SIMEL Nodo NOA Instituto de Investigaciones Facultad de Ciencias Económicas Universidad Nacional de Jujuy Jujuy – República Argentina DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 6 La economía de la papa andina. Principales debates teóricos Laura Golovanevsky SIMEL NOA – Facultad de Ciencias Económicas - UNJu http://www.fce.unju.edu.ar/simel ISSN 1853-4562 2011 1 SIMEL Nodo NOA Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas Facultad de Ciencias Económicas Universidad Nacional de Jujuy Editor Responsable: SIMEL Nodo NOA Otero 369 (CP 4600) San Salvador de Jujuy Provincia de Jujuy República Argentina Teléfono: 54-388-422-1541 E-mail: [email protected] Coordinadoras editoriales: Liliana Bergesio y Laura Golovanevsky Diseño de Tapa: Lucía Scalone ISSN 1853-4562 2011 Documento de Trabajo Nº 6 “La economía de la papa andina. Principales debates teóricos”. Sumario: Resumen (página 3); Introducción (página 4); Sobre la producción y comercialización (página 4); Estratos sociales y producción (página 5); Balance: ganancias y pérdidas (página 6); Costos de producción (página 9); Estrategias de inversión (página 10); La aparcería (página 11); Biodiversidad y conservación in situ de la papa andina (página 12); Bibliografía (página 15). 2 LA ECONOMÍA DE LA PAPA ANDINA. PRINCIPALES DEBATES TEÓRICOS Laura Golovanevsky Resumen El presente trabajo se propone presentar una primera aproximación de tipo panorámica, de distintos aspectos de la economía de la papa andina, desde un punto de vista teórico. Para ello, se revisaron diferentes textos (que se citan al final, en la bibliografía) y se tomaron las que se consideran principales ideas en relación a una caracterización teórica de la economía andina de este tubérculo en particular. Toda sistematización de décadas de discusión teórica es necesariamente incompleta. Por ello se focalizó la atención en una serie relativamente reducida de trabajos que han sintetizado discusiones anteriores y explicitado una perspectiva de interpretación más allá de la descripción de casos, tratando de recuperar los aportes y controversias centrales por ellos suscitados. Es importante destacar que la gran parte del material bibliográfico analizado se refiere a la economía andina de los vecinos países de Bolivia y sobre todo del Perú. Se tuvo que recurrir a este material en ausencia de construcciones teóricas (y escaso material de análisis de casos empírico) referidos a la región andina argentina y de la Quebrada de Humahuaca en particular. Finalmente, en el presente escrito, se introduce el tema de la biodiversidad y conservación in situ de la papa andina con la intención de comenzar a tender puentes de vinculación entre su conservación, producción y comercialización dentro de la red de relaciones sociales donde este producto cobra su plena dimensión. Palabras clave: Papa andina / Producción / Comercialización / Conservación Una versión preliminar de este escrito fue debatida por los miembros del equipo ecocomercial del Proyecto “Conservación in situ de los cultivos andinos y de especies silvestres emparentadas en la Quebrada de Humahuaca, en el extremo austral de los Andes Centrales”; Proyecto PNUD ARG05/G42 ejecutado por FUCEMA (Fundación para la Conservación de las Especies y el Medio Ambiente) y financiado por FMAM/GEF (Fondo Mundial para el Medio Ambiente); y miembros del equipo del Proyecto: "Sociedad, Cultura, Economía y Comunicación en el Patrimonio Mundial de la Humanidad (Quebrada de Humahuaca, Jujuy, Argentina)”. Proyecto con sede en la cátedra de Antropología Social y Cultural de la carrera de Licenciatura en Comunicación Social de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales dependiente de la Universidad Nacional de Jujuy. Proyecto aprobado por SeCTER-UNJu (C/0154); Período 2007-2011. Laura Golovanevsky es Doctora en Economía. Magíster en Teoría y Metodología de las Ciencias Sociales. Miembro de la Carrera de Investigador Científico de CONICET. Docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Jujuy. Vicedirectora del IELDE (Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico) de la Universidad Nacional de Salta. 