1 LIDERES Dios esta buscando líderes: Autoritativos, espirituales y sacrificados. Líderes no hechos por elección, Asamblea, nombramiento, ni por hombre ni por una combinación de hombres, sino hechos por Dios. Dios está buscando líderes, no por promoción , sino por medio de mucha oración y lágrimas. Líderes que vengan de la ruta de la confesión de pecado, del mucho escrutarse el corazón y humillarse ante Dios, por medio de una entrega completa de uno mismo, y un decidido sacrificio de cada ídolo personal. Líderes que abracen la cruz de forma clara, audaz, completa, inflexible y sin lamentarse. Líderes con una eterna y decidida mirada hacia el Cristo crucificado de tal manera que ya no vivan ellos sino Cristo en ellos. No olvidemos que por cuanto nosotros los hijos de Adán, queremos ser grandes = El se rebajó. No olvidemos que porque nosotros muchas veces no nos humillamos = El se humilló. No olvidemos que porque nosotros nos deleitamos en gobernar = El vino a Servir, no para ser servido. “Porque ni de oriente ni de occidente, ni del desierto viene el enaltecimiento, mas Dios…; a este humilla, y a aquél enaltece” Salmo 75:6-7. En las Escrituras se nos muestra a Dios buscando un líder, un cierto tipo de persona; no muchos, no a un grupo especial, sino a un individuo que haga la diferencia. “Miré, y no había hombre” Jeremías 4:25 “Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón” I Samuel 13:14 “Recorred las calles de Jerusalén, y mirad…si halláis hombre..que haga justicia, que busque la verdad; y yo le perdonaré” Jeremías 5:1 “Y busqué entre ellos hombre..que se pusiese en la brecha” Ezequiel 22:30 La naturaleza sobrenatural de la iglesia demanda un liderazgo que pueda operar tanto en el área natural como en la sobrenatural. Líderes que estén ungidos, entrenados por Dios para suplir la necesidad del pueblo. Los cargos religiosos, las posiciones ni los puestos pueden otorgar a un líder lo que el necesita. Lo esencial en el liderazgo cristiano es la autoridad espiritual. El liderazgo espiritual es cosa del Espíritu y únicamente conferido por Dios. Cuando el penetrante ojo divino encuentra a un hombre capacitado le unge con su Espíritu y lo separa para su ministerio distintivo. (Pablo). 2 A veces el liderazgo es visto como el producto de dotes naturales, de rasgos de personalidad, capacidad intelectual, fuerza de voluntad, vigor y entusiasmo. Es indiscutible que estos rasgos engrandecen el liderazgo, pero no son los factores de máxima importancia en el líder espiritual. El líder espiritual es aquél que esta dispuesto a sufrir por causa de objetivos lo suficientemente grandes que demanden su obediencia. ¿Como sabemos si un líder es espiritual? La espiritualidad es bien difícil de definir pero es muy fácil detectar cuando hay ausencia o presencia de ella. [Cuando la fe dirige la mente de un líder, se enderezan los errores] [Cuando la lengua de un líder esta ungida con fuego del cielo, hace arder los corazones oscuros] [Cuando un líder tiene visión verdadera, reconstruye vidas en ruinas y trae corazones a los pies de Cristo] [Cuando un líder esta dirigido por el Espíritu, no encuentra excusas para no realizar su tarea porque tienes razones de sobra para trabajar] NATURAL Confianza en sí mismo Conoce a los hombres Hace sus propias decisiones Es ambicioso Crea sus propios métodos Se alegra en mandar a otros Es motivado por beneficios personales Es independiente ESPIRITUAL Confianza en Dios Conoce, además, a Dios Busca la voluntad de Dios Es humilde Busca y sigue los métodos de Dios Se deleita en obedecer a Dios Es motivado por el amor hacia Dios y los hombres Depende de Dios La vida de San Francisco de Asís es un ejemplo de que el liderazgo espiritual y su autoridad no pueden explicarse solo por habilidades naturales. En una ocasión el hermano Masseo mirando a San Francisco le decía continuamente: Porqué tú, Porque tú…” ¿Qué dices?, le dijo Francisco. “Digo que todos te siguen, todos quieren verte, oírte, obedecerte , a pesar de que tu ni siquiera eres hermoso, ni inteligente, ni de noble familia. La contestación de Francisco fue la siguiente: “¿Quieres saber porque. Porque los ojos del Altísimo lo han querido así. El esta vigilando continuamente al bueno y al malo, y como sus ojos santos no han encontrado entre los pecadores a un hombre mas insignificante que yo, ni uno mas insuficiente