7 de Marzo No Puede Haber Consuelo Donde No Hay Tristeza There Can Be No Comfort Where There is No Grief Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Mateo 5:4 Jesús se dirigió a una multitud y dijo: Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Mateo 5:4. El lamentarse y ser bendecidos al mismo tiempo parece ser una contradicción, pero no lo es. Aquellos que no pueden expresar sus emociones y llorar lo que deben llorar, nunca encontrarán sanidad emocional interna. En pocas palabras, donde no hay lamento no hay consuelo. El llorar es la forma divina de limpiar nuestros corazones de las profundas emociones que necesitan ser expresadas. A pesar de que desafía la lógica humana, es verdad que son: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”. Mateo 5:4. ¿Por quién serán consolados? Primero por Dios, a quien Pablo describe como el “Dios de todo consuelo” (2 Corintios 1:3). También son consolados por las promesas de la Palabra de Dios. Pablo dijo: “a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”. (Romanos 15:4). Cuando esté pasando por una situación triste, le recomiendo que se apropie de tres pautas simples que a mi me han ayudado. Pauta #1: Externalice su dolor: Esto significa que debe hablar, comunicarse. En las últimas horas de mi padre, hablamos sobre los viajes de pesca que hicimos juntos, sobre los paseos, vacaciones. Reímos y lloramos juntos agradeciendo a Dios por su bondad. El sacar el dolor de su corazón es el secreto para continuar con la vida. Pauta # 2: Interalice su fe. Existen algunas cosas que su mente le dicen que son verdaderas, pero sus emociones no lo aceptan. Esas verdades deben ser aceptadas por fe. No, nunca he visto una persona que haya muerto y que luego resucite. Pero creo que un día estaré junto a mis seres queridos que han fallecido. Lo creo de todo corazón. Cuando Mable perdió a su esposo y la gente le decía: “Siento mucho la pérdida de tu esposo, ella decía: No lo perdí, yo sé exactamente donde está”. Pauta # 3: Externalice su esperanza. Pablo escribió a los Tesalonicenses que enfrentaban la pérdida de seres queridos y los recordó que Cristo regresará y que nuestros cuerpos se levantarán de la tumba. Luego dijo: “Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras”. (1 Tesalonicenses 4: 18). Jesús estaba en lo cierto. Extraño como pareciera ser. Aquellos que se lamentan son bendecidos con el consuelo que puede venir solamente al soltar la tristeza. Esto es un hecho. Lectura: Mateo 6: 1-12 The preceding material was written and produced by Dr. Harold Sala. All rights reserved ©. Reproduction for sale or financial profit is prohibited. Permission to reprint may be obtained by contacting Guidelines International Ministries, Box G, Laguna Hills, CA 92654 USA. Email at [email protected].