3 LA ECONOMÍA DE LA PAPA ANDINA. PRINCIPALES DEBATES TEÓRICOS Laura Golovanevsky Profunda y suave eres, pulpa pura, purísima, rosa blanca enterrada... Papa, materia dulce, almendra de la tierra... Pablo Neruda. Oda a la papa. Introducción La papa andina, cuyo nombre científico es Solanum Tuberosum es una subespecie andígena, aunque en la actualidad está en discusión si el hecho de ser "andígena" le confiere la categoría de especie o de subespecie. Se trata de un tubérculo comestible originario de la región Andina de América del Sur, que ha sido domesticado por sus habitantes durante milenios. Se presentan en numerosas poblaciones, con diferentes características fisonómicas, organolépticas y de adaptación a los distintos pisos ecológicos propios de la región andina. La papa andina está, además, cultural y productivamente asociada a otros tubérculos originarios de los géneros Oxalis sp y Ullucus sp. En particular, el cultivo de papas andinas de la Quebrada de Humahuaca ha despertado gran interés, no sólo en ámbitos comerciales, sino también en numerosos sectores académicos y de la cultura, entre otros. En poco más de diez años, pasó de ser un cultivo de reducido consumo local a un producto demandado a nivel nacional e integrado a un menú muy difundido, con potencialidades de transformación y que, al día de hoy, cuenta con un mercado creciente. Por ello consideramos pertinente un estudio más detallado de este cultivo andino que nos ayude a comprender sus potencialidades y reconocer sus dificultades de tipo ecocomerciales. Sobre la producción y comercialización1 La producción de papa andina varía según la geografía, diferencias entre los agricultores y genética de las distintas variedades. Todo esto influye en los rendimientos, las épocas de siembra y cosecha, la incidencia de enfermedades y plagas, las tecnologías que se aplican y el tiempo de maduración. También interesa el estrato del productor (campesino rico, mediano o pobre). 1 Este apartado se basa en Mayer (1992), salvo indicación en contrario. 4 Las variedades mejoradas genéticamente tienen costos de producción más bajos. Las nativas, si bien con costos más altos, son preferidas para el consumo familiar, pues representan el orgullo de la crianza propia. Esto es importante desde el punto de vista de la conservación. Lo que corre riesgo de desaparecer es la gran variedad. Las de mayor difusión se producen ampliamente, las más raras se presentan en pocas cantidades, en un pequeño grupo de agricultores. “Los conocimientos botánicos, la nomenclatura quechua de clasificación y descripción de las variedades, las preferencias de consumo y el orgullo de mantener colecciones diversas son factores importantes en el mantenimiento de la diversidad genética. Factores que coadyuvan son instituciones sociales como el trueque, el intercambio de semilla, el pago en especie, la existencia de un mercado de semillas y la herencia de semillas” (Mayer 1992: 26-27). El campesino rico está en mejores condiciones de mantener diversas variedades de papa, aunque es también quien más explota la ventaja de las variedades mejoradas. Estrategias de los agricultores para absorber los crecientes costos de producción y minimizar pérdidas: 1) maximizar los retornos de su inversión en dinero, antes que cubrir sus gastos totales en la producción; 2) invertir más para ganar más dinero; o (a veces) 3) reducir la inversión en dinero (debido a la baja rentabilidad) y absorber una mayor proporción de los gastos al interior del sector de subsistencia. La producción de papas, cuando no hay utilidades, es subsidiada por otros cultivos y líneas de producción de la economía familiar (Mayer y Glave 1992). Estratos sociales y producción2 Los miembros del estrato rico son aquéllos que tienen mayores extensiones de tierra, los que siembran más productos comerciales, los que son visibles y conocidos en los pueblos por tener mayores recursos. Además, suelen complementar sus ingresos con actividades comerciales; en algunos casos tienen camiones e inclusive colonizaciones en la selva. En general, sus hijos, y también ellos mismos, tienen mejores niveles de educación. El estrato medio, en cambio, está conformado por el grueso de los campesinos. Si bien cultivan extensiones menores de terreno que quienes integran el estrato rico, se 2 Este apartado se basa en Mayer y Glave (1992). 