y pecador, por eso me ha escogido a mi para realizar el maravilloso trabajo que Dios ha planeado. El me escogió a mí porque no podía encontrar a nadie mas indigno, porque quería confundir la nobleza, la grandeza, el poder, la belleza y la erudición del mundo” Cuando el intenso fervor y entusiasmo de la iglesia primitiva dio por resultado la multiplicación de conversiones, el Espíritu Santo enseñó una sorprendente lección sobre la naturaleza del liderazgo espiritual. Las 3 exigencias del trabajo demandaban tanto de los apóstoles, que fue necesario crear una escala inferior de líderes para que cuidasen de los pobres y de las viudas que estaban descuidadas. Deberían ser cuidadosamente seleccionados, así que los apóstoles les especificaron el tipo de hombre que debería ser escogido. “Buscad pues, hermano, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.” (Hechos 6:3) Es importante notar que deberían ser llenos del Espíritu Santo, aun cuando sus responsabilidades podrían llamarse seculares. Deberían ser hombres íntegros, conocidos por su honestidad, sagaces, llenos de sabiduría, espirituales, llenos del Espíritu Santo. Repetimos, la espiritualidad no es fácil de definir, pero su presencia o su ausencia puede ser fácilmente descubierta.. Esto ha sido llamado “la fragancia esparcida”, la cual ha sido adquirida en el jardín del Señor. Es el poder de poder cambiar el ambiente por nuestra presencia, y la influencia inconsciente que hace que las cosas espirituales sean reales para otros. Los fines espirituales solo pueden ser realizados por hombres espirituales que emplean métodos espirituales. Un líder espiritual hace la diferencia en la iglesia, una diferencia radical. Aquéllos que aun siendo muy dotados y con personalidad encantadora, pero sin vida espiritual profunda, nunca deben ser líderes en la iglesia, ni siquiera en asuntos temporales. Nuestro Señor Jesucristo definió la palabra liderazgo: “El que quiera ser el mayor entre vosotros, será el servidor de todos”. Liderazgo es rendir al máximo servicio , con la más grande abnegación de fatigarse y absolverse en el trabajo más grande del mundo: el de edificar el Reino de nuestro Señor Jesucristo. Recordemos que el liderato no se define por el número de personas que nos sirven, sino por el número de personas que nosotros servimos. El libro de los Hechos es un libro de principios acerca del liderazgo, es la historia de hombres que estaban fundando la iglesia cristiana y dirigiendo la empresa misionera. Repetimos, que el requisito indispensable para aquellos que iban a ocupar cargos secundarios en la iglesia, era ser hombres “llenos del Espíritu Santo”. Deberían ser conocidos por su integridad y sagacidad, pero principalmente por su espiritualidad. No importa su brillantez intelectual, o su capacidad para administrar, sin este importante requisito el líder será incapaz de llevar a cabo un liderazgo realmente espiritual. Si como Iglesia nos alejamos de este principio, es como retirar al Espíritu Santo de su posición de liderato. La consecuencia de ello es que el Espíritu Santo es apagado y contristado y la muerte y la escasez espiritual surgen inmediatamente. 4 A través de las acciones de los apóstoles podemos apreciar la actividad ejecutiva del Espíritu Santo. En la iglesia, el Espíritu Santo es el supremo Administrador y el Estratega más importante de la obra misionera. La frase “lleno del Espíritu” en el libro de los Hechos es de capital importancia pues comunica el lugar que le corresponde en la vida de los líderes. A Cristo mismo le ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder (Hechos 10:38) los ciento veinte en el aposento fueron todos llenos del Espíritu Santo (Hechos 2:4) Pedro estaba lleno del Espíritu, al dirigirse al Sanedrín. (4:8) Esteban lleno del Espíritu, fue capacitado para dar un testimonio irresistible de Cristo y de morir como el primer mártir 6:3;5;7:55 Fue con la plenitud del Espíritu que Pablo comenzó un ministerio único en su clase (9:17; 13:9) Su compañero Bernabé estaba lleno del Espíritu (11:24) Estos hombres eran sensibles al liderazgo del Espíritu Santo. Estaban dispuestos a someterse a su control, se deleitaban en obedecerle y en seguir su guía. Felipe dejó a Samaria en pleno avivamiento sin quejarse y obedeció la orden del Espíritu Santo marchando al desierto (8:29) Fue el Espíritu el que