Reconocen policías abusos de autoridad.

Anuncio
Reconocen policías abusos de autoridad.
Jesús Sandoval
Con el argumento de “trabajo bajo presión”, “estrés” o “excesos de los superiores”, los agentes de los cuerpos policiales de Jalisco reconocen cometer cotidianamente abusos de autoridad contra los ciudadanos.
Un lector de ProyectoC.com mandó, en forma anónima, a la redacción de este medio un video que muestra la
agresión a pedradas y botellazos que sufre un grupo de jóvenes que se encuentran en la cochera de una vivienda.
El video no tiene elementos que ayuden a identificar a los agresores o a las víctimas, pero es una prueba gráfica
de los excesos que cometen los agentes.
ProyectoC.com realizó una consulta con los propios policías, respecto a los argumentos que ellos dan para justificar sus abusos.
Ellos reconocen dicha acción, pero la justifican con frases como: “Es por el estrés de manejo del horario”, “por
órdenes contradictorias de los mandos”, “por la exigencia de cuotas de cantidad de detenidos para comprobar
que sí trabajamos”, “trabajo bajo presión o amenazas”, “por el favoritismo o los abusos de los mandos o comandantes” o “por el tráfico de influencias de los comandantes”.
Un agente de la Policía de Guadalajara comentó: “los policías de la zona mantienen su recorrido de vigilancia con
la finalidad de mantener lo más bajo posible el índice delictivo, de evitar asaltos, robos o cualquier tipo de delitos,
dicha labor es únicamente la de prevención. El problema es cuando el mando pide cuota de detenidos para demostrar que sí se trabaja, para que en las estadísticas de los informes se diga que la cantidad de detenidos aumentó,
esto ocasiona abusos de autoridad”.
Otro policía, este del municipio de Tlaquepaque señaló: “los policías recibimos maltrato y abusos por parte de los
comandantes y supervisores, eso nos hace cometer abusos para con los detenidos”.
Para un policía de Zapopan, el problema radica en que “recibimos determinada capacitación en la academia, pero
esa capacitación es contradictoria a las órdenes que nos dan los comandantes, lo que nos confunde. Cada que
cambia la administración cambia la forma de trabajo, no hay procedimientos establecidos. En ocasiones cada que
se cambia de comandante en la zona, cambia la forma de operar. Todas estas contradicciones ocasionan abusos
contra los ciudadanos”.
La corrupción es el principal generador de abuso de autoridad en los cuerpos policiales, así lo reconocieron los
agentes entrevistados. Es una práctica que aprenden de sus superiores.
Seguridad pública, ¿represión o protección?
El señalamiento de los agentes coincide con lo expuesto por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro
Juárez (Prodh) en el informe especial 2004-2005, Seguridad pública, ¿Represión o Protección?, en donde se establece que “en México el abuso policiaco radica en la corrupción, la discrecionalidad con la que actúan los efectivos
y el hecho de que se perciben como soldados y no como servidores públicos”.
“Las violaciones a los derechos de integridad física, libertad, la no discriminación y a la seguridad jurídica son
características del abuso policiaco, el cual se agrava en determinadas situaciones socioeconómicas, es decir, con
la población marginada”, señala el Centro de Derechos Humanos.
El abuso policiaco es dirigido principalmente sobre los más pobres, indefensos y discriminados, lo cual no sólo
confirma la persistencia de metodologías del anterior régimen autoritario, sino la complicidad de los tribunales y
los políticos.
Para el organismo, los cuerpos policiales son "diseñados como cuerpos especializados en la represión de grupos
de población, pues se les prepara para usar armas, repeler manifestaciones, disolver plantones, antes que a la
prevención de delitos".
Apuestan a que la fórmula más efectiva para tener seguridad es la que "menos se ensaya" a escala nacional, y ésta
es "respetar y garantizar los derechos económicos, civiles, políticos, sociales, culturales y ambientales a todas las
personas sometidas a la jurisdicción de los estados".
El Prodh refiere que hay una aparente disyuntiva entre los derechos humanos y la seguridad pública.
El caso Zapopan
En la Policía Municipal de Zapopan el abuso de autoridad se gesta bajo el argumento de que ese cuerpo es “el más
profesional de Jalisco”, lo que genera que los mandos solapen a sus elementos.
“El mando los solapa mucho por las cuotas que pagan los policías a los mandos, cuotas que van desde comidas,
regalos o botellas y por eso los policías, la mayoría de ellos utiliza mucho el abuso por que se sienten protegidos
por el mando”, señaló un agente de Zapopan.
“Cuando me encuentro en mi recorrido de vigilancia en Ciudad Bugamblias, al detener a personas los golpeo
arriba de la patrulla porque me hacen enojar al pedirme que les respete sus derechos humanos, entonces yo les
doy sus derechos humanos”.
Para cometer los abusos los agentes buscan lugares oscuros y despoblados, ahí las personas detenidas no sólo
son agredidas, sino que también les roban su dinero.
Los cuerpos policiales priorizan un modelo político de Orden Público, (también conocido como Ley y Orden)
sobre un modelo profesional; esto provoca una marcada preocupación de cualquier forma de disidencia al régimen político, antes que por la investigación científica de la delincuencia común y el crimen en general.
Descargar