t e la
m a r c a c i ó n de tipos de cláusula, de tipos discursivos (que se relaciona
directamente con la m a r c a c i ó n de las estructuras en el interior de los
mismos), de tipos de actos de habla, de cláusulas negativas, de voz y de
modalidades nominales y verbales.
En el c a p í t u l o 3 se advierte que aunque h i s t ó r i c a m e n t e la lingüística funcional ha sido asociada con estudios denominados de "tipología
gramatical", algunos lingüistas siguen practicando este tipo de estudios
desde lo que el autor denomina u n "vacío funcional". Analiza las voces
de-transitivas, en particular, la voz inversa, para sugerir que una tipolo-
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gía no funcional no puede llegar a desarrollarse como u n todo coherente. Critica, particularmente, el supuesto subyacente a ciertos trabajos,
funcionalistas o no, que postula que en las distintas lenguas se encuentran estructuras similares y que éstas de a l g ú n m o d o deben agruparse en
una meta-estructura. La ú n i c a alternativa coherente para u n abordaje
funcional de la tipología es el supuesto de que en la lengua hay m á s de
u n medio estructural para explicar la misma f u n c i ó n y, por ende, lo que
debe hacer la tipología es enumerar cuáles son las principales estructuras que se utilizan en las lenguas para codificar una misma f u n c i ó n .
El estudio de la modalidad como d o m i n i o funcional complejo ocupa el capítulo 4. Si bien al igual que la voz, involucra subdominios s e m á n ticos y p r a g m á t i c o s , a diferencia de ésta no permite tan f á c i l m e n t e el
análisis por separado de esos componentes. Givón afirma que u n análisis cuidadoso de la modalidad puede dar lugar a una situación p a r a d ó jica. Por u n lado, el estudio de patrones de gramaticalización d a r í a lugar
a u n reforzamiento de la división conceptual tradicional entre modalidad e p i s t é m i c a (naturaleza s e m á n t i c a ) y modalidad d e ó n t i c a (naturaleza p r a g m á t i c a ) . Por el otro, el énfasis en el uso comunicativo c o n d u c i r í a
a reforzar la i n t u i c i ó n de que lo e p i s t é m i c o en el lenguaje no tiene que
ver con la realidad sino con la i n t e r a c c i ó n humana intencional.
Para fundamentar su hipótesis, el autor se propone delimitar los
principios coherentes de los entornos en los que se gramaticaliza el "modo subjuntivo", los cuales, en una p r i m e r a a p r o x i m a c i ó n , c o n s t i t u i r í a n
u n sub-conjunto de los irrealis. Para entender el f e n ó m e n o , se plantea
entonces, a d e m á s , analizar el lugar de los irrealis entre las modalidades
proposicionales. Como p u n t o de partida, propone una r e d e f i n i c i ó n de
las modalidades proposicionales que supone, desde el punto de vista cog¬
nitivo, desplazar la cuestión de la "verdad objetiva" a una de "certeza subjetiva" y desde el p u n t o de vista comunicativo, pasar de u n significado
orientado por el hablante (perspectiva semántica) a u n significado interactivo socialmente negociado (perspectiva p r a g m á t i c a ) . Si bien advierte que una definición categorial del subjuntivo queda pendiente, destaca
la posibilidad de identificar dos foci subjuntivos a lo largo de dos subdimensiones escalares de irrealis: baja certeza en la escala e p i s t é m i c a y
m a n i p u l a c i ó n débil en la escala d e ó n t i c a . Esta identificación le permite
predecir que si u n lenguaje tiene u n subjuntivo gramaticalizado, éste
a p a r e c e r á en estos dos focos, a lo largo de las dos subdimensiones irrealis. De este modo, el subjuntivo sería u n sub-conjunto de los irrealis. El
análisis contempla la ocurrencia del subjuntivo en oraciones subordinadas y en oraciones principales; en el caso de las primeras estudia separadamente la ocurrencia respecto de complementos verbales y en
cláusulas adverbiales. Entre las lenguas analizadas para organizar y fundamentar la a r g u m e n t a c i ó n , Givón toma ejemplos del e s p a ñ o l (pp. 139¬
143, 144-145, y 146-153). Si bien no forman parte del n ú c l e o d u r o de la
f u n d a m e n t a c i ó n , cabe aclarar que dos de los ejemplos utilizados no son
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expresiones aceptadas como gramaticales p o r hablantes de e s p a ñ o l (en
ambos casos, se trata de oraciones que fueron consultadas con Flora
Klein-Andreu, en c o m u n i c a c i ó n personal. Estas expresiones fueron evaluadas como agramaticales y / o inaceptables por hablantes del e s p a ñ o l
de M é x i c o y del dialecto rioplatense). El p r i m e r ejemplo a considerar es
*"Me s a l u d a r á cuando llega". Esta o r a c i ó n es tomada p o r Givón como
e x p r e s i ó n de alta certeza (codificada por el presente del indicativo). A
m o d o de hipótesis, puede explicarse la agramaticalidad p o r cierta i n compatibilidad entre la codificación de alta certeza en el presente del
indicativo y cierto matiz de baja certeza del futuro del indicativo (este
matiz no estaría vinculado con los valores que se le atribuyen al m o d o
indicativo sino con la característica no-certeza total que de a l g ú n modo expresa el tiempo futuro). Así pues, no se d a r í a el contraste propuesto p o r Givón entre baja y alta certeza, al menos en estas formas.