5 dedican con mucho afán a la producción comercial, pero normalmente venden en menores proporciones y con menos éxito. Por lo general tienen menos oportunidades de desarrollar actividades complementarias, tales como el comercio o la intermediación, y sus niveles educativos son menores que los del estrato rico. Finalmente, los miembros del estrato pobre son los que sufren la escasez de tierras. Sus cultivos comerciales alcanzan una menor escala, debiendo complementar sus ingresos con trabajo agrícola asalariado en la región y migración temporal. Balance: ganancias y pérdidas3 En su estudio, Mayer y Glave (1992) detectan un gran número de casos con pérdidas. Se preguntan, por ejemplo, ¿cómo se calculan ganancias y pérdidas en la producción campesina? Como los campesinos utilizan muchas veces recursos propios que no son contabilizados, se proponen dos maneras de calcular ganancias y pérdidas, a través de un balance total y otro monetario. El primero refiere más a todo lo realmente involucrado en el proceso productivo, mientras que el segundo se acercaría más a cómo los campesinos perciben la situación. Para el balance total hacen la diferencia entre ingresos totales y costos totales. Los ingresos totales incluyen la suma de la venta de la producción más el producto retenido para semilla y autoconsumo (valorizado a precios de mercado de la región). Entre los costos suman los gastos en dinero en efectivo más el uso de recursos propios (mano de obra familiar, animales de carga del productor, semilla), para los cuales se imputaron valores en moneda. En el balance monetario se incluyen sólo gastos e ingresos en dinero. Esto parece aproximarse más a la forma en que los campesinos evalúan sus pérdidas y ganancias. La fecha de venta influye mucho en las pérdidas y ganancias. Se registran menos pérdidas en las ventas tempranas, pues se obtienen mejores precios. En las chacras más grandes los riesgos son más altos, con mayor amplitud en las oscilaciones entre ganancias y pérdidas. El alto porcentaje de pérdidas se explicaría por tres factores: bajos precios, crecientes costos monetarios e inflación. Esto último requiere que para evaluar correctamente los costos se los calcule en moneda constante. 3 Este apartado se basa en Mayer y Glave (1992), salvo indicación en contrario. 6 Otros factores que explican las pérdidas, aunque no se registran tan claramente, son climáticos (obstrucciones en las rutas por las lluvias en el momento de la cosecha o problemas con las lluvias durante el proceso agrícola). Los precios de venta tienen gran influencia en la rentabilidad de la producción, pero su impacto es mayor en los balances monetarios que en los totales. Esto implica que las regiones con producción más comercializada sufrirían más las consecuencias de las bajas en los precios que las de producción menos comercializada. Los campesinos son conscientes del uso de recursos propios, y de que estos tienen un valor. Pero para ellos es más importante el cálculo monetario, puesto que el dinero es el recurso más escaso en la economía campesina, el más difícil de conseguir. Por eso los campesinos tratan de maximizar los ingresos monetarios de la producción comercial. Paradójicamente, los campesinos siguen produciendo papas comerciales, a pesar de haber sufrido grandes pérdidas. En realidad tienen otras opciones, o sea que el persistir en este cultivo estaría mostrando que las pérdidas no fueron tan cuantiosas. A corto plazo los campesinos producen papa comercial esperando que los precios al final de la campaña los favorezcan. Si los precios de la papa siguen bajando, a mediano y largo plazo seguramente disminuirán las zonas de producción y se incrementará la emigración en las zonas rurales. La producción para el autoconsumo es a pérdida de dinero, ya que requiere de inversión monetaria sin muchas expectativas de recuperar el dinero invertido. La contabilidad campesina se analiza, entonces, etnográficamente. Hay tres rubros: para el gasto, para plata y para servicios (intercambios recíprocos de trabajo y obligaciones sociales entre familias). La contabilidad del gasto se mide en unidades de bienes reales (sacos de papas, arrobas de habas, etc.). La contabilidad de plata se lleva en dinero y la de servicios en términos de obligaciones a favor y en contra con tales y tales personas. También hay otros rubros, de stocks (no de flujos), como ser