El regreso de los muertos vivos

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El regreso de los muertos vivos
Abraham Leonardo Gak1
Resucitaron. Repentinamente algunos medios de comunicación vinculados con los
sectores más concentrados nos inundaron con visiones apocalípticas del presente y el
futuro cercano de la economía argentina. Economistas, politólogos, sociólogos,
políticos y periodistas especializados, muchos de los cuales supieron ser soportes
ideológicos y algunos responsables directos de la aplicación de políticas neoliberales
que nos llevó a la crisis terminal de 2001/2, salen ahora a alertarnos acerca de las
graves dificultades en las que estamos inmersos y las aún más graves que nos
esperan.
La oposición se monta acríticamente sobre estos diagnósticos, a pesar de que muchos
de ellos enfrentaron anteriormente el modelo neoliberal que estos personajes
contribuyeron a instalar.
Algunos datos de la realidad
Un reciente estudio elaborado por el CESPA (Centro de Estudios de la situación y
perspectivas de la Argentina) que dirige el Ing. Jorge Schvarzer expresa “en 2007 se
completó un lustro de crecimiento a tasas inéditas, superiores en todos los años al
8%”, como así también otros índices señalan que, como balance productivo, 2007 ha
sido el mejor desde el punto de vista de la evolución de los distintos sectores de la
economía argentina.
Para ver cuál es la situación en 2008 nos remitiremos a algunos análisis del Plan Fénix
sobre la coyuntura. El crecimiento del primer semestre sigue reflejando guarismos
similares a los de años anteriores, con la salvedad de la influencia del conflicto
agropecuario, que se estima incidirá en no más de medio punto, dada la acotada
participación que la producción primaria tiene sobre el PIB. La inversión alcanza el
orden del 24% del producto, cifra significativa que se compadece con la información
del crecimiento de la importación de bienes de capital que, sumada a la producción
local, acompaña las demandas del crecimiento. El desempleo continúa en el orden del
8%, si bien con aún elevados índices de empleo informal e importantes diferencias
salariales. El superávit fiscal primario consolidado se estima que en 2008 se situará en
el 3% del PIB, porcentaje que debe ser analizado conjuntamente con el peso de los
1
Profesor Honorario de la Universidad de Buenos Aires
intereses de la deuda pública, que hoy no supera el 2% y que en 2001 representaba el
3,8% del producto. El sector externo sigue siendo superavitario, relativizado por el
incremento de las importaciones que es superior al de las exportaciones. Si bien el
total de la deuda pública representa el 53% del PIB, notablemente inferior al de 2001,
asciende a 144.000 millones de dólares; esta cifra es similar al período de la crisis
pero su composición ha sufrido modificaciones sustantivas en cuanto a sus plazos y a
su denominación en moneda extranjera y local, ya que se estima que más del 40%
está en pesos. Las amortizaciones de deuda están cubiertas, mientras que las de
2009 no parecen ser críticas.
En este escenario influyen negativamente la percepción de un proceso inflacionario
creciente, la intervención en el INDEC, que lleva a poner en duda toda la información
estadística oficial y una presión a la suba de los precios.
En un reciente trabajo el historiador y economista Mario Rapoport nos recuerda que
durante el gobierno del Dr. Humberto Illia las tasas de crecimiento fueron del orden del
10% anual y convivieron con índices inflacionarios que fueron del 20 al 28% y con
redistribución del ingreso; es decir que la inflación puede ser una limitante para la
distribución del ingreso pero no conduce necesariamente a una situación crítica,
siempre y cuando se tomen medidas razonables para controlarla.
Un elemento que debe ser tomado en cuenta es la crisis financiera internacional que,
si bien no nos ha afectado en forma severa como sí ocurrió en períodos anteriores
ante situaciones de menor envergadura, influye en alguna medida; debido, en parte, a
la extranjerización y fuerte concentración de la economía argentina se ha producido
una fuerte demanda de divisas para atender los requerimientos de disponibilidad de
los centros financieros internacionales.
Quiénes son los beneficiarios
Estas consideraciones hacen pensar acerca de quiénes son los beneficiarios de crear
la visión de una situación crítica en la actualidad; por un lado, los sectores financieros
y especulativos interesados en generar una baja en las cotizaciones de títulos y
acciones para mejorar su rentabilidad y acompañar una suba generalizada de
intereses. En este sector se incluyen los grandes intereses vinculados con el sector
agropecuario y sectores industriales que también se relacionan con los sectores
financieros y agropecuarios. Los otros “beneficiarios” son los políticos que no contaron
con el apoyo mayoritario de la población y no vacilan en aliarse con quienes están
ideológicamente en sus antípodas, con tal de debilitar al gobierno.
Algunas cuestiones preocupantes
Desde el gobierno se da pie, por acción u omisión, a muchas de las críticas que
inundan los medios interesados en promover las acciones señaladas anteriormente.
Cobra relevancia el tema del INDEC que requiere una urgente modificación tanto en
su conducción como en sus criterios de funcionamiento, de modo de volver a contar
con una herramienta fundamental en un proceso de desarrollo con equidad. Es
imprescindible tener infomación confiable sobre la inflación para poder actuar sobre
ella, así como sobre los índices de pobreza e indigencia estrechamente relacionados.
Es preocupante la actual apreciación de nuestra moneda producto de las medidas que
respecto del tipo de cambio desarrolla el Banco Central de la República Argentina, así
como la disposición del Ministerio de Economía de liberar por 30 días las restricciones
a la entrada de capitales de corto plazo y la operación llevada a cabo con el gobierno
de Venezuela, que fija una tasa de interés muy elevada para los títulos públicos.
En recientes discursos la Presidenta de la Nación ha reiterado el énfasis de su gestión
de gobierno hacia la distribución equitativa del ingreso.
Para que estas
manifestaciones se transformen en realidad es necesario adoptar una serie de
medidas entre las que la reforma tributaria ocupa un lugar central.
En esta confrontación comunicacional son muchos los que se llamaron a prudente
silencio y ahora vuelven con renovados bríos a ponerse al servicio de los intereses de
siempre, prestándose nuevamente a ser su sustento académico. Para neutralizarlos
hacen falta memoria y justicia, ya que también ellos atentaron contra los derechos
humanos contribuyendo a arrojar a la mitad de la población a la pobreza y la
indigencia.
Será tarea del gobierno y de toda la sociedad desenmascarar estos discursos y
avanzar en la construcción de un modelo de país más justo e inclusivo.
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