En el mismo apartado, al analizar el subordinador condicional aunque, Givón propone el contraste de tres modos epistémicos: alta certeza
(presente del indicativo), baja certeza (presente del subjuntivo) y la certeza m á s baja (pasado del subjuntivo). Las oraciones serían:
a) Venderán la finca aunque el abuelo se opone (alta certeza)
b) Venderán la finca aunque el abuelo se oponga (baja certeza)
c) *Venderán la finca aunque el abuelo se opusiera (la certeza más baja)
En el caso de (c) nuevamente podemos pensar en la incompatibilidad de los tiempos/modos (en t é r m i n o de g r a m á t i c a tradicional, n o se
estaría respetando la consecutio tempore). La forma correcta para expresar
la m e n o r certeza sería:
d) Venderían la finca aunque el abuelo se opusiera.
Vemos que, en cierto sentido, el análisis de Givón no se ve alterado
por los cambios en los ejemplos. Por otro lado, el tratamiento del futuro y del condicional se presenta como u n á r e a de i n t e r é s en la perspectiva de la modalidad.
En los capítulos 5 y 6 el autor aborda algunos problemas vinculados
con las estructuras. Como primer movimiento, advierte acerca de la existencia de u n tipo de prejuicio funcionalista que p o d r í a resumirse en la
frase "la estructura G proyecta la f u n c i ó n F, pero la estructura G n o existe". Esta especie de c o n t r a d i c c i ó n p o d r í a entenderse, afirma Givón,
como una r e a c c i ó n exagerada a los tres dogmas principales del estructuralismo de Saussure: la arbitrariedad del signo, la s e p a r a c i ó n entre
d i a c r o n í a y s i n c r o n í a y la independencia entre c o n o c i m i e n t o / c o m p e tencia y u s o / a c t u a c i ó n . Para poder comenzar la discusión, retoma algunos aspectos varias veces mencionados: los distintos niveles de
codificación y recodificación, la necesidad del instrumento de codifica-
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ción (la g r a m á t i c a ) , la realidad cognitiva y n e u r o l ó g i c a de dicho instrumento y el hecho de que éste supone una serie de consecuencias en la
c o m u n i c a c i ó n y el comportamiento social de los seres humanos. En síntesis, en estos capítulos el autor formula algunas observaciones a los estudios tradicionales de la estructura gramatical de superficie.
La n e g a c i ó n de la estructura sintáctica suele ser expresada p o r los
funcionalistas por medio del rechazo de nociones como "constituyentes"
y "jerarquía", lo que no deja de ser curioso, ya que una de las caract e r í s t i c a s que p e r m i t e n diferenciar el lenguaje gramaticalizado de la
c o m u n i c a c i ó n pidgin es la presencia de estructuras j e r á r q u i c a s de constituyentes. En este sentido, entonces, T. Givón afirma que los componentes observables de la estructura gramatical son: orden lineal, estructura
j e r á r q u i c a "encajada", m o r f o l o g í a gramatical y ritmo ( e n t o n a c i ó n y pausas). Luego de u n análisis exhaustivo sobre la existencia y universalidad del nodo FV y de serias p o l é m i c a s con el paradigma chomskiano
(cap. 5 ) , sostiene que el conocimiento de los distintos aspectos de la
estructura sintáctica se deriva no solamente de la evidencia estructural
sino t a m b i é n del conocimiento funcional. U n a g r a m á t i c a funcional y
e m p í r i c a m e n t e orientada supone complejidad y ciertas inconsistencias
difíciles de explicar, pero esta complejidad no se contradice con el hecho de que las categorías gramaticales existen y que son, en gran medida, pero no totalmente, discretas y cognitivamente motivadas.