los animales, las casas, tierras y bienes móviles (radios, bicicletas, muebles). El dinero es aislado de los otros flujos, para evitar que se vaya rápidamente. Parecería haber una cuestión doméstica y de género aquí. Las mujeres se oponen a la conversión en dinero si no tienen un gasto a la vista para cerrar el circuito, por miedo a que los hombres lo utilicen para embriagarse. Pero también el dinero es visto como una forma de multiplicación y fecundidad. Los tres rubros de gasto, plata y servicios se mantienen por separado. En cada una de estas esferas las relaciones de producción y los valores culturales son distintos. Pero 7 está muy claro que en el proceso productivo hay transferencias de recursos de un rubro a otro. El problema es que estas transferencias no suelen ser contabilizadas, y entonces aquellas provenientes del rubro gastos no son valorizadas en el rubro plata. Esto no implica que no tengan consciencia de ello. Las mujeres saben muy bien cuánto de los recursos bajo su dominio fueron utilizados en las diferentes actividades agrícolas. Estudios recientes del calendario agrícola y ceremonial revelan cómo el ritmo de las actividades tiene una estructura tanto cotidiana, económica, como ceremonial e ideológica. Cada actividad tiene su época, sus ceremonias asociadas y su manera de hacerlo. A medida que se acerca la época para llevar a cabo determinada actividad, los miembros de la familia van planificando cómo reunir los recursos necesarios para culminar con éxito la tarea. Las mujeres van asignando los recursos necesarios que han de provenir de la cuenta del gasto y los hombres anticipan de sus cuentas de plata el dinero necesario para cumplir la tarea del momento. En reuniones ceremoniales se renuevan los compromisos de ayuda mutua para el trabajo. En todos los casos hay actividades cuidadosamente calculadas y planificadas para reaprovisionar los flujos de gasto y mediante la retención de la producción para el gasto y la semilla. El dinero se guarda separando billetes para la compra de insumos y en previsión de los jornales que se han de pagar, o alternativamente se destina gran proporción de la venta de una chacra para los gastos de producción de otra. Por ejemplo, algunos tienen cultivo comercial para tener dinero para pagar los gastos monetarios de la producción para el autoconsumo. En momentos de crisis recurren a vender stocks (animales, tierra) para reemplazar el flujo de dinero en efectivo. Los costos menos sentidos son los de cosecha y transporte al lugar de venta, pues se pueden pagar con la venta inmediatamente posterior. Pero los gastos en insumos, al principio de la campaña, son los más preocupantes. También el costo de la mano de obra suele ocurrir en momentos de gran escasez de dinero. Entonces, los campesinos no contabilizan el valor de sus recursos propios en los costos de producción, no por ignorancia, sino como el resultado de una estrategia consciente para separar sus esferas comerciales de las de sus gastos. Cuando la producción comercial es pequeña, o cuando una gran proporción de los gastos en la producción proviene de recursos propios, ante una transferencia del rubro de gasto al de dinero mediante la venta del excedente de papas no necesarias para el autoconsumo, los campesinos podrían aceptar cualquier precio en el mercado pues no les implica pérdida en dinero. Sin embargo, el cambio tecnológico mediante la introducción de variedades 8 mejoradas, el creciente uso de insumos químicos y la fuerte monetización de la mano de obra no familiar han creado las circunstancias en las que aparecen costos monetarios en la producción, y de allí es que tienen cuantiosas pérdidas en dinero. Debido al cambio tecnológico ahora los campesinos deben incluir un nuevo rubro (en dinero) en sus cálculos (capital de trabajo). Este debe ser reemplazado en cada ciclo productivo. Recibe aportes de los tres rubros tradicionales (dinero, gasto y servicios), aunque no se separan las necesidades de consumo de las de producción. Se ha prestado hasta el momento poca atención a este rubro. Su importancia es grande, pues requiere una presión grande por dinero. Si no recuperan este capital de trabajo los campesinos sufren graves pérdidas, que tienen un efecto multiplicador hacia las cosechas siguientes. Existen diferentes