El bajón inmobiliario de EE.UU. se agrava, causando estragos en el mercado financiero November 2, 2007 4:05 a.m. Por Carrick Mollenkamp y Serena Ng The Wall Street Journal En vez de amainar, la tormenta de los mercados que comenzó a mediados de año parece agravarse. Los persistentes problemas preocupan a los inversionistas, quienes ayer vendieron acciones y se refugiaron en instrumentos más seguros. Apenas un día antes, los mercados celebraron el recorte de un cuarto de punto de las tasas de interés anunciado por la Reserva Federal (Fed). Ayer, no obstante, cambiaron de parecer tras conocer las malas noticias de empresas financieras que están expuestas a valores ligados a bienes raíces que se están depreciando. El Promedio Industrial Dow Jones anotó una caída de 362,14 puntos, un 2,6%, para ubicarse en 13.567 unidades. El Standard & Poor's 500 descendió 2,6%, a 1.508,44 puntos, mientras que el Índice Compuesto Nasdaq bajó 2,3%, a 2.794. Los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estado s Unidos declinaron, algo que es habitual cuando los inversionistas se refugian en estos títulos. La ansiedad que se apoderó de los mercados el jueves representa un marcado contraste con la postura expresada por la Fed un día antes. Después de recortar las tasas de interés el miércoles, el banco central indicó que su decisión, junto a una agresiva reducción de medio punto en las tasas realizada en septiembre, debería ayudar a contener los coletazos de los problemas en los mercados de crédito. Las acciones de los bancos y las firmas financieras fueron las más castigadas ayer. Citigroup Inc. bajó 6,9%, a US$38,51, en la Bolsa de Nueva York luego de que un analista manifestara que el conglomerado debe vender activos o disminuir su dividendo para compensar las onerosas pérdidas producidas por la debilidad de los mercados de crédito. Después de las turbulencias de agosto, los mercados de crédito se estabilizaron y los inversionistas actuaron como si los problemas ya fueran parte del pasado. Las acciones se recuperaron y volvieron anotar alzas históricas. Pero a comienzos de la semana pasada una rebaja contable de US$8.400 millones por parte de Merrill Lynch fue el punto de partida de una serie de noticias negativas que empezaron a afectar al mercado. La rebaja contable de Merrill, que superó con creces las expectativas y que condujo a la salida de su presidente ejecutivo, fue importante porque incluía información de septiembre. El resto de las grandes firmas de Wall Street cerraron sus trimestres en agosto, por lo que muchos analistas creen que septiembre puede traer también malas noticias para las otras firmas. "La situación actual es más negativa que hace unos meses", dice Pete Nolan, un gestor de portafolio de finanzas estructuradas de Smith Breeden Associates. En muchos casos, los datos confirman los peores temores de los inversionistas, afirma. Su preocupación es que el inmenso castillo financiero construido sobre los cimientos del mercado de bienes raíces podría derrumbarse, lo que desaceleraría la economía estadounidense. Las tasas de morosidad en los créditos hipotecarios de alto riesgo, conocidos como subprime, han superado las predicciones más catastróficas y, a su vez, los precios de las viviendas han caído más de lo presupuestado. "Las hipotecas se siguen deteriorando a un ritmo acelerado, y eso es alarmante", dice Karen Weaver, directora global de investigación de titularización de Deutsche Bank. "No estamos cerca de una estabilización y esperamos que las cosas empeorarán a medida que la mayor parte de los refinanciamientos (de hipotecas de tasa variable) aún no se ha producido". El porcentaje de deudores hipotecarios de alto riesgo que está más de 60 días atrasados en sus pagos excedió 20% en agosto, según la entidad especializada First American Loan Performance. Mientras tanto, los precios de las viviendas han caído bruscamente. En agosto, bajaron 4% frente a igual mes del año pasado, según el índice S&P/Case-Shiller. Debido a que las hipotecas forman parte de valores que posteriormente son vendidos a los inversionistas de todo el mundo, el deterioro en su valor tiene amplias ramificaciones. Muchos de los valores más complejos, conocidos como deuda colateralizada (CDO por sus siglas en inglés), están en poder de bancos y firmas de corretaje y han sido la causa de buena parte de las pérdidas anunciadas por estas instituciones.