Aborda a d e m á s algunas propiedades formales concernientes a las relaciones gramaticales: la m a r c a c i ó n de caso, la concordancia verbal, el orden de palabras y los c o n s t r e ñ i m i e n t o s cognitivos (cap. 6 ) . Remite para
ello a trabajos tradicionales en la práctica funcionalista (E. Keenan, "To¬
wards a universal definition o f subject", en Subject and topic, ed. C. N . L i ,
New York, 1976). Sostiene que los principios que permiten comprender
estas relaciones gramaticales dejan de ser contradictorios si se parte de una
a p r o x i m a c i ó n "prototípica" a las categorías gramaticales. Desde este punto de vista, determinar el "sujeto" o el "objeto" de una cláusula implicaría
analizar si las construcciones en cuestión poseen alguno de los rasgos que
definen de manera no necesaria y no suficiente a estas categorías.
En el c a p í t u l o 7 al autor se refiere al análisis de la d i s t r i b u c i ó n de la
g r a m á t i c a en los textos, una herramienta usual y muy utilizada por los
estudiosos funcionalistas, considerada indispensable en el desarrollo del
conocimiento t e ó r i c o y e m p í r i c o . A q u í T. Givón se pregunta nuevamente c ó m o construir una m e t o d o l o g í a e m p í r i c a m e n t e viable para
investigar las funciones comunicativas definidas, de manera que sea posible formular hipótesis explícitas a partir de las cuales se produzcan afirmaciones e m p í r i c a s que puedan someterse a falsación, y por lo tanto,
que den validez científica a la teoría. La elección de esta m e t o d o l o g í a no
p o d r á dejar de discutir dos aspectos fundamentales: la accesibilidad de
las categorías mentales a la reflexión consciente y la confiabilidad "transsujeto" de la proverbial "intuición innata".
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El problema t e ò r i c o de la c o g n i c i ó n es discutido en el c a p í t u l o 9,
donde se propone establecer la relación entre definiciones heurísticas de
la f u n c i ó n comunicativa basadas en textos y las definiciones de dicha
f u n c i ó n basadas en procesos cognitive» a partir del estudio de la coherencia textual, tema en el cual pretende introducir una dosis de "realism o " y cuyo abordaje, sugiere, requiere de la c o m b i n a c i ó n de recursos
m e t o d o l ó g i c o s que provengan de disciplinas diversas. Las tesis que intenta demostrar a q u í son: la coherencia textual es u n m e t a f e n ó m e n o complejo, no es una propiedad objetiva del texto producido; el lugar de la
coherencia está vinculado con los procesos mentales de p r o d u c c i ó n
y c o m p r e n s i ó n , estos procesos de c o m p r e n s i ó n y p r o d u c c i ó n suponen
dos canales de procesamiento y en ambos se involucran cuestiones de
coherencia global y local. Desarrolla una explicación exhaustiva de los
mecanismos de la coherencia y adelanta algunas afirmaciones respecto
de la r e l a c i ó n entre la g r a m á t i c a de coherencia referencial y las pistas
para el procesamiento mental de i n f o r m a c i ó n . Este c a p í t u l o concluye
con aserciones que p o d r í a m o s caracterizar como desafiantes, en la medida en que plantean la existencia de una realización directa entre el estudio del texto y el estudio de la mente, entendiendo éste como una tarea
compleja, pero posible y necesaria. Critica la d i c o t o m í a que se ha establecido entre estas dos áreas y recuerda a los lectores que los estudios del
discurso no sólo abarcan la r e p r e s e n t a c i ó n mental de los textos, sino
t a m b i é n la r e p r e s e n t a c i ó n mental de la interacción, incluyendo las intenciones y el conocimiento proyectado del interlocutor.
El libro concluye con u n c a p í t u l o acerca de la c o e v o l u c i ó n de lenguaje, mente y cerebro. A q u í el autor hace referencia a muchas de las
ideas existentes sobre la evolución de la lengua, e intenta demostrar que
el soporte n e u r o l ò g i c o que es la base del procesamiento del lenguaje es
una consecuencia de la evolución del sistema de procesamiento visual.