mecanismos de compensación en la economía campesina, para equilibrar las pérdidas en algunas líneas de producción con ganancias en otras. Estos mecanismos funcionan en dos niveles: de la familia y de la chacra. A nivel familiar son mecanismos de compensación la venta de ganado, de mano de obra, de artesanías, las remesas de parientes migrantes y otras actividades comerciales. A nivel de la chacra, son mecanismos la venta de parte de la producción para recuperar las pérdidas en el balance monetario de la producción retenida para el autoconsumo y también la comparación entre ganancias y pérdidas entre los balances monetario y total. Cuando se valorizan monetariamente los gastos en recursos propios, las pérdidas parecen ser mayores. Pero esto no hace más que mostrar que utilizar las categorías de mercado no es apropiado, puesto que es absurdo pensar que los campesinos viven eternamente a pérdida4. Si bien la categoría de ganancias que manejan los campesinos no es equivalente a la de una economía capitalista, no se les pueden negar objetivos y motivaciones económicos comunes a los seres humanos. A los campesinos (como a todos/as) tampoco les gusta perder dinero. Si bien existe una visión generalizada de que la familia campesina tiene como motor la satisfacción de las necesidades familiares, esto es objeto de debate. Los campesinos buscan así maximizar el producto de su trabajo e igual que cualquier otro agente económico hacen esfuerzos por ampliar su base económica. Costos de producción5 Pocos campesinos calculan costos unitarios. Se debe impulsar una revolución contable, para que los campesinos acudan más a la contabilidad, especialmente ahora que 4 5 Al respecto, ver Schetjman (1980). Este apartado se basa en Mayer y Glave (1992). 9 están más metidos en la producción comercial. Su sistema contable, adecuado a las relaciones domésticas, no alcanza para la producción comercial. Una desventaja de la contabilidad para los campesinos es que ella mira hacia atrás, mientras que ellos miran hacia adelante. Si bien existe la idea de que los campesinos subvencionan el consumo urbano al no valorizar los recursos propios utilizados en el proceso productivo, esto no es así, puesto que no son ellos los que fijan el precio, sino los grandes productores. Por eso los campesinos tienen que vender por debajo de sus costos para poder competir. Pero estos subsidios desde el sector de autosubsistencia al comercial terminan por erosionar las bases de la economía familiar campesina y la empobrecen, con el agravante de que no benefician a nadie. Estrategias de inversión6 Los productores eligen racionalmente entre diferentes variedades, basándose en sus experiencias, conocimientos adquiridos y en pronósticos ponderados sobre las condiciones climáticas y del ambiente económico en los meses venideros. En la economía campesina existen oportunidades de sustituir trabajo por factores más escasos, entre los que incluimos el dinero. Como hay mayor disponibilidad de mano de obra que de dinero, en muchos casos los agricultores tratan de reemplazar procesos que requieren gastos en dinero por procesos manuales, especialmente en el estrato de productores más pobres. Esto lleva a incrementar los costos unitarios. Al restringir el uso de fertilizantes (que cuestan dinero) se terminan obteniendo menores rendimientos y generando mayores costos unitarios, especialmente en la producción para el autoconsumo. Estrategias de autoconsumo Está bastante difundida la idea de que la producción para el autoconsumo en sociedades campesinas utiliza sólo recursos propios, por lo que no tiene costos monetarios. También dentro de este mito está la idea de que se vende el excedente, una vez cubiertas las necesidades familiares, lo que permite obtener ganancias monetarias. En relación a esto, cabe señalar: a) quedó claro que el sector comercial de la producción campesina tiene un fuerte componente de recursos propios, que a menudo subsidia la producción comercial; 6 Este apartado se basa en Mayer y Glave (1992). 