CAJA DE CREDITO Ministerio de Hacienda y Crédito Público (Colombia) INDUSTRIAL AGRARIO, Y MINERO Entre las manifestaciones más satisfactorias e interesantes del fruto del esfuerzo del Estado en el apoyo a la producción económica nacional, se encuentra sin duda el creciente servicio que la Caja de Crédito Agrario viene prestando a los agricultores y ganaderos de todas las regiones del país. Quizás por el fenómeno que generalmente se da por sentado de que la Caja está cumpliendo a cabalidad las necesidades crediticias de los campesinos, no existe mayor curiosidad por saber cuál es el volumen de sus operaciones y cuál su capacidad para atender oportunamente el ritmo creciente de solicitudes. Pero basta para hacer notar lo que representa hoy el apoyo que en forma de crédito presta el Estado a los agricultores, observar que durante el año que terminó el 30 de junio, la Caja otorgó 91.706 préstamos por valor de $ 50.013.966.72 y que al cierre de operaciones en la misma fecha su cartera estaba constituida por 70.497 obligaciones por valor de $ 42.976.789.51. Esta situación representa la conjunción de muchos factores, pero principalmente de dos que quiero destacar: el resultado del esfuerzo tanto oficial como particular en el aumento de la producción agrícola y la extensión y mejoramiento de los senricios de la Caja. Es obvio sin embargo, que ni uno ni otro deben detenerse y que para que la Caja pueda atender a la creciente demanda de cr~dito que se produce, es necesario dotarla de los recursos necesarios para ello, pues de lo contrario sufriríamos un lamentable estancamiento de la producción nacional. De ahi el proyecto de ley que me he permitido someter a la consideración -97- Ministerio de Hacienda y Crédito Público (Colombia) del Congreso, que si bien no resuelve totalmente el problema de capital de la institución, al menos representa un importante contingente que, mientras las circunstancias nos permitan arbitrar un mayor aporte, será una valiosa ayuda en el camino de sostener el ritmo de desarrollo de nuestra industria básica. Además, el Gobierno ha querido vigorizar la Caja con el fin de hacer de ella en el futuro un gran organismo de crédito que lleve sus beneficios a todas las regiones del país. A cumplir ese propósito han tendido las medidas adoptadas en los últimos meses, relacionadas con la administración del Banco Agrícola Hipotecario, y el proyecto de ley que el Ministerio de la Economia ha sometido a la consideración del Congreso a este respecto. Con la situación fiscal difícil del erario público, no parece sencilla la consecución de nuevos fondos para aumentar el capital de la Caja de Crédito Agrario, Industrial y Minero y el Gobierno ha creído que el capital que tiene invertido en las acciones del Banco de la República y que ya cumplió su misión de consolidar ese organismo, puede pasar a representar un papel más eficaz en la economia nacional al aumentar los fondos de la Caja. Como en nada se afecta el derecho del Estado en la administración del Banco, ni se modifican las operaciones que pueden realizar mutuamente, parece aconsejable llevar a la práctica el proyecto de Ley. Como es sabido, la Ley 25 de 1923, orgánica del Banco de la República, autorizó al Gobierno para promover y realizar la fundación de un Banco de emisión, giro, depósito y descuento, cuyas bases orgánicas serían las que se fijen en sus estatutos, promulgados con sujeción a dicho código y a las demás leyes que le son aplicables. El capital autorizado se fijó en $ 10.000.000, representado por acciones nominativas de valor de $ 100 cada una, que no pueden ser enajenadas a Gobiernos extranjeros. De este capital, el Estado suscribió en acciones de la clase A, de carácter exclusivo, $ 5.000.000; y autorizado por la misma Ley orgánica confirió al Banco, entre otras facultades, la de emisión, reservándose atribuciones especiales en el manejo y administración de la entidad, atribuciones que conserva hoy y que le han permitido intervenir en el desarrollo progresivo del Banco. Pero es evidente que el legislador de 1923, que previó el caso de ser necesaria para el éxito de la entidad bancaria referida, la contribución efectiva del Estado, pensó desde entonces - 98 Ministerio de Hacienda y Crédito Público (Colombia) que pudiera llegar un momento en que aquéllos recursos del erario público pudieran ser de aconsejable aplicación en otras finalidades de interés para el país, y en este orden de ideas y de prudencial reserva, facultó la venta de las acciones de que se trata, con autorización expresa del Congreso, no siendo gobierno extranjero el comprador. Y más luego, el artículo 29 de la Ley 82 de 1931, ratificó tal facultad, sancionando nuevamente el estatuto original. El Estado, como se ha dicho antes, ha conferido al Banco de la República la facultad de emisión ; pero en cambio de esta atribución legal, el Banco mantiene al Gobierno y a otras entidades oficiales cupos determinados, que junto con otras facilidades de crédito, constituyen recursos fiscales de indiscutible eficacia. Además, el Gobierno n1antiene, igualmente sobre el Banco, especiales atribuciones directivaR y tiene en su consejo de administración, por derecho propio, un número determinado de directores. Pero, corno parece claro, esta posición jurídica no se ha reconocido ni existe por el simple hecho de la participación del Estado en el Banco como accionista o copartícipe en el mismo, sino por su carácter cuasi público y por la naturaleza misma de sus funciones. Y en estas condiciones, no parece erróneo afirmar que en el caso mismo de desaparecer, en parte o en total, el interés, del Estado en el Banco, como accionista, no desaparecerán, igualmente, los demás derechos y atribuciones que tiene ya reconocidos, así como su intervención en la dirección y marcha de la entidad emisora. Los préstamos vigentes de la Caja en 30 de junio de 1944 representados en 56. 039 obligaciones ascendian a la s uma de $ 29.337.103.56, de suerte que durante el último año aumentaron en algo más de trece y medio millones de pesos que equivale a un aumento de más de un cuarenta por ciento. Bien se ve que en este proceso de eficacísima ayuda a la producción, la Caja ha agotado los recursos a su disposición y que hoy por hoy el único medio positivo y estable de que podría valerse para el sostenimiento e incremento de sus servicios, sería el de la suscripción adicional de capital por parte del Estado. Al propio tiempo cabe observar que la Caja, lejos de haber reducido el volumen de sus operaciones, lo ha incrementado en proporciones realmente alentadoras. Naturalmente ante una demanda de crédito superior a los recursos disponibles para satisfacerla en su totalidad, la Caja ha tenido que reglamentar sus préstamos dando, de conformidad con su misión primordial, preferencia a los pequeños agricultores. - 99- Ministerio de Hacienda y Crédito Público (Colombia) La Sección a Corto Plazo efectuó duPréstamos. rante el año (1944-45) 82.018 operaciones por $ 34.846.166.12. El valor promedio fue de $ 424. 86. La cartera a corto plazo cerró en 30 de junio con 56. 887 obligaciones por valor de $ 21.921.089.97. Valor promedio de obligación $ 385.34. Desde su fundación, la Caja ha efectuado 619.976 operaciones a corto plazo por un valor total de $ 256.356.154.37 y un valor promedio de $ 413.49. La Sección de Mediano y Largo Plazo otorgó durante el ejercicio 9. 688 operaciones por un valor total de $ 15.167.800.60 y un promedio de $ 1.565.63. La cartera de esta sección en 30 de junio de 1945 estaba representada por 13.610 obligaciones con un valor total de $ 21.055.699.54 y un promedio de $ 1.547.07. En total desde su fundación, esta sección ha efectuado 14.450 préstamos por$ 30.528.329.04 con un valor promedio de $ 2.112.69. incluyendo las operaciones del Fondo Nacional de Ganadería. - 100-