Reconoce que esta hipótesis no es novedosa, pero advierte que cierta
novedad sí está presente en la serie de hechos dispares que se han reun i d o en u n p u n t o unificado y coherente. Plantea que en la evolución del
lenguaje h u m a n o han tenido lugar dos ciclos distintos de simbolización:
u n o vinculado al desarrollo del léxico y otro a la g r a m á t i c a , h a b i é n d o s e
partido en ambos casos de u n estado inicial "icònico" m á s natural, hasta llegar a una instancia simbólica, arbitraria. A l respecto afirma que hay
evidencia de este f e n ó m e n o en la evolución de la codificación que se da
en la c o m u n i c a c i ó n de especies pre-humana y en estudios cognitivos sobre procesamiento a u t o m á t i c o de i n f o r m a c i ó n . El libro concluye con la
convicción de que la b ú s q u e d a de una causa ú n i c a para explicar la evol u c i ó n del lenguaje h u m a n o es u n acto de reduccionismo, ya que esto
sería implausible e m p í r i c a m e n t e y filosóficamente dudoso. El surgimiento de u n sistema tan complejo como el lenguaje es u n caso p a r a d i g m á tico de c o e v o l u c i ó n , una i n t e r a c c i ó n entre motivaciones adaptativas
m ú l t i p l e s , contextos relevantes convergentes y mecanismos cognitivos,
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g e n é t i c o s y n e u r o l ó g i c o s interdependientes, que no puede reducirse a
la b ú s q u e d a de una causa ú n i c a .
Con estas reflexiones podemos volver a las preguntas que fueron
planteadas en el inicio de esta r e s e ñ a , teniendo como referencia el permanente movimiento t e ó r i c o y m e t o d o l ó g i c o de este autor, sin caer en
reduccionismos o enfrentamientos estériles n i cegarnos p o r apriorismos
teóricos o anü-teóricos, e intentar enfrentar el estudio del lenguaje como
un f e n ó m e n o complejo, a p o y á n d o n o s en las herramientas teóricas y
m e t o d o l ó g i c a s que T. Givón nos proporciona. El intenso y exhaustivo
recorrido textual finalmente ha dejado algunos interrogantes y, a pesar
del tono amargo y a veces pesimista de la autocrítica, nos muestra algunos de los caminos a desarrollar, pero fundamentalmente, pone de
manifiesto los principios teóricos relevantes que servirán de g u í a para la
c o m p r e n s i ó n y e x p l i c a c i ó n del funcionamiento real del lenguaje en su
d i m e n s i ó n comunicativa, cognitiva y social.
SARA ISABEL PÉREZ
LUIS FERNANDO LARA, Teoría del diccionario monolingüe. El Colegio de México, M é x i c o , 1997; 273 pp. {Estudios de lingüística y literatura, 33).
Tal vez no haya investigaciones m á s audaces que aquellas que se proponen indagar algo que "va de suyo", las que exploran u n sobreentendido
cotidiano. Algo de esa bienvenida audacia recorre toda la admirable Teoría del diccionario monolingüe de Luis Fernando Lara. Como Lara nos dice:
"Los diccionarios... son libros tan obvios, tan esperados en la biblioteca
d o m é s t i c a , que parecen muebles" (p. 15). Se trata, pues, de interrogar
esta obviedad; p o r así decirlo, hay que hacerle confesar sus perplejidades a estos libros en a l g ú n sentido no libros. ¿Y cuáles son éstas? Muchas,
por supuesto. Sin embargo, quien busque tener una idea abarcadora de
ellas, t e n d r á que leer con cuidado esta Teoría; en lo que sigue inevitablemente me d e t e n d r é sólo en una o dos de esas perplejidades.
A n t e todo, u n diccionario fue y, en gran medida sigue siendo - ¡ o h
sorpresa!- u n f e n ó m e n o e n f á t i c a m e n t e político. A diferencia de los diccionarios m u l t i l i n g ü e s que tuvieron su origen en varias necesidades de
i n f o r m a c i ó n - e l guerrero, el mercader o el simple viajero deseaban saber
q u é dicen los otros, q u é se habla cuando se usa otra lengua-, en los orígenes del diccionario m o n o l i n g ü e p r i m ó con nitidez cierta necesidad
simbólica: las reflexiones sobre la lengua en el siglo xvi estuvieron fuertemente ligadas a la agenda política de los nacientes Estados nacionales.
Como indica Lara: "Esos nuevos Estados necesitaban legitimarse simbólicamente frente a sí mismos y frente a los d e m á s , que c o m p e t í a n con
ellos, sobre la base del modelo de legitimidad que les i m p o n í a la A n t i g ü e d a d grecorromana" (p. 27).
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