10 b) una parte de la producción se retiene para autoconsumo, no importa cuán comercial sea; y c) por ende, la producción para autoconsumo tiene un alto componente de costos monetarios Se genera así un problema: la producción que no se vende requiere inversión de dinero que no se recupera. Lo cual genera tres tipos de estrategias: a) invertir menos dinero en las chacras destinadas al autoconsumo, lo que implica una producción a pérdida monetaria que debe ser subsidiada con otras fuentes; b) incrementar la inversión monetaria en parcelas destinadas principalmente al autoconsumo, donde se vende una proporción de la producción para recuperar el dinero invertido, lo cual es un intento de no perder ni ganar, y cuyo éxito depende de la variación de precios y los resultados de la campaña; c) seguir una estrategia fundamentalmente comercial en la producción, pero retener una proporción de ésta para el consumo familiar, lo cual implica cubrir los costos del autoconsumo si hay ganancias, pero implicar resignarse a consumir pocas variedades (las preferidas por el mercado). En relación a esto último, se restringe la producción de papas chalo, pero éstas son culturalmente necesarias para cubrir el fondo ceremonial. Son un producto de lujo, que depende mucho de la capacidad, ingenio y habilidad de cada agricultor. Pero, aunque todos las desean, no todos los productores tienen papas chalo. Estas variedades entran mayormente en el circuito del trueque (para evitar gastos en dinero). Además, por su valor simbólico, las papas chalo perderían algo de su magia si fueran compradas. Constituyen un banco de germoplasma, con el que mantienen una potencial fuente de nueva semilla para las necesidades de producción del futuro. Una forma de lograr la conservación in situ sería asegurar que las familias campesinas puedan alcanzar un cierto bienestar con su cultivo. La aparcería7 Las relaciones de aparcería parecen jugar un doble rol: para los campesinos pobres sustituyen un mercado imperfecto de capital, para los campesinos ricos reducen los costos 7 Este apartado se basa en Glave (1992). 11 de supervisión de la mano de obra. Se trata más vale de una relación societaria, donde se comparten los riesgos, aportando unos la tierra y el capital líquido y los otros el trabajo. La aparcería es una relación social que permite articular eficazmente capital, tierra y trabajo. En el ejemplo estudiado (Cachi) se muestra cómo la aparcería no solamente puede ser un eficiente mecanismo de asignación de recursos sino que también es una necesaria etapa transicional en el desarrollo del capitalismo en la agricultura campesina. Los contratos de aparcería en la economía andina no responden al modelo habitual. El paradigma de un arrendatario teniendo ventajas comparativas en la supervisión de la mano de obra y un propietario con ventajas comparativas en el manejo o gestión administrativa no es válido para el caso de las comunidades campesinas andinas. El propietario, que en este caso es el campesino pobre con pocas tierras, tiene desventajas comparativas en el manejo de la parcela, siendo que la supervisión de la mano de obra no es un problema tan importante, y que el mismo propietario también contribuye con su mano de obra. En todo caso, el socio que haya contribuido con los fertilizantes, pesticidas y semilla, supervisa y participa en la aplicación de esos insumos, mientras que el socio que contribuye con la tierra, trabaja a lo largo de todo el proceso productivo para poder cuidar su propia parcela. Los contratos de aparcería parecen jugar un rol central en diversificar tanto los riesgos climáticos (espacio) como las fluctuaciones de precios (tiempo).Como los campesinos pobres no pueden pagar los costos de fertilizantes y pesticidas, establecen relaciones al partir, dando parte del potencial producto sin necesidad de realizar un desembolso monetario. En este sentido, aquí estamos hablando más de un caso de crédito informal que de una forma de tenencia de tierra. Asimismo, el campesino rico establece estos contratos al partir para aprovechar los mejores precios entre los meses de diciembre y febrero. Biodiversidad y conservación in situ de la papa andina8 La pérdida de recursos biológicos en los sistemas agrícolas ha sido identificada como uno de costos potenciales del desarrollo económico en las zonas tropicales. La decadencia de las antiguas poblaciones botánicas de cultivares, compuestas de distintas especies y variedades, ha sido denominada erosión genética y parece ser especialmente grave en los centros de origen y evolución de las plantas domesticadas para cultivos 8 Este apartado se basa en Brush y Tylor (1992). 