se sobrepuso al recelo de Pedro y lo guió a Cornelio resultando en una incalculable bendición para el mundo gentil (10:9;11:12) El Espíritu Santo llamó y envió a Saulo y Bernabé para ser los primeros misioneros. (13:1-4) Pablo fue obediente a la moderación tanto como a la fuerza del Espíritu (16:6-7; 19:21; 20:22) El primer Concilio de la iglesia en Jerusalén los líderes aguardaban atentos la guía del Espíritu cuando dijeron: “lo que les parecía bien al Espíritu Santo y a ellos” En su esencia el ser lleno del Espíritu significa que al someternos voluntariamente y al responder al llamado de la fe, la personalidad humana es llenada, controlada y dominada por el Espíritu Santo. La palabra llenar lleva esta idea. La idea no es algo que se vierte en algo vacío y pasivo. Lo que toma posesión de la mente es algo que lo llena. La idea es clara en pasajes bíblicos como: Lucas 5:26 y llenos de temor y en Juan 16:6 “Porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón.” Su temor y tristeza los llenaba de tal manera que anulaba sus emociones, les controlaba, y les dominaba. Esto es lo que hace el Espíritu Santo cuando le invitamos a llenarnos. 5 Por tanto ser llenos del Espíritu Santo es ser controlados por El. Nuestro intelecto, las emociones y la voluntad, así como nuestra capacidad física se ponen a su disposición para realizar los propósitos de Dios. Bajo Su control los dones natos del líder son santificados y elevados a su mas alto poder. El Espíritu Santo no contristado puede producir Sus frutos en la vida del líder con un atractivo y una simpatía en su servicio y un poder para testificar de Jesucristo. El que desea ser lleno del Espíritu Santo debe inspeccionar su vida para ver si hay iniquidad oculta. Debe desarraigar de su corazón todo lo que no este de acuerdo con el carácter de Dios, tal y como está revelado en las Escrituras. No puede tolerarse el mal, no se pueden tomar a la ligera las cosas que Dios odia. Dios nos ha hecho pasar de la servidumbre (Hebreos 2:15; Jer. 34:13) espiritual como su pueblo a la libertad de un servicio por amor (Gal. 5:1314). Esta es nuestra reciproca respuesta de Amor a Dios, por su amor y amando a otros prácticamente en distintos aspectos (evangelismo, edificación, etc.) Ubícate, donde esta tu lugar de servicio a Dios: Los que tienen un lugar definido de servicio. Los que tienen un lugar definido de Servicio que da frutos para Dios (es cosa distinta) Los que no tienen definido su lugar Los que no tienen definido su lugar y no quieren tenerlo Los que tienen un Servicio Constructivo para otros y para sus vidas Los que tienen un Servicio Destructivo para otros y para sus vidas Los que quieren descubrir cual es su lugar de Servicio Ubícate en una de estas categorías, es útil para saber: ¿Donde estás? Si quieres o no seguir allí ¿Qué vas hacer con tu vida? Según donde tu estés, también veras que se van a ubicar los otros. Si analizamos bien hay tres lugares en que se ubican los distintos tipos de personas que hemos mencionado. En un lugar Activo de Servicio, los menos En un lugar Pasivo de no Servicio, los muchos En un lugar de indefinición frente al Servicio, los restantes. Los activos se agotan a corto plazo, física, emocional y espiritualmente. 6 Los pasivos nunca encuentran el propósito de Dios para sus vidas porque están consumidos en sí mismos. Los indefinidos se irán de esta tierra sin haber sido muy malos ni muy buenos para otros y finalmente no habiéndose atrevido a nada. En la iglesia hay que cambiar las cosas para que nadie muera ni los que trabajan mucho por hacerlo ni los que hacen nada, víctimas de su egoísmo ni los que no se definen por su cobardía El Señor Jesucristo, nuestro Maestro, vino a esta tierra con el objetivo de (Mateo 20:28) Darse a otros Servir a otros Entregarse a otros Y llamar a todos al Servicio Sus palabras sencillas, pero llenas del Espíritu causaron gran impacto en la vida de sus seguidores: Sígueme, y los pescadores dejaron las redes Sígueme, y Mateo dejó el banco de los tributos Baja del Sicómoro y Zaqueo se transformó en otro hombre Dejad los niños venir a mi y fueron bendecidos La Samaritana dejó el cántaro de agua vieja y terrenal porque bebió de la fuente que salta para vida eterna y comenzó a decirle a los suyos acerca de Jesús. Hay otros cántaros que nosotros tenemos que dejar a un lado para seguir a Jesús.