La política de quietud de Italia puesta en marcha por Felipe III desde

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Francisco Javier Álvarez García
Seminario de investigación Tiempo de Debate
Sesión de 16 de marzo de 2016
ARBITRA DI TUTTA L'ITALIA. LA ALTERNATIVA FRANCESA A LA POLÍTICA DE QUIETUD
La política de quietud de Italia puesta en marcha por Felipe III desde el inicio de su
reinado, formaba parte de una estrategia global de pacificación conocida como Pax
Hispanica y diseñada bajo el influjo de los criterios defendidos por el duque de Lerma
en su condición de privado del monarca. Esa quietud, fundamentada en la máxima
carolina «que cada cual posea lo suyo», pretendía garantizar la hegemonía española en
Italia así como conservar sus frágiles equilibrios políticos.
Uno de los episodios de mayor tensión en ese orden italiano garantizado por la
Monarquía de Felipe III fue ciertamente la invasión del ducado de Monferrato en abril
de 1613 por las tropas de Carlo Emanuele de Saboya. La muerte del duque de Mantua,
Francesco IV Gonzaga, en diciembre del año anterior, motivó que el duque de Saboya
ocupase este feudo imperial con el objetivo de imponer los derechos sucesorios de su
nieta Maria, única descendiente del difunto y de su hija Margherita de Saboya, frente a
los del cardenal Ferdinando Gonzaga, a la sazón heredero de Mantua y Monferrato. Tras
el fracaso del arbitraje diplomático previsto por la política exterior del duque de Lerma,
la Monarquía de Felipe III se vio forzada a intervenir militarmente como garante de los
equilibrios italianos. Tal situación no pasaría desapercibida para Francia, que se valdría
de la ocasión para presentarse como alternativa al modelo español, aparentemente
agotado, siguiendo la tendencia evidenciada durante el Interdetto de Venecia (1606) o la
conjura contra Ranuccio Farnese (1611).
Aprovechando algunos de los materiales consultados durante la estancia de
investigación en París, nuestro objetivo será el de evaluar la intervención de la Francia
de María de Médicis en la crisis del Monferrato, considerando este hecho como una
fractura evidente del modelo de quietud de Italia. En esta ocasión restringiremos nuestro
estudio a la primera fase de la guerra, es decir, aquella que va de la muerte del duque de
Mantua en diciembre de 1612 a la firma de la Paz de Asti el 21 de junio de 1615. Para
ello analizaremos la complejidad del juego diplomático desplegado, en primer lugar por
la Regencia de María de Médicis y, en segundo término por otros actores franceses
entre los podemos destacar al mariscal de Lesdiguières. La confluencia de ambas
sinergias acabaría erigiendo a Francia en arbitra di tutta l'Italia, asumiendo el papel que
hasta entonces había desempeñado la Monarquía Hispánica.
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