12 alimenticios donde la diversidad biológica es excepcionalmente alta. Estos centros de domesticación han proporcionado muchos de los recursos genéticos para los cultivos de la agricultura mundial. Con la pérdida de estos recursos, la agricultura en general puede tornarse más vulnerable a los cambios del medio ambiente, a las plagas y a los patógenos, dado que los recursos genéticos de estas regiones están vinculados al potencial adaptativo de varios cultivos. Se cree que una de las principales causas de la decadencia de las antiguas poblaciones de cultivos es su reemplazo por variedades modernas de alto rendimiento. Esto, sin embargo, no está comprobado empíricamente. En general, lo que ocurre es que el área con variedades más antiguas y diversas disminuye a medida que el área cultivada con variedades modernas crece. Debe reconocerse que los costos de mantener la diversidad son muy elevados a nivel individual. Seleccionar, identificar y almacenar la semilla demanda mucho tiempo, que no se puede destinar a los cultivos comerciales, más rentables. Pese a ello, existen evidencias que muestran que los agricultores invierten en mantener la diversidad. Esto sucede porque la diversidad les permite diversificar riesgos (en relación a rendimientos, especialmente en áreas de antigua agricultura tropical, muy expuestas a plagas y patógenos, obteniendo una producción más estable), mantiene abiertas las opciones económicas (no se sabe cuál será el beneficio económico futuro de cada variedad), puede permitir obtener mejores precios en relación a las variedades mejoradas, puede ser fuente de nuevas variedades comerciales. Otras ventajas de mantener la diversidad son: las cantidades limitadas de mano de obra disponible pueden ser usadas más eficientemente, ser remunerado con variedades nativas es un incentivo para los trabajadores, las variedades nativas pueden ser objeto de regalo preferido, usándose para fortalecer vínculos sociales. El consumo es de gran importancia para mantener la diversidad y también para la identidad cultural. Se observa que el tener semillas de muchas variedades raras de papa da prestigio a la familia que las posee. En algunos casos puede no ser un alimento básico, pero su consumo da prestigio. Servir comidas que no incluyen productos de origen europeo como la cebada y las habas es un privilegio reservado a las familias más pudientes. Esto contradice la visión popular y eurocéntrica de la papa como alimento considerado inferior a los cereales. Si bien el impacto de los cambios biológicos y ecológicos sobre la estructura genética de las poblaciones de cultivos no ha sido aún determinado, existe un consenso 13 generalizado acerca de que la simplificación biológica de los sistemas agrícolas tradicionales produce una pérdida del germoplasma de los cultivos. La gran diversidad de cultivos y de variedades de cultivo es una de las características distintivas de la agricultura andina. Se cultivan cuatro grupos de ploidía de papas. El Centro Internacional de la papa ha identificado 5165 clones entre las variedades populares nombradas por los agricultores andinos. La selección tanto natural como humana puede haber favorecido la diversidad genética de papas como mecanismo para lograr una población estable del cultivo en un largo proceso de evolución en asociación con numerosas plagas y patógenos con las que las papas han coevolucionado. Agricultores individuales mantienen hasta varias docenas de variedades populares. Las variedades se distinguen principalmente por las características del tubérculo: • Forma: ovalado, esférico, plano, alargado • Configuración de los ojos: profundidad, número, ubicación, color • Color y patrón de la piel: blanco a morado oscuro, entero y multicolor • Color y patrón de la pulpa: sólido, anillado, blanco o morado oscuro Un agrupamiento distingue las papas con alto contenido de agua (para sopas o frituras) de las variedades con alto contenido de materia seca (para hervir o cocinar al vapor). Se diferencian las que crecen rápidamente (y pueden plantarse en un ciclo corto de siembra), a alturas bajas, de las de ciclo largo de siembra (a alturas mayores). También se diferencian las variedades modernas de papa (introducidas después de 1950) de las variedades locales o nativas. Las mujeres juegan un rol particularmente importante en la identificación y selección de las variedades, y participan en todas las etapas de producción de la papa. Los hombres reconocen su superioridad en el conocimiento de las plantas y se remiten a sus dictámenes cuando hay dudas sobre la identificación de las papas. La mayor parte de la diversidad en la papa andina ahora se mantiene en una porción relativamente pequeña de los campos familiares, y la mayor parte de los agricultores de papa señalan que las variedades nativas con mayor diversidad también son las menos resistentes a la enfermedad, los insectos y los efectos del mal clima. Las variedades nativas, aunque se consideran mejores desde el punto de vista culinario, son vistas como inferiores desde el punto de vista agronómico, porque tienen 14 mayor rendimiento y mayor resistencia a las principales enfermedades y otros riesgos ambientales. Las evidencias de los estudios realizados sugieren que las decisiones de los agricultores individuales sobre la asignación de recursos podrían impedir una pérdida total de las razas y variedades tradicionales de papa. De confirmarse esto las políticas de conservación de recursos genéticos de cultivos debería reformularse para incluir la conservación in situ como complemento a la presente práctica de conservación en bancos de germoplasma, tendencia que se viene expresando con fuerte intensidad. Para finalizar, nos parece relevante recuperar en extenso lo expresado por Brush y Taylor: “La preferencia por la diversidad puede considerarse como una especie de dotación cultural particular de la región andina que afecta la forma de la riqueza tecnológica y los recursos de los Andes. La conservación de las prácticas tradicionales andinas es fomentada por la heterogeneidad ambiental de la región, por la estratificación social y económica y por patrones culturales que moldean los gustos y las relaciones sociales. Finalmente, es fomentada por el precedente histórico, la coexistencia de tecnologías andinas y europeas durante casi medio milenio” (Brush y Taylor 1992: 258). Bibliografía BRUSH, Stephen y TAYLOR, Edward (1992) “Diversidad biológica en el cultivo de papa”. En: MAYER, Enrique (comp.) La chacra de papa. Economía y ecología. Lima: Centro Peruano de Estudios Sociales. GLAVE, Manuel (1992) “La aparcería en comunidades campesinas”. En: MAYER, Enrique (comp.) La chacra de papa. Economía y ecología. Lima: Centro Peruano de Estudios Sociales. GOLTE, J. (1980) La racionalidad de la organización andina. Lima: Instituto de Estudios Peruanos. MAYER, Enrique (comp.) (1992) La chacra de papa. Economía y ecología. Lima: Centro Peruano de Estudios Sociales MAYER, Enrique y GLAVE, Manuel (1992) “Rentabilidad en la producción campesina de papas”. En: MAYER, Enrique (comp.) La chacra de papa. Economía y ecología. Lima: Centro Peruano de Estudios Sociales. MORLON, Pierre (1996) (Comp. y coord.) Comprender la agricultura campesina en los Andes Centrales. Perú–Bolivia. Lima: Institut Francais d’Etudes Andines y Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de Las Casas. SCHEJTMAN, Alexander (1980) “Economía campesina: lógica interna, articulación y persistencia”. En: Revista de la CEPAL Nº 11, Agosto. Santiago de Chile: CEPAL. 15 Para citar este texto: GOLOVANEVSKY, Laura (2011) La economía de la papa andina. Principales debates teóricos. Documento de Trabajo Nº 6. San Salvador de Jujuy: SIMEL Nodo NOA/FCE/UNJu; en: www.fce.unju.edu.ar/simel Documentos anteriores de la serie “Documentos de Trabajo SIMEL Nodo NOA” Nº 1: BERGESIO, Liliana (2010) Antropología y Economía. Encuentros y distanciamientos a partir de la obra de Pierre Bourdieu. Nº 2: GOLOVANEVSKY, Laura (2010) Algunos debates de la sociología contemporánea en “La metamorfosis de la cuestión social. Una crónica del salariado” de Robert Castel. Nº 3: LÓNDERO, María Eugenia y CABRERA, César (2010) Regulación de la actividad turística en la República Argentina y la Provincia de Jujuy. Nº 4: GOLOVANEVSKY, Laura (2010) Breve historia de la economía andina. Principales temas y debates teóricos. Nº 5: BERGESIO, Liliana (2010) Historias debidas. Instancias personales y afectivas del trabajo de campo como vías para el conocimiento. 16